Fiesta ‘rave’ organizada sin permisos en el Calderón Hondo, un volcán de Fuerteventura.
Las ciudades históricas, los espacios naturales, los pueblos bonitos, están muriendo de éxito turista. Mientras los territorios se empeñan en una loca competición por atraerse cada vez a más mirones curiosos de las diferencias, vengan como vengan y hagan lo que hagan, este nuevo monocultivo económico arrasa los espacios, se lleva por delante culturas, banaliza los paisajes.
Nos hemos convertido en una sociedad puramente hedonista que no mira más allá de su selfi. En el caso de espacios naturales tan pequeños, exclusivos y frágiles como los de Canarias, el resultado es catastrófico. Mueren de éxito imbécil.
Gran concentración de caracoles semifosilizados cubren el jable de Famara, en Lanzarote. Foto: C.J. Palacios
¿Te imaginas no poder caminar porque todo es una inmensa alfombra de caracoles fósiles de hace miles de años que temes puedan romperse bajo tus pies?
Ocurre en los arenales, llamados jables, de Lanzarote y Fuerteventura, las dos islas más áridas de Canarias. Sin duda son de los yacimientos paleontológicos más increíbles y desconocidos de Europa. Se extienden a lo largo de decenas de hectáreas por la superficie de viejas arenas endurecidas. Cientos de toneladas de conchas semifosilizadas de lo que aquí se llaman chuchangas, moluscos mayoritariamente del género Theba sp. de los que todavía quedan especies vivas en la misma zona.
Son testigos de otras épocas más húmedas y cálidas, con mucha vegetación, que permitía estas grandes concentraciones de vida ahora inimaginables.
Es un patrimonio paleontológico de extraordinario valor que debemos proteger entre todos. Te lo cuento en este vídeo de mi canal de YouTube.
Pastor majorero con sus cabras cerca de Casillas del Ángel. Foto: C.J. Palacios
La isla de Fuerteventura se puede conocer de muchas maneras, pero la mejor sin duda es a través de esas mujeres y hombres que la hacen diferente.
Son hijos de una tierra dura situada a menos de 100 kilómetros de un desierto del Sahara con el que comparten paisaje, pero al que a lo largo de los siglos han conseguido domar hasta convertirlo en un oasis de biodiversidad y cultura.
Porque detrás de esas playas paradisíacas de aguas color esmeralda, de esas dunas infinitas, de sus volcanes y malpaíses adornados por palmerales que sueñan con la lluvia, hay muchas personas dispuestas a mejorar el mundo desde este pequeño rincón en medio del Atlántico. Y que también nos ayudan a entender el suyo, el de un territorio tan singular como hermoso.
Te invito a conocer Fuerteventura a través de 4 embajadores que promueven la sostenibilidad de una isla declarada Reserva de la Biosfera precisamente por el equilibrio que allí existe entre naturaleza y habitantes.
¿Qué le empuja a un imbécil a llegar a un singular capricho de la naturaleza de hace 5 millones de años y saltar sobre él cuál mono no evolucionado poniendo en peligro su vida y la integridad de un espacio protegido maravillosamente único pero extraordinariamente frágil?
Lo acaba de hacer en el sur de Fuerteventura uno de estos descerebrados turísticos. Por supuesto, su única intención era salir así en la foto ¡ay las fotos! para subirla a su Instagram ¡Ay las redes sociales! y conseguir un puñado de «me gusta verte hacer el idiota«. “Si no cometemos locuras, la vida sería muy aburrida”, explica la susodicha en su publicación en redes. Y se queda tan feliz. Lee el resto de la entrada »
Desierto florido de Fuerteventura después de las lluvias.
Muchos piensan que en los desiertos no hay nada. Se los imaginan lugares inhóspitos, carentes de vida, semejantes a esos arenales con piedras de Marte que estos días descubrimos con asombro gracias a las fotos enviadas por el robot Perseverance.
