Entradas etiquetadas como ‘suicidio’

¿Para cuándo un orgullo hetero?

Por Charo Alises (@viborillapicara)

Foto: TC Moore

¿Para cuándo un orgullo hetero? Todos los años por estas fechas hay quienes hacen esta pregunta. Pero no pasa nada, todos los años por estas fechas respondemos pacientemente a tan sesuda cuestión.

En España, las personas LGTBI, aún no han alcanzado la igualdad real de derechos:

  • Según el Ministerio del Interior, la orientación sexual y la identidad de género se encuentran entre las principales causas de delitos de odio .
  • Casi 50 jóvenes LGTBI se quitan la vida al año  y al menos 950 lo intentan, según el Observatorio Español contra la LGTBIfobia. Los intentos de suicidio entre la juventud LGTBI son de tres a cinco  veces más numerosos que la juventud en general. Entre las causas se apuntan la falta de apoyo en el entorno familiar y escolar y el bullying.
  • Solo el 40% de las personas LGTBI están completamente fuera del armario en sus centros de trabajo. Así se recoge en el informe «La diversidad LGTB en el contexto laboral en España” elaborado por la consultora  Mpatika. El principal motivo de la invisibilidad de las personas LGTBI es el temor a ser discriminado ya que según el estudio citado, el 86% de las personas entrevistadas ha escuchado alguna vez chistes, comentarios homófobos o rumores acerca de su orientación sexual o la de algún compañero.
  • Un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos ha constatado que la principal causa del sinhogarismo entre la población  LGTBI es la expulsión del hogar de referencia por discriminación, ya que sus miembros no asumen la orientación sexual o la identidad de género de esa persona.
  • Las personas mayores LGTBI con frecuencia se ven obligadas a volver al armario cuando tienen que ingresar en una residencia.
  • Las personas trans siguen teniendo que declararse enfermas para ver reconocida su identidad en documentos oficiales como el DNI.
  • Todavía hay quienes ofertan –y practican- terapias para “curar” a las personas LGTBI,  a pesar de que los colegios de médicos y de psicología de España han reiterado que la homosexualidad no es una enfermedad y han censurado esas terapias por ser innecesarias y  causar graves daños a la salud.
  • Las mujeres lesbianas están obligadas a casarse para que ambas puedan acceder a la filiación de sus hijas e hijos.

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Nadie quiere hablar de ‘asesinato social’ cuando el suicidio es de jóvenes trans

Hoy es el Día Internacional de la Homofobia, Bifobia y la Transfobia (IDHOTB) y desde 1 de cada 10 queremos tener muy presesntes a les chavales trans, por eso hemos invitado a Saida García Casuso (@Hipatia75) y Natalia Aventín Ballarín (@NataliaBNSQ ), de Chrysallis (Asociación de Familias de Menores Transexuales a escribir en nuestro blog. 

Foto: SGC

Muere una (otra) persona trans, se suicida, tenía… pongamos que, 15 años.

La sociedad se da golpes de pecho, le dedican un par de minutos en los telediarios, una breve reseña en prensa escrita. Puede que tengamos suerte y en redes la reacción se alargue unos días.

En ese par de minutos de gloria televisiva la presentadora mal generalizará en varias ocasiones a la víctima.

La reseña en tal o cual periódico de tirada nacional hablará de alguien que había nacido en un cuerpo equivocado, poniendo especial interés en si había conseguido o no su hormonación y en cualquier otro dato que pueda resultar (para ese medio) de interés.

Por redes el debate durará algo más y podremos disfrutar de todo tipo de iluminados comentarios sobre la dictadura de lo políticamente correcto, planteando si el mundo se está volviendo loco o si una persona con 15 (o 12 o 6 o 19) es capaz de conocer su propia identidad sexual.

Unos cuantos golpes de pecho más, unas pocas velas blancas y… Lee el resto de la entrada »

Cerrar los ojos… para siempre

Hoy es el Día Mundial por la prevención del suicidio y sobre una de sus causas, Nayra Marrero (@nayramar), nos pone a flor de piel con este tema tan delicado.

All About Dreams/Foto: Emmanuel Grunstein

All About Dreams/Foto: Emmanuel Grunstein

Cuando cerraba los ojos, durante una época, me imaginaba separando con mis propias manos las costillas y dejándome escapar a mí misma por la rendija de la ventana de mi habitación. Entonces escalaba como un insecto por la pared del edificio, hasta la azotea, donde soltaba las manos y me dejaba caer para atrás. Nunca me visualicé cayendo pero me imaginé miles de veces así, libre, liberada de la angustia que me oprimía el pecho.

Yo sufrí acoso escolar, y como le decía a un compañero del colegio este verano, lo he superado. Le conté cómo me sentía entonces, cómo me dolían los insultos, los silencios, el vacío. Él, como la mayoría, no era consciente de lo que yo lloré entonces. Para él era un juego. Lee el resto de la entrada »

Querían a su hijo pero mataron a su hija

Por Violeta Assiego

Leelah-Alcorn
Autoretratos de Leelah Alcorn en su blog LAZERPRINCESS/TUMBLR

 

“Mi muerte tiene que significar algo; mi muerte tiene que servir para contar el número de personas trans que se suicidaron este año”.

