
Imagen desde un satélite donde se aprecian los lugares en los que las lagunas se inundan más o menos de lo que cabría esperarse por el clima / Observatorio de la Tierra de la NASA
Llevando la contraria a negacionistas y ciegos desarrollistas varios, la NASA acaba de confirmar lo que ya era una evidencia científica. La agricultura y el boom turístico son los culpables de la muerte de Doñana. Y no, eso no se arregla aumentando las hectáreas de regadío ni financiando trasvases.
¿A qué se debe la terrible degradación que sufre desde hace décadas esta joya natural de Europa?
«Ello es debido a que las mismas aguas subterráneas que impulsan los ciclos de inundación del humedal también son aprovechadas por agentes externos este parque natural», explican en un informe desde la NASA al que ha tenido acceso la Agencia SINC. Las conclusiones se apoyan en un trabajo realizado por científicos de la Estación Biológica de Doñana-CSIC (EBD) que han recopilado datos de los satélites durante tres décadas.
La superficie del acuífero que alimenta las lagunas es aproximadamente cinco veces mayor que la del área protegida. Pero actividades como la agricultura y el turismo ajenas a los límites del parque han ido agotando el suministro de agua progresivamente, según explican desde la agencia estadounidense.