Archivo de la categoría ‘Charo Alises’

Tom de Finlandia

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Tom de Finlandia es un biopic del artista homoerótico finlandés Touko Laaksonen. La película, dirigida por Dome Krukoski (El gruñón, La casa de las mariposas negras) está protagonizada por Peeka Streng (Me Rosvolat). Completan el reparto Jakob Oftebro (El último rey, Cuando despierta la bestia), Jessica Grabowsky (8-pallo), Werner Daehn (La vida de los otros, Enemigo a las puertas), Jimmy Shaw (las series El tiempo entre costuras y El Ministerio del Tiempo) y Lauri Tilkanen (Bad Family, El último cowboy) Escrita por Aleksi Bardy, la cinta se estrenó el 27 de enero de 2017 en el Festival de Cine de Gotemburgo y fue seleccionada por Finlandia para competir en la edición número noventa de los Oscars aunque finalmente no fue nominada.

Touko Laaksonen vuelve a su hogar después de una traumática experiencia como combatiente en la Segunda Guerra Mundial. En esa época la homosexualidad estaba proscrita en Finlandia así que el artista se refugia en sus dibujos homoeróticos de hombres musculosos vestidos de cuero que firma bajo el seudónimo de Tom de Finlandia. Su obra terminaría siendo el emblema que avivaría la llama de una revolución homosexual.

Película ejecutada con suavidad, acentúa la sexualidad de los dibujos del artista a través de planos de detalle centrados en el roce del lápiz sobre el papel al dibujar. La homosexualidad plasmada por Tom de Finlandia se acerca a la pornografía recreando un homoerotismo muy masculinizado. Krukoski muestra con delicadeza y cuidado la belleza erótica de las láminas del protagonista a través de las que éste empodera su deseo. Sin embargo, el director omite gran parte de la carnalidad de los dibujos de Laaksone. Si bien muestra las chaquetas de los personajes que traza Tom en el papel, Krukoski esconde los sexos de gran tamaño seña de identidad del autor. Muestra el director de la película, fornidos hombres embutidos en cuero negro pero nunca los enseña desnudos.

Este biopic se aleja de los convencionalismos del género. Comienza con una escena de cruissing militar que se asemeja a una película de espionaje donde el secreto es la homosexualidad de los personajes. Tom desata en el frente su deseo hacia otros hombres. La escena de la confrontación policial y el posterior encuentro con el paracaidista ruso marcaran la fijación erótica del artista con la autoridad y su iconografía. Al Vilppunen, diseñadora de vestuario, crea uniformes hechos a la medida de las fantasías del dibujante.

Tom de Finlandia utilizó su arte para expresar todo lo que sentía y no podía visibilizar por la represión social y legal que le rodeaba y que en el film se acentúa gracias a una fotografía impregnada de oscuridad que nos sumerge en el asfixiante mundo marginal de las disidencias sexuales. La película muestra las vidas que el artista inspiró, la moda que impuso y la estética que consiguió poner en marcha.

El retrato que Krukoski hace de los dibujos de Tom de Finlandia es atractivo, cauteloso , agradable y lo suficientemente descriptivo para mostrar la obra carnosa del artista. Es innegable la influencia del dibujante en una generación de hombres homosexuales que vieron en sus fornidos personajes y sus vestimentas de cuero negro una ventana abierta al erotismo que les estaba vedado. La película muestra como el arte ha sido un vehículo para el empoderamiento de las personas LGTBI cuando se han visto relegadas a los sótanos de la Historia.

 

La vida de Adele

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Película francesa dirigida en 2013 por Abdellatif Keniche y protagonizada por Adele
Exarchopoulos y Léa Seydoux. Basada en la novela gráfica francesa El azul es un color cálido de Julie Maroh, el film cuenta el devenir sentimental de la adolescente Adéle, cuya vida da un vuelco cuando conoce a una joven pintora de pelo azul. La cinta muestra la relación entre ambas en el periodo que transcurre entre los años de secundaria de Adèle y su vida de joven adulta trabajando como maestra de infantil.

Considerada como una de las cintas LGTBI más importantes de la historia del cine, su estreno estuvo envuelto en polémica debido a las acusaciones de las protagonistas hacia el director de quien dijeron se comportó de forma autoritaria obligándolas a rodar durante dieciocho horas seguidas con breves periodos de descanso. Las actrices tomaban un frugal refrigerio y sus horas de sueño diario eran muy limitadas.

La cinta contiene una escena de sexo explícito de diez minutos de duración no exenta de críticas. Esta escena tardó dieciocho días en rodarse. Las actrices tuvieron que utilizar prótesis genitales que terminaron lastimándolas. Seydoux afirmó en una entrevista que rodar las escenas de sexo fue una experiencia dolorosa y desgarradora. La intérprete dijo haberse sentido en el rodaje como una prostituta. Las dos actrices protagonistas afirmaron que nunca volverían a trabajar con Keniche ya que las condiciones de trabajo que les impuso fueron titánicas.

Estuvimos durante días filmando con tres cámaras en una habitación muy pequeña. A veces las escenas sexuales duraban 5 horas continuas. Me sentía como una prostituta afirmó Seydoux en una entrevista concedida por la actriz a The Daily Beast.

Por su parte el director espetó que Seydoux era una cínica consentida y que no tenía derecho alguno a hablar sobre sufrimiento. Después Keniche afirmó que se arrepentía de haber filmado esta película que se había convertido en una maldición.

Keniche mantiene discrepancias con Seydoux aunque parece que se ha reconciliado con Adéle Exarchopoulos con quien se mostró muy sonriente durante la presentación de la película en Madrid. La polémica, sin embargo, benefició a la cinta. En Francia se convirtió en un éxito de taquilla y en Estados Unidos tuvo gran reconocimiento aunque no obtuvo ninguna nominación para los Oscars.

La vida de Adéle se empezó a rodar en marzo de 2012. La filmación se prolongó durante seis meses hasta agosto. Fueron 800 horas de grabación y en el montaje final la duración de la película se redujo a 179 minutos. Las localizaciones principales se filmaron en la ciudad de Lille (Francia), principalmente en el Liceo Pasteur, la Place du Général-de-Gaulle (para el encuentro entre Adèle y Thomas) y en el Boulevar de la Liberté (encuentro con Emma). Otros escenarios incluyen la galería de arte Metling Art, la discoteca gay Le Privilège, en el museo La Piscine en Roubaix y en la ciudad de Liévin.

Juilieh Maroh, autora del cómic en el que se basa la película, afirmó sentirse asqueada tras ver la película y en su blog personal, añadió que las escenas de sexo eran una demostración brutal, exuberante y fría de lo que los hombres heterosexuales creen que es el sexo lésbico que básicamente se limita a la pornografía. Maroh también criticó que ninguna de las actrices fuese lesbiana.

La cinta se centra en las cuitas del amor adolescente, en este caso acrecentadas por el descubrimiento del deseo lésbico de la joven protagonista que debe luchar contra la incomprensión social y hacer frente a sus propias dudas. Por una parte, Adéle quiere adaptarse a la heteronormatividad que le impone la sociedad pero por otra anhela vivir conforme a sus deseos. En las primeras escenas de la película vemos a Adéle con rostro preocupado porque se debate en seguir con Thomas o abrazar la atracción que siente por Emma, una chica del pelo azul con la que se cruzó casualmente por la calle. Interiorizar su orientación sexual se convertirá para la adolescente en un proceso lento y complicado que se escenifica cuando Emma va a recogerla a la salida de clase y Adele sufre las burlas lesbófobas de sus congéneres de instituto.

El director a través del personaje de Adele, muestra las dificultades que se encuentran adolescentes y jóvenes LGTBI que en ocasiones sufren acoso escolar por su orientación o por su identidad sexual.

El entorno de la adolescente Adéle es diametralmente opuesto al de la joven Emma. Esto se observa en cenas familiares a las que ambas acuden. En casa de Emma comen ostras y la conversación gira en torno al futuro profesional de las jóvenes, además la madre y el padrastro de la chica de pelo azul aceptan su relación con Adele con total naturalidad. En en casa de Adéle todo es más simple, incluyendo la cena que consiste en un sencillo plato de pasta. Los padres de la adolescente ignoran la relación de su hija con la joven que le acompaña y ambas deben tener cuidado para no ser descubiertas la noche que duermen juntas en la cama de la adolescente.

Las diferencias sociales entre las dos jóvenes y sus aspiraciones dispares, convertirán en un gran problema que acabará dando al traste con su relación y esto se hará patente cuando hacen visible su amor. En la escena de la fiesta que Adéle organiza para Emma, la brecha entre ambas se hace patente; Adéle parece fuera de lugar y por la noche la conversación de la pareja escenifica la distancia que existe entre ellas. La crisis entre las dos culminará con la infidelidad de Adéle que supondrá el fin de la relación.

Keniche refleja el amor y la ruptura a través de un estudiado diseño cromático. El color azul impregna de calidez a las protagonistas de la película y se convierte en símbolo del amor El pelo y los ojos azules de Emma que aparecen en planos de detalle en la primera parte de la cinta, acentúan la importancia simbólica de ese color que en Adéle aparece en sus vestidos. En cambio en la segunda parte de la cinta, Emma aparece con el pelo rubio escenificando la pérdida del amor. Adéle, sin embargo, aparecerá con un vestido azul como reivindicación del amor que siente por Emma que ya ha pasado página como lo demuestra la ausencia del color azul en sus cuadros.

La vida de Adele ganó por unanimidad la Palma de Oro del jurado oficial en el Festival de Cannes del año 2013 y el Premio FIPRESCI, siendo la primera película que consiguió la Palma de Oro tanto al director (Kechine) como a las actrices principales (Seydoux y Exarchopoulos).

Solo nos queda bailar

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Película Sueca de 2019 dirigida por Levan Akin, que también firma el guion. En el contexto de la conservadora sociedad georgiana y teniendo como telón de fondo los tradicionales bailes de carácter de esa región, la cinta nos presenta a Merab, bailarín de la Compañía Nacional de Danza de Georgia que aspira a llegar a lo más alto en su carrera. La aparición del carismático Irakli trastoca la vida del joven bailarín, ya que además de rival, Iraki se convertirá en objeto de su deseo. Llevado por este impulso, Merab sentirá la necesidad de romper con todo y ser libre.

Los padres de Akin son georgianos y el director de la película visitó con frecuencia Tbilisi durante su infancia y adolescencia. Cuando en 2013 se produjo un ataque brutal contra la manifestación del orgullo alimentado por los sermones de la iglesia ortodoxa, Akin quiso conocer la situación de las personas LGTBI. En el año 2019, 20.000 personas celebraron el orgullo bailando en la calle, convirtiendo la danza en un acto político, según refiere Loser.

La cinta refleja cómo, en la conservadora sociedad georgiana, la danza es una forma de expresar la masculinidad a través de los movimientos del cuerpo. El baile georgiano denota solidez y fuerza en el contexto de una sociedad donde la heterosexualidad es la norma indiscutible. Como advierte el maestro de danza a sus alumnado: La danza georgiana se apoya en lo masculino, aquí no hay espacio para la debilidad.

Una forma física sobresaliente y músculos exacerbados son componentes imprescindibles para ejecutar estos bailes. La danza, según el exigente profesor de la compañía, no es solo vueltas y músculos sino la expresión de la sangre de la nación. Pero a pesar de la férrea disciplina impuesta por el maestro, los jóvenes bailarines no se privan de la bebida, el tabaco y la fiesta. La danza georgiana no permite ningún resquicio para comportamientos que se aparten de una férrea masculinidad heterosexual. Por eso lo destacable de esta cinta es que Akin utiliza esta danza para contar una historia de amor homosexual.

A pesar de la vigilancia sobre los cuerpos y las conductas, los movimientos de la pareja protagonista abandonan poco a poco las normas de la danza para dar paso a la fluidez de la seducción y el erotismo.

Akin no solo cuenta una historia de amor entre dos bailarines, sino que también dibuja el retrato de una sociedad donde la masculinidad y la feminidad son espacios indiscutiblemente delimitados con códigos de conducta que no se pueden traspasar sin arriesgarse a sufrir exclusión y violencia.

El director utiliza hábiles movimientos de cámara para envolvernos en la danza. Los giros y posturas de Merab están descritos con pericia al igual que su entrega en los ensayos y las relaciones del protagonista con su entorno.

A través de la danza, la película nos sumerge en la lucha del joven contra la tradición que se opone a su deseo. El baile se convierte así en el instrumento a través del cual el bailarín intenta deshacerse de las cadenas de la tradición que le impiden alcanzar sus metas. Dulzura y determinación confluyen en Merab que encuentra la inesperada comprensión de su hermano a pesar de las evidentes diferencias entre ambos.

Al final, al protagonista solo le queda bailar, para seducir, protestar, liberar su espíritu y su sexualidad en un entorno hostil para las personas que difieren de la norma.

La cinta obtuvo en 2019 el premio Guldbagge ( Academia Sueca) a la mejor película y el Premio del Público en el Festival de Sevilla.

Carol

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

Película inglesa dirigida por Todd Haynes en 2014 y protagonizada por Cate Blanchet (Carol) y Rooney Mara (Therese). La cinta está basada en la novela de Patricia Highsmith Price of salt (El precio de la sal), publicada en 1952 bajo el seudónimo de Claire Morgan. Tres décadas después se reimprimió esta obra bajo el título de Carol, desvelando el nombre de su autora. El final feliz del libro fue algo insólito en su época, ya que hasta entonces las historias sobre personas homosexuales tenían un desenlace trágico. A propósito de su novela, la escritora comentó:

Me alegra pensar que este libro le dio a miles de personas solitarias y asustadas algo en que apoyarse.

Therese Belive es una veinteañera que trabaja en unos grandes almacenes al tiempo que sueña con ser fotógrafa. Un día conoce a Carol una atractiva, elegante y seductora mujer madura enredada en un matrimonio sin amor.

Tenía los ojos grises, incoloros pero dominantes como la luz o el fuego (…) La mujer también miraba a Therese(…) Luego la vio avanzar lentamente hacia el mostrador y el corazón le dio un vuelco recuperando el ritmo. Sintió como le ardía la cara mientras la mujer se acercaba más y más.

Así describe Highsimth en su novela el primer encuentro entre las dos mujeres. Una descripción del deseo instantáneo, urgente.

Carol se rodó en las localidades de Cincinatti, Lebanon y Hamilton (Ohio). La película difiere de la novela en algunos aspectos. En el libro es Therese quien conduce el relato mientras que Haynes cuenta la historia desde el punto de vista de Carol, la mujer de la que Therese se enamora. Carol es una mujer fuerte, decidida y enérgica. Therese es dulce, suave y silenciosa, un ángel venido del espacio, como Carol la llama.

