Regalos a la última para quienes les pilla el toro con los Reyes

Decir que te ‘pilla el toro’ con las compras de Reyes se queda, en realidad, un poco corto. Lo que a ti te pilla es una manada de ñus enfurecidos de la sabana africana.

La situación es la siguiente: te quedan menos de 24 horas para el día ‘R’ (R de Regalo) y necesitas comprar, en el poco tiempo que tienes desde que sales del trabajo, algo ocurrente, original, bonito, útil y sobre todo, que GUSTE.

Con mucha paciencia, una botella de agua y un libro, para leer en las colas de la caja registradora, tu disposición para ir de compras esta tarde, conocida como la tarde ‘M&D’ (de Muerte y Destrucción), no podría ser mejor. Lo único que te falta es la inspiración.

Antes, las listas de regalos que hacían los famosos para las revistas eran una fuente más o menos buena de ideas. Luego llegó Gwyneth Paltrow y lo mandó todo a la mierda.

En su lista encontramos desde un triángulo para llamar a la gente a la mesa, que a no ser que seas María en Sonrisas y Lágrimas y tengas que llamar a los siete hijos del capitán von Trapp, que están desperdigados por la mansión, es un poco inútil para tu día a día; hasta un asiento para tomar vapores vaginales (ideal para utilizar en comidas familiares mientras estáis todos sentados a la mesa “¿Qué ha sido ese ruido?’” “Tranquilos, seguid comiendo, estoy tomando vapores vaginales mientras degustamos esta maravillosa paella”).

Aunque el mejor regalo que podrían traerme los Reyes Magos sería un trabajo cuando se me acabe la beca (que no sé por qué me da que no soy la única que ha puesto “trabajo” en la carta), no es algo que nos puedan regalar nuestros familiares que están leyendo ávidos mi post esperando encontrar la solución a sus compras de hoy.

Teniendo en cuenta las tendencias que vienen en este 2016, los regalos que resultara un acierto seguro son los complementos. Con los complementos no tienes que preocuparte por la talla ya que podemos llevarlos igualmente, como es el caso de un sombrero o un bolso. Concretamente, los bolsos transparentes serán un must este año.

Si aun así te la quieres jugar, los pantalones acampanados y los vestidos largos bohemios seguirán siendo prendas estrella este 2016.

Que a él le compres un frasco de su colonia está muy bien, porque es algo que sabes que va a utilizar sí o sí, pero si quieres salirte de lo típico puedes sorprenderle con un macuto/mochila/bolsa de viaje de piel (que sean tus principios y presupuesto los que decidan si original o sintética), una camisa o calzado (se llevan mucho los zapatos tipo inglés).

Independientemente de si es para él o para ella, una pulsera inteligente, de estas que te monitorizan el sueño, el movimiento, la comida y hasta las veces que vas al baño, es uno de los gadgets más pedidos. Bayas de Goji, quinoa, acai, chia o polvo de hierba de trigo son los super-mega-hiper-pro alimentos que se han llevado durante el 2015, (esos que cuando ves en el supermercado piensas que son comida para pájaros pero en realidad es para humanos) por lo que, teniendo en cuenta lo caros que son, también pueden servirnos para hacer un regalo a alguien que se cuide.


Y si después de esto continúas sin ideas, siempre puedes volver a la lista de Gwyneth Paltrow y hacerte con una máquina de cortar trufa. Porque…¿de verdad hay alguien que pueda vivir sin una máquina de cortar trufa? Yo no, desde luego.

El vestido de Pedroche ‘trending topic’ pero el salario mínimo interprofesional sigue dándonos igual

Primeros minutos del 2016. Cristina Pedroche lleva un vestido transparente con pedrería cubriendo sus partes pudendas mientras otra cadena muestra a cuatro presentadores en ropa interior. Vamos, que en la tele hay más carne que en toda tu cena de Fin de Año. Las redes sociales arden: mujeres ofendidas, hombres más salidos que el pico de una mesa… Lo has vuelto a hacer Antena 3 ni con Cristina Pedroche medio desnuda eres líder de audiencia pero arrasas en Twitter.

Leo de todo, se la tacha de chabacana, de descarada, de hortera, y de otras cosas que no puedo escribir porque me censuraría el Vaticano. Prácticamente los mismos tuits que pude ver hace un año.

Dabiz Muñoz. INSTAGRAM

Dabiz Muñoz. INSTAGRAM

Es curioso, que apenas un rato antes a que la presentadora se quitara la capa que ocultaba uno de los secretos mejor guardados del mes, Dabid Muñoz, chef y pareja de Pedroche, subiera una foto con el vestido que llevó su mujer el año pasado. La estampa recibió numerosos aplausos (virtuales) y me gustas. Todo Instagram se derretía viendo a un ‘chef Michelín’ haciendo uso del sentido del humor para apoyar a su pareja. Nadie le llamó ‘fresca’ ni ‘guarra’. Y estamos hablando del mismo vestido expuesto también a un publico (116.000 personas, los seguidores del chef!).