Esta frase es parte de la carta de suicidio que Leelah Alcorn dejó publicada en su blog de Tumblr antes de lanzarse a las ruedas de un camión y morir arrollada por este. Era 28 de diciembre, tenía 17 años y vivía en Ohio.

Su caso ha conmocionado a Estados Unidos hasta el punto de haber recibido una cobertura mediática inaudita para ser el suicidio de una adolescente trans*. Tristemente pudiera parecer que la muerte de Leelah ha servido, precisamente, para hablar de las cifras y los datos, como por ejemplo el que un 41% de las personas trans* de EEUU hayan intentado alguna vez suicidarse a lo largo de su vida. Pero lo cierto es que ese eco mediático por si solo no es suficiente para que las personas trans* dejen de ser uno de los grupos de mayor riesgo, no solo de suicidio sino también de agresiones y violencia.

“El único modo de que yo descanse en paz será si un día las personas transgénero no son tratadas de la forma en que yo lo era, el día en que ellos sean tratados como seres humanos, con sentimientos válidos y derecho humanos. El género debe ser enseñado en las escuelas, cuanto antes mejor”.

Leelah hubiera sido una gran activista si hubiese logrado sobreponerse al sufrimiento que supone no ser aceptada ni comprendida por quienes dicen quererte más que nadie en el mundo pero que en realidad te rechazan y abandonan a tu suerte si no eres como ellos quieren. En este sentido, un estudio del Center for American Progress calcula que en Estados Unidos el 45% de los jóvenes sin hogar que viven en la calle se encuentran en esa situación al haberse fugado de sus casas o haber sido expulsados de estas por ser gays, lesbianas, bisexuales o trans.

Lo que muchos y muchas adolescentes no saben, no sienten y no logran comprender es que a medida que creces las cosas se van colocando y pueden ir a mejor; la edad y las experiencias nos ayudan a ir cogiendo las riendas de nuestras vidas; y en todo caso no hay lucha que merezca más la pena que la de enfrentarse a las dificultades para hacerse cargo de la propia vida. La inspiración y el apoyo de otros que ya han recorrido los mismos caminos nos sirven de referencia, pero con la madurez llega un momento en que ya no se necesita la aprobación de nadie para vivir ‘tu vida’:

En la defensa de los derechos LGBTI los retos se multiplican a medida que se nos van reconociendo derechos y vamos teniendo una mayor visibilidad pero en el caso concreto de los derechos de las personas trans* la sensación es más bien que está todo (o casi todo) por hacer. No solo en el reconocimiento de derechos sino sobre todo, y ante todo, en la aceptación en el ámbito familiar y en el escolar de una realidad que no se puede negar por mucha carta pastoral que saque el obispo Reig Plá (a quien por cierto invito a leer los sentimientos que la propia Leelah expresó dos meses antes de suicidarse en su blog respecto al rechazo que sentía por parte de sus padres estrictamente cristianos.)

Una de las mujeres trans que acudieron a una de las tres vigilias que se celebraron en Ohio cinco días después de morir Leelah decía:

“Ser transgénero no es algo nuevo. Es algo que siempre ha estado con nosotros. No es algo anormal”

Sin embargo, cuando las sociedades optan por definir sus leyes y sus culturas en función de las ‘aparentes’ mayorías sin contemplar la diversidad que existe, sucede que la ignorancia y la discriminación campan a sus anchas hasta provocar sufrimiento y violencia. La homosexualidad, la transexualidad,.. la diversidad sexual ha existido siempre y existirá y mientras las personas LGBTI sigamos teniendo este sentimiento de pertenencia y comunidad alzaremos la voz para decirle a la sociedad: ¡ni un suicidio más!.

Entre tanto creo que es importante recordarle a cada persona que sufre hostigamiento y discriminación que la necesitamos aquí y ahora, luchando por ella y por todas nosotras. Porque la vida es sorprendente, ya lo creo que lo es.

Vigilia por Leelah Alcorn
Vigilia por Leelah Alcorn

 

Aprovechamos para recomendar un libro imprescindible, publicado recientemente y que se presenta en La Central de Callao en Madrid el próximo día 15 de enero: Trans*exualidades, acompañamiento, factores de salud y recursos educativos de Raquel (Lucas) Platero

Las agresiones homofóbicas nacen de los discursos intolerantes

Hoy os vamos a hacer spoiler de una película, Oraciones para Bobby, pero es que la historia surgió primero y su versión cinematográfica llegó después. Os compartimos el discurso de Mary Griffith interpretado por Sigourney Weaver en el que enfrenta la incomprensión, que a veces toma forma de discurso de odio, con las trágicas consecuencias que genera. Sus palabras demuestran que no es posible callar ante la intolerancia o dejarse arrastrar por ella, que el respeto y el amor tienen mucho más que ofrecernos, infinitamente más.

Lo que viene antes y después de este discurso tendréis que descubrirlo viendo la película, que os invitamos a disfrutar, pero ahora elegimos trasladaros las palabras de Mary  tal cual se pronunciaron a principios de los 80 para recordaros que el odio se aprende, que el desprecio se  enseña, que las agresiones de hoy tienen su semilla en los discursos intolerantes de ayer, y que  al hablar hay que tener presente que «un niño está escuchando».