Entradas etiquetadas como ‘matrimonio’

¿Amparan los socialistas europeos el referéndum homófobo de Rumanía?

Hoy, Día de Europa, queremos publicar este artículo de Enrique Anarte (@enriqueanarte)

Mural de Joe Caslin con motivo del referendum de Irlanda sobre el matrimonio igualitario / Foto: William Murphy

No corren buenos tiempos para los valores europeos. La crisis económica (y político-institucional) y el auge político de las narrativas anacrónicas que proponen un regreso al Estado-nación han vapuleado la legitimidad de la Unión Europea entre amplios grupos de población. A veces injustificadamente, todo sea dicho; siempre ha sido más fácil culpar a Bruselas que asumir que, en el fondo, las decisiones más polémicas suelen tomarlas los Estados miembros. En cualquier caso, ello no quita que, en otras muchas ocasiones, la ciudadanía no haya visto (e incluso siga sin verlo así) plasmados en su realidad cotidiana los valores y objetivos consagrados en el derecho originario de la Unión, es decir, en sus tratados. Con razón, se preguntan en qué momento del complejo proceso político que conforman las instituciones comunitarias (emborronado por la ausencia de una educación cívica europea) se pierden esos valores de democracia, derechos humanos, justicia o igualdad. Y, con también mucho sentido común, cuestionan la lógica de tamaña contradicción. Una contradicción que, por cierto, goza de la más absoluta normalidad en la cotidianeidad de la política europea, poniendo de relieve una distancia anacrónica entre dos mundos aparentemente tan distintos. Lee el resto de la entrada »

Los Obispos del Sur contra la Ley Andaluza LGBTI que se aprobó unánimemente

Por Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar

Miembros de la Asamblea de los Obispos del Sur

La Asamblea de los Obispos de Sur tiene miedo. La Asamblea de los Obispos del Sur sabe que el futuro, la razón y la democracia no están de su parte y por eso son capaces de redactar una nota dirigida no solo “al pueblo cristiano”, sino a “todos los ciudadanos”, denostando, mancillando y no respetando la voluntad del pueblo andaluz que, a través, de sus representantes en el Parlamento autonómico aprobó el pasado 19 de diciembre la Ley para garantizar los derechos, la igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBI y sus familiares en Andalucía.

Si se dirigieran únicamente a sus seguidores sería un asunto interno, pero dirigen sus palabras al conjunto de la ciudadanía (porque, señores Obispos y Arzobispos, además de ciudadanos hay ciudadanas y así quieren ser nombradas), con lo cual, desde ese puesto en la sociedad, es pertinente una respuesta.

Debe esta Asamblea estar estupefacta porque todos los grupos parlamentarios hayan apoyado sin fisuras tan necesaria norma: desde Podemos, pasando por Izquierda Unida, PSOE, y Ciudadanos, hasta llegar al Partido Popular. Unanimidad en el Hospital de las Cinco Llagas, sonrisas de diputadas y diputados, fotos con el activismo andaluz, satisfacción generalizara.

Habrán estimado estos señores que una realidad sideral se apoderó el pasado mes diciembre de la desacralizada iglesia del antiguo hospital de La Sangre, porque quienes allí estaban (muchas y muchos de ellos seguidores de la fe que ellos representan) se marcaron un baile a favor de la diversidad, la igualdad y la equidad a la que no solo no les invitaron, sino del que no saben un solo paso.

Los señores Juan José Asenjo Pelegrina, Rafael Zorzona Boy, Francisco Cases Andreu, Demetrio Fernández González, José Vilaplana Blasco, José Mazuelos Pérez, Bernardo Álvarez Afonso, Santiago Gómez Sierra, Francisco Javier Martínez Fernández, Adolfo González Montes, José Manuel Lorca Planes, Ginés García Beltrán, Amadeo Rodríguez Magro y Jesús Catalá Ibáñez utilizan en más de una ocasión el término “ideología de género” cuyo origen y significado tan acertadamente desentrañó Andrea Puggelli hace unos días en estas páginas. Leánlo, es una delicia y muy clarificador.