He visto comentarios de personas (tanto hombres como mujeres, aunque más mujeres) afirmando que a la presentadora le sobraba esto y le faltaba de aquello. «Le sobra culo y le faltan tetas» afirmaba alguien. ¿Le sobra y le falta para qué? ¿Por qué? ¿Dónde está escrito que solo exista una medida estándar válida para existir?

A mí me gusta Cristina Pedroche. No ella, que no la conozco, pero físicamente me gusta. Tiene sus tetas, su culo, sus caderas y verla en ese vestido (verla casi desnuda, vaya) me hizo sentir identificada. Una mujer de carne y hueso sin siliconas ni rellenos por el cuerpo ¡gracias! (que muchas otras primeras damas de las uvas no pueden decir lo mismo).

"El vestido de la Pedroche aplaude los deshaucios". TWITTER

«El vestido de la Pedroche aplaude los deshaucios». TWITTER

En un país en el que se emiten realities en los que aparece gente totalmente desnuda, carteles de publicidad de perfumes con mujeres en ropa interior e incluso el topless de rigor en casi todas las películas españolas, nos llevamos las manos a la cabeza por un vestido que, siendo coherentes, no enseñó nada que no enseñes tú, tu hija o tu novia cuando va a la playa y se pone el bikini (¿a que no lo habíais visto así?).

Nadie se escandaliza con el salario mínimo de 624 euros. Bueno sí, nos escandalizamos, pero no se vuelve trending topic. No se hace trending topic que los sueldos de los diputados cuadrupliquen o quintupliquen el tuyo. En España preferimos escandalizarnos por cosas banales, como que esta o aquella  señorita salga con tal o cual modelo enseñando eso o lo otro.

Y ahora que todos conocemos la anatomía de Cristina Pedroche y hemos descubierto que es una mujer normal y que su cuerpo no está cubierto de escamas, ¿podemos volver a los temas importantes? Gracias.

 

 

 

(Sobre)vivir la Nochevieja

«It’s my party and I cry if I want to» pienso cada vez que se acerca Nochevieja. Afortunadamente, nunca son tan desastrosas como para acabarlas entre lágrimas, pero sí hay una serie de cosas que, tras mi primer Fin de Año, empecé a tener en cuenta para sobrevivir con éxito a esa noche.

Nunca dejes para el 31 depilaciones o peelings faciales. Sé de lo que hablo, créeme, no quieres ir por toda la fiesta con los brazos en jarras de lo que te pica el desodorante en las axilas por haberte hecho la cera unas horas antes.

Y es que los experimentos están muy bien, «pero con gaseosa» como diría mi madre. Es una noche de ir a lo seguro. Como te pongas a probar cosas nuevas tanto de pelo como de maquillaje 1) no te van a gustar porque el recogido en la cabeza de Blake Lively no queda igual que en la tuya y 2) te vas a exasperar, despeinar y una vez echada la laca, no hay vuelta atrás. Corres el riesgo de acabar yendo a tu fiesta con un moño de bailarina para ocultar tu hecatombe capilar.

Es una noche en la que, si algo malo tiene que pasar, pasará, y si no, más vale que estés preparada para todo. No me preguntes cómo, pero si tu abuelo, desde la otra punta de la mesa, derrama una salsa, ten por seguro que por mucho que os separen dos metros, alguna gota acabará en tu vestido. O te cubres de servilletas hasta los codos como si fueras una momia (una de verdad, no como Imhotep en La Momia) o eliges para cenar, otro conjunto.

Cenar…qué bonita palabra. Yo antes en Nochevieja cenaba, ahora me limito a comer lo que vaya a darme más energía antes de llenar la escasa cintura de mi vestido. Porque esa es otra. Los conjuntos de Fin de Año son más ceñidos que los cinturones de Bertín Osborne.

Y sino están las medias, que por mucho que te las cojas de diez tallas más, siempre te van a quitar la respiración cuando te las coloques en la cintura. Mi teoría es que, desde el Ministerio de Sanidad, pretenden hacernos adelgazar a las bravas, sin que podamos meternos tranquilas un canapé en el gaznate por miedo a que el vestido nos asfixie.

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Bailarinas plegables, puedes conseguirlas en tu boda más cercana. BAILARINASPLEGABLES

Una vez pasadas las uvas, enfundada en tu modelo elegido para el festejo y en tus tacones, hay dos cosas que siempre siempre SIEMPRE debes llevar en tu bolso: unas chanclas/bailarinas de repuesto, pueden ser cutres de estas que regalan en las bodas (de hecho, en la última a la que fui me lleve mi talla de pie en los tres colores que ofrecían. Rubén y Elena si leéis esto, sí, fui yo la que dejo a dos invitadas sin bailarinas) y un paquete de kleenex. El paquete de pañuelos es fundamental porque todo garito/pub/bar/discoteca llega a un momento en el que se acaba el papel higiénico y los pañuelos son la salvación.

