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Liderazgos femeninos en el activismo LGTBI+ andaluz

Pablo Morterero (@pabloMorterero)

 

En ocasiones, la invisibilidad de ciertos sectores proviene de la misma crítica que la denuncia.

Uno de esos lugares comunes del activismo LGTBI+ en nuestro país (imagino que también en el resto de sociedades, al menos las occidentales, pero no me considero lo suficientemente informado para asegurarlo) es, entre otros muchos, la falta de espacio para las mujeres en general, y de la mujer cisexual lesbiana en particular.

Según la definición de la web Significados, un lugar común es aquella frase, expresión o idea que, debido a su frecuente uso, se vuelve trivial o se desgasta, perdiendo significación. En el caso que planteo, la denuncia de falta de espacio para las mujeres en el activismo LGTBI+ no significa que no encierre una porción de verdad, sino que su uso (o abuso) termina trivializándola hasta convertirla en ruido de fondo, al que apenas se le presta atención.

El activismo LGTBI+ debe aspirar a visibilizar la complejidad que esconde el acrónimo de las cinco letras y el signo más. Y ello pasa por visibilizar a las personas reales que las engloba. Una aspiración que, en ocasiones, se convierte en una misión endiablada por las propias dinámicas sociales de nuestra cultura, que también empapa a las personas intersex, trans, homosexuales (gais y lesbianas), bisexuales y asexuales.

Porque la necesidad de compartir y ceder la palabra y liderazgos a personas que viven, sienten y padecen detrás de cada una de esas cinco letras y signo, no debe ser incompatible con la existencia de voces corales dentro del activismo. Es decir, no podemos imponer una especie de disciplina férrea que impida que cualquier persona dentro del activismo LGTBI+ hable en nombre de cualquiera de ellas.

Muchas son las hipótesis que buscan explicar la falta de liderazgos femeninos (fundamentalmente de mujeres cisexuales que tienen sexo con mujeres) al frente del movimiento LGTBI+. Pero bastará en el contexto de este artículo dejar constancia que reducirlo a una supuesta imposición de los hombres cisexuales que tienen sexo con hombres, no solo es erróneo sino además injusto.

Nuestros comportamientos como mujeres, hombres y personas no binarias no deja de ser el resultado de paradigmas culturales (formales e informales, explícitos e implícitos, confusos y difusos) en los que hemos sido educados. Por eso, el heteropatriarcado en el que hemos crecido forma parte esencial del andamiaje emocional y cultural sobre el que hemos construido nuestras convicciones y nuestras opiniones. Y resulta inocente (incluso peligroso) confiar a la mera intuición y a la buena voluntad para superarlo. Por eso no debe sorprendernos que las personas LGTBI+ reproduzcamos algunos (o muchos) de los roles del heteropatriarcado que denunciamos.

Históricamente, en Andalucía no nos constan que hayan existido organizaciones integradas exclusivamente por mujeres que tenían sexo con mujeres, ya fuesen lesbianas o bisexuales. Sí nos consta de algunos grupos informales de mujeres lesbianas y bisexuales que organizaron algunas actividades reivindicativas, como la fiesta lésbica que, con ocasión del 28 de junio de 1981, se organizó en Pino Montano (Sevilla). Aunque posiblemente nuevas investigaciones, e incluso re-lecturas de la historia del feminismo en Andalucía, aporten nuevos datos.

Los movimientos homosexuales conocidos de los años 70 y 80 estaban exclusivamente integrados por hombres que tenían sexo con hombres. Si bien es cierto que aunque contaron con el apoyo de organizaciones feministas, como fue el caso de la Asociación Democrática de la Mujer y la Unión Democrática de Homosexuales (UDH) en Málaga, o el Colectivo Prímula y el Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria (MHAR), en el caso de Sevilla, lo cierto es que dicho apoyo provenía fundamentalmente de feministas que tenían sexo con hombres (las famosas mariliendres feministas), cosa que contrastaba con la frialdad que eran tratados por parte de las numerosas mujeres que tenían sexo con mujeres (lesbianas y bisexuales) que por entonces eran bastante numerosas dentro del feminismo.

Y es que el activismo feminista de las mujeres que tenían sexo con mujeres no pudo (o no quiso) que el feminismo (ya fuera el de la diferencia o el de la igualdad) asumiera con naturalidad las reivindicaciones lésbicas y bisexuales, por lo que nunca fueron referentes para el activismo gai andaluz.

