La bisexualidad desde un posicionamiento feminista crítico

Por Marcos Ventura Armas (@MarcosVA91) activista de Gamá, Colectivo LGTB de Canarias

Foto: WeHoCity

Desde un posicionamiento feminista crítico, considero clave tener siempre presente que el enemigo es el orden cisheteropatriarcal, no las personas que eventualmente lo encarnan, quienes, como bien dijo Rita Segato, a veces serán mujeres. Si tenemos esto presente, nos será más sencillo escapar a la dialéctica maniqueísta de la guerra de sexos entre las buenas y los malos. De esa forma, conseguiremos otras perspectivas al mirar la realidad con enfoque de género. Si bien solemos esforzarnos en ver cómo afecta el patriarcado a las mujeres, y los efectos negativos que tiene en ellas, pocas veces solemos girar la cabeza y observar otros aspectos de la realidad con las gafas violetas. Más allá de la realidad de las personas no binarias, que necesitarían probablemente otro artículo que analizara las consecuencias del cisheteropatriarcado en ellas, lo cierto es que el orden patriarcal también tiene efectos dañinos en los varones.

De todas es conocido cómo los varones tienen una problemática muy grande para poder vivir de forma sana sus emociones. Pero también sabemos que son la mayoría de consumidores de drogas y alcohol. Que son la mayoría de la población carcelaria. Que los hombres son cerca de ¾ partes de todas las muertes por suicidio. Y que son la mayoría de las víctimas de delitos violentos, también la mayoría de víctimas mortales. Si siguiéramos la dialéctica de la guerra de sexos, podríamos preguntar: ah, pero ¿quién los mató? Y eso nos llevaría a otra cuestión importante, que los hombres son la mayoría de los criminales violentos. Esa es una realidad que tiene una importante disimilitud al desagregarse por género y es, por tanto, una realidad determinada por el orden cisheteropatriarcal. Un cambio en la mentalidad machista no solo eliminaría una situación de desigualdad injusta y de opresión de las mujeres, sino que traería beneficios para todas las partes.

Traigo esto a colación porque he leído bastante últimamente sobre la sexualización patriarcal de las mujeres bisexuales. Y es muy cierto, las mujeres bisexuales son vistas muchas veces no como personas, sino como fantasías sexuales para la satisfacción del placer de los hombres heterosexuales. Y es un problema serio que es necesario atajar y que pone en riesgo la integridad de las mujeres bisexuales.

Pero igual que es cierto eso, también lo es que los hombres bisexuales también son sexualizados. Una sexualización que no parte, en este caso, de los hombres hetero, sino de los gays. En cualquier app de contactos podemos encontrar gente que o bien busca o bien se ofrece como bisexual. Normalmente bisex con novia discreto. A mi juicio, esto es una concreción de la idea general de buscar hombres masculinos (el ya infame mascXmasc) que se entrecruza con el mito de que los hombres bisexuales son mitad gay, mitad hetero. Es decir, haciendo uso de un mito que no concibe la bisexualidad como una orientación propia sino como una suma de otras orientaciones que sí serían verdaderas, se fetichiza la masculinidad que, supuestamente, aporta la parte heterosexual de un hombre bi.

¿Tiene esta fetichización las mismas consecuencias que la sexualización de las mujeres bi? En absoluto. Este artículo no trata de relativizar el impacto del machismo en la vida de las mujeres, ni trata de buscar ningún tipo de equidistancia. Solo trata de ampliar el análisis de género hacia un espectro menos cerrado. Visibilizar que también se está sexualizando a los hombres bisexuales, que eso supone un problema porque contribuye a afianzar los mitos alrededor de nuestra orientación, y, quizás, pueda poner en una posición de mayor vulnerabilidad a hombres bisexuales que tengan pluma y no cumplan las expectativas generadas. Sin que esto implique negar que la sexualización de las mujeres bisexuales es un problema más importante y que les genera mayores riesgos.

Creo sinceramente que analizar cómo afecta el patriarcado a los hombres también es hacer feminismo, y que concienciar a los hombres de que vivirían mejor en un mundo feminista es una de las acciones de activismo feminista más potente que podemos hacer, al menos desde mi humilde opinión. Ojalá no tarde en llegar el día en que entendamos que el cisheteropatriarcado nos afecta a todas, todes y todos, y nos unamos para destruirlo en común. Hasta que ese día llegue me tendrán, incansablemente, en esta lucha.

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