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Te estoy amando locamente

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Esta película española estrenada 2023 y dirigida por Alejandro Marín, nos sitúa en Sevilla, año 1977, con la ley de peligrosidad y rehabilitación social vigente. Miguel (Omar Banana), un adolescente gay de diecisiete años quiere ser artista y dejar a un lado la carrera de derecho que Reme, su madre (Ana Wagener) quiere para él. En ese contexto el joven se involucra en la lucha por los derechos de las personas LGTBI.

Alejandro Marín en una entrevista concedida a El cine de la Ser comentó que para hacer la película realizaron un proceso de documentación que les permitió tener un escáner de la situación de la época. Hablaron con personas que vivieron esos momentos, incluso con la familia y de ese proceso surgieron unas conversaciones muy interesantes. El realizador apuntó que quiso hacer un homenaje, desde el cariño, a las personas que enarbolaron la lucha por los derechos LGTBI en esa etapa histórica. Sobre la implicación de los sindicatos y los curas obreros en esta lucha, Marín afirmaba: Queríamos trasladar al presente como la lucha era tan transversal, era totalmente a una y lo que importaba era la causa por la que se luchaba y no tanto desde donde se hacía. Los movimientos feministas estaban mano a mano con el movimiento LGTBI, las luchas sindicales… Comisiones Obreras dejó el lugar para hacer el mitin previo a la manifestación. la participación de los curas obreros, era todos a una . Desde el principio fue esa idea: Esa lucha tan transversal, ¡qué bonita!, hay que recordarla. Decía el cineasta que era importante la lucha sindical porque la Ley de Peligrosidad Social era súper clasista. Había como el informe de buena conducta en el que iba un policía fiscal a tu casa a hablar con los vecinos, en tu puesto de trabajo y si eras de buena familia esos expedientes se perdían, pero si eras de una clase más desfavorecida decían: Uy no este es un peligroso. Y al final es normal que quienes empezaron estas luchas fueran personas de las clases más desfavorecidas. Sobre las escenas de baile y de cante de la película Alejandro Marín contó que él todo lo piensa entorno a la música que es de donde le vienen las ideas. El título le vino porque la intro de Te estoy amando locamente le parecía muy cinematográfica, además pretendía reivindicar la cultura underground sevillana.

Por su parte, la actriz Ana Wagener, también en El cine de la Ser, comentaba que su personaje le parecía muy atractivo: Quería mostrar a una mujer de aquella época sola, viuda, con un hijo de diecisiete años. Que ve pero no quiere ver. Que tiene ya estipulado para su hijo el camino de un buen porvenir: abogado, y de pronto, se le sale de la melodía el niño pero ella no quiere ver. Con Alejandro hablamos que Reme querían que fuera como un elefante en una cacharrería. Una mujer que no sabe lo que le está pasando a su hijo, entonces tira para acá, tira para allá y al final lo que realmente le queda es el amor. Tiene una mirada que finalmente termina reconociendo a su hijo y viendo que la gente le quiere, porque lo que yo creo es que ella tiene miedo de que le dejen de querer, le hagan daño y al final termina abriendo su mirada y haciendo un viaje maravilloso. La verdad es que era una gozada. Ha sido meterme en la piel de una mujer del 77 pero que realmente tiene una fuerza como la que podía tener ahora. Creo que es una película también muy actual, que habla de cosas que deben de escuchar la gente. Que la gente de hoy sepa los derechos que se han conseguido. Los derechos que se pueden perder. En la película me doy cuenta de la sensación de colectivismo que había, porque ahora el individualismo del ser humano es tremendo. En aquella época, yo creo que se vivía mucho más el colectivo.

Omar Banana decía sobre su rol en la cinta: Ha sido muy bonito, por dar voz a un personaje que representa a tantas personas que han pasado por tantas cosas, en el 77 y 78 y que siguen pasando. Es un poco el arquetipo de la persona abusada por la sociedad antilgtb o la sociedad fascista. Era dar voz a algo bastante necesario. Y meterme en el Miguel de diecisiete años del 77 y no en el Miguel de diecisiete años de 2022. En cuanto a la música y el baile, el actor decía que cuando Miguel decía que quiere ser cantante, no es que quiere ser cantante como tal. Vaya o no vaya a Gente Joven, lo importante para él es la liberación. El cante y el baile es un medio de liberarse, de ser quien quiere ser, cortar las ataduras que en su entorno familiar tiene. Entonces hemos usado el cante y el baile para transmitir a la gente una idea de liberación y de poder ser tú mismo.