Carol y Therese provienen de mundos distintos; La mujer madura y seductora pertenece a la clase alta y ya ha experimentado el amor a otra mujer – una impecable Sarah Paulson- sin embargo, la joven aspirante a fotógrafa, que sobrevive con su sueldo de dependienta, descubre con Carol un deseo que no había sentido antes. A pesar de las diferencias, sus cuerpos se estremecen con el contacto de la piel amada. Haynes incluye una escena de gran carga sexual que se resuelve satisfactoriamente gracias a la confianza entre director y actrices

Todd Haynes filma la historia con delicadeza. Los planos de la película parecen extraídos de un cuadro de Hopper. La recreación de la época en la que se desarrolla la historia es excelente, cuida todos los detalles: habitaciones de hotel, restaurantes y otros interiores aparecen impecables. La cinta desprende fragilidad, desgarro y melancolía. El vestuario cuidado al detalle, también es un aspecto destacable de este film.

La fotografía está inspirada en las instantáneas de Vivian Maier, fotógrafa que retrato la ciudad de Chicago y su sociedad en los años cincuenta, según comentaron Haynes y Edward Lachman, director de fotografía de la película. La textura del Super 16 ayuda a ambientar la historia en la época en la que transcurre la acción ya que consigue dotar de intimidad a las imágenes.

Respecto a la planificación, Haynes coloca a las protagonistas esquinadas en el encuadre, escondidas, guardando su secreto. La cámara atiende siempre a todos los detalles. Y son esos detalles, imprescindibles para observar la atracción y el deseo de estas mujeres.

Cate Blanchet da vida a una mujer fuerte, atractiva y enérgica. Por su parte, Rooney Mara, premiada en Cannes por su papel en esta película, dota a Therese de dulzura, sensibilidad y a la vez, una gran determinación para perseguir su deseo. Ambas intérpretes consiguen con brillantez, dar vida a los personajes descritos por Highsmiht en su novela.

La película refleja la situación de las personas LGTBI en la sociedad opresora del Nueva York de los años cincuenta. La homosexualidad estaba proscrita y las mujeres que, como Carol, desafiaban las normas y amaban a otras mujeres, debían soportar el desprecio, la infamia y la injusticia . En el caso de la protagonista tiene que elegir entre la custodia de su hija y la mujer amada.

Carol es una película sobre la libertad en medio de la opresión. Describe el deseo a a través de las miradas y cuenta una historia de amor al tiempo que nos adentra en una sociedad rígida y censora donde también hay quien se atreve a transgredir.

Patricia Highsmith, maestra de la intriga

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#Mujereslesbianas

 

Considerada la gran revolucionaria del thriller psicológico, Patricia Highsmith nació el 19 de enero de 1921 en Ford Worth, Texas. Algunas obras de esta maestra de la novela de intriga fueron adaptadas al cine con gran éxito.

Patricia no fue una hija querida, su madre intentó abortar bebiendo aguarrás durante su embarazo. La tormentosa relación que mantuvieron marcaría a la escritora toda su vida. Tanto es así, que la inspiró para escribir Terrapin, novela en la que una hija apuñala a su madre.

Sus padres se divorciaron diez días antes de que ella naciera por eso, no conoció a su padre hasta los doce años.

En 1924 la madre de la escritora contrajo matrimonio con Stanley Highsmith, del que Patricia tomó el apellido. En 1927 se marcharon los tres a vivir a Nueva York. Su infancia transcurrió en el ambiente bohemio del barrio de Greenwich Village por donde se movían sus padres, que trabajaban como diseñadores gráficos.

A Highsmith la cuidó su abuela , quien descubrió que Patricia era una niña muy inteligente y precoz que con nueve años, ya leía libros sobre psicoanálisis de su biblioteca. Lectora voraz, le interesaban temas relacionados con la culpa, la mentira y el crimen, que serían los argumentos centrales en su obra.

Con ocho años descubrió el libro de Karl Menninger La mente humana y quedó fascinada por los casos que describía de pacientes atormentados por enfermedades mentales. Los análisis de este autor sobre las conductas anormales influyeron en su construcción de los personajes literarios.

Se graduó en 1942 en el Barnard College, donde estudió literatura inglesa, latín y griego. Antes de publicar sus primeros cuentos, Highsmith trabajó para editoriales de cómics. Empezó​ en la editorial Ned Pines escribiendo dos historias de cómics al día por 55 dólares a la semana. Después se convirtió en una autora independiente. Esta situación le permitió encontrar tiempo para trabajar en sus propias historias cortas. Es en esa época cuando descubre su homosexualidad y necesita ir a terapia para aceptar su orientación sexual.
Con 22 años comenzó a escribir su primera novela The click of the shutting, que nunca se publicó. Su primer cuento vio la luz en la revista Harper´s Bazaar, por entonces la escritora tenía 24 años. ​ En 1945, tras una breve estancia en México de cinco meses, aparecen los cuentos En la Plaza, escrito en Taxco, estado de Guerrero, y El coche. En 1950 publica su primera novela, Extraños en un tren, que la haría famosa cuando  Alfred Hitchcock la adaptó al cine.