Habría que esperar hasta los años 90 cuando surjan los primeros grupos mixtos, donde mujeres que tenían sexo con mujeres empezaron a tomar un protagonismo importante.

Fue el caso de COLEGAS en los 90, que contó con importantes activistas lesbianas y bisexuales como Rosa Ortega, en COLEGA Sevilla, Carmen Zurita, en COLEGADES, y, sobre todo, Charo A. Santos al frente de la Federación COLEGAS Andalucía como presidenta, sin duda una de las figuras más destacadas dentro del activismo LGTBI+ andaluz de aquellos años.

También la asociación sevillana SOMOS contó con un activo grupo de mujeres cisexuales que tenían sexo con mujeres, las cuales llegaron a tener una representación específica en la Junta Directiva de la entidad.

Actualmente, el liderazgo femenino en el movimiento LGTBI+ es importante, no solo dentro de aquellas entidades exclusivamente de mujeres, como Carmen Rosario Martín Ruiz, presidenta de la entidad Mujeres por la Diversidad, o de entidades integradas exclusivamente por personas trans, con Mar Cambrollé como presidenta de ATA-Sylvia Rivera, o Cristina Alías, presidenta de TransHuellas, sino también en el seno de las entidades mixtas en materia de corporalidad, identidad y orientación.

Es importante destacar que las organizaciones LGTBI+ más antiguas de la Comunidad Autónoma como OJALÁ Málaga, Jerelesgay y DeFrente están dirigidas por mujeres (Charo Alises Castillo, Susana Domínguez e Inma García de la Fuente, respectivamente). Paradigmático es el caso de la asociación DeFrente LGTBI, la cual, desde sus inicios, ha sido liderada siempre por mujeres, primero por Virtudes Sánchez Sánchez, y posteriormente por Rosa Mena Bravo, Maribel Povedano Barroso, Josefa Suárez, e Inma García en la actualidad.

También es reseñable que Charo Alises, además de abogada especializada en delitos de odio con un trabajo espléndido a sus espalda dentro del Colegio Oficial de la Abogacía de Málaga, es vicepresidencia segunda del Consejo Andaluz LGTBI en representación de las entidades LGTBI+.

O que Inma García sea presidenta de la Federación Plataforma Orgullo LGTBI Andalucía, espacio interasociativo que agrupa a más de 20 entidades andaluzas y que organiza la manifestación del Orgulllo LGTBI+ que se celebra en Sevilla.

Tampoco podemos olvidar que tanto Maribel Povedano como Charo Alises y Josefa Suárez han ostentado responsabilidades en la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB).

Pero no son las únicas. Conchi Sanromán es presidenta de Juntxs Todxs por la Igualdad; Raquel García Coletto, es presidenta de La Janda-Conil LGTBI; Toñi Pichardo es presidenta de AlmensIRIS (Almensilla); Luz María García es presidenta de Almería con Orgullo; Mar Sánchez es presidenta de Ágape-Écija; Zaira Cuesta El Atir es presidenta de Lo Sé y Me Importa; Charo Racero Soldado es presidenta del Observatorio contra la LGTBIfobia del Campo de Gibratar; y Janet Alcaide Sánchez es representante de Gaylespol en Granada.

En el campo intersex no podemos olvidar a Maricarmen Díaz, coordinadora de Krisol Pro Derechos Humanos Intersex de Adriano Antinoo, asociada en la actualidad y cofundadora en su día de Grapsia así como socia de y asistente al I Encuentro Estatal en torno a las intersexualidades organizado por Kaleidos.

En definitiva, y a pesar de esos lugares comunes de los que hablaba al principio, las mujeres lesbianas, bisexuales y trans no han tenido techos de cristal infranqueables, y han podido ocupar espacios de liderazgos en las organizaciones mixtas de Andalucía.

Pero ello está lejos de ser satisfactorio.

Las propias activistas LGTBI+ andaluzas denuncian la dificultad para que nuevas mujeres asuman responsabilidades y liderazgos, y es injusto culpabilizar de ello en exclusiva a los hombres activistas que tienen sexo con hombres, y menos aún a los hombres trans o a las personas no binarias.