El deseo de libertad, de ser sin miedo está presente también en Yo solo quiero amor, de Rigoberta Bandini, la canción de la película:

(…)Tengo ganas de no explicar por qué.
Yo te quiero querer sin miedo a que puedan
volver. Tengo ganas de saltar a tus pies,
levantar el parqué. Contarle a Dios, quién
quiero ser.

Las trampas de Lánthimos: ¿Es «Pobres Criaturas» una película antifeminista?

Por Konstantinos Argyriou

 

Vi Pobres Criaturas (Poor Things) en Atenas, el segundo día de su estreno en cines. Me quedé estupefacto por el guion tan elaborado y transgresor, las excelentes actuaciones, la escenografía mágica, primero en blanco y negro y luego en color, y por supuesto, la dirección de este director tan potente y distinguido que es Giorgos Lánthimos. Pero por alguna razón, no compartió todo el mundo la misma visión que yo. ¿Qué le pasa a esta película y genera tanta polémica?

Es verdad que estas Navidades, la gente en Grecia se volvió loca con la nueva referencia cultural que llevaría la reputación nacional hasta los Óscar. Hubo, además, mucho batiburrillo respecto a los contenidos de la película, que culminó en varios memes contra quienes habían expresado sus opiniones no solicitadas sobre ella. Es cierto que hubo mucha gente comentando la película en redes y en medios, así como en el espacio público en su conjunto. Fue, definitivamente, el talk-of-the-town a lo largo de este enero.

Pero, ¿dónde está el problema? Para algunas voces, es por el “tono woke” que hace que la película parezca feminista sin que lo sea. Quienes apuestan por esta lectura no son ninguna sorpresa: se trata de neorrancios y ciertas “feministas radicales”. Para otras, es por la parafernalia de engendrar éticas y seres humanos interviniendo a la lógica celeste –crítica de neoconservadores cristianos. Por último, miradas puritanas que se molestan por el exceso de escenas sexuales y provocadoras. Al menos hay poca gente que critique la actuación de Emma Stone, Willem Dafoe o Mark Ruffalo (que sí se merecen muchas distinciones).

Lánthimos sigue siendo una figura polémica, particularmente en Grecia. Representa a aquella gente que ha tenido que buscarse la vida fuera, traicionando a su patria y rechazando sus recursos y desafíos –se queja muy a menudo en prensa de que en Grecia no podía desarrollar sus ideas adecuadamente por falta de fondos. Incluso ahora que se celebra su obra y ha ganado fama a nivel internacional, hay gente en Grecia que lo sigue considerando irrelevante, impertinente, usurpador, descarado. En definitiva, no todo el mundo le concede la importancia, el éxito y la lucidez que se merece.

La película molesta porque transmite una metamorfosis incómoda, atravesada por una experimentación que no está exenta de peligros. Pero yo incluso diría que molesta porque viene a interrogar saberes expertos y científicos, a hablar de temas incómodos como la emancipación a través del trabajo sexual y la lectura de libros filosóficos, y a liberar a los sujetos subalternos de una tradición (aquí decimonónica, pero persistente hasta nuestros días) que los mantiene subordinados a la observación autoritaria.

En cuanto a las críticas de antifeminismo, ellas se basan principalmente en la mirada masculinista y cosificante que supuestamente emplea el director. Bella Baxter es el objeto de satisfacción de los deseos escopofílicos de toda una congregación de tíos que, tanto en la trama como en la propia ejecución de la película, la manipulan y se aprovechan de ella. Bajo esta lectura, Emma Stone no le otorga ninguna faceta emancipadora a su personaje, sino que reproduce acríticamente la hegemonía misógina de Lánthimos.