Emplean en este escrito las palabras matrimonio y familia de manera reiterada. Y lo hacen con frases como “la vida matrimonial y familiar sólida, permanente en el tiempo, compuesta por un padre, una madre y unos hijos”. Ya teníamos asumido, en contra de lo dictado en nuestra Constitución y en el ordenamiento jurídico español, que no contemplaban como tal el matrimonio entre personas del mismo sexo; pero, atención, según se deduce de esta frase quedan excluidas también las personas que integren familias de progenitores separados o divorciados, las familias ensambladas o reconstituidas, las familias monoparentales, las familias sin descendencia e incluso aquellas que solo tienen un niño, una niña o un niñe. (Explicarle el uso de la vocal “e” a estos señores cuando aún no tiene asumido utilizar la vocal “a” se me antoja un ejercicio tan irreal que mejor lo dejamos para dentro de unos años).

Por tanto (aviso a navegantes), estos señores en su misiva han dejado fuera de la legitimidad familiar, como mínimo, al 66,2% de los hogares españoles. Esta capacidad de no salir a la calle y comprobar como sienten, viven y palpitan las familias de este país, es lo que acrecienta su temor y el hecho de que desde su masculinidad asexuada se otorguen la capacidad de juzgar los modos de convivencia de millones de personas de este país, obviando conceptos tan necesarios para el desarrollo armónico de una sociedad democrática como la diversidad. Eso sí, el resto, la mayoría, los demás son quienes intentan “deconstruir el cuerpo humano, el matrimonio y la familia”.

La realidad es muy tozuda señores Obispos del Sur. La riqueza cromática de las familias españolas es espectacular. Desde hace décadas conviven en perfecta armonía en las calles, en las plazas donde juegan sus hijas e hijos, y leyes como esta sólo pretenden que nadie arrebate a nadie su dignidad.

Andalucía ha conseguido dotarse una herramienta muy poderosa para proteger a las personas LGBTBI y a sus familias, así en plural, que familia no hay una, que hay tantas como ejemplos de convivencia puedan desarrollar personas adultas y menores. Y aunque inviten “a todos (…) a no permanecer pasivos” (¿no estarán ustedes instando a la rebelión ciudadana ante normas democráticas?) el pueblo andaluz, como el del resto del país, viene demostrando desde hace años una capacidad innata a la convivencia, a la aceptación de la diversidad, a mirar a los iguales desde el corazón y no desde el dogma y los prejuicios decimonónicos. Solo resta una minoría intransigente y adoctrinadora ante la que son obligadas leyes como la andaluza.

Estos señores se han otorgado a sí mismos la “responsabilidad de promover la vida de la familia”, aunque, en todo caso, lo hagan desde una visión teórica y no empírica. Y no son capaces de adivinar que las familias de este país  se promueven a sí mismas en el ejercicio diario de sus labores cotidianas de amor, responsabilidad, apego y crianza. Y lo hacen de manera libre, esencial, porque les nace de sus entrañas, de lo más íntimo.

No intenten ustedes ponerles puertas al campo, ya saben que no es posible. Sus cantos de sirena caen día a día en el olvido porque han perdido la perspectiva de la cotidianeidad porque no han visitado alguno de los miles de colegios donde las niñas y los niños juegan y conviven en los patios de recreo sin darle importancia a si tienen una papa y una mamá, dos papas, dos mamas, una sola mamá o papa… o ninguna de estas figuras.

Los señores Obispos del Sur tienen miedo, y mucho, cuando afirman que esta Ley “promueve el totalitarismo del pensamiento único”.

¡Que necesario es un curso rápido, básico y gratuito de los principios fundamentales de los estados democráticos!

En Japón es mejor ser amigo de los gays que reconocer sus derechos

Una serie televisiva que ha destapado el enfado que las organizaciones LGBTI en Japón tienen con el Gobierno nipón. Violeta Assiego (@vissibles) lo cuenta y analiza el trasfondo de esa queja. 

Kansai Rainbow Parade 2010/Foto: K.rol2007

Kansai Rainbow Parade 2010/Foto: K.rol2007

Parece que al activismo LGBTI japonés no le gusta nada de nada la serie televisiva que se estrenará el próximo 7 de noviembre y cuenta la historia de dos jovencísimas chicas que enamoran bajo el mismo techo de su nueva familia. Maki Muraki, portavoz de la ONG Nijiiro Diversity, advierte que la imagen sobre la homosexualidad que traslada la serie está fuera de lugar y no se corresponde a los tiempos de aceptación en Japón. El cartel promocional de ‘Transit Girl’ muestra a las dos chicas, abrazadas en la cama, sonrientes y felices, con un cartel que pone: ‘prohibido’. Eso sí todo muy pulcro, muy blanco y muy naif.