En ese punto de la noche, suele faltar poco para que la discoteca cierre y es cuando un 1 de enero a las 6 de la mañana tienes que volverte a casa con 5°. Que vale, que 5° no es un frío siberiano, pero cuando llevas unas medias transparentes y un vestido tan largo como un bañador de 1950, haga la temperatura que haga, te parecerá que estás en medio de una colina alpina a punto de escuchar a Elsa cantando el Let it go.

Así que (por una vez en tu vida) haz caso a tu abuela y lleva el plumas o en su defecto, el abrigo más gordo que tengas, porque salir a la calle es la fina línea que existe entre entrar al 2016 con dolor de pies por los tacones y entrar al 2016 con dolor de pies por los tacones y una faringitis que se convertirá en crónica. ¡Feliz entrada al nuevo año!

Lo llaman el año de las modelos curvy y no lo es

«¡Eh, eh, EH! ¡Que hemos sacado una modelo curvy en una de nuestras páginas!» parece que lleven diciendo las revistas de moda, durante todo el año, mientras el resto de los reportajes son ilustrados con modelos más delgadas que un palo de escoba (sin ofender a las mujeres delgadas OJO. No me malinterpretéis que ya os conozco y mi queja va contra los que hacen negocio).

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Candice Huffine, modelo ¿XL? INSTAGRAM

«El año de las modelos curvy» se atreven a decir los más valientes. Los del calendario Pirelli de 2014 fueron de los primeros que se apuntaron el tanto. «¡Uhh, qué locos estamos! En nuestras páginas sale una chica que usa más de una 36!» Algo que habría sido fantástico si no fuera porque sigue siendo una modelo de tallas grandes frente a 11 que no lo son.

Hay quienes consideran el 2015 el año de la revolución curvy. Pues ni es revolución, ni es curvy. Meter una chica ‘curvy’ en un calendario, catálogo o reportaje está de moda. Y digo curvy entre comillas porque tampoco es que sean gordas gordas, sino más bien ‘delgordas’. Porque las modelos curvy no están gordas (sin ofender tampoco a las gordas y refiriéndome a ‘gorda’ como una forma física, no un insulto). Gorda está Úrsula, la de La Sirenita, que casi no cabía por el agujero de su cueva marina. Eso es una gorda. Las modelos curvys que podemos ver en los catálogos (Candice Huffine por ejemplo, que ha protagonizado campañas de Mango) son mujeres de talla 40, lo que supone la talla del 50% de las mujeres en España.

Si es tan alto el porcentaje ¿por qué las modelos curvy siguen siendo una minoría? Porque vender una belleza natural lejos de dietas, cremas reductoras o en definitiva, una mujer libre de todo tipo de presión por parte de la publicidad que necesite comprar para sentirse bien con su cuerpo, es una pérdida de beneficios.

Curvy is the new black. Literalmente. Antes las tiendas y publicistas recurrían a modelos de otras razas para mostrar lo modernos y abiertos que eran. No os dejéis engañar. No están comprometidos con la causa. Con la única causa con la que están comprometidos es con el negocio que pueden sacar de ello. Y por cada modelo negra, asiática, sin un brazo, con síndrome de Down o con despigmentación saldrán 250 altas y delgadas como fideos.

Las revistas hablan de que “dan visibilidad” a las mujeres de mayor talla. Como si fueran invisibles antes de que las contrataran. No, perdona un momento, la visibilidad te la estás dando tú haciéndote eco de que eres ‘super progre’ por hacer esto. Porque los diseñadores van a seguir sacando líneas de ropa para mujeres más delgadas que un iPhone 6.

Es gracioso que todas las revistas hablen de que las modelos curvy ahora “se enorgullecen” de sus curvas, como si hasta ahora hubieran vivido bajo una piedra avergonzadas. Pienso que ahí se equivocan. Conozco mujeres delgadas con infinidad de complejos en comparación con otras de más peso que viven felices con una autoestima de hierro.

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A la izquierda Marisa Jara, modelo española de ‘tallas grandes’ (seriously?), a la derecha Ashley Graham, modelo estadounidense de tallas grandes. TWITTER

Parece que o eres talla 34 o eres curvy. No hay más. Todo el resto de mujeres entre un extremo y otro sencillamente NO EXISTEN para la pasarela.

Si quieren promover un arquetipo de belleza real voto porque desinstalen de todos los ordenadores el Photoshop o tomen medidas como Francia, que no solo han aprobado uns ley por la cual, las modelos, para desfilar deben presentar un certificado médico que acredite que tienen buena salud, sino que si una imagen está retocada, debe estar mencionado.

Menos curvy. Más variedad, que ni todo es 34 ni todo es 40, pero sobre todo, más cantidad de modelos de distintas tallas para el 2016.