Es más, según esas lecturas, la hipersexualización y cosificación tan exuberante (sucumbir a caprichos de clientes en el burdel de París, descubrir deseos lesbianos, y para culmen, someterse a la luz de gas del nuevo marido) parece que no hace más que validar, humorísticamente, la explotación sexual como acto legítimo de subjetivación. Como leí en una infame página del Facebook griego, Feminismo Herético:

“El mayor fracaso de la película es el intento de dar una connotación feminista a una historia que no trata de lo que quieren las mujeres, sino de lo que los hombres imaginan que quieren las mujeres, ya que las elecciones de la protagonista están determinadas por las posibilidades del mundo de los hombres. El sexo, el matrimonio y el secuestro de una niña por hombres adultos no son violación, explotación y trauma sino un despertar sexual. En el universo cinematográfico de Lánthimos, una niña puede dar su consentimiento para casarse, viajar e incluso suplicar por más sexo (lo que se llama salto furioso para que no olvidemos que estamos tratando con una niña) y la autorrealización definitiva llega a través de su prostitución. La definición de la mirada masculina con una endeble fachada de empoderamiento femenino donde nunca vemos al personaje realizar algo verdaderamente empoderador.”

Me pregunto cómo es posible que se lea tan superficialmente un largometraje que, ya de por sí, implica una indagación y una profundización del público en cuestiones transversales, universales, que plantean una transformación social precisamente a partir de la independización de una mujer de los mandatos de su padre creador, sus pretendientes y maridos, y de la cultura patriarcal en su conjunto.
Estamos ante una historia que requiere de nuestra participación activa en las formas de mirar, de interpretar conductas y motivos, de comprender los cuerpos y de construir relatos, es cierto. Pero ¿acaso se puede pensar tan inocentemente que una película dirigida por un hombre no puede tener ninguna implicación feminista? ¿Se pueden reducir todos sus mensajes en un plan malvado de quitar agencia femenina?

Evidentemente, Lánthimos no es ningún paria de la cinematografía contemporánea. Al contrario, si desde los 2010 se consideraba avant-garde con sus lecturas contra la familia, ahora nos lleva a su nueva era más literaria-filosófica con la fuerza de alguien que ya sabe usar las herramientas que le ofrece el stardom hollywoodiano. Pero antes de tacharlo de woke y antifeminista a la vez (woke antifeminista sería una panacea maravillosa, la que nos faltaba), ¿qué tal si nos fiamos de sus intenciones?

 

 

Fucking Åmål

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#cinelgtb

 

Película sueca de 1998 dirigida por Lucas Moodisson, y protagonizada por Alexandra Dahlström (Elin) y Rebecka Liljeberg (Agnes). Ganó cuatro Escarabajos Dorados (equivalente sueco al Oscar) en los Premios Suecos de Cine en 1999. La cinta obtuvo también el premio Teddy en el Festival de Cine de Berlín en 1999 y fue candidata a los Premios de Cine Europeo de 1999.

Cuenta las vicisitudes de dos chicas adolescentes y sus inicios en las relaciones amorosas en Ämal, un pequeño pueblo de Suecia. El rechazo hacia Agnes (16 años) por parte de sus congéneres escolares, las dudas de Elin sobre su orientación sexual y la relación que surge entre ambas, son ejes sobre los que pivota el argumento de la película.

Elin es una chica atractiva y popular. Tiene catorce años y es consciente de su belleza, Sueña con ser Miss Suecia. Su relación con Agnes la hará madurar y buscar opciones vitales más allá de su físico.

Agnes es introvertida, tímida. Acaba de llegar a la ciudad y no acaba de integrarse en su instituto donde la consideran un bicho raro. Corren rumores de que es lesbiana y eso agudiza su situación de marginalidad.

El título de la cinta, que en español podría traducirse como “Jodido Amäl”, fue problemático en algunos países, aunque la película no contiene ninguna escena de sexo. El film fue distribuido en los países angloparlantes como Show Me Love («Muéstrame el amor»), que era además el nombre del tema principal de la banda sonora. En otros países recibió títulos igualmente suavizados: en Alemania se llamó Raus aus Åmål («Fuera de Åmål»); Láska je láska («Amor es amor») en la República Checa y Eslovaquia; Descubriendo el amor en Argentina y Chile; Amigas de colegio en Brasil, etc. Otros países europeos, como Francia, Italia y España, mantuvieron el título original. Al comienzo de la película, Elin se lamenta: ¿Por qué tenemos que vivir en este jodido y puto Ämal?

