Nos sumamos con estas entradas a las acciones globales por la despatologización trans
Por Alicia Ramos, cantautora con estilo cercano al country y al rock; de sus conciertos, a pesar del retrato descarnado que hace de la sociedad, la gente sale esperanzada.
Me llamo Alicia Ramos. Soy una mujer transexual. También tengo 1,75 dioptrías de miopía en el ojo derecho. Ni siquiera uso gafas, no tengo. Pues así es como intento vivir mi transexualidad, sin gafas.
Comencé mi tratamiento hormonal cuando ya tenía cuarenta años cumplidos, de modo que me había dado tiempo a aprender a distinguir la identidad sexual de la orientación y de la expresión de género, no me creaba conflictos ninguna de las tres cosas y tenía la firme determinación de seguir siendo tan feliz como hasta entonces, o más.
Vengo de una cultura en la que el cristianismo se impuso hace sólo cinco siglos y no ha calado demasiado en la idiosincrasia del pueblo, de modo que tampoco tuve que luchar contra ideas reaccionarias, machistas o contra una heteronormatividad extrema, sólo contra mi propia ignorancia, que siempre resulta más sencillo. A mí por lo menos.
Creo que las personas felices son por lo general más útiles a la comunidad que las que están amargadas o a disgusto consigo mismas, aunque no puedo demostrarlo con datos científicos, del mismo modo que creo que la alegría es una forma de disidencia.
Hace muy poco que he empezado una relación de pareja con otra mujer, que a su vez tiene hijos, y me he trasladado a su barrio. Y cuento esto para ilustrar la idea de que la alegría es una forma de disidencia, porque hay demasiadas personas en un entorno preexistente en el que irrumpo yo, y nuestra relación, y nuestra interacción con el entorno escolar, otras madres, la panadería… que han hecho del cotilleo en torno a nosotras una actividad fundamental, yo diría frenética, lo que me hace pensar, no sin pesar, que sus vidas están diseñadas para ser espectadores. Este orden de cosas nos convierte en consumidores, contribuyentes, espectadores… en todo menos en protagonistas de nuestras propias vidas. ¿Te gusta el deporte? Ves como otros juegan al fútbol, sientes los colores, y ganas o pierdes con ellos. ¿Te gusta la música? Ves los programas de televisión que convierten a incautos en estrellas por un ratito. Y así todo. De modo que cuando aparece alguien, o «álguienes», que han decidido vivir sus propias vidas, establecer sus propios criterios, hacérselo a su manera, surge un conflicto. El conflicto se establece entre las ideas «yo me he jodido toda la vida, ¿qué se han creído éstas?» y «la tarde que me pasé de cañas con ellas es lo más divertido que me ha ocurrido en años».
La alegría es una forma de disidencia porque favorece la confianza de unos en otros, paso previo indispensable para la creación de redes horizontales de solidaridad ciudadana, idea que a la perpetuación del actual orden de cosas le viene más bien mal.
Creo que me he ido un poco del tema. Supongo que resumiendo diría algo así como «hay demasiadas cosas que hacer para perder el tiempo preocupándome por 1,75 dioptrías de miopía en el ojo derecho o por ser transexual, hay que seguir viviendo».
P.D. El próximo concierto de Alicia Ramos será el 16 de octubre en el Dog&Roll Bar Madrid
Ole tu!! Sigue así!!
13 octubre 2014 | 09:09
A veces, la homosexualidad o la transexualidad, en determinados momento se hace una montaña difícil de superar, pero sin lugar a dudas, y como en muchos otros casos, pasito a pasito lo hemos superado.
Lo más importante es luchar por lo que uno cree realmente importante, y sobre todo, vivir la propia vida como uno ha escogido.
http://hemosvisto.blogspot.com/2014/10/brokeback-mountain.html
13 octubre 2014 | 09:24
vaya parida de articulo:
«perder el tiempo preocupándome por 1,75 dioptrías de miopía en el ojo derecho o por ser transexual, hay que seguir viviendo”….pues no creo yo que eso sea perder el tiempo,son cosas importantes tambien,no? la vista es salud, como no «pierdas» el tiempo en ir a una optica la cosa puede ir a peor….y entonces si sera tarde para ir…o sea que equipara un defecto como unas dioptrias a otro «defecto» como es ¿ser transexual? no entiendo nada…
13 octubre 2014 | 10:43
Una cosa es ser homosexual y otra muy diferente es ser transexual. El homosexual es un hombre al que le gustan los hombres, disfruta el sexo unicamente con seres de su mismo género, pero los transexuales van más allá, son hombres que se creen que son mujeres y te quieren hacer creer que se son mujeres cuando van al médico y se modifican el cuerpo. El sexo no se cambia, ellos siguen teniendo pene y testículos que generan testosteronas.
Por mi parte estoy convencido de que un transexual lo que necesita es un buen psiquiatra.
13 octubre 2014 | 11:14
Admirable tu valentía y actitud ante la vida, Alicia. Me ha encantado el texto y de alguna forma me he sentido «iluminada» por él, para aplicarlo a mi vida y proyectos, en algunos aspectos diferentes a los tuyos, en otros parecidos. Además creo que logra acercar la visión de la transexualidad de la forma natural y desenfadada posible.
13 octubre 2014 | 12:31
«de la forma más natural y desenfadada posible».
13 octubre 2014 | 12:32
Un olé muy grande, me ha encantado el texto, el mensaje, la alegría. Con mentes tan lúcidas las cosas se hacen, y son, bien simples.
Cada cual nos tenemos que escuchar y ser tan cual somos y nos sentimos. Solo tenemos una vida y tenemos la responsabilidad hacía nosotros mismos de que sea magnífica, libre y sin ataduras.
Me enorgullece conocerte. Un abrazo, linda.
Los comentarios negativos de personas que no hacen más que opinar sobre lo que puede suceder sobre otros zapatos… que salgan tal cual entran… y sin más.
13 octubre 2014 | 19:46
También de este artículo se sale esperanzado!
Sin duda es una cualidad de Alicia Ramos, y de la alegría y de la disidencia.
14 octubre 2014 | 08:15
En respuesta a alpcino:
Solo decirte que la palabra «defecto» que has usado y encima entre comillas para denominar a un/a transexual, deberias aplicarla al describir tu coeficiente, porque tu si eres un «defecto» de la naturaleza y lo que es peor un transfóbico y además ignorante……no mereces más de mi tiempo, menos aún que las dioptrias de ALICIA.
17 octubre 2014 | 21:53