Estas han sido (por desgracia) las tendencias de belleza más absurdas del 2015

Yo pensaba que a estas alturas de mi vida pocas cosas podrían sorprenderme. Luego vi a un tío en el metro limpiando la pantalla de su tablet con un pañuelo, después de haberse sonado con él, y me di cuenta de que no.

Antes, cuando a alguien se le ocurría una tontería, la hacía con sus amigos, se echaban unas risas y a otra cosa mariposa. Pero hoy en día con las redes sociales, todo se graba, se imita doscientas mil veces y se convierte en VIRAL, esa palabra que tanto me recuerda a la expansión de una enfermedad.

El 2015 no ha sido la excepción y también ha sufrido la epidemia de tendencias absurdas que han recorrido las redes sociales a la velocidad de Flash Gordon: el ice bucket challenge, la moda esa rara de ponerte un condón con agua en la cabeza… De esta forma, lo que se le ocurría a un youtuber aburrido de una ciudad de Carolina del Norte lo acababan haciendo los hijos de tus vecinos del quinto.

¿Te acuerdas del verano? No, obviamente a estas alturas, el verano se te antoja tan lejano como tus años de colegio. Bueno, la cosa es que hace seis meses era verano. Estabas bronceada y, dependiendo de tu tipo de piel, podían salirte pecas (a mi me salen tres contadas). Cuando el verano llegó a su fin, se puso de moda entre maquilladores imitar las pecas veraniegas con un lapiz. Todo muy bonito y muy gracioso si mantienes tu bronceado, si, como yo, lo pierdes a los tres días, las pecas te quedan como si tuvieras varicela. Pero la cosa no quedo ahí. ¡Llegaron los tatuajes con pecas! Con una sencilla aplicación (y algo menos de 30 euros), podías tener una tez al más puro estilo ‘Pippi Calzaslargas’.

http://pink-natural.tumblr.com/post/112967805361/still-pretty-hyped-from-blackout-so-these-will-be

Debe ser que soy de otra época o que sencillamente, no entiendo las mentes de mi generación. Cuando yo era joven (ayer mismamente), los tatuajes eran algo serio, algo como un matrimonio o una hipoteca, para toda la vida. Un tatuaje está para lo bueno, cuando presumes en la playa de tu mariposa en el pie, y para lo malo, cuando se te pone verdoso (el tatuaje, no el pie) y te planteas si merece la pena gastarte otros 60 euros en repasarlo.

Kylie Jenner, la responsable de algunas de las modas más absurdas del año. INSTAGRAM

Kylie Jenner, la responsable de algunas de las modas. INSTAGRAM

A santo de qué nos vienen ahora conque los tatuajes no solo NO son temporales (esos dorados y plateados que abundaban en todas las barrigas lisas como tablas en cualquier festival español) sino que te los puedes poner en el pelo! Quitando lo innecesario del gasto, en cuanto te cepilles sin acordarte de que lo llevabas puesto, el peine se lo va a llevar por delante. Pero claro, como lo lleva Kylie Jenner, es lo más. Y yo me pregunto hasta qué punto vamos a seguir imitando a las Kardashian, porque estamos llegando a unos niveles preocupantes.

Y sino que se lo pregunten a la OMS, ya que otra de las ideas del ‘Klan’ (Clan Kardashian) es la de ampliarse el volumen de los labios sin cirugía, tal y como hacen ellas (¿en serio alguien va a creerlas a estas alturas? Llevan más goma en el cuerpo que una taller de neumáticos). Por lo visto, utilizando el tapón de una botella y colocándotelo sobre tus labios mientras sorbes, puedes lograr que tus labios se conviertan en la voluptuosa boca de Angelina Jolie. Durante unas horas únicamente, claro.

Yo no dejo de imaginarme a adolescentes escondidas en el baño de Kapital Light avergonzadas usando el taponcito mientras sus amigas aporrean la puerta «Isa!!! Tia, ¿estás ahí? ¿¿Qué pasa?? ¿¿Por qué tardas tanto?? ¿No estarás haciendo lo de los labios otra vez?». Además, si te pasas de tiempo sorbiendo o usas un tapón algo más grande, corres el riesgo de acabar con los morros de Carmen de Mairena.

Pero lo más importante de estas tendencias no es su aplicación práctica, es que queden debidamente documentadas en todas tus redes sociales, en las modernas cuevas de Atapuerca para que te lluevan los ‘me gusta’ como es el caso de la «caspa de unicornio». La primera vez que oí el nombre, pensaba que era la nueva droga dura de moda en Fabrik. Pero no.

¿Purpurina o caspa? INSTAGRAM

¿Purpurina o caspa? INSTAGRAM

La «caspa de unicornio» consiste en cubrir tus raíces con purpurina para, de este modo, ahorrarte el dinero de teñirlas en la peluquería. «No no, perdona, no es que sea tan cutre de llevar mis raíces de más de dos centímetros de largo, es que sigo la tendencia #glitterroots«, te dirá una hipster enfurecida. Lo que quieras reina, pero si a las raíces oscuras le sumas la purpurina, que vista de lejos parece caspa, da la sensación de que llevas el pelo un poco guarro (aunque somos libres de llevar el pelo sucio, ¡no empecéis a freírme a comentarios negativos!).