La banda sonora de Fucking Ämal fue seleccionada por Per Gessle, miembro de Roxette y Hakan Hellström. Clásicos del pop como I wanna know swhat love is de Foreigner con temas instrumentales y, sobre todo, canciones de pop-rock juvenil.

Esta película es una sencilla y tranquila radiografía de la juventud sueca descrita con ternura y sencillez por su director que aborda con delicadeza el descubrimiento de la orientación sexual en la adolescencia. Destacan los momentos de espontaneidad y naturalidad de la relación entre las protagonistas con uno de los besos más frescos del cine.

Se filmó en la ciudad de Trollhättan aunque la historia transcurre en Ämal. Puede ser que en esa localidad no gustase el título escogido para la cinta. En un principio, según estaba en el guión original, la cinta acababa con una escena en la que Elin y Agnes se alejaban agarradas de la mano. Lukas Moodyson y Alexandra Dahlström escribieron la escena final en la última etapa de producción.

Las críticas a nivel internacional fueron muy buenas. En palabras del director Ingmar Bergman, la cinta es la primera obra maestra de un joven maestro. Las jóvenes actrices protagonistas sorprendieron por su talento a pesar de que casi no tenían experiencia en el mundo de la interpretación.

Tomboy

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#cinelgtb

 

Película francesa estrenada en el año 2011 y dirigida por Celine Sciamma (Retrato de una mujer en llamas). La cinta se adentra en el sensible tema de la infancia trans a través de la historia de Laurie que con diez años quiere vivir conforme a su verdadera identidad y se presenta a sus nuevas amistades como Mikäel.

Sciama aborda el film con sensibilidad, sin caer en el dramatismo ni en la tragedia. La realizadora, a través de la mirada de un niño trans, hilvana una historia de tensión, suspense, un thriller. Según contaba la directora, su intención era que el film tuviera luz y por eso motivo lo sitúa en verano. No quería que la película fuese un drama. Tenía que ser algo dinámico, ni totalmente positivo ni absolutamente negativo. La intención de la realizadora era seguir el pulso de la infancia, rodar algo vivo, dinámico, conseguir que el público empatizase con ese niño trans protagonista.

La presencia de la infancia en el argumento era, para la realizadora francesa, garantía de veracidad, de frescura, de vida. Necesitaba encontrar a la persona perfecta para interpretar el papel principal. Buscaron en la calle, en las escuelas, en las agencias de publicidad. Al final la elegida fue Zoé Héran ya que tenía las cualidades perfectas para interpretar al personaje. La hija de la actriz Sophie Marceau interviene con un pequeño papel en la película.

En palabras del crítico Jordi Costa, Tomboy logra una delicado fusión entra la silenciosa elocuencia de su protagonista, Zoe Héran, y el lenguaje sensorial empleado por Sciama, capaz de transmitir todos los desvelos de ese cuerpo.

La cinta es un delicado y conmovedor retrato de la infancia trans. Una aproximación respetuosa y sútil al descubrimiento infantil de la identidad sexual. Una historia contada con delicadeza y emotividad.

Tema central de Tomboy es la manera en la que un niño trans toma conciencia de su realidad y hace frente a las dificultades que supone visibilizar su identidad sexual a otras personas y, en especial, a su madre y a su padre.

Los prejuicios infantiles hacia la diversidad sexual que se muestran en la película, son un reflejo del rechazo a la diferencia que los adultos transmiten a la infancia y que en la cinta se resume en una frase: Es asqueroso.

La transfobia es una forma de violencia extrema hacia la infancia trans que no tiene por qué materializarse en agresiones físicas. Los insultos, el rechazo y el aislamiento social también son formas de agredir.

A través de la historia de Mikaël, la película quiere hacer consciente al público de la necesidad que tiene ese niño trans de vivir conforme a su identidad, de ser aceptado y de habitar el mundo de forma segura.

 

Un retrato de la realidad trans

Por Alba Laguna 

 

Lena, Saya, Cristina, Alicia, Yolanda y Tina. Al igual que la Tierra, nuestro interior está formado por distintas capas y estratos, que van forjando nuestra identidad y relatan nuestra historia de vida. ¿Quiénes somos y cómo hemos llegado hasta ahí?

