Archivo de la categoría ‘Enrique Anarte’

Hablemos de mutilación genital en España si hablamos de intersexualidad

Por Enrique Anarte (@enriqueanarte)

De Ana Cotta

Foto: Ana Cotta / Flickr

El pasado lunes hemos amanecido con un panorama político, cuando menos, esperanzador, al menos en materia de derechos humanos. Partidismos aparte, los hechos demuestran que los últimos cuatro años de gobierno del Partido Popular han supuesto un claro retroceso para los derechos de aquellos que viven al margen de la norma binaria y heterosexual. La pérdida de la mayoría absoluta del único partido que no ha aportado compromisos de lucha por la igualdad real para las personas LGBTI durante la campaña solo puede significar una cosa: que el comienzo de esta nueva legislatura es ya motivo de esperanza.

Son muchos los retos y los objetivos que tenemos por delante. Tenemos mucho que ganar, y por primera vez en cuatro años parece que tenemos apoyos suficientes en las Cortes (habrá que ver si también en el Gobierno) para hacer realidad lo que durante tantos años llevamos pidiendo, primero en las calles, luego en las instituciones de la democracia: la igualdad. La hemos soñado, susurrado, escrito, gritado, abanderado y celebrado. Al menos en parte. Pero es evidente que no vamos a quedarnos ahí. ¿Quién nos va a hablar a nosotros, a nosotras, de utopías irrealizables? Lee el resto de la entrada »

¿Pueden dos hombres heterosexuales estar enamorados?

Con Lo peor de todo es la luz (Egales, 2015), José Luis Serrano (Ciudad Real, 1967), conocido por muchos como elputojacktwist, publica su tercera novela en cuatro años; la primera, por cierto, que firma sin el seudónimo con el que se convirtió en un referente de la cultura LGTBI de este país. Con motivo de la llegada a las librerías de su última obra, desde este blog, Enrique Anarte (@enriqueanarte) ha aprovechado para hablar con él sobre literatura, diversidad, identidades y el País Vasco, donde transcurre la historia que narra Serrano.

José Luis Serrano es el autor del libro 'Lo peor de todo'/Foto: Enrique Anarte

José Luis Serrano es el autor del libro ‘Lo peor de todo es la luz’/Foto: Enrique Anarte

En realidad, Lo peor de todo es la luz no es una novela, o solo lo es en parte, o lo es de una manera distinta a lo que estamos acostumbrados. Más allá de esta cuestión meramente formal, el libro explora a través de conversaciones entre José Luis y su marido, así como recuerdos y reflexiones íntimas del protagonista, un rincón del sentir humano que, si no es tabú, al menos ha sido convenientemente pasado por alto: ¿pueden dos hombres heterosexuales estar enamorados uno del otro? ¿Y, si así fuera (o aunque no fuera posible), por qué nos cuesta tanto hablar sobre ello? ¿Cuántos dogmas de nuestra cotidianeidad ponen estas incómodas preguntas en precario equilibrio?

«A mí no me cuesta hablar de eso», argumenta el escritor y matemático, «a los que les cuesta es a ellos, que igual se reconocen cuando lean esta entrevista». José Luis, muy activo en las redes sociales, bloguero de El Huffington Post y hasta hace poco colaborador de la histórica web LGTBI dosmanzanas.com, es hombre de pocos filtros: «A lo mejor lo hago por ellos precisamente; como ellos no puedo, lo hago yo». Lee el resto de la entrada »

Por muchas carrozas que Ciudadanos nos dedique

Por Enrique Anarte (@enriqueanarte)

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Begoña Villacís en la cabecera de la manifestación estatal del Orgullo /Foto: GTRES 2015

La carrera electoral ha comenzado. Los astros (o, más bien, los grandes grupos mediáticos) parecen alinearse a favor de Albert Rivera y Ciudadanos. La derecha sociológica española no quería ser menos en estos tiempos de «nueva política» y ha encontrado en el partido naranja la «renovación» que en un principio abanderaba solo la izquierda, ahora convertida en conditio sine qua non para tomar las riendas del país. Condición que hasta el Partido Popular y el Partido Socialista han aceptado; eso sí, solo hasta cierto punto, no vaya a ser que se derrumben las estructuras político-económicas que cimientan ambas formaciones. Lee el resto de la entrada »

Adolescentes que pueden usar Grindr con seguridad, mejor enseñar que prohibir

Enrique Anarte (@enriqueanarte) plantea el Tema. Esperamos que no sea la única vez que escribamos en el blog sobre el poder del uso y disfrute de algunas apps. Hoy le ha tocado el turno a Grindr.

Vigorously checking Grindr/Foto: Ross

Vigorously checking Grindr/Foto: Ross

Las apps de ligue son un chaleco salvavidas para las personas que, públicamente o en privado, desafían la norma binaria y heteropatriarcal. Pese al todavía resistente núcleo de actitudes moralistas y del más rancio esencialismo emocional («el amor verdadero solo…»), estas aplicaciones de nuestros smartphones -al igual que en un principio lo hicieran foros y sitios web como el chat de Terra o Badoo (todavía existentes, aunque puedan sonar a años luz de distancia)- han abierto un oasis de libertad y descubrimiento de la propia persona en medio de un desierto de silencio, incomprensión e intolerancia.

La moralidad pública, aun habiendo evolucionado durante los últimos años en tolerancia y respeto por la diversidad de relaciones interpersonales, sigue reacia a considerar las nuevas formas de conexión humana surgidas gracias a (o como consecuencia de) las nuevas tecnologías con el mismo respeto. Cierto es que el peligro de convertir las relaciones humanas en un frío escaparate bajo el yugo normativizador de nuestros cuerpos que mantienen las industrias de la imagen está siempre al acecho. Pero, más allá de esta precaución, no hay muchas otras razones objetivas por las que rechazar las oportunidades que nos brinda la tecnología para explorar la diferencia; y, de paso, desbancar al establishment monógamo, patriarcal y heterosexista de su posición de privilegio en lo que a modos de vida se refiere. Lee el resto de la entrada »

#Uganda: que nuestra pluma llegue a los medios

Enrique Anarte (@enriqueanarte) escribe hoy sobre Bombastic, la única revista LGBTI de Uganda. Puedes acceder a la edición online del primer número de Bombastic a través de la página web de Kuchu Times, un proyecto multimedia localizada en Uganda que aborda la diversidad sexual y de género en todo el continente africano. Y si quieres contribuir personalmente a financiar el segundo número de la revista, puedes acceder a la campaña lanzada por IGLHRC en la plataforma de crowdfunding Indiegogo.

Cubierta de la revista Bombastic

Cubierta de la revista Bombastic

Nuestras voces, nuestras historias, nuestras vidas. Ese era el mensaje de la primera portada de Bombastic, la única revista LGTBI de Uganda. No era un lema cualquiera: fue un acto político, un desafío en voz alta y firme, una declaración de guerra contra la intolerancia.

El nacimiento de Bombastic, a finales del año 2014, marcó un antes y un después en el activismo ugandés en defensa de la diversidad sexo-genérica y los derechos humanos de quienes existen al margen de la norma binaria y heteropatriarcal. El mensaje era claro: estamos aquí para conseguir lo que es nuestro, con nuestras manos, con nuestro trabajo. A pesar del miedo y a pesar del peligro. Lee el resto de la entrada »

Alan Turing y la memoria histórica de la diversidad

La entrada de hoy viene de la mano de nuestro colaborador Enrique Anarte (@enriqueanarte)

Hut 8 en Bletchley Park, fue el lugar de trabajo de Alan Turing - Fotografía  de Elliott Brown

Hut 8 en Bletchley Park, fue el lugar de trabajo de Alan Turing – Fotografía de Elliott Brown

Las grandes producciones cinematográficas a las que nos hemos acostumbrado en los últimos años tienen la virtud de acercar algunas de las historias más significativas de nuestro pasado a las grandes masas. Hace unos años llegó «Los Miserables» y ahora todos los jóvenes conocen las odiseas de Jean Valjean, Fantine, Marius o Cosette. La historia de Alan Mathison Turing (1912-1954), genio matemático considerado uno de los padres de la ciencia de la computación, llegó a la gran pantalla a finales de 2014.