Pecas falsas, labios falsos, tatuajes de quita y pon y purpurina para decorar las raíces que salen cuando nos crece el pelo teñido. ¿Os acordáis de cuando estaba de moda ser natural? Yo tampoco.

 

 

 

 

Ropa y menstruación, qué ponerse durante esos días del mes

¿Y con la regla qué? ¿Qué pasa con esos días en los que los gases nos hinchan como globos y no entramos en nuestras prendas habituales? ¿Esos días en los que nos aprieta hasta las cinturillas de las bragas? Con toda la oferta de tiendas que tenemos en el mercado y que nadie haya pensado en esto…vergüenza.

Ejemplo de bragas de regla (o bragzilla). EL DIARIO DE BRIDGET JONES

Aunque la única prenda que todas queremos llevar esos cruciales días es el pijama, tenemos clases, trabajos y compromisos que nos obligan a ir (bien) vestidas. Pero vayamos por partes, a la raíz del asunto, ¡al útero! No, pero casi. La prenda interior por excelencia de los días de regla es la braga de la regla (o bragzilla), y nadie mejor que Diana López Varela para explicaros los secretos de esta prenda.

Un tanga jamás podrá sustituir el confort y la seguridad de unas buenas bragas de regla. Además de que en un tanga no disponemos del espacio físico suficiente para colocar una compresa (¿habéis probado a usar compresa y tanga? Da más vueltas que cuando discutes por teléfono en tu habitación).

Pero llevar bragas desencadena una serie de limitaciones estilísticas: básicamente implican que no puedes llevar nada ajustado que te las marque (aunque estando hinchada tampoco es que te apeteciera embutirte en tus skinny de cuero).

Por encima de la bragzilla siempre podremos recurrir a los típicos panties o leotardos sobaqueros que de usar tanto tienen la cintura cedida y no nos aprietan la tripa. Y sino podemos llevar los leggins que nos compramos de una talla más (que casi parecen premamá) y que aunque pensábamos que nunca nos los íbamos a poner, son perfectos para salir a la calle.

Las bragas de regla y los panties combinan a la perfección con las camisetas interiores blancas de algodón que tapan los riñones de fríos innecesarios. Lo único que debemos hacer para que el conjunto nos mantenga la tripa abrigada es introducir la camiseta por dentro de las medias y…¡listo!

Aunque llevar este tipo de conjunto te convierte automáticamente en asexual. Cualquier mínima metedura de mano de tu pareja que haga que algún centímetro de carne se te quede al aire, hará que te recoloques la camiseta al más puro estilo señora mayor indignada de Elvissa (apartando sus manos de pulpo) diciendo que no quieres coger frío (coger frío con la regla ‘es mal’).

Por encima podemos llevar las siguientes opciones: un vestido oversize/carpa de circo, una camisa suelta/funda de mesa camilla, una camiseta de manga larga o los jerséis de nuestros padres, hermanos o novios. Aprovecha que el lampshading y el layering son tendencia para ir con todas las capas que quieras.

El calzado es una parte fundamental de nuestro outfit menstrual. Con la pereza que da moverse, lo mejor es llevar un zapato cómodo, así que los tacones quedan más que descartados. Que el bolso haga juego o no con los zapatos posiblemente sea algo que te vaya a importar una mierda poco si estás con un dolor lacerante en la tripa que te hace plantearte quedarte embarazada el próximo mes.

Independientemente del que lleves, las compresas, tampones, pastillas y pañuelos (por si algo nos saca una lagrimita), son un básico fundamental. Respecto a los colores, puedes usar los que quieras, pero como yo soy más de prevenir que de curar, lo mejor es la ropa oscura por si hay fugas. Al fin y al cabo, es como un día normal. Un día normal con la Segunda Guerra Mundial estallando en tu útero, eso sí.

 

Purpurina, metalizados y labios rojos para despedir el año

Diciembre…¡argh! Qué mes tan complicado y lleno de preguntas existenciales está siendo. ¿Cuánto bebí en la cena de empresa? ¿Voté al candidato apropiado en las elecciones? ¿Le gustarán a mi suegro los calcetines que le he regalado? Tenemos fiestas para aburrir, comida para sobrevivir a un apocalipsis zombi durante décadas y espumillón hasta en el rollo del papel higiénico.

Para las celebraciones apetece ponerse guapos. Yo soy la primera que, por mucho que no salga ni por Nochebuena ni por Navidad, se arregla para recibir los «Uyyyy pero que guapa está mi nieta» de la abuela (llamadme romántica, pero me gusta ganarme sus piropos cada año en vez de darlos por hechos. Aunque, es una abuela, si me sentara a cenar en chándal me vería preciosa igual. Abuelas <3).

Cuando llegan las fiestas navideñas es como si un tsunami brillante se abalanzara sobre todo lo que nos rodea, desde el envoltorio dorado del turrón de Suchard a los adornos horteras del árbol que venden en los chinos.

Puedes darle un toque festivo a tus conjuntos para las fiestas de dos formas: usando los típicos accesorios del cotillón que llevan en tu familia desde 1986 o utilizando esa paleta que te regalaron hace mil años/te compraste un día que estaba en oferta. Los dorados y plateados se llevan en los ojos ya sea en sombra o en eyeliner. Recuerda la norma del menos es más: si llevas unos ojos impactantes, contrarresta con unos labios discretos.

 

Ojos metalizados. TUMBLR

Eyeliner plateado, sombra dorada y eyeliner dorado. Fino y elegante. TUMBLR

La purpurina está hasta en la sopa. Literalmente. Porque ese es el riesgo que corres si decides incluirla en tus opciones de maquillaje. Pero si eres una aficionada a la brillantina apasionada de las glitter roots, glitter beards y glitter make up, para las fiestas puedes llevarla en los ojos, labios o uñas (o en todo al mismo tiempo bajo tu propia responsabilidad).

pupurina. TUMBLR

Ojos, labios y uñas más brillantes que una camisa de satén de Falete. TUMBLR

Una apuesta segura navideña que nunca pasa de moda son los labios en tonos rojizos, que junto al verde, es de los colores más festivos. Puedes llevarlos en la tonalidad que quieras desde el rojo pasión hasta el granate. Eso sí, si no es un pintalabios ‘bueno’, asegúrate de meterlo en el bolso, ya que cualquier maquillaje que te pongas en la boca, acabarás comiéndotelo.

Labios rojos. TUMBLR

Labios rojos: los 5 primeros minutos bien, las 4 horas siguientes de la noche, mal. TUMBLR

Pero si estas propuestas te parecen demasiado poco arriesgadas y lo tuyo es dejarte llevar por el espíritu navideño (aunque estas chicas más que dejarse llevar, parecen poseídas por él), tienes otras propuestas más frikis alternativas.

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El reno salido de una película de Guillermo del Toro, la ayudante de Santa Claus alcohólica y el bastón de caramelo diabólico. TUMBLR

 

Navidad solidaria: regalar pensando en los demás

Algo tiene la Navidad que a todos nos toca la fibra sensible. No sé si es un efecto secundario de inhalar el spray de nieve que se usa para decorar escaparates, el hecho de que pongan Solo en casa en todas las cadenas o que tenemos tiempo para estar con nuestra familia (aunque a la media hora ya estés fantaseando con unas vacaciones en una isla desierta del Pacífico).

Te entran ganas de colaborar en todo, de donar cosas que no usas, de ceder el asiento en el autobús y de comprar una papeleta para la cesta de Navidad de un colegio por el que pasaste por delante, por casualidad, el día que ibas a tu consulta anual con el dentista.

Es Navidad, y aunque los Reyes Magos ya no nos tienen en el punto de mira, apetece ser buenos. Aprovechando el ramalazo solidario, las marcas sacan campañas navideñas unidas a causas sociales. De este modo, no solo nos hacen o hacemos un regalo, sino que estamos comprometiéndonos con algo mayor y le devolvemos al mundo un poco de la suerte que tenemos (que nunca viene mal tener karma positivo a nuestro favor).

anillo-pequeno-tolerancia-cero2La ONG Anesvad apuesta por un anillo ajustable para combatir la trata de seres humanos de la que más de 21 millones de personas (90% de ellas son niñas) son víctimas. El anillo está elaborado artesanalmente con la participación de mujeres supervivientes del proyecto de trata en Laos. Además, para darle más visibilidad, animan a subir una foto con el anillo utilizando el hastag #toleranciacerocontralatrata.

The Diamond Society comercializa relojes 1Face que, según el color en el que lo escojas, dedican un porcentaje de su valor a causas como cáncer de mama (rosa), medio ambiente (azul), sida (rojo), animales (naranja) o agua potable (blanco y amarillo) entre otros.

1face

Las gafas de sol de Parafina Co. ceden un 5% de su importe a la obra social #LlevaleAlCole, que tiene como objetivo la escolarización infantil de un barrio a las afueras de Asunción (en Paraguay) en el que hay más de 30.000 niños sin acceso a un programa de educación estable.

Otras gafas que miran por personas menos afortunadas son las de Lord Wildmore. Su proyecto “Abre los ojos” se encarga de donar gafas graduadas a niños keniatas que no se las pueden permitir por cada par de gafas vendidas. Sino, dona el dinero equivalente a las ONG Anidan Kenia y Soñar despierto.

photo_section4Si no eres mucho de accesorios pero te pierden los productos de belleza, The Body Shop, junto a la ONG WaterAid, paga un día de agua potable a una familia en Etiopía por cada regalo vendido esta navidad.

