El Gobierno de Canarias prevé dar por estabilizado el incendio forestal de Tenerife antes de que concluya esta semana, un siniestro que con casi 15.000 hectáreas quemadas y un perímetro de 90 kilómetros es ya el más grave sufrido por la isla en los últimos 40 años y el peor incendio en nuestro país en lo que va de año.
Frente a multitud de voces no cualificadas que estos días se atreven a dar diagnósticos sobre las causas que han podido provocar el fuego, su impacto en el medio natural y cómo afrontar su hipotética recuperación, la prestigiosa Asociación para la Recuperación de la Biodiversidad Canaria (ACBC), detrás de la que están importantes técnicos, científicos y gestores ambientales, acaba de difundir una nota de prensa absolutamente clarificadora.
En su opinión experta, el incendio de Tenerife «es una gran catástrofe ecológica que se repite» y cuya gestión sigue sin afrontarse de una manera científica y realista.
Muy resumido, éstas son las principales demandas de la ACBC:
- Critican que se culpabilice al estado del monte de la virulencia del fuego, cuando «son los criminales que han provocado este incendio los únicos responsables».
- Contradicen la idea generalizada de que la flora canaria está adaptada al fuego, remarcan que su impacto es tan negativo como en su mayor parte desconocido, y que el pinar canario es mucho más que pinos y codesos.
- Es necesario dejar que la laurisilva recupere muchas zonas del norte donde se plantó equivocadamente pino canario.
- Es fundamental recuperar la ganadería y la agricultura en las zonas rurales como parte de la solución, pero ambas actividades económicas no pueden ser consideradas por sí solas herramientas de gestión forestal.
- Es importante controlar las poblaciones de herbívoros invasores que se alimentan de las especies autóctonas e impiden la recuperación del bosque.
- Es urgente un plan de restauración posincendio integral, que sea lo suficientemente rápido como para desarrollar acciones fundamentales como la lucha frente a la erosión del suelo.