
Imagen de las Tablas de Daimiel secas. Foto: EFE
Todos estamos muy preocupados con Doñana y el Mar Menor. Como para no estarlo. Estas dos joyas naturales de Europa agonizan por culpa de una gestión nefasta del desarrollo agrícola circundante. Pero no nos olvidemos de las Tablas de Daimiel, el tercer paraíso natural en peligro de extinción por idéntico motivo y que probablemente está aún más cerca de su desaparición que sus dos tristes compañeros.
Este año se cumple el 50 aniversario de la declaración de las Tablas de Daimiel como parque nacional y la preocupación de las principales organizaciones medioambientales del país por este espacio sigue en aumento.
Porque la emblemática zona húmeda manchega está en la UCI; sufre desde hace décadas el mayor de los deterioros y artificialización. Como en Doñana, la sobreexplotación de sus aguas subterráneas las ha convertido en una triste sombra de lo que era hace medio siglo.
50 años de protección no han evitado su destrucción.