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Hablamos con Iván León, autor de ‘Oh, feliz culpa!’

Por Victor Mora (@Victor_Mora_G ‏)

 

Oh, feliz culpa! es la primera novela de Iván León, y es también el primer testimonio sobre las llamadas “terapias de conversión” que, dentro de la Iglesia Católica, se realizan a personas del colectivo LGTBI+. Este libro es una experiencia novelada, un relato del presente que expone hechos, situaciones y consecuencias que, erróneamente, muchos creen que forman parte únicamente del pasado. Hablamos con su autor.

 

– ¿Qué nos vamos a encontrar los lectores en ¡Oh, feliz culpa!?

Creo que una de las notas principales de este relato sería su normalidad. Y ese, precisamente, es su punto fuerte. Me explico. Cuando se habla de estos temas (terapias de conversión y cosas por el estilo) solemos pensar en cosas terriblemente obscenas: campamentos al estilo norteamericano, terapias de aversión de los años cincuenta y cosas así. Y es un error. A día de hoy estas cosas suceden entre bambalinas, discretamente. Son, en la mayoría de casos, machaques constantes, discursos funestos y una fuerte presión social. Por eso, creo que cualquiera que se acerque a este relato podrá comprobar como, sin apenas darse cuenta, ha ido introduciéndose en un bucle del que es difícil salir. Otra característica es que, partiendo de esa misma normalidad, genera una gran intimidad. ¿Quién no ha experimentado la incertidumbre en sus propias carnes? ¿O quién no se ha enfrentado a un cierto cuestionamiento? En ese sentido, creo que es fácil que haya una cierta empatía entre narrador y lector, lo que facilita mucho la tarea de inmersión. Y, por supuesto, eso mismo permite definir imágenes mucho más vivas para que también sea posible disfrutar del relato.

 

– ¿Qué te llevó a decidirte a escribir tu historia?

Supongo que el independizarme, en sentido amplio. El salir de casa me exponía a grandes preguntas. Ya no era un yo metido en una estructura, sino que me enfrentaba en soledad a un montón de experiencias nuevas. Necesitaba construir un relato que respondiese a quién era. Un relato que me permitiese tomar posesión de mí mismo y presentarme ante el mundo. Un relato sobre el cual poder edificar. Y eso pasaba por integrar algunas experiencias complejas. El escribir sobre esta etapa fue, por decirlo así, algo providencial. Durante una visita a la UCM, donde me formé, estuve charlando con un profesor y le comenté lo que me rondaba por la cabeza, las dudas sobre ese proceso de construcción de la identidad. Y su respuesta fue sencilla: “Escribe. Somos filólogos, ¿no? La formación que os proporcionamos no es únicamente académica, sino que podéis aprovecharla para vuestra vida.” Y realmente aquella conversación fue lo que, durante el confinamiento, me animó a escribir toda esta historia.

 

– ¿Cómo fue el proceso de escritura?

Terrible. Algo más en serio, diría que ha sido un proceso complejo, lleno de baches. Uno de los primeros problemas fue encontrar el tono adecuado. ¿Desafiante? ¿Lastimero? ¿Algo más neutro? Sin embargo, una tarde, durante una charla, se me ocurrió una idea sencilla: presentar mi experiencia subjetiva como una suerte monólogo interno. Algo así como permitir al lector acceder a mis vivencias, aunque con la distancia que proporciona la retórica. En términos algo más mundanos, hubo días y días. Algunos días fueron una auténtica catarsis y otros, simplemente, rellenar el espacio literario. Supongo que, para entendernos, debe ser similar al proceso de creación de una pintura: hay días que das vida a la figura principal y otros, te limitas a iluminar el fondo. En resumen, ha sido un proceso largo, aunque he contado siempre con ayuda y referentes.

 

– Hablas en varias ocasiones de la tentación de ceder al olvido, ¿crees que eso es posible? Creo que en tu novela hay un enlace muy bonito entre la historia personal y la memoria colectiva, sobre todo para quienes entendemos que la memoria es algo vivo, es decir, que afronta problemas y situaciones que aún están lejos de haber quedado atrás. ¿Qué piensas sobre este tema?

