Bienvenido a las marismas del Odiel, un lugar tan heroico como hermoso y asombroso.
La casa común de 200.000 personas, el desastroso paraje industrial de algunas de las industrias más contaminantes de Europa, es también el paradójico paraíso de unas 4.000 parejas de flamenco común, siete de águila pescadora, 500 de espátula e incluso varias familias de nutria.
Más que paraíso amenazado, el Paraje Natural de las Marismas del Odiel es un paraíso consentido, también constreñido entre la ciudad de Huelva, su área metropolitana, su potente industria química y sus peligrosas balsas de fosfoyesos (120 millones de toneladas) terriblemente tóxicas y radiactivas.
Por eso la sorpresa es aún más grande cuando el visitante se adentra por un paisaje marismeño, entre salinas y aguazares, muy similar al que despidió a Cristóbal Colón cuando salió de aquí camino de ese nuevo mundo que hoy llamamos América.
En este vídeo de mi canal en YouTube te resumo la experiencia de mi última visita a tan extraordinario lugar.