Los roles de género que impone el heteropatriarcado también condiciona las propias expectativas de hombres, mujeres y personas no binarias. El movimiento LGTBI+ andaluz ha demostrado estar preparado para ser liderados por mujeres cisexuales que tienen sexo con mujeres y mujeres trans. Ahora falta que más mujeres (ya sean lesbianas o bisexuales, o bien trans o intersex) quieran aceptar el reto.

 

Desmontando prejuicios sobre las personas LGTBI+

Por Charo Alises (@viborillapicara)

 

El rechazo a las personas LGTBI tiene su raíz en los prejuicios que anidan todavía en el imaginario colectivo . Desmontar esos prejuicios es fundamental para erradicar la discriminación por orientación sexual e identidad o expresión de género y garantizar el respeto a la diversidad.

– La homosexualidad no es natural
Se ha comprobado científicamente que más de 1.500 especies realizan actividades homosexuales con diferentes fines de supervivencia.  Entre ellos están los delfines, los leones, gusanos, patos, peces, osos, pingüinos, monos, etc. La homosexualidad ha existido siempre en el reino animal. Además, se van descubriendo nuevos comportamientos entre las especies y existen estudios sobre ellos desde hace muchos años.

– La homosexualidad es una enfermedad y se puede curar
El 17 de mayo de 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) la excluyó de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y otros Problemas de Salud. Este avance fue el fruto de una larga lucha de los colectivos por los derechos de las personas homosexuales, que ya en 1973 habían logrado que la Asociación Norteamericana de Psiquiatría retirase la homosexualidad como trastorno de la sección Desviaciones sexuales de la segunda edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-II)

– La homosexualidad es un fenómeno occidental.
Existen personas LGTBI en todas partes, en todos los países y todos los grupos étnicos, en todas las comunidades y en todos los niveles socioeconómicos. – Privar a las personas LGTBI de sus derechos humanos puede estar justificado por motivos de religión, cultura o tradición. La discriminación por razón de orientación sexual o identidad de género no puede justificarse por ningún motivo. Los derechos humanos son universales. Todos los seres humanos tienen los mismos derechos independientemente de cualquier circunstancia personal o social. La historia la religión y la cultura son muy importantes pero todos los Estados, tienen la obligación de garantizar el respeto a los derechos humanos de las personas LGTBI.

– La homosexualidad, la bisexualidad y la transexualidad, son modas actuales.
Existe documentación que acredita la existencia de personas con comportamientos asimilables a la homosexualidad, la bisexualidad y la transexualidad en diferentes momentos históricos.

– La relación con personas LGTBI o el acceso a información sobre diversidad sexual y de género, pone en peligro el bienestar de los niños y niñas.
Conocer y pasar tiempo con personas LGTBI y acceder a información sobre diversidad sexual y de género no influencia la orientación ni la identidad sexual de niños y niñas ni perjudica su bienestar.

– Las personas homosexuales no pueden tener relaciones estables.
Quienes no creen en la homosexualidad, piensan que estas parejas no durarían juntas el mismo tiempo que una pareja formada por un hombre y una mujer. Un psicólogo de la Universidad de Washington, John Gottam, realizó un estudio para desmentir este mito. Se realizó una entrevista a 42 parejas, las cuales fueron previamente estudiadas durante 12 años (21 parejas de gais y 21 parejas de lesbianas). Luego de los años de ser estudiados, fue solo el 20% que rompieron durante ese lapso. Con esto se pudo comprobar que esta famosa frase es solo un estereotipo más sobre los homosexuales.

– En las parejas del mismo sexo una de las personas hace de hombre y otra de mujer.
En una relación de pareja entre dos hombres o dos mujeres hay dos hombres y dos mujeres. Las relaciones entre personas del mismo sexo no son imitaciones de las parejas heterosexuales.

– Todos los homosexuales son afeminados y las lesbianas masculinas.
La expresión de género de una persona, esto es, sus actitudes y comportamientos, pueden coincidir con su orientación sexual o no. Esto significa, que un hombre con comportamientos que, socialmente, se asocian a la masculinidad, puede ser heterosexual o gay y que un hombre con comportamientos que, socialmente se asocian a la feminidad puede ser heterosexual o gay. Igualmente, el hecho de que una mujer tenga comportamientos que se asocien a lo femenino no significa que sea heterosexual. De la misma forma, una mujer que tenga comportamientos vinculados a la masculinidad puede ser heterosexual o lesbiana.

