Entradas etiquetadas como ‘educación sexual’

Zoofilia

Por @MoscasDeColores

 

“La fornicación contra natura realizada entre hombres o de personas con animales se castigará con pena de cárcel; también se podrán retirar los derechos civiles.”

(código penal alemán siglos 19 al 20)

“a nuestros niños con ocho años, ahora, se les dan unos cursillos en que, bueno, aquí tengo alguno, por cierto, en que se les dice que, bueno, tienen que probar a ser niña, y a la niña ser niño y, y todo esto con ocho años, y probar nuevas prácticas sexuales y explicárselas a las demás, y hablan de zoofilia y de parafi…, y todo esto se lo cuentan, esto se lo cuentan talleres”

(Rocío Monasterio en una entrevista en esRadio, siglo 21)

 

Hay quien tiene la convicción de que si una persona es una mujer, entonces su cuerpo es el de una mujer, su expresión es la de una mujer y su anatomía es tal que es especialmente complementaria a la de una persona que es un hombre, cuyo cuerpo es el de un hombre, que se expresa como un hombre y cuya anatomía es especialmente complementaria a la de una mujer. Es un determinismo biológico, es lo natural, es lo obvio, y además es lo que posibilita la reproducción. Salta a la vista que es la verdad.

Esta idea, esta creencia, es muy antigua. Lleva con la humanidad mucho tiempo, y ha llegado hasta hoy a través de dos vertientes, la religiosa, en la que el sexo es solamente reproductivo, y la científica, ya superada en parte, en la que cualquier cosa que estuviera fuera de ese paradigma psico-biológico y determinista, era una desviación, que integraba la homosexualidad en el grupo de las filias.

La vertiente religiosa nos lleva hasta el Levítico, en el que se intentaba controlar el comportamiento sexual que entonces existía de facto, como el sexo con familiares, el sexo con animales, o cualquier actividad sexual que no fuera procreativa, como el coito anal o la felación.

La vertiente científica iniciada a finales del siglo 18, pretendía clasificar y explicar la diversidad sexual que existía, también de facto, y lo hacía con la idea de lo normal y lo desviado.

Las palabras de Rocío Monasterio tienen que ver con esa visión religiosa, procreativa y patologizadora de la sexualidad, pero además expresan implícitamente el reconocimiento de la diversidad sexual: la diversidad sexual existe, pero no nos gusta, no la queremos.

Y como no la quieren, patalean, como quien sabe que no tiene más remedio que aceptar la realidad, como quien sabe que su visión del mundo no es, finalmente, la comúnmente aceptada.

Pero, que a nadie le quepa la menor duda, Rocío Monasterio sabe que lo que dice es falso, pero utiliza esta herencia cultural, que todo el mundo conoce, para hacernos chantaje sentimental, porque como decía nuestro querido Eduard Punset, a la bacteria hay que darle un argumento.

Si cuando el debate del matrimonio igualitario exageraban diciendo que ¿qué sería lo siguiente? ¿Casarse con una cabra?, con el debate sobre la educación sexual, relacionan la diversidad sexual con la zoofilia. ¡Oh my god! ¡¡¡Enseñar zoofilia a los niños!!! Hay que proteger la infancia.

Relacionar la diversidad sexual con la zoofilia es la misma estrategia que relacionar la homosexualidad masculina con la pedofilia, es apelar a los mejores sentimientos de las personas que no quieren ningún mal para la población infantil y juvenil. Lo mismo que hacen en Rusia y en otros países de su entorno.

Pero lo que en realidad están haciendo es creerse con el derecho a enseñar a sus niñas y niños que la realidad es distinta a la que es por el mero hecho de que la realidad les disgusta, pero dando un paso más que, por ejemplo, los Estados Unidos, donde el creacionismo y la evolución de Darwin están en el mismo nivel de verosimilitud. Porque les disgusta, pero también, porque les interesa pescar en un caladero de votos en el que reina por su ausencia la cultura sexual.

En este mundo hay personas transgénero, hay personas homosexuales, asexuales, intersexuales, una tipología amplia y específica, hasta 58 identidades apunta Monasterio, que ella querría ver reducidas a una: las anormalidades. Negando a las generaciones jóvenes la realidad que ella misma reconoce, no pretende otra cosa que mantenernos sexualmente analfabetos.

Y por eso hace lo que hace Rocío Monasterio. Y con ella Putin, Salvini y Orbán entre otros. Hipocresía, incultura, votos, votos, votos… Y por eso dice lo que dice Monasterio, con ese tono suave, casi susurrando: zoofilia y parafi.

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Tenemos dos mamás, ¿de dónde venimos?

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina)

Hace bastante tiempo, justo en mi momento preadolescente, que entonces no era una etapa vital ni importante ni diferente, mi madre consideró que ya debía saber sobre sexo y reproducción humana. Sin venir a cuento de nada, me dio un libro: ¿De dónde venimos? (1973) de Peter Mayle, con simpáticas ilustraciones de Arthur Robins, editado por primera vez en España en 1975, que se convirtió en un referente para la educación sexual de niños y niñas en los años ochenta. Tuve la suerte de disponer del libro el tiempo necesario para darle más de una vuelta y reflexionar. Mi madre desapareció y creo que no hablamos jamás directamente de sexo.  No obstante me podía dar por satisfecha porque era una mujer moderna, capaz de adquirir y proporcionarme información sobre sexo “valiosa y contrastada”. Lo más extraño era trasladar todo aquello a algo sucedido para que yo viniera al mundo, en la intimidad de la relación de pareja de mi madre y mi padre. Lee el resto de la entrada »

Yo soy tu abuela, la del mejillón

  1. Por Ana Sierra (@anasierraes) autora de “Conversaciones sexuales con mi abuela”

 Esta frase la escucho cada día desde que publiqué “Conversaciones sexuales con mi abuela”, con la editorial Kailas. Pero no es una confesión al estilo Darth Vader, “Luke, yo soy tu padre” sino la simple e inevitable identificación con una mujer nacida en 1920, por muy sorprendente que resulte. Tan lejos en años y tan próxima en risas, dudas y necesidad de aprender sobre sexualidad, relaciones afectivas y gozar, más allá de su género, orientación o historia de vida.

