Plásticos encontrados en el estómago de una tortuga boba. Foto: CRAM
Los plásticos se han convertido en el gran problema del siglo XXI y en una de las más preocupantes fuentes de contaminación de la naturaleza. Están ya por todas partes, pero especialmente se hacen más evidentes en el mar, a donde inevitablemente van muchas de nuestras basuras.
La vida marina ya está plastificada por su culpa. Incluso las tranquilas tortugas son incapaces de evitar esta intoxicación que puede terminar enfermándolas e incluso matarlas.
En el Mediterráneo, más del 90 % de las tortugas marinas atendidas por la Fundación CRAM presentan plásticos en sus estómagos de tamaños visibles a simple vista. Nueve de cada diez tortugas, que se dice pronto. Podría decirse que ya comen tanto plástico como peces.
Caracol burbuja ondulado fotografiado en aguas de las islas Canarias. Foto: Aketza Herrero / Agencia SINC.
Este premio es de lo más singular, ser elegido molusco del año. Y todavía es más singular el trofeo que se llevará el ganador, su secuenciación genética.
Entre los favoritos se encuentra un bello animal, el caracol burbuja ondulado (Micromelo undatus), una especie atlántica que se presenta en abundancia en las costas de las islas Canarias, finalista gracias a la nominación presentada por dos investigadores españoles. Otros cuatro invertebrados optan al galardón internacional, que consistirá en financiar el estudio genético al científico que lo haya propuesto.
El molusco español necesita tu apoyo. Puedes votarlo en este enlace, pero date prisa; la votación solo está abierta hasta el próximo 19 de marzo.
Los delfines son animales sociales e inteligentes dotados de un lenguaje muy complejo del que dependen para cazar y reproducirse. Como el sonido viaja entre 4,5 y 5 veces más rápido por el agua que por el aire, dependen del silencio para comunicarse. Si hay mucho ruido se escuchan peor y les llegan peor los mensajes de sus congéneres.
Frente a más ruido de lo habitual deben «gritarse» con el fin de hacerse entender. Igual que hacemos nosotros cuando entramos en un bar con la música a tope. Pero a ellos algo así les perjudica. Y no solo porque vayan a quedarse afónicos de tanto gritar.
Un reciente estudio científico publicado en la revista Current Biology demuestra cómo los delfines «gritan» cuando intentan trabajar juntos en respuesta al aumento de los niveles de ruido bajo el agua. También que esta contaminación sonora generada por la actividad humana, como el ruido de barcos y yates, puede afectar negativamente a la salud de las poblaciones de delfines salvajes. Lee el resto de la entrada »
Aparentemente es un reducto de silencio, pero solo aparentemente. Porque como resalta Silvia Torres, coordinadora de la Unidad de Tecnologías Marinas de CETMAR y directora del Proyecto SILENCIOS, «todos asumimos que las ciudades son ruidosas y en el mar no hay ruidos. Pero es justo al contrario, bajo el agua el sonido viaja más rápido y menos amortiguado».
Esa contaminación sonora submarina no solo afecta a los cetáceos, famosos por comunicarse a través de sonidos a los que el ruido confunde. También se sospecha que el paso de una ruidosa embarcación perjudica a moluscos como los mejillones y las almejas. Con el traqueteo se asustan, se encierran en sus conchas, dejan de comer, crecen peor.
Gracias a una invitación de la Fundación Biodiversidad hemos viajado a Vilagarcía de Arousa para conocer en detalle el proyecto SILENCIOS. Una interesante investigación científica que estudia el uso de alternativas verdes en embarcaciones pesqueras de pequeña eslora para reducir su impacto sonoro en el medio ambiente.
Os dejo a continuación un vídeo que resume la visita.
Para los que quieran saber más, a renglón seguido lo cuento con detalle en este post.
Pequeña tortuga boba rescatada entre plásticos. Foto: Fundación CRAM
Los estómagos de tortugas y cormoranes del Mediterráneo español están llenos de microplásticos. Así lo confirman dos recientes trabajos independientes realizados en Cataluña por científicos de la Universitat de Girona (UdG) y la Fundación CRAM. El 90 % de las tortugas recogidas heridas en el mar y el 93 % de los cormoranes moñudos estudiados tienen microplásticos en sus estómagos.
