Entradas etiquetadas como ‘Personas no binarias’

De cuidados y dignidad en tiempos de pandemia ideológica

Por Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar

Foto de EFE (Luca Piergiovanni)

Acabamos de cerrar un año singular en el que hemos sido sacudidos por una enfermedad que, lejos de remitir, se empeña en arrebatarnos. Comenzamos un nuevo periodo en el que ponemos la mayor de las esperanzas en una vacuna que avanza lentamente hacia nuestras venas.

Prometimos construir una nueva realidad, aprender de la separación, del dolor y de la muerte y la única respuesta que nos hemos dado es seguir siendo tan miserables como años atrás, como décadas atrás, como siglos atrás. La imposibilidad del contacto directo ha propiciado un crecimiento de la realidad virtual, y las redes y los encuentros on line han sido el caldo de cultivo perfecto para los odios y las fobias, dejando arrinconadas las filias en un lugar recóndito del corazón.

El colectivo LGTBI no ha sido inmune ni a esta pandemia si a sus consecuencias y ha sido atravesado por alfileres de odio procedentes del exterior y también nacidos de sus propias filas, que han tenido a la realidad de las personas a trans y a las familias creadas a través de la gestación subrogada como sus principales dianas. Lee el resto de la entrada »

¿Y si nos revisamos la transfobia y el privilegio?

Por Pal Gallego (@palgb_)

Acción del 8 de marzo de 2020 del Bloque Bollero. Madrid

Me disponía a escribir un texto teórico, con un montón de argumentos para rebatir todo lo que se ha dicho sobre el temazo de las últimas semanas en redes sociales pero me parece que la solución es mucho más fácil y cercana que esa. Así que ahí va:

LOS DERECHOS TRANS* NO SE CUESTIONAN NI SE DISCUTEN.

Y aquí debería terminar. Pero no.

Aviso de contenido: transfobia, transmisoginia, enebefobia (odio o rechazo a las personas no binarias).

Los derechos de las personas trans* son una cuestión de derechos humanos y deberían recoger a todo el colectivo, también a las personas no binarias. No es ético ver cómo haciendo referencia a lo biológico se borra la identidad de una persona, y más cuando esa persona está en una situación de desventaja en cuanto a su privilegio.

Las personas, independientemente de ser trans* o no, se pueden sentir más cómodas (o no) dentro del binarismo, pero precisamente porque hay algunas que, no solo se sienten cómodas, sino que forma parte de su identidad y se nombran desde ahí, no creo que deba relegarse a otro lugar. Al igual que habrá personas, da igual del colectivo que sean, que se sientan más en sintonía con lo que propone la teoría queer o lo que representa la categoría queer y que no implique ningún borrado para “la mujer”. Por esta razón y porque me hastían las críticas que se hacen, muchas veces sin saber, a ambos términos, quiero arrojar un poco luz que nos sirva a todes para entenderlos mínimamente.

La palabra queer tiene muchos significados pero casi todos confluyen en una misma cuestión, el cuerpo y lo que nos atraviesa y cómo lo hace. Queer, en su origen etimológico significa rare, desviade, que primero se utilizó como cajón desastre para agrupar sujetes fuera de la normatividad (razializadas, putas, tullidas, bis, bolleras, travestis, maricas, precarias, etc); y más tarde se empieza a utilizar como insulto hacia las personas LGTB (y digo LGTB tal cual, sin más siglas) cuando empezaban a visibilizarse las luchas por los derechos de este colectivo, alrededor de los años 70. Es un concepto anglosajón del que nos hemos reapropiado, y ya voy a referirme al Estado español por ser el territorio del que tengo más conocimiento y del que puedo hablar en primera persona, para resignificarlo y dejar atrás el insulto, para que pueda ser una palabra desde la que nombrarnos como disidencias, desde los márgenes. Lee el resto de la entrada »

La bisexualidad desde un posicionamiento feminista crítico

Por Marcos Ventura Armas (@MarcosVA91) activista de Gamá, Colectivo LGTB de Canarias

Foto: WeHoCity

Desde un posicionamiento feminista crítico, considero clave tener siempre presente que el enemigo es el orden cisheteropatriarcal, no las personas que eventualmente lo encarnan, quienes, como bien dijo Rita Segato, a veces serán mujeres. Si tenemos esto presente, nos será más sencillo escapar a la dialéctica maniqueísta de la guerra de sexos entre las buenas y los malos. De esa forma, conseguiremos otras perspectivas al mirar la realidad con enfoque de género. Si bien solemos esforzarnos en ver cómo afecta el patriarcado a las mujeres, y los efectos negativos que tiene en ellas, pocas veces solemos girar la cabeza y observar otros aspectos de la realidad con las gafas violetas. Más allá de la realidad de las personas no binarias, que necesitarían probablemente otro artículo que analizara las consecuencias del cisheteropatriarcado en ellas, lo cierto es que el orden patriarcal también tiene efectos dañinos en los varones.