‘The imitation game’ pese a haber sido criticada por su descarada inventiva, ha llegado en el momento propicio para poner sobre la mesa la responsabilidad del Estado británico en la muerte de Turing. El científico era homosexual, algo que no solo era inaceptable para el sentido común de la época, sino que además estaba castigado por las leyes del país. En 1952, unos años después de su trascendental servicio criptográfico a Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial, Turing fue condenado por «ultraje a la moral pública» (gross indecency). Cuentan que ni siquiera se defendió, pues consideraba que no tenía por qué disculparse. Por aquel entonces se pagaba caro desafiar la norma heterosexual en la nación a la que sirvió por convicción patriota. Entre la prisión o la castración química, un brutal tratamiento hormonal cuyo objetivo era reducir la libido, eligió lo segundo. Falleció dos años después por envenenamiento con cianuro, aunque nunca se llegó a probar que fuese un suicidio. Lee el resto de la entrada »

Pinkwashing: Confía en el rosa y adiós manchas

Recientemente hemos visto en redes sociales, televisiones y otros medios una importante afluencia de banderas arcoíris, símbolo de las reivindicaciones del colectivo LGTBIQ+ (lesbianas, gais, transexuales, transgéneros, intersexuales, queers y cualquier otra forma de diversidad sexoafectiva) y, por extensión, icono transnacional en la lucha por la libertad y la igualdad de todas las personas. Hoy Enrique Anarte (@enriqueanarte) va más allá de esta explosión de colores.

Fotografía de Fernando Villar (EFE)

Fotografía de Fernando Villar (EFE)

La globalización y sus narrativas han reforzado el impacto de emblemas de aspiración universal como este. La escala local de esta batalla política, de la que ya se ha hablado alguna vez en este blog, merece sin duda mayor dedicación en el futuro. Hoy, no obstante, es otro el enfoque que proponemos.

El caso es que, entre tantas banderas, borrachos de una bien merecida euforia, hay quien piensa que podríamos estar a punto de bajar la guardia en un momento crucial para nuestro movimiento. Las banderas y la visibilidad no son importantes: por ahora son necesarias. ¿Pero qué visibilidad? ¿Y quién ondea esas banderas?

El pasado 28 de junio el telediario de TVE narraba los actos consistoriales en la capital como la celebración del «Orgullo Gay». La cadena pública más importante del país cometía el mismo error (¿intencionado?) que la gran mayoría de medios de comunicación, progresistas o conservadores, del Estado español. Es frecuente obviar las siglas del colectivo, no ya las que apuestan por la verdadera diversidad (IQ+ y variantes, que siguen siendo mucho pedir), sino las, digamos, clásicas: LGTB. Las fáciles de comprender para una población que no ha recibido una educación al respecto, cuyas nuevas generaciones siguen además sin recibirla, al menos en gran parte del territorio estatal y por parte de las instituciones. Afortunado es el joven que recibe una charla de una hora al año de parte de algún colectivo implicado, con recursos suficientes para organizarla, aunque todos viven esa realidad común en la que el insulto «maricón» sea el más frecuente en las escuelas. Lee el resto de la entrada »

Porque no soy el ‘chico mono’ del que hablas

Hoy Enrique Anarte (@enriqueanarte) nos trae un relato del que no te podrás bajar.

Fotografía de Marina Tizón

Fotografía de Marina Tizón

Miradas. No demasiadas, más algunas veces, menos otras. Miradas que, sin decir nada, lo dicen todo. Si una imagen puede decir más que mil palabras, una mirada debe rondar niveles parecidos. Suele acompañarlas el comentario de turno: «Eres muy mono». O aquello de: «¿Te han dicho alguna vez lo guapo que eres?». Sonríes. Miras hacia abajo. Sientes, sin saber por qué, que deberías sentirte halagado. Es una sensación violenta porque, al mismo tiempo, algo dentro de ti, muy adentro, te insta a gritar un par de verdades. Las palabras se enredan en la lengua. Al final te limitas a sonreír y mirar hacia abajo.