En Sedimentos, seis mujeres trans, compañeras del proyecto I-vaginarium, viajan a un pequeño pueblo leonés donde explorarán insólitos paisajes, así como los entresijos de su propia personalidad. Como si de una familia se tratara, las protagonistas comparten momentos de confesiones, risas, llantos, enfados y reconciliaciones. La vida en estado puro. Buscando respuestas sobre aquello que las une como grupo, aprenderán a lidiar con sus diferencias. El director valenciano Adrián Silvestre ha construido un documental tierno, honesto, lleno de empatía y humor, donde se profundiza en temas como la individualidad y la necesidad de pertenencia. Sin duda, Sedimentos es una de las mejores obras de no ficción del año y confirma a Silvestre como una de las voces más interesantes e innovadoras del panorama cinematográfico. Sus obras anteriores, entre las que destaca Los objetos amorosos -una historia de homosexualidad femenina e inmigración- así lo anunciaban.

La gran naturalidad que consigue Silvestre es fruto de un trabajo minucioso y constante con sus protagonistas, una relación de confianza forjada poco a poco. El resultado es una película fascinante y conmovedora, que removerá más de una conciencia huyendo de clichés y tópicos. Yolanda Terol, Lena Brasas, Tina Recio, Cristina Millán, Alicia Benito y Saya Solana son como son, seis mujeres trans de diferentes generaciones que se expresan con sinceridad a lo largo de todo el metraje y que comparten sus historias y su intimidad. Siempre acompañadas, a través del sorprendente paisaje leonés, por la impecable fotografía de Laura Herrero. Sedimentos podría considerarse una actualización natural de Vestida de azul, el documental de Antonio Giménez Rico de 1983. Una nueva visión de la realidad transexual cuarenta años después.

Sedimentos es una producción de Adrián Silvestre Films y Testamento PCT que se presentó en la Sección Oficial del Festival de Cine de Málaga y ha ganado recientemente la Espiga Arco Iris de la Seminci de Valladolid y los premios al mejor largometraje documental, mejor dirección y premio del público en el Festival LesGaiCineMad. Además de numerosos premios en festivales internacionales, encandilando al público y a la crítica allá donde va. El documental ha sido preseleccionado para los Premios Goya 2022, una ocasión inmejorable de dar visibilidad a la realidad trans y de reivindicar los derechos del colectivo.

Disidentes – Cuando el cine te salva

Por Andrea Cay, (@AndCay_)

Pixabay

Me toca ponerme un poco egocéntrica hoy y hablar de una experiencia que, personalmente, no me cambió la vida (o sí), pero consiguió que los años más complicados que pude tener, a la hora de empezar a afrontar que no entraba en ninguna de las categorías impuestas, se hiciesen más amenos: el cine.

Supongo que muchas de nosotras, o al menos espero, pudimos encontrar algo que conseguía salvarnos cuando la jornada no parecía que fuese a mejorar. Salías del instituto, o decidías saltarte las clases porque sabías que hoy no era el día indicado, no ibas a aguantar seis horas ahí.

O quizás, no. A lo mejor el problema surgía en casa: encerradas en viviendas de 65 metros cuadrados en donde, por falta de comprensión o violencia física, podíamos vivir una pesadilla diaria.

Creo que todas soñábamos con magnificar nuestra capacidad para desaparecer, ¿por qué si no éramos entendidas, ni éramos queridas, simplemente no nos podían dejar en paz?.

Para muchas, quizás fue una amistad, un libro, una afición, una forma de desestresarse. Utilizamos lo que tuvimos cerca para poder crear nuestro propio salvavidas, un pequeño lugar en el que sentirte aceptada o cómoda en algún momento.

Gracias a Internet y a la mayoría de horas solitarias que me había pasado en muchos momentos de la adolescencia, conseguí encontrar un espacio que me alejó del mundo real, que me transmitía esa paz que necesité: el cine.