De todas es conocido cómo los varones tienen una problemática muy grande para poder vivir de forma sana sus emociones. Pero también sabemos que son la mayoría de consumidores de drogas y alcohol. Que son la mayoría de la población carcelaria. Que los hombres son cerca de ¾ partes de todas las muertes por suicidio. Y que son la mayoría de las víctimas de delitos violentos, también la mayoría de víctimas mortales. Si siguiéramos la dialéctica de la guerra de sexos, podríamos preguntar: ah, pero ¿quién los mató? Y eso nos llevaría a otra cuestión importante, que los hombres son la mayoría de los criminales violentos. Esa es una realidad que tiene una importante disimilitud al desagregarse por género y es, por tanto, una realidad determinada por el orden cisheteropatriarcal. Un cambio en la mentalidad machista no solo eliminaría una situación de desigualdad injusta y de opresión de las mujeres, sino que traería beneficios para todas las partes. Lee el resto de la entrada »

Hablemos de lo trans* (bien): sobre el poder despatologizador de las palabras

Por Miguel Sánchez Ibáñez (@parasynthetic)

 

Metáfora Olive Oil

«Metáfora Olive Oil» by This is Pacifica is licensed under CC BY-NC-ND 4.0

Con frecuencia, tendemos a simplificar lo que nos es ajeno, extraño o novedoso para poder asimilarlo y encontrarle acomodo en nuestros diminutos universos personales. Un proceso que a priori puede ayudarnos a asimilar nuevas realidades, pero que a la larga termina por emborronarlas.

La manera en que nos aproximamos a las realidades trans* desde una perspectiva cis tiene mucho que ver con esa estrategia de generalización y brocha gorda: a menudo  metemos a todas las identidades trans* en el mismo saco, y asumimos el perfil de las que quieren modificar su cuerpo para que encaje en el heterobinarismo como el predominante: esta simplificación invisibiliza a las personas transgénero a les travestis o a las personas no binarias, y simplifica de manera muy perjudicial el entramado de identidades trans* que existen en la sociedad.

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Todos, todas y ¿todes?

Por Marcos Ventura Armas (@MarcosVA91) activista de Gamá, Colectivo LGTB de Canarias

El cantante Sam Smith reveló este año 2019 que no se siente ni hombre ni mujer

Estos días ha sido noticia que el prestigioso diccionario Merriam-Webster ha reconocido el uso de they como pronombre singular de género neutro en la lengua inglesa. Este cambio ha coincidido con unas declaraciones públicas de Sam Smith, artista visiblemente no binarie, en las que exponía ante el mundo que había decidido que sus pronombres serían they/them.

Estas declaraciones tienen que ver con uno de los aspectos esenciales de las realidades no binarias: la visibilidad. Todes necesitamos que nuestra identidad sea reconocida socialmente. Y en nuestras sociedades occidentales hay dos elementos claves para identificar a una persona que son su aspecto y su lenguaje. La forma en la que nos mostramos ante el mundo y en la que nos comunicamos con el mundo le dice a los demás quienes somos.

El castellano es un idioma con género gramatical muy marcado. Es difícil encontrar una palabra que no tenga un género claramente definido, pero también las hay. Por ejemplo, si yo digo de alguien que es guapo, ¿quién es guapo? La respuesta que pensará todo el mundo es que él es guapo, que es un hombre. Pero, ¿y si digo que alguien es inteligente? Inteligente puede ser tanto él como ella. Si digo de alguien que la vi ayer, sabes que me refiero a ella, pero ¿si digo que le conté lo que me pediste? Le conté puede ser tanto a él como a ella. En castellano, las pocas palabras que no tienen un genero gramatical marcado tienden a acabar en -e. Lee el resto de la entrada »