Fritos, en salsa o en bocata, tanto calamar en las cocinas de todo el mundo se nos está indigestando. Porque tal y como señala Greenpeace en su informe El calamar en el punto de mira: Receta para el desastre, la pesca de estos populares cefalópodos se ha multiplicado por 10 desde 1950 a casi 5 millones de toneladas anuales en la última década. Según los ecologistas, este aumento «pone en peligro los ecosistemas marinos de todo el mundo».
Según revela este estudio, un porcentaje muy alto de la pesca del calamar opera sin control en aguas internacionales, con algunas áreas experimentando un aumento de más del 800 % en el número de barcos en los últimos cinco años. De acuerdo con este trabajo, «flotas de más de 500 embarcaciones han accedido a las aguas internacionales para saquear el océano, con sus lámparas encendidas para faenar visibles desde el espacio.
Greenpeace pide un Tratado Global de los Océanos ambicioso, que podría haber evitado esta situación y que será crucial para detener la futura expansión de las pesquerías sin restricciones.
Buceadores de Healthy Seas, junto con Ghost Diving Spain, han logrado retirar de un arrecife de Tossa del Mar (Girona) una gran «red fantasma» que amenazaba gravemente a la biodiversidad marina de esa zona. En los últimos meses han desarrollado diez proyectos de limpieza del mar de este tipo, pero hasta ahora no habían localizado una red de tales dimensiones.
A este tipo de aparejos pesqueros perdidos en el mar se les llama “redes fantasma” porque parecen casi invisibles bajo el agua, pero siguen capturando y matando animales inútilmente. Se calcula que cada año se pierden o abandonan 640.000 toneladas de material de pesca en los mares y océanos del mundo. Lee el resto de la entrada »
La iaia, la abuela de las pardelas baleares es un auténtico asombro de la naturaleza. Se llama Quimera y es madre de un pollote hermoso, como de algodón oscuro, a pesar de su venerable edad, pues frisa, si no ha sobrepasado ya, los 40 años.
Una edad de concepción casi al límite para las mujeres, pero que en esta especie de pequeño albatros mediterráneo es todo un récord tanto en longevidad como en reproducción. Lee el resto de la entrada »
El animal más peligroso de los mares no es el tiburón, es el ser humano. Los pescamos y comemos por millones. Un triste mercadeo que está llevando a la extinción a muchas de las más de 375 especies de tiburones (superorden Selachimorpha) que hay en los océanos del mundo.
Tiburón a fin de cuentas es el cazón o bienmesabe andaluz, los tollos canarios o esos filetes de tintorera o marrajo que tanto se ven en las pescaderías. Otros prefieren comer sus aletas en sopa, arrojando el resto del animal moribundo al mar. O aprovechar el aceite de sus hígados, ricos en Omega 3. Les hay también quienes convierten sus cartílagos en cápsulas supuestamente ricas en embellecedor colágeno.
En realidad comemos más tiburones de los que te podías imaginar, pero sobre todo los pescamos. España en primer lugar, seguidos de Francia y Portugal, se han convertido en un verdadero centro neurálgico mundial en torno al cual se concentra el comercio europeo de tiburones y rayas. Lee el resto de la entrada »
La vieja Wisdom cuida a su cría número 40. Foto: Jon Brack/Friends of Midway Atoll NWR
Se llama Wisdom, que en inglés significa sabiduría, pero debería rebautizarse Miracle, Milagro. En estos momentos cuida con amor de primeriza a su hijo número 40. Lo hace en un remoto atolón coralino del Océano Pacífico, el de Midway, un pequeño territorio norteamericano en mitad de ninguna parte y lejos de todas, situado entre Honolulu y Tokio.
Wisdom es una venerable hembra de albatros de Laysan (Phoebastria immutabilis) y está considerada la madre más vieja del mundo. Anillada en 1956, en ese momento ya era un ejemplar reproductor al que le calcularon cinco años de edad. Lo sabemos gracias al trabajo del biólogo Chandler Robbins que ese año le colocó una anilla identificativa, algo así como un carnet de identidad, que desde entonces ha permitido identificarla de entre el millón de albatros ¡más de un millón! que crían allí todos los años.