– Las lesbianas no tienen una sexualidad completa.
El principal falso mito en la sexualidad femenina es que la relación sexual entre dos mujeres es incompleta, ya que no se produce el coito (sin tener en cuenta los accesorios con los que sí puede darse la penetración). Un informe publicado en los Archives of Sexual Behaviour, realizado por las universidades de Indiana, Chapman y Claremont Graduate, en Estados Unidos, reveló que si bien los diferentes comportamientos de las parejas pueden tener una influencia fundamental en la frecuencia de los orgasmos, la heterosexualidad no es factor determinante para garantizar este hecho. – Las lesbianas se sienten atraídas por todas las mujeres y los gais se sienten atraídos por todos los hombres. Al igual que las personas heterosexuales, las mujeres lesbianas y los hombres gais tienen sus preferencias y sienten atracción por las personas que sean de su agrado, no por todas las personas de su mismo sexo.

– Las personas bisexuales son unas viciosas.
La bisexualidad es una orientación sexual tan válida como las demás. Las personas bisexuales pueden sentirse atraídas por personas de ambos sexos sin que esto sea sinónimo de vicio, promiscuidad o necesidad de tener relaciones, como también se dice, inexactamente.

– Cambio de sexo
Habitual e incorrectamente, se dice que las personas transexuales realizan un cambio de sexo, cuando en realidad no cambian de sexo. Son del sexo que sienten, no del que se le atribuye cuando nacen. Por lo tanto, lo único que hacen es adaptar su cuerpo mediante hormonas y cirugías para que se asemeje a su sexo sentido. El término correcto sería reasignación de sexo.

– Asociar la transexualidad con la prostitución.
Esto es debido a que las personas transexuales, en concreto las mujeres, han tenido un difícil acceso al mercado laboral. Ante esta barrera, algunas de ellas han tenido que recurrir al trabajo sexual. También han tenido que recurrir a ello para poder costear las operaciones cuando aún no las cubría la Seguridad Social.

– La transexualidad es una enfermedad mental.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha excluido la transexualidad de su lista de trastornos mentales publicada en junio de 2018. La transexualidad ha pasado a formar parte de un epígrafe nuevo. Lo ha hecho en la nueva actualización de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) denominado condiciones relativas a la salud sexual. La transexualidad se ha conceptuado como incongruencia de género. Sin embargo, la meta es que la transexualidad desaparezca completamente de la lista de enfermedades y las personas trans tengan la misma cobertura sanitaria que las mujeres embarazadas.

– Las personas trans son extravagantes y les gusta llamar la atención.
Cada persona es un mundo, y las personas trans no son una excepción. Del mismo modo que no todas las personas trans trabajan en el mundo del espectáculo, la extravagancia no es una característica común a todas las personas trans. También hay personas cisexuales que son extravagantes.

– La transexualidad es lo mismo que la intersexualidad.
Las personas intersexuales son aquellas cuyos genitales no se han formado de una manera estándar, mientras que las personas trans sí tienen desarrollados sus genitales de manera estándar pero no se corresponden

– Todas las personas trans son heterosexuales.
La orientación sexual y la identidad de género son conceptos distintos. Una persona cisexual puede ser lesbiana, gay o bisexual. De la misma forma una persona transexual puede ser lesbiana, gay o bisexual.

 

ATENCIÓN A LAS VÍCTIMAS DE DELITOS DE ODIO LGTBI

Por Charo Alises (@viborillapicara)

 

Las víctimas de delitos de odio LGTBI presentan unas particularidades que deben tenerse en cuenta a la hora de abordar una estrategia adecuada atender sus necesidades de apoyo y protección: 

-La falta de preparación de las familias y comunidad en la infancia y adolescencia LGTBI sobre delitos de odio contra ellos.

 -A las víctimas de otros delitos de odio se les ha enseñado desde pequeños a hacer frente a  los  ataques que pudiesen sufrir  por sus creencias, raza, etc.  A las personas LGTBI no se les han proporcionado estas herramientas.

Durante la atención  a la víctima, el objetivo debe ser el de obtener una imagen clara de lo que ocurrió, pero al mismo tiempo la persona que entreviste debe tener en cuenta que la víctima tiene que  reconstruir eventos perturbadores o hablar de temas muy sensibles.