Y si prefieres algo para llevar en el bolso, MAC, a través de su Fundación de lucha contra el sida (MAC Aids Fund) dona el importe íntegro de sus pintalabios Viva Glam, creados junto a Miley Cyrus, a los afectados por la enfermedad y para combatir la epidemia en algunas regiones.

Por último, y perfecto para regalar a madres o a abuelas (¿que madre o abuela no recibe con gusto un pañuelo aunque tenga 180?) Marina Silk es un proyecto de Semilla para el Cambio que se pudo en marcha en 2011 para el empoderamiento de la mujer en la India. Garantiza a las 12 mujeres provenientes de slums (barrios marginales), que trabajan en el pintado artesanal, formación y salario digno.

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Siete días, una falda o cómo reciclar tu armario sin que parezca que repites

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Yo no sé vuestros armarios, pero el mío es un cúmulo de prendas que me he comprado y me he puesto una sola vez. No sé cómo pero se quedan estancadas entre el no-tengo-ocasión-para-llevarlo y el no-sé-con-qué-narices-ponérmelo.

Me estoy refiriendo a esa camiseta, jersey o zapatos, que cuando viste en la tienda caíste enamorada irremediablemente, pensando que ibas a ponértelo tantas veces que a la semana lo ibas a tener amortizado.

Al final (a no ser que seas Mar, mi antigua profesora de Historia, que en dos años solo repitió conjunto una vez) acabas llevando siempre lo mismo. Como mi opinión de la moda es que es algo que puedes reciclar, reconjuntar y recombinar, te animo a sacar de las perchas esas prendas ‘complicadas’, que por muy difícil de llevar que te parezcan ahora, hay algo con lo que siempre te van a ir: los BÁSICOS.

Son las prendas atemporales que ya puedes ponerte ahora o dentro de 20 años con la seguridad de que no van a estar desfasadas. Mis dos básicos preferidos son una camisa blanca y una falda de tubo negra elástica. Esas dos prendas de tu armario pueden ir con absolutamente todo lo que quieras ponerle y según con lo que las mezcles puedes ir de sport, elegante, de fiesta…

Para demostrar esto, quise hacer la prueba en mi propio armario utilizando una falda básica como base de 7 conjuntos diferentes que podría llevar a lo largo de una semana. (Haz click sobre el día de la semana para ver la foto en grande).

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1.LUNES b&w: a nadie le gusta pensar un lunes. A nadie. No conozco a ninguna persona que se levante un lunes lo suficientemente lúcida como para hacer algo más complejo que echar los cereales en la taza. Como para ponerte a pensar en si mezclar esos colores van a quedar bien o si más bien pareces un sueño de Agatha Ruiz de la Prada. Es por eso que para los lunes espesos elijo muchas veces la combinación blanco y negro. Nunca pasa de moda, es como las rayas marineras o el beige. Unas medias tupidas, una camisa blanca con bordados y unos zapatos tipo Oxford convierten la falda en parte del look profesora de internado/directora del coro/secretaria de 1960 que tanto me gusta (y que encima se lleva).

2.MARTES sporty chic: si pensabas que tus zapatillas de cordones solo iban bien con vaqueros o con los leggins del gimnasio, estabas muy equivocada. Las zapatillas son también para faldas. Súmales una camiseta con letras tipo universidad y tacháaaan…un toque deportivo. Las gafas de sol son algo opcional (en realidad no hacía ni pizca de sol, pero el rollo Rizzo de Grease que le daban al outfit me encanta).

3.MIÉRCOLES denim: el vaquero, otro tejido que nos lleva acompañando desde 1950 y SIEMPRE acaba subido a alguna pasarela. Si no tienes nada en denim, puedes hacer como yo y rascar en armarios ajenos. En concreto, la camisa que llevo puesta, era de mi primo pequeño de cuando tenía 6 años, pero con la manga remangada, ni se nota. Si además le añadís un toque de color en el bolso o en los labios que tiemble Chiara Ferragni.

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4.JUEVES roquero: soy una gran defensora de introducir en conjuntos las camisetas de grupos de música/giras o conciertos. Cuanto más viejas, roñosas, desgastadas o de chico, mejor (lo oversize también se lleva). Aunque si no tienes la suerte de tener un fondo de camisetas clásicas auténticas, las puedes encontrar en muchas tiendas que están haciendo versiones de ellas. Eso sí, llevar una camiseta de este estilo implica dos cosas: apréndete el nombre de dos canciones del grupo (porque siempre vendrá el típico tocapelotas pesado a llamarte rockera de palo y que está prohibido dejarse la chupa de cuero en casa (este oufit va muy bien con Under Pressure de Queen.)

