
Plásticos encontrados en el estómago de una tortuga boba. Foto: CRAM
Los plásticos se han convertido en el gran problema del siglo XXI y en una de las más preocupantes fuentes de contaminación de la naturaleza. Están ya por todas partes, pero especialmente se hacen más evidentes en el mar, a donde inevitablemente van muchas de nuestras basuras.
La vida marina ya está plastificada por su culpa. Incluso las tranquilas tortugas son incapaces de evitar esta intoxicación que puede terminar enfermándolas e incluso matarlas.
En el Mediterráneo, más del 90 % de las tortugas marinas atendidas por la Fundación CRAM presentan plásticos en sus estómagos de tamaños visibles a simple vista. Nueve de cada diez tortugas, que se dice pronto. Podría decirse que ya comen tanto plástico como peces.