Estudio tras estudio, el problema ambiental de los microplásticos es ya tan gigantesco como preocupante. Y no hace falta pasear por las playas para comprobar que en muchas de ellas esas diminutas partículas son ya tan abundantes como los granos de arena. La fauna marina es el principal testigo (y víctima) de esta terrorífica contaminación tan típica del siglo XXI. Lee el resto de la entrada »
Dragón azul, una extraña y poco conocida criatura de los mares. Foto Taro Taylor
Lo que empezó el otro día como una tranquila tarde de playa en la incomparable localidad de Valle Gran Rey, en la isla de La Gomera, terminó en monumental sorpresa. Caminando por sus negras arenas encontré unos diminutos bichos azulados que la marea iba sacando del mar. Unos niños habían comenzado a jugar con ellos recogiéndolos con sus palas y echándolos en un cubo con agua.
Mi asombro fue mayúsculo. Poco a poco se iban abriendo en la superficie, desplegando un cuerpo azul cobalto totalmente estrellado que nunca había visto antes. Parecían dragones, como el violento Smaug de la novela El hobbit, pero de color azul cobalto en lugar de rojo. ¿Qué porras era eso?
Eran peligrosos dragones azules (Glaucus atlanticus). Así se llaman estas increíbles, venenosas y poco conocidas criaturas marinas.
Echa un vistazo al vídeo que he grabado de ellos [y subido a mi canal de YouTube] para que descubras su belleza.
Si quieres conocer sus secretos sigue leyendo a continuación.
El Smaug azul de los mares
Smaug es el famoso dragón de El hobbit, el último que quedaba en la Tierra Media y que expulsó a los enanos de la Montaña Solitaria, arrebatándoles su tesoro. Estos dragones azules que me encontré en La Gomera también guardan un tesoro, el de una isla maravillosa que se ha convertido en emblema del ecoturismo europeo.
Pero no te preocupes por ellos, son raros y no te hacen nada si no les tocas, así que puedes estar tranquilo paseando por las playas gomeras, tan seguras y felices como sus bosques de niebla.
Pero aprovechemos el descubrimiento para conocer algo más de estas increíbles criaturas que parecen salidas de la imaginación de de J. R. R. Tolkien.
Glaucus atlanticus, conocido como dragón azul, es una extraña babosa marina, un gasterópodo nudibranquio de la familia Glaucidae. Tiene seis apéndices o brazos que se ramifican en rayos. Y para ser aún más dragón, los dientes de su rádula o boca parecen espadas.
Vive siempre en alta mar, lejos de la costa, en aguas templadas y tropicales, por lo que el cambio climático sin duda lo está favoreciendo. Su zona de distribución es amplísima, pues se encuentra en aguas atlánticas europeas y africanas, la costa este de Australia y Mozambique.
Aunque vive en mar abierto, accidentalmente pueden ser arrastrados por las corrientes hacia la costa, lo que explica que algunas veces nos los podamos encontrar en las playas. Pero es algo muy raro.
¿Por qué son azules?
Para camuflarse en el color azul intenso de los mares pelágicos donde viven, pero también con el blanco de los cielos.
Esta especie flota boca abajo aprovechando el mecanismo físico conocido como tensión superficial del océano y cuentan además con la ayuda de un saco lleno de aire que tienen en el estómago. Con movimientos mínimos de esa especie de dedos o flagelos se mueven en el agua buscando a sus presas. Porque ahí donde los ves son carnívoros, viven de la caza de otras criaturas igual de raras que ellos.
Pero también son cazados por otros animales. Por eso su coloración le sirve de camuflaje y le ayuda a defenderse de los depredadores que puedan atacarlos tanto por encima (se confundirán con el azul del mar) como por debajo (les verán igual de blancos o grises que el cielo).
Otra curiosidad. Como la mayoría de las babosas marinas, ésta es una especie hermafrodita, pues tiene tanto órganos sexuales masculinos como femeninos. Las parejas copulan uniendo sus vientres y luego expulsan los huevos fecundados unidos en largas cadenas gelatinosas.
