Por Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar
En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclama el 15 de mayo como Día Internacional de las Familia en un intento de promover la concienciación y un mejor conocimiento de los procesos sociales, económicos y demográficos que afectan a esta estructura clave de la sociedad internacional.
Este año, en 2017, la conmemoración se centra en:
resaltar el papel que juegan las familias, en las políticas orientadas a las familias, en el fomento de la educación y el bienestar de sus miembros, en particular, la educación infantil y la formación continua para niños y jóvenes.
La celebración también tiene por objetivo, según revela Naciones Unidas,
fomentar el debate acerca de la importancia de «los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y la adopción de estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad entre los géneros, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible».