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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

La sorprendente explicación científica al cambio de personalidad de los pingüinos

El pingüino macaroni o de penacho anaranjado. Foto: Pixabay

Los animales tienen personalidad propia, eso ya no lo duda nadie. Lo que está sorprendiendo, y mucho, a los científicos, es que esa personalidad individual es determinante para garantizar la supervivencia del grupo, pero que también se ve influida por los cambios ambientales. Por ejemplo, el cambio climático está modificando algunos rasgos de la personalidad de los pingüinos de la Antártida, según ha comprobado un equipo de científicos españoles, que han observado que el hecho de que un animal se muestre más tímido, agresivo o explorador puede ser determinante en su supervivencia o reproducción.

Son los resultados preliminares del proyecto «Perpantar. Consecuencias ecológicas y evolutivas de la personalidad en pingüinos antárticos en un mundo cambiante», que forma parte de la Campaña de Investigación Antártica Española 2024 y que está financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Pingüino emperador con su cría. Foto: Pixabay

Pingüinos en emergencia climática

Los pingüinos son los primeros en sufrir la emergencia climática y actúan como centinelas de la conservación del ecosistema antártico, por lo que conocer en profundidad los cambios que están experimentando en su comportamiento proporciona a los científicos modelos predictivos de las consecuencias del cambio climático en la Antártida más precisos «para poder actuar antes y mejor para prevenir los riesgos».

Lo ha explicado a EFE Verde Virginia Morandini, investigadora principal del proyecto y científica del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) desde la base Gabriel de Castilla, ubicada en la Isla Decepción, en una nota de prensa difundida por la Agencia Estatal de Investigación. La Península Antártica es una de las regiones del planeta donde las temperaturas han aumentado más y de forma más rápida, y ese incremento ha afectado a la dinámica oceánica produciendo una disminución de la extensión del hielo marino que podría estar afectando a la cadena alimentaria, provocando una caída en la abundancia de «krill» (pequeños crustáceos) que afecta a los principales depredadores, como los pingüinos.

Según los investigadores, incluir el estudio de la «personalidad» en el contexto de cómo las poblaciones de pingüinos se enfrentarán a los cambios ambientales es crucial para la comprensión de sus efectos considerando el carácter de los pingüinos antárticos como «centinelas del ecosistema”.

Pingüinos con personalidad

Los pingüinos son un grupo de 22 especies de aves marinas distribuidas en el hemisferio sur que se enfrentan a problemas específicos de conservación. Las principales amenazas identificadas son el cambio climático y la sobrepesca que afectan a la cadena alimentaria junto con las molestias humanas, la destrucción del hábitat, la contaminación y las enfermedades emergentes.

Estos animales se enfrentan a problemas específicos de conservación, y sus principales amenazas son el cambio climático y la sobrepesca -que afectan a la cadena alimentaria- junto con las molestias humanas, la destrucción del hábitat, la contaminación y las enfermedades emergentes.

Los investigadores han subrayado que el comportamiento individual (la «personalidad») tiene consecuencias en los procesos ecológicos, como las relaciones depredador-presa, interacciones parásito-hospedador, competencia, sociabilidad, apareamiento, crianza, cuidado parental, demografía, dispersión, colonización o distribución en los hábitats.

El proyecto se enmarca en el área de estudio de la Ecología Evolutiva, en la que se estudian rasgos adaptativos focalizados en el individuo, más allá de la especie, para entender los factores que influyen en su supervivencia y reproducción.

Entre los hallazgos de los investigadores destaca la presencia de garrapatas en colonias que estaban libres de ellas hasta ahora, así como algunos agentes infecciosos (hemoparásitos) transmitidos por esos parásitos, lo que está afectando a algunas pautas de su comportamiento.

Además, los investigadores han registrado movimientos migratorios hacia posiciones con tendencias más al Sur y al Oeste de las conocidas hasta la fecha, y han comprobado que algunos individuos se desplazan hasta 5.000 kilómetros.

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