Olvidar. En cierto sentido, olvidar sería algo similar a negar. Negar un hecho o una experiencia concreta. Y negar no es más que una forma, respetable, de gestionar algún aspecto concreto de la realidad. Aquí que cada uno gestione como pueda, que bastante tenemos con lo que tenemos. Aunque creo que, en la medida de lo posible, hay que afrontar las experiencias vitales con cierta osadía. Tratando de hacerlas nuestras para poder sacar algún partido de ellas, si es que fuese posible. Y si no, para, al menos, poder revisitar aquellos lugares sin aquel terrible estrés que provoca el trauma. Por otra parte, creo que la relación entre el individuo y la colectividad es muy estrecha. Uno no puede ser si los demás no le ayudan a ser. Y, por supuesto, la colectividad no puede constituirse si cada uno de los individuos no se integran en ella. Hay que acabar con el mito del self-made-man, porque nos aísla y nos impide establecer vínculos de confianza y apoyo. Y, precisamente, sin estos vínculos, sin esta confianza, creo que nos veríamos abocados al desastre porque una de las principales estrategias de supervivencia siempre ha sido la comunicación de saberes. Algún humano comunicaba a otro tal o cual saber, o amenaza, y así el grupo podía valerse de ese conocimiento para sobrevivir. Creo que aquí ocurre algo similar: la experiencia personal de cada uno puede ayudarnos no sólo a constituirnos como colectividad, como sociedad, sino que además puede ayudarnos a desarrollar estrategias adaptadas a la realidad que se nos presenta.

 

– “Yo tampoco sé ser un hombre, pero ¿a quién le importa?” Cuánto pesan los estándares del género, cuánta violencia pueden crear… algunas ideas presentes en tu novela. ¿Es que lo hacemos mal, es que no lo somos, o es que nadie tiene la potestad de decir quién es qué salvo uno mismo?

Creo que habría que empezar por el principio y preguntarse qué es eso de ser un hombre. Porque dependiendo de quién plantee la pregunta, fijará un estándar u otro. Y, en cualquier caso, creo que ese estándar seguiría sin ser universalmente válido. Porque definir un ideal así resulta extremadamente complejo Algunos podrían apelar a los cánones y cosas así, pero, ¿a qué cánones nos apegamos? Porque hay tantos hombres como momentos históricos y grupos culturales, cada uno de los cuales tiene una pretensión de verdad y universalidad que resultan soeces en conjunto. Así que, ¿con qué hombre nos quedamos? En cualquier caso, creo que muchas veces es una obsesión social más que un problema real. Si uno es funcional y consigue articular un relato que le sirve para encarar la realidad, ¿cuál es el problema? Creo que la verdadera preocupación debería ser el poder construir relatos cercanos y prácticos y que tengan un gran potencial explicativo para la propia persona. Tratar de definir una masculinidad y una feminidad hegemónicas e inmutables me parece un burdo intento de categorizar y cauterizar la realidad para poder etiquetarla y hacerla manejable.

 

“Aquel pasillo parecía no tener fin. Avanzaba penosamente, sin tener aún claro qué sucedería a continuación. Y, sobre todo, seguía sin tener la completa certeza de que aquello fuese a funcionar.” Así comienza “Vorágine”, la primera parte de tu libro, unas líneas que marcan el inicio de aquellos encuentros… desde el ahora, ¿qué te gustaría decirle a tu yo de ese entonces?

Creo que no sabría bien qué decirle. Seguramente lo mirase en silencio con cierta simpatía y lo dejase marchar. Aunque es probable que le viniese bien saber que, en realidad, todo va mucho menos en serio y mucho más en serio de lo que aparenta. Sería, simplemente, una cuestión de afinar la comprensión. Pero claro, eso es algo que te da el tiempo. Así que es normal que cometamos ciertos errores de ese tipo.

Oh, feliz culpa! de Iván León, editada por Egales y con prólogo de Víctor Mora, ya disponible en librerías y en la web de la editorial.

La salida del armario de las personas creyentes

Por Óscar Manuel Escolano, coordinador del Grupo de Fe y Espiritualidad de la FELGTB

Acto ecuménico en memoria de los fallecidos en el atentado de Orlando (EEUU) – 2016

El 11 de octubre conmemoramos el Día Internacional de la Salida del Armario. Desde 1988 las personas LGTBI visibilizamos públicamente que estamos presentes en todas las instancias sociales y que somos parte integrante de la ciudadanía. Para nuestro colectivo se trata de un día festivo en el que hacemos patente el colorido patrón que hila la sociedad.