5.VIERNES nocturno: no, ya sé que los crop tops no están pensados ni para todas las figuras (de hecho, como tengas un poco de pecho, vas a tener problemas para que ‘las gemelas’ te aguanten toda la noche en su sitio) ni para el invierno. Pero si te pones una americana larga como la levita de Mortadelo que te llegue hasta el culo, podemos hacer el apaño.

6.SÁBADO elegante: para el fin de semana dejamos la informalidad y nos venimos arriba con las joyas (las joyas falsas en mi caso quiero decir, no os penséis que llevo esmeraldas. Mi sueldo de blogger no me da ni para un collar de cantos rodados). Para acompañar la falda he elegido un top de terciopelo vintage de mi madre (también nos sirve uno de cualquier otro tejido) liso con un maxicollar rollo diamantes de los Romanov.

7.DOMINGO ‘de tranquis’: los domingos son para descansar en el sofá poniéndote al día con las series de Netflix o viendo la película de turno de Antena 3. Esta es mi versión en ropa de calle del pijama dominguero que llevaría un domingo. Las zapatillas de cordones y un jersey calentito son perfectos para estar cómoda en casa o por si te acaban liando para salir a la calle. (Las gafas no son postureo, soy un poco miope, aunque intento disimular).

 

(No quería terminar el post sin darle las gracias a mi fotógrafa, mi madre, que armada de paciencia, no solo esperó a que me cambiara siete veces de ropa y peinado sino que bajó a la calle siete veces para hacerme las correspondientes siete fotos. Ser madre de blogger no es nada fácil!)

 

 

Las tendencias que te están costando la salud este invierno

asos

Falda de cuero y croptop. ASOS

Las modas nos cuestan salud, lo saben nuestras madres, tías y abuelas cuando nos insisten siempre en que vamos muy poco abrigadas o en cuanto te oyen moqueando que te sueltan el lapidario “Es que siempre vas muy fresca” (aunque no especifiquen a qué tipo de ‘fresca’ se refieren). Algunas tendencias no están pensadas para llevar en invierno por muy de moda que estén y por mucho que vistan a los maniquíes de los escaparates con ellas.

El crop top (o el top que te deja toda la barriga al aire) no solo ha sobrevivido al verano (estación de la que no debería haber salido) sino que es uno de los must de fiesta. Pero no nos engañemos, por mucho que los hagan de lana o de terciopelo siguen dejándote toda la tripa al aire. Si vas a llevar esta prenda, asegúrate de llevar siempre una chaqueta (y varios pañuelos) en el bolso.

Otra prenda ‘resfriera’ es la camiseta/jersey o vestido con escote Bardott o tipo barco. Cuando llevas algo con este escote, los hombros y la garganta van al aire por narices. ¿Que en verano, con el calorazo, se agradece? Sin duda, pero cuando sales a la calle con 5 grados te acuerdas de toda la familia del creador del corte. Encima no puedes añadirle una bufanda porque es como si alguien se pusiera un bañador con botas de invierno. No pega.

Por lo visto, a la hora de llevar el pantalón midi, el corte por excelencia de esta temporada, todas las fashion bloggers se han puesto de acuerdo en que se llevan sin medias. No sé si es un boicot encubierto a las mercerías o si sencillamente no es fashion llevarlas. Bueno, por poder, puedes. Yo una vez lo intenté y comprobé cómo afecta la electricidad estática al pantalón. Lo llevé todo el día pegado a las medias con unas arrugas muy raras.

ASOS

A estos shorts de ASOS se les han enganchado unos calcetines vaqueros.

¿Recordáis cuando los pantalones vaqueros pitillo eran una prenda muy agradecida en invierno? Podías ponerte medias por debajo y era como llevar una segunda piel, aunque ibas con capas te seguían quedando ajustados. Hasta ahora. Las dos tendencias en pitillos: el dobladillo marisquero (ese que me recuerda a los pantalones remangados de las señoras mayores cuando van a recoger croques en la Ría de Vigo) y los rotos son los mejores amigos de los antigripales. Antes un roto en un pantalón se limitaba a un pequeño agujerillo gracioso fruto del desgaste en la rodillera. Un roto ahora es prácticamente llevar pantalones cortos unidos con algo de hilo hasta el bajo.

Por último, las que llevan ya dos inviernos siendo las principales responsables de la mayoría de nuestros resfriados: los botines con aperturas.  El problema de estos botines es que no se pueden llevar con calcetines por dentro, porque sino no se notan que son abiertas y claro, no estás yendo a la moda.

Para evitar los resfriados, recomiendo que uses las tendencias con moderación. Pero si eres una fashion victim hasta la médula espinal y te niegas a renunciar a los crop tops hasta que regrese el buen tiempo, puedes combinar cualquiera de las prendas con el layering, que es lo que conocemos comúnmente como “ir vestidas con más capas que una cebolla”, con cierto orden y respeto por los colores y los tejidos, eso sí. No te vayas a pensar que se limita a empezar a echarte chaquetas por encima al tun tún.