Entradas etiquetadas como ‘transexualidad’

Minutos musicales de alguien a quien llaman transexual y se siente marcianx

Viruta FTM

Nos sumamos con estas entradas a las acciones globales por la despatologización trans

 

Hola.Me llamo Víctor, me llaman Viruta FTM, soy músico (eso creo) y se supone que soy un hombre transexual (eso dicen).Hablo desde la presunción de inocencia porque detesto las etiquetas que siempre funcionan de fuera a dentro, por tanto te las coloca el resto de la gente, desde el mismo momento de tu nacimiento, así que, por lo general, tú no las puedes elegir. De este modo, cuando nací, me nombraban mujer, al tiempo me nombraron lesbiana, en la actualidad….se supone que soy un hombre transexual… o eso dicen. En primera persona me declaro transfeminista, anarquista, budista, no extremista, pero sí radical, entendiendo que no hay mejor manera de razonar que yendo hasta la “raíz” misma de las cosas. De pequeño, todo el mundo me preguntaba qué quería ser de mayor. Mi madre no me tomó en serio cuando le dije que quería ser hippie, cultivar repollos y tocar la guitarra. Se me cayeron los palos del sombrajo cuando me dijo “pero criatura… ¡así no se puede vivir en este mundo!” Desde entonces, no me gusta el repollo y planeo constantemente mi mudanza a otro mundo.

De hecho siempre me he sentido habitando un mundo que no percibo como mío y siento cada día la reciprocidad por su parte. Si me dan a elegir una etiqueta, me quedo con marcianx. Así, con equis. Así también me ahorro las vocales que dibujan el género.

Perroflauta de vocación, me faltó una licenciatura de humanidades para llegar a serlo… y un perro. Bueno, también una flauta. A cambio, una guitarra llena de pegatinas antisistema y un puñado de ideas que invitan al desorden… y al des-concierto. No he inventado nada nuevo, pero realmente me encantaría hacerlo. Un mundo, sin ir más lejos.Y que ustedes lo hiciesen también, cada mañana antes de salir de casa. Siempre desde el amor, desde el amor libre y sano.


Y es que a mí, como a ti, el amor me hace vibrar. Desmontar los mitos del amor romántico, con la posesión, el sufrimiento y esas basuras del día a día es casi una obsesión para mí. La música ha sido el mecanismo, el idioma elegido que yo no elegí, sino más bien a la inversa. La palabra como arma, como motor de cambio. Sigo sin saber muy bien lo que soy, pero sí sé lo que no soy. No soy un purista ni un maniático de la calidad extrema ¡Eso se nota en mis vídeos! Si me dan a elegir prefiero la frescura, la reflexión y la piel de gallina. Los directos son una manera maravillosa de sentirse en familia. Ven y lo comprobarás. Te invito a recordar que si a este mundo le faltan derechos, habrá que ponerlo al revés. Con todo el amor.

Transexuales: por fin visibles

Nos sumamos con estas entradas a las acciones globales por la despatologización trans                                                                       

                                                    Por Flor de Torres , Fiscal Delegada Autonómica de Andalucía de violencia a la mujer y contra la discriminación por identidad de género.

Quien practique la transfobia no solo comete un hecho delictivo, también esta rechazando con su acto a sus iguales. Proyectará  un odio que se instala en el estigma al que sometemos a un colectivo invisible también en derechos:  el de los y las transexuales.

Y es que  esa persona transfóbica se situará  directamente  fuera del marco Constitucional. Con su conducta ejercerá ataques directos  a la tolerancia y respeto de los derechos humanos con  acciones de acoso,  agresiones, injurias,  violaciones, actos de violencia psicológica,  negación  de sus derechos y hasta del derecho al asilo en nuestro país cuando  en su país de origen se persiga a la persona y se le denigre sus derechos humanos.

Porque la identidad de género que hay que respetar forma parte del catálogo de derechos fundamentales reconocidos en la Carta Magna de la Constitución Española. Al derecho prioritario de la igualdad del Art. 14 de la Constitución  se suman otros derechos desde donde tienen su origen y al que necesariamente han de volver: El derecho al honor, a la  intimidad personal, a la propia imagen, al no sometimiento de actos inhumanos, denigrantes o vejatorios. Todos transitan por el camino de la igualdad y sin que pueda prevalecer ningún acto de discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Y es que atrás quedan  leyes  vergonzosas, que denigraban los derechos humanos como la Ley de vagos y maleantes de 1954 o la Ley de peligrosidad y rehabilitación social de 1970 que castigaba a las personas que no cumplían los estereotipos del binarismo sexual y de género.