No obstante, este día también nos recuerda que aún escondemos quiénes somos en muchos ámbitos y lugares; que allí nos obligamos a negar una parte importante de nuestra identidad. Demasiadas personas LGTBI sienten miedo o vergüenza de expresarse o hablar de quienes son, de sus afectos, de sus deseos, de sus certezas. Cada 11 de octubre volvemos a alzar la voz por aquellas personas que no lo pueden hacer o no se atreven.

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‘Varón y mujer los creó’: una ocasión perdida para el auténtico diálogo

Por Crismhom (@CRISMHOM_)

Foto: Colégio Nossa Senhora Auxiliadora

Las comunidades de católicos LGTBI estamos de nuevo sobresaltadas, preocupadas e incluso indignadas con la publicación del documento «Varón y Mujer los creó. Para una vía de diálogo sobre la cuestión del género en la educación«, redactado por la Congregación para la Educación Católica de El Vaticano.

Lo primero es preguntarse de nuevo, cómo es posible que en pleno siglo XXI pretenda fundamentarse la antropología cristiana en una interpretación literal del Libro del Génesis. Este tipo de fundamentalismo bíblico ha conducido ya a la Iglesia en el pasado a tristes enfrentamientos y una gran pérdida de credibilidad, como ocurrió con su oposición a la Teoría de la Evolución.

El documento no deja de referirse, incluso ya en el propio título al diálogo y la escucha, pero es un ejercicio ininterrumpido de solipsismo intelectual en el que solo se oye la voz monótona de la jerarquía clerical, que se cita continuamente a sí misma. Ni una sola cita del texto se refiere a obras o documentos no emanados del propio Vaticano. Lee el resto de la entrada »

Salgamos de Chueca

Por Brontë (@depaul_jorge)

Foto: EFE

Cada día hay una noticia que destaca o que hacen destacar, que es entorno a la cual ocurre dicha jornada. La semana pasada la noticia, destapada por el periódico “eldiario.es” fue especialmente llamativa para nuestro colectivo. Y digo llamativa,y no chocante o cualquier otro adjetivo que pueda calificarlo de una forma más contundente, porque es algo que ocurre y ocurre muy a menudo.

Para introducirnos en el contexto, lo que destapo este medio es que el arzobispado de Alcalá está impartiendo cursos que dicen poder tratar o curar la homosexualidad por una pseudo-terapeuta. Las personas que somos abiertamente LGBT podríamos decir que estamos acostumbrados a que se nos llame como tal, como enfermos, ya que hay gente que define la enfermedad como lo que no es lo habitual, definición que deja mucho que desear. Lee el resto de la entrada »

El Obispo queer

Por Marcos Ventura Armas (@MarcosVA91) activista de Gamá, Colectivo LGTB de Canarias

Foto: Iglesia de Valladolid

Hace unos días saltaba la noticia, con su consiguiente escándalo: el portavoz de la Conferencia Episcopal, el Obispo Argüelles, consideraba que los hombres homosexuales no eran completamente varones. La Conferencia Episcopal, por boca de su portavoz, reivindicaba el derecho a seleccionar a candidatos al sacerdocio “enteramente varones y por tanto, heterosexuales”.

Como ante cualquier noticia, seguro que ante esta hubo varias reacciones diferentes. Mucha gente pensaría que es otra muestra más de la homofobia que destila habitualmente la Iglesia Católica. Algunos con un trasfondo más apegado a esta emergente cuarta ola feminista quizás se preguntarían qué más daba ser “enteramente varón” y si eso era algo que debiera preocuparles. Mi primera reacción sin embargo (yo soy más de buscarle los tres pies al gato) fue preguntarme qué relevancia tienen tus preferencias sexuales cuando juras permanecer célibe para siempre.

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Nules y la hoja parroquial LGBTfobica

Por Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar

Nules es un pequeño municipio del sur de Castellón. Las algo más de 13.000 personas que viven en la localidad de la comunidad valenciana desayunaron el pasado domingo 28 de octubre con una peculiar hoja parroquial distribuida en papel y a través de redes sociales por la parroquia de san Bartolomeu y Sant Jaume.