El que habla es un hombre. El que escucha, tú, también. Vienes de cenar con una amiga, una feminista radical, de estas que no calzan tacones y ejercen la legítima defensa cuando un piropo les violenta en plena calle, en el metro o en un bar. Tú la admiras: le pides que te cuente una y otra vez sus anécdotas sobre cómo se enfrenta a los tíos que se le acercan demasiado en las discotecas, sobre cómo descarga todo su armamento transfeminista cuando un obrero precavido se fija en la chica solitaria que anda unos metros más allá. Te encanta aquella de El Rocío, cuando el capillita de turno se le arrodilló a decirle lo guapa que era y las mil bulerías que le cantaría a la semana y ella, en legítima defensa, apartó al acosador de un manotazo. Mon corps m’appartient, lleva ella tatuado en un lateral del torso. Qué suerte que haya mujeres como ella en este mundo. Lee el resto de la entrada »

Contar Cuba desde los márgenes del deseo

Hoy sale a la venta un nuevo libro de la editorial Dos Bigotes, a la que desde este blog hacemos un riguroso seguimiento de la mano de Enrique Anarte (@enriqueanarte) . No es la primera vez que recomendamos sus libros, y no será la última vez. Esta vez Enrique nos da a conocer ‘Mañana hablarán de nosotros’.

 

Alejandro Ernesto / EFE

Alejandro Ernesto / EFE

 «Propongo que sea leída como otra ventana hacia Cuba, hacia la Cuba de ahora mismo, que puede liberar sus políticas del deseo en la dirección que se antoje a sus protagonistas, para revelarla como un mapa múltiple y contradictorio»

Esto escribe el cubano Norge Espinosa Mendoza en el prólogo del título benjamín de la creciente familia de la editorial Dos Bigotes. El poeta y reconocido activista por los derechos LGTB en la isla caribeña inaugura las páginas de ‘Mañana hablarán de nosotros’, la antología del cuento cubano con la que la joven firma independiente nos traslada a ese minúsculo rincón del globo donde se cruzan todas las narrativas, todos los códigos geopolíticos que ahogan las voces de quienes habitan este «territorio de anhelos y contradicciones». ‘Cuerpos que narran deseos’, protagonistas que deconstruyen y esbozan sus propias fronteras del amor, de la sexualidad, de las relaciones humanas.

La Historia, la política y las ideologías han inscrito en los cuerpos de los cubanos sus propias narrativas. Recuperar el protagonismo de sus historias, de sus deseos o de sus modos de vida no es tarea fácil, pero obras como esta ponen de manifiesto el gratificante resultado de intentarlo. Lee el resto de la entrada »

#EleccionesMunicipales: el Orgullo importa, los barrios también

Enrique Anarte (@enriqueanarte) se estrena como colaborador (que no como autor) y lo hace entrando de lleno al tema que estos días centra la atención de todas y todos, no es para menos. ¡Bienvenido Enrique!

Fotografía de EFE - Orgullo de Madrid 2012

Fotografía de EFE – Orgullo de Madrid 2012

Las elecciones municipales, a la vuelta de las esquina. Esperanza Aguirre -candidata a la alcaldía de la capital por el partido que ha sudado la gota gorda para institucionalizar el heteropatriarcado, el binarismo y la intolerancia en general en nuestro país- quiere que el Orgullo pase por Gran Vía. Aguirre, máxima exponente quizás del pinkwashing que practican diversos miembros del PP, posa con el empresariado LGTB (permítanme dudar de que sus «amigos» representen la heterogeneidad de este colectivo) para demostrar que las minorías genérico-sexuales tienen un hueco reservado en su proyecto político municipal.

Toca preguntarnos si acaso al resto nos interesa lo que Aguirre tiene que contarnos al respecto. Toca preguntarnos si podemos hacer política LGTBIQ+ en nuestras ciudades.

En efecto, la diversidad sexual y de género no se limita a la política nacional. Nosotros, los que reivindicamos la soberanía sobre nuestros cuerpos, sabemos que la política tiene escalas, que entre el Estado y el cuerpo hay muchos más niveles por los que aún queda luchar. Sabemos que los mismos partidos que perpetúan el limbo legal de la prostitución a nivel estatal luego criminalizan a las trabajadoras sexuales en las ciudades que gobiernan. Una historia distinta, sí, pero que nos recuerda que también en la polis se hace política (valga la redundancia etimológica), a favor o en contra de nuestros derechos. Lee el resto de la entrada »