Llegan a la desértica isla de Fuerteventura (islas Canarias) y, más allá de hacerse la foto de rigor, se encierran en el bar del hotel. Si abandonaran por un momento la cerveza y se dieran una vuelta por el campo majorero, mirando hacia el suelo en lugar de hacia el móvil, descubrirían que los desiertos majoreros, como todos los desiertos terráqueos, están repletos de vida. Especialmente de plantas con bellísimas flores, algo inimaginable para tantos ciegos botánicos.
Las lluvias han sido este año moderadamente generosas en Fuerteventura y en estos días se produce el gran milagro de lo que los ingleses llaman «desert bloom«, el desierto florido. Para disfrutarlo sin perderse en él, buscando, localizando y admirando sus especies más hermosas y raras, acabo de publicar junto con mi sabio amigo Stephan Scholz una guía titulada exactamente así: Desierto florido. Guía del Jardín Botánico de Fuerteventura. Lee el resto de la entrada »
Detalle floración del Aloe suzannae en Fuerteventura. Foto: Stephan Scholz
La noticia no puede ser más sorprendente: el aloe de Susana (Aloe suzannae), una de las plantas más raras y amenazadas de la gran isla africana de Madagascar ha florecido en la isla canaria de Fuerteventura. El mérito es de Stephan Scholz y del personal del Jardín Botánico de Fuerteventura, en el Oasis Wildlife de La Lajita, que tan sabiamente él dirige.
La foto de esta primera y rara floración debería de ser portada en televisiones y periódicos, pero como nuestra sociedad sufre de ceguera botánicanos perdemos la belleza de tan espectacular evento natural.
Este aloe no tiene nada que ver con el típico Aloe vera cultivado en Fuerteventura; el que allí se conoce como sábila y tiene unas propiedades extraordinarias para proteger la piel. En realidad, existen más de 500 especies diferentes del género Aloe en el mundo, repartidas por África y Oriente Próximo. Lee el resto de la entrada »
Decenas de personas sin mascarilla se amontonaban el pasado 22 de julio en El Puertito de Lobos.
El islote de Lobos, entre Lanzarote y Fuerteventura, es un paraíso deshabitado… lleno de turistas. Dos meses después de que el Cabildo majorero reabrirá en la fase 2 el acceso público a este famoso espacio natural protegido que quedó suspendido con la declaración del estado de alarma por la covid-19, el desmadre veraniego lo ha masificado.
La ley y el orden allí no existe. Ni se respeta el límite de 200 personas que como máximo pueden estar al mismo tiempo en el islote ni rige la obligatoriedad de utilización de mascarillas en los atestados barcos de acceso o siempre que no sea posible mantener la distancia de seguridad interpersonal de al menos dos metros.
Mejillones canarios en un acantilado de Fuerteventura.
No todos los mejillones son iguales. Los de Canarias pertenecen a una especie diferente a la típica de Galicia o el Mediterráneo. Y están prácticamente extinguidos.
En el archipiélago solo quedan poblaciones viables en unos pocos acantilados inaccesibles de la isla de Fuerteventura. Es tan raro que se conoce como mejillón majorero, a pesar de que la especie a la que pertenece (Perna perna) está presente en toda África y Sudamérica.
Desde 2004 su captura está prohibida en Canarias. Una veda tradicionalmente incumplida por muchos pescadores inconscientes que ponen en peligro su recuperación e incluso supervivencia.
Y por muchos consumidores irresponsables que se los compran cuando, como es tristemente tradicional en la isla, los furtivos pasan por casas y restaurantes ofreciendo su ilegal y sanitariamente insegura mercancía.
Te lo cuento en este nuevo videoblog de La Crónica Verde:
En realidad han muerto envenenados seis guirres junto con un número no determinado de cuervos canarios (Corvus corax canariensis), gaviotas patiamarillas atlánticas (Larus michahellis atlantis) e incluso varios gatos.
Es el envenenamiento de fauna salvaje más grave del que se tiene registro en Canarias. Lee el resto de la entrada »