“Romance de Alumno de Escuela Moderna y Avanza” es un ripioso poema incluido en esta publicación de una iglesia que dirige el párroco Estaban Badenes (ya conocido en el mundo mediático por anteriores polémicas). La denominación de poema le viene tremendamente grande para un conjunto de palabras torpemente enlazadas. Por suerte la literatura no es esto, la literatura abre corazones e inteligencias. Lee el resto de la entrada »

La comunidad cristiana gay dice que la charla del Arzobispado de Barcelona no muestra la realidad

Por Crismhom (@CRISMHOM_)

Desde Crismhom (Comunidad de Cristianas y Cristianos LGTB de la Comunidad de Madrid), nos planteamos que la charla –a cargo de Philippe Ariño y convocada para mañana por la Delegación de Juventud del Arzobispado de Barcelona– no muestra la realidad de los hombres homosexuales. Tememos que la charla esté sesgada hacia determinada ideología y prejuicios que nos consta aún poseen determinadas jerarquías de la Iglesia Católica.

Por experiencia propia sabemos que la no aceptación de la homosexualidad viene dada por el ambiente en el que crecen los gays y lesbianas, no porque la orientación sexual hacia personas del mismo sexo sea un problema. Lee el resto de la entrada »

La inquina de la fiscal en el caso de Rita Maestre

Por Violeta Assiego (@vissibles)

Rita Maestre en el banquillo el dia del juicio

Inquina -según define la Real Academia de la Lengua- es «aversión, mala voluntad».

E inquina es lo que se desprende del escrito de la fiscal Marisa Morando cuando, para solicitar que se confirme la condena a Rita Maestre por un delito contra los sentimientos religiosos, cae en lo mismo que pretende que se castigue: «ofende sentimientos». La saña y el tono con que quiere descalificar a Rita Maestre por su derecho a ser «puta, libre y bollera» (literal), son insultantes.

(..) es obvio que las señoritas están en su derecho de alardear de ser putas, libres, bolleras o lo que quieran ser, pero esa conducta realizada en el altar, espacio sagrado para los católicos al encontrarse allí el Sagrario, lugar donde según sus creencias se encuentra su Dios, implica un ánimo evidente de ofender (…)

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¿Tienen derecho los obispos a expresar lo que quieran?

Por Violeta Assiego (@vissibles)

dososs

Reig Pla y López de Andújar, Obispos de Alcalá de Henares y Getafe

Me dirijo con todo respeto a aquellos que piensan que los obispos tienen derecho a decir lo que quieran. A aquellos que sin ser católicos practicantes creen que el derecho a la libertad de expresión de un obispo es el mismo que el de un ciudadano sin solideo ni faldón.

Con todo mi respeto no me dirijo ni al Obispo de Alcalá de Henares (Reig Pla) ni al de Getafe (López de Andújar). Tampoco me dirijo a los católicos practicantes que hay y que para sorpresa de muchos solo alcanza el 13,7% en toda España según datos del CIS. No me dirijo a ellos, al menos esta vez. Me dirijo al resto, al 86,3% de la población a la que le suele dar igual lo que digan los Obispos. Lee el resto de la entrada »

¿Cuánto catolicismo puede permitirse Italia?

Por Andrea Puggelli (@aikkomad) activista italiano LGBTQI

Foto de Stefano Bianchi de la manifestación del pasado 23 de enero en Florencia (vía Facebook)

Foto de Stefano Bianchi de la manifestación del pasado 23 de enero en Florencia (vía Facebook)

Escribo esta entrada después de asistir a la convocatoria de «Es Hora de ser civiles: despierta Italia«, la manifestación en apoyo a la ley sobre las uniones civiles en Italia. Escribo esta entrada, también después de escuchar las palabras del Papa sobre este tema: «no puede haber confusión entre la familia querida por Dios y cualquier otro tipo de unión «.

La manifestación ha tenido un éxito rotundo al que han asistido más de un millón de personas en las 100 plazas italianas donde ha tenido lugar. Le he dado muchas vueltas a cuáles son los motivos que, por su parte, harán que miles de personas se manifiesten el próximo día 30 contra las uniones civiles. Los argumentos utilizados por los políticos católicos para boicotear la aprobación del proyecto de ley sobre las uniones civiles, y en particular las medidas dedicadas a las parejas homosexuales, son un catálogo de sin sentidos, de estupideces. Lee el resto de la entrada »