Siguiendo esta  concepción del ser humano plural y con  derecho a su identidad, desde el día 9 de Julio de 2014 la Comunidad Autónoma de Andalucía posee uno de los instrumentos legales  más innovadores en el respeto al derecho del colectivo de Transexuales: La Ley 2/2014, de 8 de julio, Integral para la no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales de Andalucía.

Andalucía reconoce en su Estatuto de Autonomía en el Artículo 14 el derecho a la igualdad y no discriminación especialmente aquella que tiene su origen en razón del sexo, características genéticas o cualquier otra circunstancia personal o social.

Una ley que solo podía ser integral por los derechos que pueden verse conculcados y que exigía mirada integral a un problema integral. Abarca el derecho de la autodeterminación del género de personas con identidad  genética distinta a la asignada al nacer. Y por ello desde el respeto a este derecho se establece un catálogo de derechos administrativos, de identificación, sanitarios, de no discriminación  laboral, de educación, de derechos sociales,  y de apoyo y protección a las víctimas  de delitos de odio y de transfobia pero de forma especial a las víctimas de violencia de género con acceso directo  a todos los mecanismos de protección a las victimas de violencia de genero   en el marco Autonómico.

Para la Fiscalía de violencia a la mujer el hecho de ser una mujer transexual no es barrera ni frontera para acceder en situación de idéntica igualdad como victima de violencia de género  en el caso que sobre ella se haya ejercido la violencia de género siempre que conste médicamente tal condición y los mismos requisitos legales que la Legislación del Registro Civil.

De esta forma  Andalucía se ha convertido en la Comunidad que cumple las recomendaciones de la Unión Europea en su informe de 12/12/12 de no discriminar a los y las transexuales. Navarra y País Vasco ya cuentan sus propias normas autonómicas. Pero en la Comunidad Andaluza se ha apostado  por una Ley  Integral  de Transexualidad. Un impulso necesario en discriminación positiva a un colectivo hasta hoy invisible en instituciones y en derechos.

Y como dice la Ley Andaluza: “El concepto de identidad de género se refiere a la vivencia interna e individual del género tal y como cada persona la siente profundamente”

Y es que así es el colectivo Transexual: plural, con matices, con colores, con identidades diversas, sin binarismos.

Pero pleno en derechos.

Por fin visible, también en derechos.

Fotografía de Martin Fisch

El viaje de Carla es el viaje de todos

Nos sumamos con estas entradas a las acciones globales por la despatologización trans

 

                                                                      Por Fernando Olmeda, periodista, profesional de la televisión, director de documentales, autor de libros y director de ‘El Viaje de Carla’

La idea de realizar un documental biográfico sobre Carla Antonelli nació en 2009, cuando recibió el Premio Cardón, la distinción más importante de Güímar (Tenerife), su pueblo natal. Iniciamos entonces un rodaje que, por diferentes causas, fue posponiéndose, hasta que, en la primavera del año pasado, decidimos concretar el guion y desarrollar el proyecto hasta el final.

El argumento es tan sencillo como emotivo: treinta y dos años después de verse obligada a marcharse de Canarias para conseguir una existencia acorde a su identidad de género y libre de los prejuicios sociales vigentes en los años setenta, Carla Antonelli -activista y referente nacional e internacional del colectivo LGTB, actriz, tertuliana de televisión y diputada en la Asamblea de Madrid- regresa para reencontrarse con sus recuerdos y hacer balance de su vida. El viaje de Carla explora el viaje interior que significó aquel regreso en dos etapas, que se inició en 2009 y finalizó en 2013, cuando participó en la fiesta mayor de Güímar, a la que no asistía desde 1976.

El documental narra los momentos clave que influyeron decisivamente en su singladura vital. Muchos de esos momentos son desconocidos. Porque su faceta pública se conoce bastante, pero es menos conocido el resto de su biografía. En los ambientes nocturnos del espectáculo y el trabajo sexual callejero, Carla vivió todo tipo de situaciones; por su trayectoria en defensa de los derechos del colectivo transexual -y especialmente la Ley de Identidad de Género-, se convirtió en referente indiscutible; como actriz, participó en películas y series de televisión; como diputada autonómica madrileña, ha ampliado su ámbito de actuación a otros campos, como la problemática de los menores o el drama de los niños robados durante el franquismo.

Se trata de un proyecto personal que he desarrollado con un excelente grupo de profesionales, y que cuenta como valor añadido con una hermosa banda sonora que incluye temas de intérpretes como Alicia Ramos, cantautora transexual también natural de Güímar. Participan amigos de la infancia, familiares, compañeras del espectáculo, estrellas de televisión, políticos, vecinos de Güímar y activistas LGTB. Destacan los testimonios de Pedro Zerolo, Jordi González y Boti García Rodrigo. Creo que, gracias al tratamiento visual elegido, la abundancia de voces y las imágenes inéditas que rescatamos, hemos logrado un documental con un enfoque positivo, hermoso y vibrante.