En 1952 escribe El precio de la sal, bajo el pseudónimo de Claire Morgan. Esta novela cuenta la historia de amor entre dos mujeres con un final feliz insólito para la época ya que hasta ese momento los personajes homosexuales que aparecían en la literatura solían tener un final trágico. Tres décadas después reimprimió esta obra con el título de Carol desvelando ser su autora. En el epílogo explica por qué mantuvo el anonimato cuando la novela se publicó por primera vez y finalizaba así:

Me alegra pensar que este libro le dio a miles de personas solitarias y asustadas algo en que apoyarse.

Estados Unidos no acogió bien sus historias pesimistas que excluían el sentimentalismo, ni sus análisis éticos. Tampoco gustaban sus ideas políticas de carácter  comunista que chocaban con el estilo de vida americano. Por esta razón, ​ abandonó su país y se trasladó para siempre a Europa en 1963.

Su biografía, Beautiful Shadow, cuenta que, debido a los problemas de la escritora con el alcohol, tuvo una vida personal complicada. Sus relaciones duraban poco, incluso la que mantuvo con la también novelista Marijane Meaker. La tacharon de misántropa y prefería la compañía de sus gatos y caracoles. Dijo una vez:
Mi imaginación funciona mucho mejor cuando no tengo que hablar con la gente

Cuando apareció su obra Litlle tales of Misogyny, la llamaron misógina y con la publicación de Tales of Natural and Unnatural Catastrophes, se la marcó el calificativo de antiamericana. Su fama morbosa hizo que sus obras no fueran muy comerciales. Escribió más de 30 libros entre novelas, ocho colecciones de cuentos, ensayos y otros textos, y dejó bastante material inédito.

Su visión de la realidad es pesimista y sombría, también su percepción de los seres humanos. Destaca de forma particular como creadora de personajes torturados , ambiguos y turbios que explotan la hipocresía para medrar.

Graham Greene, amigo de la escritora, dijo sobre ella:
Uno no cesa de releerla. Ha creado un mundo original, cerrado, irracional, opresivo, donde no penetramos sino con un sentimiento personal de peligro y casi a pesar nuestro, pues tenemos enfrente un placer mezclado con escalofrío.

El personaje que más se identifica con la obra de Highsmith es, sin duda, Tom Ripley. Mentiroso, estafador, un asesino, que vive instalado en una maraña de crímenes. Dese la publicación en 1955 de la primera novela, El talento de mister Ripley (adaptada al cine en dos ocasiones), hasta la última, Ripley en peligro, aparecida en 1991, el personaje que construye la autora no resulta detestable, a pesar de su comportamiento.

Atea desde su adolescencia, se consideraba de izquierdas; aunque a veces disfrutaba escandalizando a sus conocidos haciendo comentarios racistas o antisemitas. No obstante, apoyó públicamente a Amnistía Internacional y expresó su simpatía hacia la lucha del pueblo palestino.

El 1 de enero de 1947, Patricia anotó como Brindis de año nuevo:
Brindo por todos los demonios, por las lujurias, pasiones, avaricias, envidias, odios, extraños deseos, enemigos reales e irreales, por el ejército de recuerdos contra el que lucho: que no me den descanso.

Patricia Highsmith falleció en Locarno el cuatro de febrero de 1995. Este año se conmemora el centenario del nacimiento de esta escritora rotunda, descarnada, inquietante.

Paris is burning

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Película documental estadounidense estrenada en 1990 y dirigida por Jennie Livingston. Esta cinta filmada en 1980, retrata la llamada cultura ball de Nueva York a través de los testimonios de personas trans y gais de origen latino y afroaméricano que protagonizaron ese movimiento en la llamada Edad Dorada de los bailes drag neoyorkinos. El film es un retrato de las desigualdades provenientes de la clase social, la diversidad racial y el género en Estados Unidos.

La cultura ball es una subcultura clandestina LGTBIQ de jóvenes afroamericanos y latinos que se originó en Nueva York a finales del siglo XIX. Quienes participaban de esta comunidad comenzaron a organizar bailes drag como respuesta a las leyes estadounidenses que prohibían usar ropa del sexo opuesto.

El documental se adentra en las competiciones de baile basadas en temas y categorías que deben escenificar las personas participantes. Se desfilaba imitando los movimientos de modelos de pasarela de la revista vogue dando origen al estilo de danza vogue o voguing. Este baile se popularizó a raíz del estreno de París is burnig en 1990, año en el que Madonna sacó la canción y el vídeo Vogue. Los movimientos de este baile se inspiran en los jeoglíficos del Antiguo Egipto.

En estos certámenes contaba la estética drag, el baile y el vestuario. La recompensa por ganar era un trofeo. Quienes competían , a menudo, formaban parte de una casa. Se denominaba casa a un grupo de personas LGTBIQ que vivían juntas como una familia ya que, en muchas ocasiones, habían sido expulsadas de sus hogares debido al rechazo a su orientación sexual o por su identidad de género y malvivían durmiendo en albergues o en los muelles. Cada casa estaba liderada por una madre que cuidaba de las personas que formaban parte de esta particular estructura familiar. El movimiento ball se apropia de términos tradicionales – casa, madre- para crear su modelo de familia. Ganar un certamen suponía aumentar el prestigio de la casa.