Estas son algunas pautas para llevar a cabo una correcta atención a las víctimas LGTBI de delitos de odio: 

1.- Llevar a cabo la entrevista en un ambiente adecuado y tranquilo

2.- Solicitar la ayuda de traductores cuando sea necesario.

3.- Proporcionar a la   víctima información   sobre los derechos que tiene y  los recursos de la comunidad y el servicio existente de protección y apoyo a las víctimas, sus familias y miembros de la comunidad

4.-   Dejar que la víctima se tome el tiempo necesario para responder a las preguntas si se siente demasiado angustiada y permitir que descanse durante la entrevista.

5 .- No presuponer que la víctima está dispuesta a hablar sobre su orientación sexual o sobre su identidad de género. Es importante crear un clima de   confianza que favorezca la comunicación.

7 -Asegurar a la víctima la confidencialidad de su testimonio.

8 – Ser conscientes de los posibles prejuicios que se pueden tener hacia las personas LGTBI.

9.- Evitar: gestos, miradas, comentarios y actitudes que puedan resultar   despectivas para las personas LGTBI

10 – No indagar en detalles personales de la vida privada de la víctima que no sean estrictamente necesarios.

11-Tener en cuenta la interseccionalidad. Las personas LGTBI pueden sufrir otras discriminaciones por razón de raza, etnia, nacionalidad, religión, sexo, discapacidad o enfermedad, que agravan su situación. 

12 – Utilizar el lenguaje correcto al dirigirse a una persona LGTBI, Las personas trans tienen que ser tratadas conforme a su identidad sentida, independientemente de su documentación oficial. Debe hacerse constar desde un principio, que la persona trans desea ser tratada conforme a su identidad sentida durante todo el procedimiento, también en el juicio.

13 – Si se tienen dudas sobre lo que la víctima cuenta, se le pregunta de forma respetuosa.

14.-  Asegurar a la víctima que no tiene la culpa de lo que pasó

15.- Expresar su apoyo a las acciones que la víctima pudiera tomar para protegerse y calmar la situación.

16.- Mostrar empatía y permitir a la víctima poder expresar sentimientos acerca de lo sucedido

17.-Decir a la víctima que cuente su historia con sus propias palabras

18.- Pedir a la víctima que recuerde, lo mejor posible, estos aspectos del incidente:

  – Expresiones  o  comentarios que le hiciesen durante la agresión.

  – Indumentaria de quien le ha agredido ( tatuajes, ropa, banderas, estandartes…)

   – Si la víctima llevaba algún signo distintivo del colectivo LGTBI.

     El lugar donde le agredieron.

     Si la única razón por la que le agredieron fue su orientación  sexual o su identidad de género

19.- Preguntar a la víctima si cuenta con el apoyo de familiares o amigos.

20 .-  No infravalorar la gravedad del incidente.

21 – Reconocer la valentía de la víctima al acercarse a las instituciones ya que con su denuncia puede ayudar a las víctimas futuras.

22-Apoyarse en organizaciones LGTBI

 

«Rainbow hand» by volkspider is licensed under CC BY-SA 2.0

 

Cuando Gabriel habla de sus dos padres, el activismo de los adultos toma nota

Por Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar

En la foto, Jesús Santos y Gabriel Santos acompañados de una coordinadora del Parlamento Europeo en sesión privada sobre familias homoparentales (Foto: Tomada de la página oficial de Jesús Santos Homobono).

 

A veces, sólo a veces, la opinión pública da un tirón de orejas a los activismos y le indica por donde redireccionar los mensajes. A veces la ciudadanía elige discursos singulares que han sido obviados por el asociacionismo y lanza una respuesta a los defensores de los derechos humanos. Porque, a veces, igual que la clase política se desconecta del pueblo y sus palabras no llegan, el activismo LGTBI sufre interferencias en sus campañas y el conjunto de la sociedad le advierte que es lo que despierta su conciencia social y que es lo que se pierde en los canales de comunicación.