Pero esto no es nuevo para mí. Ya sabía yo que quedaba mucho de mi abuela en este siglo. Lo veía en los medios de comunicación, las redes sociales, en mi entorno, en consulta y hasta en mí misma, por muy sexóloga que una sea.

Adoro verme reflejada en los personajes de los libros que caen en mis manos, al igual que sucede cuando veo una película o escucho una canción. Cuando eso ocurre, noto la magia. Aunque esa magia no sea más que algo natural que generamos, de manera inconsciente, para que decidamos, por fin, trabajar alguna de nuestras asignaturas pendientes. Lee el resto de la entrada »

Homofobia y SIDA

Por Jesús Generelo (@JesusGenerelo) presidente de la FELGTB

Tras la avalancha de buenos propósitos y escasas políticas que acompaña al Día Mundial de la Lucha contra el Sida parece un buen momento –en realidad, siempre lo es– para reflexionar sobre una de las causas que han dificultado que la pandemia tuviera la respuesta colectiva, unánime y poderosa que merecía: la homofobia.

No están tan lejos los tiempos en los que los muertos por sida se contaban por millares mientras que el presidente de los EEUU no se dignaba a mencionar jamás la temida palabra. Ni la época en la que nuestro país encabezaba las cifras europeas de infecciones por VIH mientras la respuesta del Ministerio de Sanidad era un anuncio con un chico y una chica del brazo que abrían un paraguas. Eso, cuando no se producía un escándalo mayúsculo por unos dibujos de circulitos fornicadores. Lee el resto de la entrada »

Sexo seguro entre mujeres

Imagen de la camapaña #TortaNoSeasPastel

Imagen de la campaña #TortaNoSeasPastel

#TortaNoSeasPastel es el nombre de una de las campañas de sexo seguro entre mujeres con mejor buen gusto que se ustedes ver. Su vídeo de algo más de 3 minutos combina humor e información: Lee el resto de la entrada »

¿Qué educación sexual es apta para menores?

Por Nayra Marrero (@nayramar)

«Proponemos una asignatura cuyo temario esté libre de cuestiones controvertidas y susceptibles de adoctrinamiento ideológico».

Bajo esta idea quedó capada ‘Educación para la Ciudadanía’. Son palabras del Ministro de Educación, José Ignacio Wert, un tipo para el que hablar en términos de igualdad de la diversidad sexual o familiar era meterse en camisas de once varas pero excluirlas del temario era hacer las cosas como Dios manda. Pues eso.

La censura, esa herramienta con la que se armariza todo aquello que no se quiere ver u oír por prejuicios morales o ideológicos no sólo está en manos del Gobierno. También la utilizan empresas privadas que gestionan los medios de comunicación, las editoriales, los espacios escénicos o expositivos y, por supuesto,  las empresas gestoras de redes sociales. Cuando hablamos de las redes sociales a veces parece que estamos ante un espacio en el que tú y yo nos encontramos sin mediación, pero esa idea es tan inocente como equívoca.

Nayara_ChangeY ahí tenemos el caso de Nayara Malnero, una psicóloga y sexóloga que creía que con sus vídeos se dirigía a gente particular y que se ha encontrado con el filtro de la censura de un gigante empresarial llamado YouTube.

En sus vídeos no hay violencia, no hay sexo explícito, no hay desnudos, no hay expresiones soeces… Sin embargo YouTube ha decidido que sólo pueden verlo mayores de 18 años ¿y qué es lo que muestra Nayara en sus vídeos? Enseña a colocar un preservativo.

Y para YouTube está feo que los menores aprendan a ponerse un preservativo aunque la edad media de la primera relación sexual en España sean los 16 años (y a los 16 ya hayan tenido relaciones el 21,7% de los jóvenes de este país).

Para YouTube está mal que se muestre cómo colocar un condón con la mano o con la boca aunque más de 8 millones de personas hayan encontrado interesante el primer vídeo que grabó al respecto en 2011 y que sólo contiene información objetiva y profesional para usar un método barrera en las relaciones sexuales con penetración entre un hombre y una mujer o entre dos hombres..

Hay un déficit de educación sexual clara, seria y no sesgada (porque de sexo se habla y mucho) que censuras como las de YouTube no hacen sino multiplicar. En vez de tender a que los adolescentes reciban información objetiva que luego puedan usar cuando la necesiten, tendemos a esconder bajo la mesa un tema que creemos controvertido por las estrechas miras de una educación castradora, a gusto del señor ministro en la materia.

Me recuerda a un anuncio que vi hace un par de veranos en El Salvador que mostraba a un niño pegado a una maquinita y decía: “mientras tanto no te pregunta de dónde vienen los bebés”. El problema es que aunque no escuches su pregunta, la duda no desaparece, la necesidad de información sigue estando ahí.

Por eso es importante que YouTube libere los vídeos de Nayara. Ella ha puesto ya de su parte iniciando una recogida de firmas en Change.org que ya lleva más de 36.000 en poco más de 4 días. Ahora toca que el resto nos preguntemos qué información sexual queremos que tengan nuestros menores, si la que puede ofrecer una sexóloga en un vídeo educativo o la que muestran otros canales de sexo tan accesibles y bien promocionados en Internet.