La cinta alterna imágenes de competiciones de baile con entrevistas a protagonistas de la cultura ball: Pepper LaBeija, Dorian Corey, Angie Xtravaganza, y Willi Ninja, cuentan su experiencia como participes en esos singulares certámenes. Los testimonios de estas figuras clave del movimiento ball permiten conocer los detalles de esa subcultura. Alguna de las personas entrevistadas ejercieron la prostitución – como Venus Xtravaganza- para subsistir o, incluso, para poder hacer frente a los gastos derivados de la cirugía de reasignación.

En una entrevista concedida al Orlando Sentinel, Livingston afirmó que esta película es importante para cualquier persona, no importa si es gay o no es gay. La película, no solo es interesante por los bailes, refleja como logramos algunas metas de la sociedad. Habla de la supervivencia frente al rechazo social. Trata de personas que han aprendido a sobrevivir al rechazo social , con sentido de humor, dignidad, y energía. Según afirmó la realizadora, el documental es un exploración con varias capas de una subcultura de Americanos-Africanos y Latinos que demuestra un microcosmo de la sociedad lo que fue subestimado, clandestino, y desconocido en la cultura popular de los Estados Unidos. La cinta también explora como estos sujetos luchaban cotidianamente con la adversidad que implicaba el racismo, la homofobia y la pobreza. Una tras otra, las entrevistas de esta película ofrecen una mirada a las vidas y problemas de sus protagonistas y la fuerza, orgullo y ánimo que estos debían mantener para sobrevivir en un mundo «rico y blanco».

El National Endowment for the Arts (NEA) aportó financiación a la película. Esta institución se vió inmersa en un proceso judicial por apoyar a artistas polémicos como Robert Mapplethorpe y Andres Serrano. La directora, ante el miedo a perder apoyos para la película, evitó dar detalles del rodaje.

En 1991, alguna de las personas que participaron en la cinta, demandaron a la película reclamando una parte de los beneficios obtenidos. El asunto se zanjó con un acuerdo en el que se establecía una indemnización de cuarenta millones de dólares por el uso no autorizado de los bailes. Los productores se justificaron afirmando que su intención siempre había sido compensar económicamente a los participantes.

París is burning se convirtió en un referente para la juventud LGTBIQ y una útil herramienta académica para examinar las cuestiones de clase social, raza, género, orientación e identidad sexual.

La cinta fue muy bien recibida por la crítica especializada. Obtuvo diversos premios. Recibió un galardón el Festival de Sundance, obtuvo el Premio Teddy en el Festival de cine de Berlín , un premio de público en el Festival Internacional de Cine de Toronto, un GLAAD, un premio en los Women in Film Crystal Award, un premio al Mejor Documental del Círculo de la Crítica Cinematográfica, y también fue nombrada como una de los mejores películas de 1991 por Los Angeles Times, The Washington Post y National Public Radio, Time, entre otros reconocimientos.

Las aventuras de Priscilla, reina del desierto

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

Película australiana de 1994 dirigida por Setphan Elliot y protagonizada por Terence Stamp, Hugo Weaving, Guy Pearce y Bill Hunter. Un éxito de taquilla, que obtuvo el beneplácito de público y crítica.

Aparentemente frívola, es considerada como una de las mejores comedias dramáticas de los años noventa. Una road movie con el glamour de tres artistas drags que recorren el desierto australiano en un excéntrico autobús al que bautizan como Priscilla.

El film se apoya en un guión excelente que debió ser, al menos, nominado al Óscar. Respecto al humor presente en la cinta, resultó que el público reaccionaba de forma diferente según el país en el que se proyectaba la película. Sobre este tema, el director declaró:

En una proyección que tuvimos para el público australiano, hubo carcajadas en todo momento, pero en el resto del mundo, la gente reaccionó de forma diferente a cada momento de humor. Por ejemplo, cuando Tick dice que Bernadette ha dejado su pastel en la lluvia, el público estadounidense se rió durante diez minutos, mientras que el francés no lo entendió, aunque sí disfrutaron más de otras escenas.

Respecto al reparto, muchos actores se negaron a protagonizarla debido a su bajo presupuesto. En un principio se pensó en Toni Curtis para el papel de Bernadette, pero el actor no pudo aceptar por cuestiones de agenda. También John Cleese rechazó participar. Para los papeles de Anthony y Adam, los productores pensaron Rupert Everett y Jason Donovan. Pero, tras los conflictos surgidos entre los actores en una reunión de casting, al final , para evitar problemas durante el rodaje, los elegidos fueron Hugo Weaving y Guy Pearce.