Desde entonces la muy pájara ha cambiado varias veces de pareja, no se sabe si por inteligente o por fuerza de causa mayor. La última se llama Akeakamai y «solo» llevan juntos desde 2010, como han explicado desde el US Fish and Wildlife Service. Se supone que el cambio se ha debido siempre al fallecimiento del macho pues, al menos en teoría, es una especie fiel a su pareja durante toda la vida. Lee el resto de la entrada »
Vista superior del ascensor para salones y otros peces.
Las personas sufrimos las barreras arquitectónicas que nosotros mismos construimos y los peces las barreras naturales que también nosotros levantamos.
Los embalses que con tantos oropeles inauguraba el dictador Franco son barreras infranqueables para peces que, como los salmones cantábricos, llevan décadas tratando de superarlas para llegar a esas cabeceras de los ríos donde se reproducen. No pueden criar en otro sitio. Y por eso apenas hay salmones en los ríos del norte español.
Para romper esas barreras sin romper los embalses, ACCIONA ha puesto en marcha un ascensor para salmones en la presa de Palombera, en el río Nansa (Cantabria).
La instalación permitirá a la especie acuática remontar los 20 metros de desnivel del embalse y regresar a la zona histórica de desove de Cosío. Lee el resto de la entrada »
Muchos piensan que consumiendo pescados criados en piscifactorías (salmón, lubina, dorada, langostinos, truchas,…) protegemos nuestros ríos y océanos. El aumento de la sobreexplotación de los caladeros y descenso de las capturas parece que no nos deja otra salida.
Pero esos peces de criadero no son vegetarianos. Se alimentan mayoritariamente de harinas y aceites de pescado extraídos masivamente de los mares de manera industrial e insostenible. Casi una quinta parte de los desembarcos mundiales de pescado se utilizan actualmente para producir esos extractos de pescado que abastecen a la ganadería industrial y a la acuicultura. Nada menos que 15 millones de toneladas de pescado, mayoritariamente sardinas, arenques y anchoas.
Algo tendremos que comer, ¿no es verdad? Sin duda. Pero habría que replantearse qué y cómo. Desde 1961 el incremento de consumo de pescado ha doblado al crecimiento de la población humana. Y España lidera este incremento con un 4,2% anual, donde el 72,7% del pescado se compra en supermercados. Lee el resto de la entrada »
Me he llevado una sorpresa morrocotuda en Cerdeña. Los cormoranes, que en España (especialmente en Asturias) salen volando cual alma que lleva el diablo cuando te ven de lejos, en esta isla del Mediterráneo son más confiados que las gaviotas y los gorriones. Lee el resto de la entrada »
Mejillones canarios en un acantilado de Fuerteventura.
No todos los mejillones son iguales. Los de Canarias pertenecen a una especie diferente a la típica de Galicia o el Mediterráneo. Y están prácticamente extinguidos.
En el archipiélago solo quedan poblaciones viables en unos pocos acantilados inaccesibles de la isla de Fuerteventura. Es tan raro que se conoce como mejillón majorero, a pesar de que la especie a la que pertenece (Perna perna) está presente en toda África y Sudamérica.
Desde 2004 su captura está prohibida en Canarias. Una veda tradicionalmente incumplida por muchos pescadores inconscientes que ponen en peligro su recuperación e incluso supervivencia.
Y por muchos consumidores irresponsables que se los compran cuando, como es tristemente tradicional en la isla, los furtivos pasan por casas y restaurantes ofreciendo su ilegal y sanitariamente insegura mercancía.
Te lo cuento en este nuevo videoblog de La Crónica Verde:
Chorlitejo patinegro, una de las especies más beneficiadas por el confinamiento. Foto: Wikimedia
Poco a poco el confinamiento por culpa de la covid-19 se ha ido relajando, menos mal. Desde el primero de junio la mayoría de las personas residentes en poblaciones costeras (salvo Barcelona) pasan a la fase 2 del plan de desescalada y, por primera vez en más de dos meses, podrán acudir a bañarse y tomar el sol en las playas.
En este tiempo sin nosotros, los ecosistemas costeros se han beneficiado de una tranquilidad inédita en los últimos siglos. Para las personas ha sido un desastre, pero para la mayoría de los animales y las plantas propias de estos ecosistemas ha resultado una bendición.
Nadie pisoteando ni arrancando flores, muy poca gente pescando o mariscando, casi nada de tráfico marítimo. Lee el resto de la entrada »