He querido destacar la lucha denodada de personas como Carla por vivir conforme a su identidad de género; el compromiso de personas como Carla con la lucha en favor de la igualdad legal y social; la capacidad de superación de personas como Carla, que, aun teniendo casi todo en su contra, logran salir adelante.

Además de su carácter biográfico, El viaje de Carla tiene espíritu combativo. Mi objetivo es exhibirlo en festivales de temática social y LGTB, así como en colectivos y entidades ciudadanas, en España, y en América Latina y Europa. Hay que seguir luchando contra la discriminación y la estigmatización del colectivo transexual. Hay que seguir apoyando a los padres y madres de niños y niñas transexuales que, sin ser precisamente ideal y con muchas carencias aún por resolver, crecen y viven un entorno mucho más favorable que el que vivió Carla.

El viaje de Carla es el viaje de Carla Antonelli. Pero es también el viaje de todas las personas LGTB. Es el viaje de todos nosotros.

Viaje de Carla

Foto de El Viaje de Carla

Vivir la transexualidad sin gafas

Nos sumamos con estas entradas a las acciones globales por la despatologización trans

Por Alicia Ramos,  cantautora con estilo cercano al country y al rock; de sus conciertos, a pesar del retrato descarnado que hace de la sociedad, la gente sale esperanzada.

Alicia Ramos
Foto de Sara Matarrubia.

Me llamo Alicia Ramos. Soy una mujer transexual. También tengo 1,75 dioptrías de miopía en el ojo derecho. Ni siquiera uso gafas, no tengo. Pues así es como intento vivir mi transexualidad, sin gafas.

Comencé mi tratamiento hormonal cuando ya tenía cuarenta años cumplidos, de modo que me había dado tiempo a aprender a distinguir la identidad sexual de la orientación y de la expresión de género, no me creaba conflictos ninguna de las tres cosas y tenía la firme determinación de seguir siendo tan feliz como hasta entonces, o más.

Vengo de una cultura en la que el cristianismo se impuso hace sólo cinco siglos y no ha calado demasiado en la idiosincrasia del pueblo, de modo que tampoco tuve que luchar contra ideas reaccionarias, machistas o contra una heteronormatividad extrema, sólo contra mi propia ignorancia, que siempre resulta más sencillo. A mí por lo menos.

Creo que las personas felices son por lo general más útiles a la comunidad que las que están amargadas o a disgusto consigo mismas, aunque no puedo demostrarlo con datos científicos, del mismo modo que creo que la alegría es una forma de disidencia.

Hace muy poco que he empezado una relación de pareja con otra mujer, que a su vez tiene hijos, y me he trasladado a su barrio. Y cuento esto para ilustrar la idea de que la alegría es una forma de disidencia, porque hay demasiadas personas en un entorno preexistente en el que irrumpo yo, y nuestra relación, y nuestra interacción con el entorno escolar, otras madres, la panadería… que han hecho del cotilleo en torno a nosotras una actividad fundamental, yo diría frenética, lo que me hace pensar, no sin pesar, que sus vidas están diseñadas para ser espectadores. Este orden de cosas nos convierte en consumidores, contribuyentes, espectadores… en todo menos en protagonistas de nuestras propias vidas. ¿Te gusta el deporte? Ves como otros juegan al fútbol, sientes los colores, y ganas o pierdes con ellos. ¿Te gusta la música? Ves los programas de televisión que convierten a incautos en estrellas por un ratito. Y así todo. De modo que cuando aparece alguien, o «álguienes», que han decidido vivir sus propias vidas, establecer sus propios criterios, hacérselo a su manera, surge un conflicto. El conflicto se establece entre las ideas «yo me he jodido toda la vida, ¿qué se han creído éstas?» y «la tarde que me pasé de cañas con ellas es lo más divertido que me ha ocurrido en años».

Cartel de Alicia RamosLa alegría es una forma de disidencia porque favorece la confianza de unos en otros, paso previo indispensable para la creación de redes horizontales de solidaridad ciudadana, idea que a la perpetuación del actual orden de cosas le viene más bien mal.

Creo que me he ido un poco del tema. Supongo que resumiendo diría algo así como «hay demasiadas cosas que hacer para perder el tiempo preocupándome por 1,75 dioptrías de miopía en el ojo derecho o por ser transexual, hay que seguir viviendo».

P.D. El próximo concierto de Alicia Ramos será el 16 de octubre en el Dog&Roll Bar Madrid