Terence Stamp interpreta a Bernadette, una elegante y sobria mujer trans con una historia personal de rechazo por parte de su familia . Hugo Weaving es Anthony/Mizzi, artista temeroso de que su hijo descubra que es homosexual y drag. Por último, Guy Pearce es Adam/Felicia, joven gay, excesivo y sin complejos que, sin embargo, encierra en su interior el recuerdo del abuso sexual que sufrió en la infancia.

La cinta presenta a los personajes con respeto y humanidad. Hay una escena donde el trío se encuentra con unos aborígenes con los que acaban celebrando una fiesta. Se produce así la unión de dos minorías que, por razones diversas, han sufrido el rechazo y la exclusión social.

El desierto, escenario grandioso, nos regala momentos oníricos y surrealistas como la escena del ascenso a la montaña con el vestuario drag y la apoteosis de Felicia desplegando su capa orgullosa subida en el techo de Priscilla.

El exuberante espacio agreste, será testigo de las peripecias del trío artístico ; Bernadette conocerá a Bob, un hombre sencillo y amable que la trata con delicadeza y cariño. Felicia es víctima de un ataque homófobo y Mizzi se da cuenta de que su hijo es un niño acostumbrado a la diversidad , no en vano su madre tiene novia.

La banda sonora está compuesta por música camp y destacan las cuatro canciones del espectáculo final: I’ve Never Been to Me» , «I Will Survive» , «Finally» y «Mamma Mia».

Obtuvo el Premio Una Cierta Mirada en la edición número cuarenta y siete del Cannes . También ganó el Óscar al mejor diseño de vestuario que toma como referencia el cabaret, utilizando objetos cotidiano y disfraces de animales.

Se ha convertido en una película de culto y se trasladó a los escenarios de Broodway también con éxito.

Las Aventuras de Priscila Reina del Desierto tiene un potente discurso que reivindica la pluma, el trabajo de las drags, visibiliza la transexualidad y a las familias diversas, aportando, en su momento, una forma distinta de ver la realidad de las personas LGTBI.

Moonlight

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Película estadounidense dirigida por Barry Jenkins en 2016 y protagonizada por Trevante Rodas, Andre Holland, Janelle Monae, Naomie Harris y Marhershala Ali .La cinta está basada en In Moonligth Black Boys Look Blue, obra teatral semi-autobiográfica escrita por Tarell Alvin McCraney.

Estructurada en tres partes, aborda la infancia, adolescencia y madurez de Chiron, un chico afroamericano que crece sin padre y con una madre adicta al crack en un barrio conflictivo de Miami. La película se centra en las dificultades del protagonista para relacionarse con su entorno, desarrollar su afectividad y aceptar su homosexualidad.

Bien recibida por crítica y público, recibió el Globo de Oro a la Mejor Película Dramática y el Óscar a la Mejor Película en 2017

Moonlight es la primera cinta de temática LGTB, con un reparto íntegramente compuesto por actrices y actores negros y es el segundo film con menor presupuesto que obtiene el Óscar en la categoría de Mejor Película. Joi McMillon, encargada de la edición, se convirtió en la primera mujer negra nominada en su categoría. El actor Mahershala Ali, por su parte, obtuvo un premio Óscar por su actuación, el primero para un actor musulmán.

Moonligth es una película sobre la búsqueda de la identidad, las expectativas sociales y la masculinidad. La cinta se apoya en las sólidas interpretaciones de sus actores y actrices. Los interpretes que dan vida al personaje principal, logran transmitir con veracidad los distintos cambios por los que el protagonista transita a lo largo de su recorrido vital sin perder la esencia del personaje: Little es frágil, Black es fuerte, Chiron voluble. El personaje de Juan es calmado, seguro, adopta la figura paterna de la que adolece Chiron. Paula, la madre del protagonista, es una drogadicta llena de ira, de abandono, de tristeza que no le da nada a su hijo y le escupe su rabia con crudeza. En cuanto al personaje de Kevin, a través de las miradas y sus sonrisas hacia el protagonista, le hace sentir cariño, amistad y afecto.

La fotografía es otro de los aspectos destacables de la cinta. La luz, incluso durante el día, es azulada. La luz azul está presente en toda la película. También en las tomas nocturnas. Hay tomas con luz de luna y en las escenas de interior, siempre hay una luz azul que se filtra, proveniente de una cocina o de la calle . El azul también impregna los decorados y el vestuario de los personajes. El color lila se asocia a la madre de Chiron. Cuanto más oscuro es el color más oscura es la tonalidad del sentimiento del personaje. Los colores claros están ligados a personajes con sentimientos más livianos y espirituales. También adquieren gran protagonismo las escenas de noche en la playa, con la luz de la luna que se refleja en el océano.

La música y el sonido también comunican. Los silencios son importantes y cuando hay música, es, sobre todo, música clásica que evoca el mundo interior del personaje.

La luz de la luna, que da título a la película, aparece como bálsamo sanador y así se lo dice Kevin a Chiron en la playa y le anima a no perder su identidad. En ese momento de gran intimidad, se besan y , por primera vez, el protagonista se siente querido. En otra escena, Juan le cuenta a Chiron la historia que escuchó a una señora mayor: Bajo la luz de la luna, todos los niños negros son azules.