Es cierto que la heterosexualidad era (y es) dominante este arte, pero a mí me gustaba poder ver los problemas de otras personas, viajar a otras ciudades y conocer a personalidades excéntricas o depresivas que me maravillaban. Lee el resto de la entrada »

‘Girl’, esencia femenina sin maquillajes

Por Carolina Laferre (@TSM_es), de Trans·socialmedia – Identidades 3.0

 

Después de verla, me cuestiono por qué hemos tenido que esperar tanto para poder ver una película como esta. Incluso el propio título, Chica,  en su sencillez absoluta, sugiere un guión que se podría haber abordado ya hace tiempo. Sería de idiotas negar que Una mujer fantástica ha recibido la atención necesaria para abrir los ojos de una sociedad cada vez más implicada con la causa trans femenina, aunque, como ya comenté en su momento en aquí, diría que se trata más de una película importante que una gran película de Oscar y que predica demasiado “a coro” los prejuicios y victimarios a los que estamos acostumbrados, como para que se la considerara tan “universal”.

“Girl”, sin embargo, es una película importante y excelente, que canaliza el amor, la comprensión auténtica de lo que significa la transexualidad femenina en la adolescencia. Creo sinceramente, que es incomparablemente más poderosa por esta razón, que cualquier otra que haya cumplido, o tratado de cumplir, la misma función. El actor y bailarín Victor Polster interpreta de forma impecable y auténtica la transexualidad legitimada, genuinamente femenina, en un rol increíblemente andrógino y en un papel muy cercano a las emociones de cualquier chica de la edad que representa. Lee el resto de la entrada »

Más que una historia de amor lésbico, Carmen y Lola

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina)

Escena de la película Carmen y Lola

Es miércoles, casi mitad de la semana y tenemos una invitación para asistir a la premier de Carmen y Lola, película dirigida por Arantxa Echevarría, ya presentada en el pasado Festival de Cannes.

Quedamos media hora antes en la boca de metro de Plaza España, junto al Edificio España. Subimos por la Gran Vía caminando y charlando hasta el Palacio de la Prensa. Cuando llegamos, pasamos directamente a la entrada. Dimos nuestros nombres, simplemente como referencia. Parece que la previsión de asistencia ha superado las expectativas. Se ha habilitado más de una sala para poder dar cabida a la numerosa asistencia. Tratándose de una película sobre mujeres, dirigida por una mujer, lo celebramos aún más. Lee el resto de la entrada »

No somos fantásticas

Por Carolina Laferre (@TSM_es), de Trans·socialmedia – Identidades 3.0

Sebastián Lelio y Daniela Vega en la gala de los Oscars 2018

¿Está la nueva generación de actrices trans al borde de proporcionar un gran avance social? Probablemente, con todo el progreso que se está haciendo en la televisión, la industria del cine está muy ocupada tratando de ponerse al día, después de años en los que personajes trans femeninos en Hollywood, a menudo han sido interpretados por actores cisgénero. La última película de Daniela Vega sigue el ejemplo de la televisión -y alguna que otra cinta para la gran pantalla- confirmando que, nadie que conozca poco o nada el entorno de la transexualidad, puede defender un papel actoral con dignidad. Se necesitan buenas historias, pero, sobre todo, que sean auténticas.

UNA MUJER FANTÁSTICA presenta a una mujer real como la vida misma, y va a representar, definitivamente, un salto cualitativo y cuantitativo para las mujeres trans en el cine. El guión es impetuoso y valiente, en la forma en que muestra a su protagonista, en un grito de denuncia -con la boca bien abierta- ferozmente individualista, mientras trata de sobrevivir a golpe de legitimidad. Lee el resto de la entrada »

X edición de La Pecca: cine de ambiente para ver hoy en Sevilla

Por Maribel Povedano, Coordinadora Área de Cultura de la Asociación Defrente y de La Pecca

  Parece que no haya pasado el tiempo, pero ya hace 10 años que la Asociación DeFrente organizó por primera vez el Pequeño Certamen de Cine de Ambiente – La Pecca. Fue en un centro cívico de Sevilla con apenas 50 asistentes y 17 cortometrajes presentados a concurso, casi todos ellos de producción española. 

Año tras año, desde entonces, el Certamen ha ido creciendo en todos y cada uno de los aspectos que lo conforman, siendo en la actualidad un importante evento cultural LGTB de la capital andaluza. Lee el resto de la entrada »