Nieves Gascón (@nigasniluznina), apasionada de la literatura y trabajadora social, nos recomienda hoy (y nosotras con ella) la lectura del primer cuento chileno sobre diversidad sexual. Un cuento rodeado de una inaudita polémica por el fuerte rechazo que ha tenido desde sectores evangélicos. Rechazo trasladado a la vida publica y a los tribunales donde hace pocos días la Corte de Apelaciones de Temuco rechazó un recurso que pedía la prohibición de su distribución. Mientras otros recursos están pendientes de ser resueltos el cuento está siendo un éxito de descargas y abierto el debate en Chile sobre las familias homoparentales.

«Todas las familias merecen respeto, protección e igualdad de derechos», así comienza el cuento Nicolás tiene dos papás, presentado el pasado mes de octubre en Chile, a iniciativa del Movimiento de integración y liberación Homosexual (Movilh), apoyado por la Junta Nacional de Jardines de Infancia y realizado en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile. Su publicación ha impulsado críticas de sectores sociales más conservadores y el debate sobre la conveniencia o no de su lectura por las y los más pequeños. La discusión concluye precisamente leyéndolo y disfrutando de los matices de un cuento que esencialmente trata, desde la perspectiva infantil, sobre relaciones familiares.
Un cercano relato de Leslie Nichols y Ramón Gómez con grandes ilustraciones de Roberto Armijo, nos acerca en primera persona a Nicolás y su vivencia en su familia homoparental. Mostrando todo aquello que un niño necesita como el juego y la convivencia con adultos con los que comparte su vida cotidiana en un ambiente de cariño y respeto, muestra un modelo educativo adecuado a las necesidades y bienestar de cualquier niño y/o niña.
Nicolás de Chile, España o cualquier otro lugar del planeta, cuidado y querido, con suficiente información para dar y hacer entender sobre su entorno familiar, nos hace caer a sus pies ante tan sencillo apercibimiento de una realidad cercana y amable.
Como cualquier otro grupo familiar, quizás no exento de conflicto pero lleno de sentido para Nicolás, se establece una estilo relacional que le permite aprender de sus padres sobre fútbol y dinosaurios más que otros compañeros y compañeras del colegio o que sus amigos y amigas, a quienes a su vez, puede enseñar sobre diversidad mejor que nadie.
Nicolás sabe que todo el mundo viene de una madre biológica y que vivimos en familias muy diversas. Pero sobre todo sabe que cuenta con dos papás que cuando está enfermo o se siente mal, le cuidan y se preocupan.
Un Nicolás de ojos grandes y gran expresividad. Un cuento con detalles visuales que no debemos perdernos. Con un mes sólo pero mucha fuerza para trasmitir algo tan sencillo como que las familias están formadas por personas que se quiere, se respetan y se preocupan de las y los más pequeños porque estos y éstas así lo requieren. No hace falta más que un poco de sentido común y abrir los ojos a la realidad: la diversidad familiar presente y visible.
Después de conocer a Nicolás sólo se me ocurre abogar por la buena crianza, el bienestar infantil, la educación en valores para la convivencia, el respeto y los derechos humanos.
Puedes descargarte el cuento aquí