Cuando un investigador descubre para la ciencia una nueva especie de ser vivo tiene el bíblico privilegio de bautizarla, de ponerle un nombre. Las normas de la clasificación o taxonomía que en el siglo XVIII diseñara Carlos Linneo obligan a que en realidad lleven dos nombres, uno el del género y otro el de la especie. Y a que están escritos en latín, la lengua franca de entonces.
El biólogo Michael Darby, del Museo de Historia Natural de Londres, ha decidido bautizar con el nombre de la activista sueca Greta Thunberg a una nueva especie de minúsculo escarabajo que vive entre la hojarasca de los suelos forestales de Nairobi, la capital de Kenia. De ahora en adelante se llamará ‘Nelloptodes gretae’.
Pequeñita y con coletas
Es amarillo, que no rubio, no tiene ni ojos ni alas, pues vive en la oscuridad del humus, y es vegetariano: tan solo se alimenta de filamentos de hongos y de esporas. Tan diminuto que apenas mide 0,79 milímetros de largo. Posee dos antenas largas en forma de trenzas que con mucha imaginación podrían relacionarse con las de la niña ecologista.
Más que unos insectos parecen puntos animados. «Pero en realidad muchos de ellos son mucho más pequeños que un punto«, reconoce en un comunicado del Museo de Historia Natural de Londres el autor del estudio.
«Soy realmente un gran admirador de Greta. Ella es una gran defensora [que lucha por] salvar el planeta y es increíble haciéndolo, así que pensé que ésta era una buena oportunidad para reconocerle eso», explicó el entomólogo Michael Darby. Quien ante posibles comparaciones insidiosas recalcó que no hay ningún doble sentido en el tamaño del insecto: «Es simplemente el grupo en el que trabajo».
Donald Trump también tiene su insecto
Cuando tuve el gran honor de participar en el descubrimiento de una nueva subespecie de buitre, el alimoche canario o guirre, los miembros del equipo de investigación no nos rompimos la cabeza. Como prácticamente ya solo sobrevivía en Fuerteventura, la tierra de los majoreros, lo bautizamos majorensis.
Pero como recuerda la BBC, en esto de bautizar especies algunos científicos son especialmente ocurrentes. Por ejemplo, hay un parásito que lleva el nombre de Bob Marley (Gnathia marleyi), un género de peces llamado Richard Dawkins (Dawkinsia) o un araña llamada Spintharus leonardodicaprioi en honor de Leonardo DiCaprio.
El récord de popularidad taxonómica se lo lleva el naturalista británico David Attenborough, en cuyo honor han sido bautizadas al menos 19 criaturas, tanto vivas como extintas. E incluso un fitoplancton recién descubierto comparte su nombre con la galardonada serie de la BBC Planeta Azul: Syracosphaera azureaplaneta, lo que probablemente la convierte en la primera criatura que deriva su nombre de un programa de televisión.
A veces los animales tienen cierta semejanza con la celebridad que les da nombre. Por ejemplo, hay una mosca de pelo dorado que lleva el nombre de Beyoncé, la Scaptia beyonceae.
Y sí, también Donald Trump está en el Olimpo taxonómico. Existe una polilla denominada Neopalpa donaldtrumpi. Según el biólogo Vazrick Nazari, que la describió para la ciencia en 2017, es conocida por su distintiva cabeza rubia y tener unos genitales «comparativamente pequeños».
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No se que tiene de cierto lo de esta chica.
03 diciembre 2019 | 15:10