La violencia que sufre durante su infancia y adolescencia, hace que Chiron se convierta en un hombre aparentemente duro, que ha fortalecido su cuerpo y su aspecto, para protegerse frente a los golpes de la vida. Sin embargo, como le dice Kevin, por dentro sigue siendo el mismo que no es capaz de decir cuatro palabras seguidas.

Cuando Kevin y Chiron se reencuentran, éste le confiesa que nunca había vuelto a besar a nadie. Entonces ambos se abrazan bajo una luz cálida y aparece la imagen de Chiron niño al fondo. El protagonista parece, al fin, aceptar su sexualidad.

 

Rara

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

Película chilena de 2016 dirigida por Pepa San Martín. La cinta está basada en el caso real de la jueza chilena Karen Atala que perdió la custodia de sus hijas en 2003 por tener una relación con una mujer y vivir con ella. La película está contada desde el punto de vista de una de las menores, por eso comienza con un plano secuencia en el que la cámara se coloca detrás de la adolescente protagonista a la que seguimos en su cotidianidad y esto nos ayuda a empatizar con lo que sucede cuando se conoce la orientación sexual de la madre. Solo vemos y escuchamos lo que Sara ve y escucha.

En la vida real, la protagonista de esta historia estaba divorciada y tenía la custodia de sus hijas. Al padre se le concedió un régimen de visitas semanal. Cuando la jueza tiene una relación con otra mujer y comienza a vivir con ella, el padre solicita la custodia de las niñas . Para conseguir su objetivo, el ex de la Atala recurre al tribunal de menores, a la segunda instancia y, finalmente, a la Corte Suprema de Chile. Ëste tribunal le da la razón al padre porque entiende que la decisión de Atala de explicitar su orientación sexual se ha antepuesto a los intereses de sus hijas. Lo que se esgrime es el interés superior de las menores También se argumentó que los efectos de la convivencia de la madre con su nueva pareja podían llevar a las niñas a una eventual confusión de roles sexuales. Para la Corte, las hijas estaban en situación de riesgo y de especial vulnerabilidad ya que su entorno familiar se diferenciaba del de sus compañeras y compañeros de colegio. Esta cuestión se refleja en la cinta cuando un profesor le pregunta a una de las chicas si alguien le ha molestado por la orientación sexual de su madre y le dice a la niña, que ella tiene derecho a vivir en un ambiente normal como el resto de niña y niños del colegio. El argumento de la posible discriminación de los hijos e hijas de parejas del mismo sexo se utiliza para retirar la custodia a las madres lesbianas, a pesar de que las menores manifiesten que están muy bien en casa con su madre. Otra de las cuestiones, relacionadas con lo anterior, es la imposición de silencio y ocultamiento a las madres lesbianas para que no visibilicen su orientación sexual ya que se piensa que así se evita la discriminación de sus hijas e hijos. De hecho, en la cinta la madre de la jueza le dice que no haga pública la relación que tiene con otra mujer para impedir que sus hijas sean discriminadas.

En la vida real, caso terminó con la retirada de custodia de las hijas a la jueza, que. demandó al estado de Chile ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Ocho años después la citada Corte le dio la razón a Karen Atala en una sentencia en la que se argumentó que la orientación sexual de la madre no tenía nada que ver con sus habilidades de crianza. Y es que, la capacidad para cuidar y educar es algo que a las personas LGTBI se nos cuestiona argumentando que no somos aptas para formar familias y cuidar y educar a nuestra prole. Además, la Corte Interamericana apunta en su resolución, que los estados no pueden utilizar la orientación sexual de las personas como justificación para discriminar.

La puesta en escena es atenta con los detalles, sin grandes artificios. Destaca por su sencillez y espontaneidad. La cámara fija se detiene en todas las estancias sin enseñar ninguna. La película se apoya en diálogos naturales y un ritmo ágil que hace avanzar la historia.

Pepa San Martín, tras realizar varios cortos, debutó como directora de largometrajes con esta cinta que tuvo muy buena acogida en los festivales internacionales en los que se proyectó. En 2016, Rara ganó el Premio a la Mejor Película Latinoamericana en el Festival de San Sebastián.

Lesbianas en la Historia: Gabriela Mistral

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#MujeresLesbianas

Lucila de Godoy Alcayaga, más conocida como Gabriela Mistral, nació en la localidad chilena de Vicuña el 7 de abril de 1889. Poeta, pedagoga y diplomática, por su obra  recibió el Premio Nobel de Literatura en 1945.

Mistral nació en la pobreza .Se crió en el remoto Valle de Elqui, en los Andes chilenos. Su educación formal se limitó a los tres primeros años de escuela primaria gracias a las clases de su hermanastra Emelina Molina, maestra rural en el pueblo de Montegrande. El trabajo de Emelina mantenía la economía familiar ya que el padre de Gabriela abandonó el hogar antes de que ella cumpliera tres años. Lee el resto de la entrada »