En el país del sol naciente, no hay leyes contra la homosexualidad y es algo aparentemente aceptado. A lo largo de su historia se han salvado de los envites de la religión que la califican como pecado o un tema contrario a la moral y culturalmente no ha sido censurada por medio de leyes. Sin embargo, la orientación sexual o la identidad es algo que los ciudadanos nipones esconden para evitar ser señalados y sortear la discriminación social.

Según Dentsu, la comunidad LGBT en Japón representa el 7,6% de la población (lo que lo convierte en el país de Asia con más personas LGBT ) y realizan gastos por valor de 5,94 billones de yenes al año. Pero para el 62% de japoneses afirma sin pudor «no sentirse cómodos» con la homosexualdad y más de la mitad rechaza legalizar las uniones entre personas del mismo sexo. Lee el resto de la entrada »

The Economist dice que el movimiento LGBT está arrasando en América Latina

Imagen capturadsa del vídeo The Economist/Foto: Getty Images

Imagen capturada del vídeo The Economist/Foto: Getty Images

Nos incluimos entre aquellos que desconocíamos que la prestigiosa revista The Economist aborda, con bastante regularidad, contenidos que tocan de lleno las realidades (y derechos) de las personas lesbianas, gays, bisexuales y trans. Hace no más de una semana, esta vez a través de un vídeo que se puede ver en su web, analizaron -en menos de cuatro minutos y con datos en la mano- la situación actual del movimiento de derechos LGBT en América Latina.

Para facilitar el visionado del vídeo al final de la entrada (en inglés y sin subtítulos), os reproducimos íntegramente sus mensajes que, al margen de la literalidad, conllevan un análisis que daría para una buena conversación de sobremesa:

  • En 1999, la homosexualidad todavía era un delito castigado con penas de cárcel en el 43% de sus países.
  • En 2005, España aprobó el matrimonio igualitario inspirando a muchos países latinoamericanos a seguir su ejemplo.
  • En 2008, todos los países de habla hispana de América Latina (incluido Brasil) habían dejado de criminalizar la homosexualidad.
  • En 2010, Argentina aprueba el matrimonio entre personas del mismo sexo, y en 2013, lo hacen Brasil y Uruguay.

Las Américas compiten, en este momento, con Europa por ser la región más gayfriendly del mundo, pero la foto sigue siendo muy irregular y la violencia hacia las personas LGBT todavía abunda en muchas zonas de América Latina: Lee el resto de la entrada »

Solo el 60% de los países que reconocen a las ‘parejas del mismo sexo’ les permiten adoptar niños

Por Violeta Assiego (@vissibles)

Fotografía de Quinn Dombrowski

Fotografía de Quinn Dombrowski

Hace unos días ese porcentaje se incrementó muy ligeramente cuando la Suprema Corte de Justicia de México confirmó su intención de anular el artículo 19 de la Ley Regulatoria de Sociedades Civiles de Convivencia de 2014. A partir de ahora, ya son 22 los países en los que las parejas del mismo sexo pueden adoptar a pesar de que son 36 los que permiten -de muy diferentes formas- las uniones entre personas del mismo sexo. En total, los países que reconocen las uniones igualitarias no alcanza el 17% del total de los que están en Naciones Unidas, una nimiedad comparado con los que las criminalizan, el 40% de los que están en la ONU. Lee el resto de la entrada »

Cuando la gente decide quién puede casarse y quién no

Interesante y necesaria reflexión sobre si los derechos fundamentales pueden aprobarse por referéndum, por Nayra Marrero (@nayramar)

Una mujer deposita su voto en el referéndum sobre la prohibición del matrimonio y la adopción para parejas del mismo sexo en Eslovaquia (EFE)

Una mujer deposita su voto en el referéndum sobre la prohibición del matrimonio y la adopción para parejas del mismo sexo en Eslovaquia (EFE)

Kristin y Sandra pasaron un casting que cambió la vida de muchas personas en California. La Fundación Americana por la Igualdad de Derechos (AFER) las eligió, junto a Paul y Jeff, después de haber investigado su pasado y su presente, para encarnar la discriminación contra las parejas del mismo sexo que se estaba produciendo en California después de que más de siete millones de personas votaran en ese Estado a favor de la tristemente famosa Proposición 8.