Hace unos días Freeda difundía el vídeo de un adulto joven hablando de su familia y se viralizó superando las seis cifras en sus reproducciones.En una sociedad sobreexpuesta a la información y que es bombardeada desde todas las esquinas con discursos, consejos y publicidad, ocurre que algo es oído de verdad, que llega al entendimiento individual y se expande, que tiene éxito, que es escuchado, que se viraliza. Lee el resto de la entrada »

Diario de dos papás: “nuestro pequeño héroe” (página 12)

Cada domingo Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar, escribe este Diario de dos papás. Estamos en la página 12

 

Foto: Noval Goya

Querida hija, querido hijo, queride hije, ya llevamos dos semanas de confinamiento y nuestra realidad se ha visto alterada por una nueva cotidianeidad que no se si nos hace mas felices, pero, desde luego, si más responsables.

No es fácil estar encerrados en una casa de algo más de 100 metros cuadrados con un niño de 9 años, tu hermano mayor. La verdad es que la actitud de nuestro primogénito esta siendo ejemplar. Nuestro pequeño héroe nos está dando una lección de sabiduría que nos deja perplejos. Ni una sola vez nos ha pedido salir a la calle, ni una sola vez se ha enfadado por no poder jugar con sus amigos. Ya tiene edad suficiente para poder comprender lo que nos está ocurriendo y su única respuesta ha sido la sensatez.

Tras la primera semana de total aislamiento le hemos ofrecido hablar con sus amigas y amigos a través de una videollamada y la experiencia ha sido muy positiva: se ha reído mucho, ha enseñado su casa, ha bailado, ha hablado de sus cosas y ha seguido siendo feliz. Del mismo modo lo ha hecho con sus abuelas. Lee el resto de la entrada »

Diario de dos papás: “estado de alarma” (página 11)

Cada domingo Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar, escribe este Diario de dos papás. Estamos en la página 11.

Foto: Apetitu

Querida hija, querido hijo, queride hije, nos han decretado el Estado de Alarma, algo que puede resumirse como una reducción de las libertades individuales para alcanzar un bien común. Eres todavía una personita muy pequeña para poder comprender bien todo esta situación que estamos viviendo, pero ahí estarás, sin poder a salir a la calle y limitado por cuatro paredes hasta que todo este lio pase.

El Gobierno de este país nos ha confinado en nuestras casas por que un virus hasta ahora desconocido ha roto todas las reglas establecidas y está contagiando con una enfermedad a un número creciente de personas. Este insidioso bichito se transmite de manera escalofriante y está atacando fundamentalmente a las personas mayores y a quienes tienen una serie de enfermedades previas. Las niñas y niños parece que estáis fuera de peligro, aunque sois un puente que el virus utiliza malévolamente para trasladar fiebre, dolor de cabeza e insuficiencia respiratoria a quienes os rodean. Sois tan presente y tan futuro que hasta este maldito virus parece que lo ha comprendido y os respeta en la vida y en la esperanza. Lee el resto de la entrada »

Diario de dos papás: “sangre y apellidos” (página 10)

Cada domingo Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar, escribe este Diario de dos papás. Estamos en la página 10.

Foto: susanjanegolding

Querida hija, querido hijo, queride hije, pronto formarás parte de una familia con la que compartirás todo menos la “sangre” y los apellidos. Sigue habiendo en esta sociedad nuestra un tímido (o quizá no tanto) prejuicio ante la parentalidad que no te asegure la permanencia absoluta del menor en el seno familiar. La batalla de lo genético y de la filiación aún está por ganar y con ella la de asumir el significado real del término familia.

Es evidente que no todo el mundo está preparado, capacitado o quiere ser madre o padre por acogimiento. Tampoco existe la obligatoriedad, respirar con tranquilidad.

El asunto de la genética en el seno familiar sigue siendo un tabú que arrastra a lastimosas preguntas a aquellas personas o parejas que no comparten material biológico con sus descendientes. Innumerables son las parejas de mujeres que se enfrentan cotidianamente con la pregunta ¿Quién es la madre? Ya, ya, pero la madre de verdad…. Está el panorama como para explicarle a esta ciudadanía tan inquieta y tan curiosa en que consiste el método ropa. Viviendo con con esta inquietud, que normalmente destaca en las filas heterosexuales, tengo yo la perturbadora duda de si todos los niños y niñas de estas parejas heteros que necesitan la ayuda médica para poder concebir, y que en muchos casos utilizan un material genético no propio, dan a conocer a su entorno esta circunstancia y, lo que es más importante, si sus hijos e hijas conocen sus orígenes. Quizá nos demos un importante susto y una triste decepción.