Mucho cuidado, son venenosos
Como todo dragón que se precie, éste azul también lo es. No te va a atacar, no tengas miedo. Pero si lo tocas puede ser una picadura muy urticante y dolorosa, más potente que la de una medusa.
Y no se te ocurra comerlo porque es un potente veneno. Los dragones azules se alimentan de medusas y otros seres parecidos. Su veneno no solo no les afecta, sino que lo acumulan en la punta de sus dedos, concentrándolo aún más.
Este tipo de seres extraños depredan sobre otros organismos pelágicos de mayor tamaño, como la altamente venenosa carabela portuguesa, la velella o el caracol marino violeta. Y puestos a comer todo lo que flote por el mar, en algunas ocasiones también son caníbales y se comen entre ellos mismos. Menuda ricura de bichos.
—
Si te ha gustado esta entrada quizá te interesen estas otras:
Pollo de pardela deslumbrado en una calle de Tenerife. Foto: Beneharo Rodríguez
Las pardelas son nuestros albatros del hemisferio norte, capaces de recorrer los siete mares sin posarse en tierra durante meses, comiendo, bebiendo y durmiendo sobre el océano. Pero tienen un punto débil que es su mayor problema: crían en tierra, y allí son terriblemente vulnerables. Para reducir los peligros han ideado un curioso sistema de protección.
A pesar de ser aves diurnas, no se acercan a sus nidos hasta que no se hace de noche. Y no se van de ellos hasta que no llega la oscuridad.
Evolutivamente les ha ido muy bien con este comportamiento, hasta que llegó nuestra iluminación nocturna de farolas. Para ellas este cambio ha sido un desastre. Porque nos hemos cargado la noche. Y por culpa de la contaminación lumínica, los pollos se deslumbran en sus primeros vuelos, caen al suelo y mueren por miles.
Todo esto se sabía, pero había que estudiarlo científicamente para tratar de ponerlo remedio. Y se acaba de hacer. Lee el resto de la entrada »
Buceadores de Healthy Seas, junto con Ghost Diving Spain, han logrado retirar de un arrecife de Tossa del Mar (Girona) una gran «red fantasma» que amenazaba gravemente a la biodiversidad marina de esa zona. En los últimos meses han desarrollado diez proyectos de limpieza del mar de este tipo, pero hasta ahora no habían localizado una red de tales dimensiones.
A este tipo de aparejos pesqueros perdidos en el mar se les llama “redes fantasma” porque parecen casi invisibles bajo el agua, pero siguen capturando y matando animales inútilmente. Se calcula que cada año se pierden o abandonan 640.000 toneladas de material de pesca en los mares y océanos del mundo. Lee el resto de la entrada »
Lágrimas plásticas de sirena recogidas en las playas de Menorca
Las llaman lágrimas de sirena porque son un desgarrador lamento de los mares, destrozados por la contaminación de pellets de plástico, también conocidos como nurdles. Son pequeñas esferas blancas del tamaño de una lenteja que se utilizan como materia prima en la fabricación de artículos de plástico de uso tan cotidiano como masivo en todo el mundo, desde gafas y juguetes a botellas.
Debido a la falta de normativas estrictas y malas prácticas, esas lágrimas «se pierden” en las distintas etapas de la cadena de producción y distribución del plástico (producción, transporte, reciclaje…). Seguro que los has visto muchas veces en las arenas de las playas, mezcladas con las arenas. Son el origen de la segunda fuente de contaminación por microplásticos, la gran tragedia ambiental del siglo XXI. Lee el resto de la entrada »
Ramblas, torrentes y barrancos son los puntos negros de abandono de residuos, de asquerosas basuras, según resultados del Proyecto LIBERA. Queriendo o sin querer, envases, neumáticos y plásticos agrícolas son algunos de los residuos que aparecen con más asiduidad en estos espacios de gran importancia natural.
Para tratar de identificar los lugares más afectados, Ecopuertos trabaja junto al Servicio de Drones de la Universidad de Cádiz en un proyecto dedicado a la detección y clasificación desde el aire de los residuos que se encuentran tirados en barrancos y ramblas. En este caso, los cuadricópteros también sirven para sacarnos los colores, para avergonzarnos y señalar a los más guarros. Lee el resto de la entrada »