¿Qué es la Proposición 8?

La llamaron la «Ley de Protección del Matrimonio en California» y su aprobación por referéndum en noviembre de 2008, con apenas un 5% de votos más que la postura contraria, supuso la disolución de los miles de matrimonios que habían podido celebrarse en los pocos meses en los que fue posible; supuso la anulación legal de sus derechos y su señalamiento como parejas de segunda clase.

Así que Kris y Sandra, Paul y Jeff, representaron esa discriminación ante el Tribunal Supremo de Justicia de Estados Unidos demandando su derecho fundamental a contraer matrimonio en igualdad de condiciones.

Pedían la invalidez de la voz popular porque los derechos fundamentales no dependen de la opinión de las personas, no dependen de su voluntad volátil, deben ser protegidos por encima de cualquier otra disposición. Lee el resto de la entrada »

Con vídeos como este el Sí gana en Irlanda… y en cualquier parte del mundo

La victoria de ayer en Irlanda del Sí al matrimonio para las parejas del mismo sexo es histórica. Un 62% votó a favor de la igualdad, y al ver vídeos como este se entiende por qué. Un gran acierto el ir al mensaje directo: familia somos todos.

 

La princesa Li y el derecho a la libertad

Una de nuestras autoras invitadas más activas, Nieves Gascón (@nigasniluznina), nos vuelve llevar a mundos que no son ni tan lejanos ni tan de fantasía como aparentemente pueda parecer. De la mano de los cuentos infantiles que habitualmente nos propone, los más pequeños y no tan pequeños volamos y también aterrizamos en la diversidad.

Princesa Li
Fotografia propia

Al estilo de los cuentos tradicionales, con un comienzo en «Érase una vez, en un lugar… muy lejano…», en esta ocasión recomendamos el álbum ilustrado La Princesa Li. Un libro de Elena Rendeiro y Luis Amavisca de la Editorial Egades, publicado en 2012.

Inicialmente ofrece unas imágenes en sencillos trazados de acuarelas de tonalidades granantes, moradas y grises combinandas con lápiz carboncillo y jugando al contraste blanco del fondo papel. Grandes ilustraciones que hacen su lectura mucho más atractiva y recomendable junto a un relato lleno de contenidos que van más allá de la igualdad y diversidad afectivo-sexual. Recomendable para neolectores y neolectoras: desde los 6 o 7 años con ayuda y de ahí en adelante con más autonomía relatando cuentos sin querer y creciendo entre historias de lejanas tierras, palacios y princesas. Con el texto bilingüe ofrece la atractiva posibilidad de leerlo en voz alta y perfeccionar nuestro conocimiento de inglés.

La historia de Li comienza en un lugar lejano con su amor a Beatriz, otra mujer de origen extranjero. ¿Se puede amar a alguien que viene de otra cultura? Por supuesto. E igualmente, se puede ser feliz en una pareja del igual sexo y construir en positivo la propia identidad sexual. Todas cuestiones importantes a trasmitir al mundo pero especialmente a los y las adolescentes, no sólo por los valores relacionados con una cordial convivencia sino con todos aquellos que inciden directamente en una sana construcción de la propia identidad. Desafortunadamente, y con más frecuencia de la que quisiéramos, chicas y chicos en todo el mundo sufren rechazo y acoso, e incluso llegan a suicidarse por no contar con apoyos adecuados para resolver un conflicto de identidad sexual alimentado por la lgbtfobia y la violencia.

La relación de pareja entre Li y Beatriz es perfecta hasta que el rey Wan Tan, padre de la princesa, decide que ésta tiene que elegir un marido y descubre el amor entre ambas. Aparece el conflicto: el rey rechaza esta relación y el odio junto a la brujería hacen que Beatriz se convierta en un pájaro de grandes alas, fiel a Li, de la que no se separa a pesar de su metamorfosis.