Desde que decidimos ser nuevamente padres, y serlo a través del acogimiento se supone que estas dos cuestiones: la sangre (o la genética) y los apellidos (o la filiación) pasaban un discreto segundo plano, mejor, pasaban a considerarse como algo sin relevancia alguna en nuestra vida familiar. Lee el resto de la entrada »

Diario de dos papás: “papá activista” (página 9)

Cada domingo Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar, escribe este Diario de dos papás. Estamos en la página 9.

Foto: Daniel Dudek

Querida hija, querido hijo, queride hije, vendrás a una casa en la que una familia intenta ser feliz todos los días. Una familia en la que hay dos papás, un papi y un papá, y un niño de nueve años, que aguarda y pregunta por ti regularmente porque siente nervios por su futuro nuevo papel como hermano mayor.

Somos una familia igual a las demás, con las mismas alegrías y las mismas miserias, con una rutina cotidiana propia de un hogar con menores de edad, con escapadas y ocio el de fin de semana, con un contacto directo con la familia extensa a la que necesitamos material, pero sobre todo emocionalmente. Una familia que intenta ir de viaje al menos una vez al año para conocer nuevos mundos y para que nuestro hijo sepa de otras gentes y otros idiomas, otras formas de conocer y sentir la vida.

Una familia que, sin duda, ha roto moldes en su entorno más cercano, pero que ha demostrado, con el paso del tiempo, que lo diverso es necesario para que el arcoíris pueda seguir brillando después de la lluvia. Lee el resto de la entrada »

A Pepa

Por Laura Ramírez Martín ()

«¡Y nos lo queríamos perder!», me dijo, después soltó una carcajada. Yo también me reí.

Coincidía con ella sin llegarle al talón en una cierta forma de llevarlo todo al extremo a base de humor negro. No la conocía mucho pero eso sí alcancé a verlo. Le diagnosticaron el cáncer después que a mi y estas miserias unen, te encuentras, te coges cariño. «A ver si nos vemos para hablar de nuestras cosas de cáncer», nos decíamos, refiriéndonos a las cosas que no puede comprender nadie que no lleve uno encima. Con esto pasa como con la maternidad, en ciertos asuntos solo te entiende otra madre. No llegamos a hacerlo. Y ahora una neumonía mal vista la ha llevado de aquí.

No imagino esa fuerza vencida. Las otras pocas cosas que sé de ella van de tesón, resistencia, lucha, carácter…. El activismo LGTB requiere de todo eso batido a punto de nieve, constante y sostenido el movimiento en el tiempo por no dejar que baje la consistencia. Y eso cansa. Y cabrea. Lee el resto de la entrada »

Mis compañeras de la FELGTB

      Por Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar

 

 

Hace cuatro años que pisé por primera vez las dependencias de la  FELGTB para hacerme cargo de las políticas de familias que la federación tendría que desarrollar en los próximos años. Y ahora dejo la que ha sido mi casa y la que estoy ya añorando.

Aquel primer día pasé a la sala de reuniones y me encontré con una enorme foto de Pedro Zerolo sonriendo. Si no hubiera tenido problemas con los meniscos me habría plantado de hinojos ante quien representó el mayor triunfo de los últimos años en la igualdad de derechos de las personas LGTB. Gracias a él y a otras y otros como él yo estaba casado y era padre. Era feliz.

Llegué a la FELGTB vacío, con mucha fuerza y tesón, pero con poco recorrido en el activismo. Sabía que había que hacer valer la voz de quienes éramos madres y padres y sobre todo hacer entender que nuestras hijas, hijos e hijes eran ciudadanía y que el primero de sus derechos era poder ser escuchados por el resto de la sociedad.

Han sido unos años plenos en los que he reído y he llorado, en los que hubiera comido a besos o lanzado una bofetada a mi interlocutor, pero, sobre todo, han sido años de aprendizaje, y no solo de teorías, que esas están en los libros y en las publicaciones, sino de personas, de asimilar tras el contacto de piel con piel de lo que significa ser una mujer lesbiana, ser una persona trans, ser no binaria, ser bisexual, ser portador de VIH. Lee el resto de la entrada »