Ni el mal, ni el odio, ni la ignorancia, ni el patriarcado heteronormativo vencen al amor entre ambas. El brujo, hombre de confianza de Wan Tan, del que Li sospecha sus oscuras y ambiciosas intenciones, intenta envenenar al rey traicionándole para usurparle el trono. Beatriz convertida en pájaro, salva a Wan Tan y este agradecido no sólo aprueba su relación con Li sino que, desaparecido el maleficio sobre Beatriz, las nombra princesas herederas de su reino.

Una historia de amor más bien romántico pero no sujeto a estereotipos ni tradicionales roles de género. Un amor que triunfa por encima del matrimonio forzado y las convencionalidades de los lejanos reinos llenos de fábulas de magia y brujería.Un cuento con un desenlace justo y feliz que invita a llenar nuestras vidas de expectativas de libertad, igualdad y un montón de estimulante y satisfactoria diversidad.

 

«¿Puedo renunciar a los 15 días de permiso por casarme?» El armario en tiempos de crisis

Foto de madstreetz

Foto de madstreetz

Por Nayra Marrero Jaén

No puedo evitar ponerme roja cada vez que mi jefa nos recuerda, en alto y con tonito, que no admitirá relaciones entre sus empleados. Supongo que es la rabia porque qué coño habrá cambiado en el trabajo porque de ser amigas hayamos pasado a ser novias, y qué cambiará cuando formemos una familia juntas, que es lo que tenemos en mente hacer.

Como ha sufrido una operación en el útero, mi chica ha conseguido una cita en la pública con la unidad de infertilidad, que su doctora de familia es muy maja y ha intentado colarla para ver si la inseminan. Sabemos que está la cosa difícil, pero es que hemos estado mirando en clínicas privadas y lo que nos gustaría de verdad, que es el método ROPA, que inseminen mi óvulo y se lo pongan a ella para que biológicamente sea de las dos, es muy caro. Lo vamos a intentar por la Seguridad Social y ya nos han dicho que es lo mismo que ella se presente como futura madre sola que que vayamos las dos como pareja: sin un tipo que aporte el semen (o sea infértil), nos lo van a poner muy difícil.

Tenemos un amigo que se ha ofrecido pero ya le hemos dicho que no. Yo tengo claro que quiero estar en todos los papeles desde el principio, que no quiero líos con el registro y para eso sé que tenemos que casarnos y decir que el embarazo tiene que ser por inseminación artificial con donante anónimo. Además, no me hacía mucha gracia que este fuera el donante, que se lo agradezco un montón, pero me da rollito.

El tema está en que tenemos que casarnos. Que yo lo hago encantada, pasaré el resto de mi vida con ella lo diga un papel o no, pero a ver cómo se lo toma mi jefa.

En el curro sólo tres compañeras saben que estamos juntas, y me pongo roja de rabia hasta cuando lo pienso ¿Qué le molestará a ella que seamos pareja?

Hemos preguntado si nos pueden despedir por casarnos y nos han dicho que no, pero que tengamos cuidado porque se pueden agarrar a otras razones o pueden hacernos la vida imposible en el curro, y que además si nos despiden luego nos toca a nosotras demostrar que lo han hecho por algo ilegal, y no nos viene bien todo este lío y la pérdida de pasta si queremos ser madres.

Y queremos. Claro que queremos.

Al parecer podemos no decir que nos hemos casado y perder los 15 días de vacaciones, que ya me jodería. Puedo renunciar también a la baja cuando nazca el bebé, aunque lleve mi apellido. Puedo estar en el armario como lesbiana, como casada y como madre, ¡ahí es nada!

Crisis de mierda, que si no fuera por ella igual una de las dos habría encontrado curro en otra parte, que no será porque no lo estemos buscando. Crisis de mierda, que  ha sido la excusa perfecta para cargarse los cuatro derechos laborales que teníamos. Crisis de mierda, que el trabajo que estoy haciendo podría hacerlo como funcionaria si es que convocaran otra vez oposiciones.

País de mierda que en vez de estar disfrutando del proyecto que tenemos juntas ando haciendo cuentas con mis dineros, mis derechos y mi maldita rabia contenida.

Lo que os traemos hoy es una historia casi real, pero casi. Desde diciembre la reproducción asistida a las parejas de mujeres y mujeres solas no está cubierta en la mayoría de las comunidades autónomas (excepción de Andalucía, Asturias, Canarias, Cataluña, Euskadi y Extremadura) y aún es necesario casarse para que dos mujeres sean reconocidas como madres. También es cierto que mucha gente pregunta al Servicio de Información de la FELGTB si es obligatorio contar en el trabajo que te casas o que vas a tener hijos. El armario pesa y con la crisis, más.

Una hija lesbiana, un político homófobo y gay, la coherencia y el amor

Por Nayra Marrero Jaén

-Tu padre nunca habría aceptado a una hija lesbiana, ya sabes lo que opinaba al respecto. Yo lo voy aceptando poco a poco, no te creas que no me cuesta, pero intento aceptarlo. Ojalá tu hermana no fuera así, pero por lo menos ha encontrado una buena mujer.

-Mamá, ¿te acuerdas de cuando papá decía que cuando uno tiene hijos ya forma parte de otra unidad familiar y debía ser autosuficiente y criticaba al vecino por mantener a su hija y a su nieto mientras ella estaba en la universidad? ¿Y qué hizo cuando fue su hija la que se quedó embarazada? Mantenerla para que terminara de estudiar. Lo que uno dice de boquilla y lo que uno hace cuando afecta a quienes quiere no suele ser lo mismo.

La coherencia es difícil de mantener porque hay muchos factores que nos hacen tambalear nuestros axiomas. La coherencia no sólo es complicada sino que no siempre es deseable porque tener en cuenta todo lo que nos rodea a la hora de aplicar nuestros ideales puede ser una ventaja. Debemos estar abiertos a equivocarnos.

Los prejuicios existen y existirán siempre. Es como pretender que cuando conozcamos a alguien vuelva a nosotras la inocencia y la candidez de la primera vez. No valoraríamos su aspecto, su tono su voz, quién nos lo presenta, en qué ambiente lo conocemos, cómo se mueve … De hecho obviar los prejuicios es enviar a la papelera una cantidad ingente de información y experiencias.

Pero si debemos ser capaces de mirar más allá de nuestros ideales mal que le pese a nuestra coherencia, debemos ser capaces de mirar más allá de nuestros prejuicios por nuestro bien y por el bien de quienes nos rodean. Admito que tengo prejuicios pero desde que tengo oportunidad los malvendo por 3 pesetas y me compro ideas nuevas sobre quienes tengo delante. Y no es consumismo, lo prometo. Sólo a través del conocimiento de alguien me atrevo a juzgarle, y procuro ser consciente de que no puedo aplicarle mis varas de medir.

Ahora bien, una vez asumes que tus ideas no valían para ti ¿puedes seguir aplicándoselas al resto? ¿Puedes esconder bajo la alfombra a tu hija para continuar criticando a la del vecino? ¿Puedes esconder tu orientación sexual para seguir reclamando el fin de la igualdad de derechos para quienes son homosexuales o bisexuales como tú?

Foto de EFE
Foto de EFE

Esto viene a cuento de Florian Philippot, número 2 del Front National, partido ultraderechista francés que ha anunciado que de llegar al poder eliminaría la igualdad en el acceso al matrimonio para dejar fuera a las parejas del mismo sexo. Florian Philippot es gay y el semanario Closer lo sacó del armario hace apenas un mes en contra de su voluntad ¿Vale aquí la falta de coherencia cuando uno es gay y pretende discriminar a otras personas por serlo?

No es el único político homófobo de orientación sexual no heterosexual pero ¿ser gay no le hace cambiar su opinión hacia la diversidad? ¿No reflexiona respecto a sus prejuicios? ¿No ve lo absurdo de que su pareja no obtenga el mismo reconocimiento jurídico y social si es mujer o si es hombre?

Suelo pensar que la visibilidad es la mejor herramienta contra la discriminación porque cuando alguien a quien conoces y quieres te cuenta que es gay, lesbiana, bisexual o transexual suelen resquebrajarse los muros de intolerancia o incluso odio que nos separan. En el caso de Florian Philippot, ¿será que lo que le falta es amor propio?