Orlando, mi biografía política

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

En 2023 el filósofo trans Paul B. Preciado dirige y guioniza este ensayo filmado producido en Francia. Preciado escribe una carta a Virginia Woolf para contarle que su Orlando ha salido de la ficción y lleva una vida que jamás habría imaginado. Utiliza el cine como herramienta para reflexionar sobre la transexualidad.

Alguien me preguntó: ¿Por qué no escribes tu biografía? Porque la capulla de Virginia Woolf la escribió por mi en 1928, comentó Preciado en una entrevista concedida a El cine de la Ser. Según el filósofo burgalés, la película surgió de la idea de enviarle una carta a Virginia Woolf para decirle que, contra toda expectativa, su Orlando ha sobrevivido, está vivo, ha salido de su ficción y no solamente ha salido de su ficción sino que hay miles y millones de Orlandos. Para el filósofo, estamos viviendo un momento orlandesco y que ese momento no es como hubiéramos podido imaginar, como una historia de ciencia ficción como la gente pensaba que lo era en 1928 sino que es un momento de transformación política increíble. Preciado quiso añadir al título biografía política porque dijo que en parte la vida de las personas como yo ha sido siempre puesta en cuestión, amenazada y si estamos vivos estamos vivos gracias a una reivindicación política, por tanto, quería añadir esa pequeña “política” ahí, aunque luego es verdad que la forma de política que defiende la película es una política poética, es una política de cambiarle el nombre a las cosas, de cambiar la manera en la que deseamos, en la que sentimos.

Cuando le ofrecieron la posibilidad de hacer una película sobre su vida pero que no la iba a hacer él sino que la iba a hacer otro director, la idea le espantó. Entonces pensó: Esto es horrible, porque además harán una biografía, es decir si imaginamos una biografía casi ya tenemos el relato hecho. Si es un hombre, ya sabemos cómo va a acabar la historia, si es una mujer más o menos también. Y luego está como el relato ese tan normativo de lo trans, antes y después. Y yo tenía claro que no quería que mi vida fuera representada de ese modo, digamos con esa mirada binarie. Por eso al final acabé yo haciendo la película. Pero desde el principio supe que yo no estaría en frente de la cámara . Yo soy muy tímido, yo odio todo lo que tiene que ver con las fotos que para mí es como un sufrimiento constante. Entonces yo sabía que sería mi vida pero que mi vida, en parte, está tejida de millones de otras vidas. Aparte es una cosa que yo aprendí con Virginia Woolf realmente: que la vida siempre empieza y acaba mucho antes de que nacemos y mucho después de que morimos y eso realmente es fascinante. Como que vives la vida de otras personas y empiezas a vivir la vida de otros que seguirán viviendo y por eso, al final la película es casi como un taller micro político colectivo. Yo la he hecho de una manera muy punk, una forma muy háztelo en casa. Yo tenía muy poco presupuesto y hubo que inventar recursos. Pero al final está hecha con la generosidad y la valen toda la gente que ha participado.

La idea de Preciado no es convencer a nadie con su película sobre cómo es lo trans sino también a invitar a mirar su propia vida como una vida mutante, como una vida en un momento de cambio global. Se plantó hacer una adaptación documental del Orlando de Virginia igual que un libro, como un proyecto filosófico. Empezó a hacer pruebas distintas con los Orlandos que vinieron al casting y se dio como una consigna de libertad absoluta en la experimentación visual. Pensó que utilizando el leguaje de Virginia Woolf podía dejar a un lado los lenguajes de la patología médica, como los lenguajes ultra legalistas, todos esos lenguajes quedaban fuera.

El filósofo/director afirmó que la película lo que dice a las personas binarias es en un momento de cambio epistémica es posible que no tengáis nuestra experiencia pero es posible que tengáis otra; es posible que estéis desplazados, es posible que estéis divorciados y que estéis en un litigio para recuperar a vuestros hijos incluso para recuperar vuestras casas. Todo el mundo, incluso con la experiencia del Covid, la gente ha tenido la experiencia de como su cuerpo ha sido regulado de forma casi totalitaria por el estado. Entonces yo creo que compartimos muchas experiencias. No se trata de decir “todo el mundo es trans”. Se trata de decir todo el mundo vive una vida orlandesca. La experiencia de confrontarse a la mutación es también válida para las personas binarias. No es una película pedagógica, no se trata de convencer a nadie sino de invitar a las personas a ver su propia vida como una vida mutante.

La sociedad no binaria

«Les autores te guían en un viaje a través y más allá del género, utilizando un riguroso rango de textos académicos y testimonios personales para ampliar nuestros horizontes… Enriquecedor para casi cualquier persona».

Dr. Vincent, profesor asociado en Sociología, Universidad de York.

 

Hoy recomendamos La sociedad no binaria. Vivir en ambos géneros, más allá y en el medio, un ensayo de Alex Iantaffi y Meg-John Barker, publicado por Egales.

Gran parte del pensamiento de la sociedad opera de una manera muy rígida y binaria: algo es bueno o malo, correcto o incorrecto, un éxito o un fracaso, etc. Desafiando esta limitada forma de pensar, este innovador libro analiza cómo los métodos de pensamiento no binarios pueden aplicarse a todos los aspectos de la vida y ofrecer nuevas y mejores formas de entendernos a nosotres mismes y de relacionarnos con les demás.

Utilizando experiencias de género bisexuales y no binarias como punto de partida, este título aborda las cuestiones clave del pensamiento binario acerca de nuestras relaciones, cuerpos, emociones, bienestar y nuestro sentido de la identidad, y establece una selección de prácticas que pueden ayudarnos a pensar de forma no binaria.

Esta original y reveladora guía fomenta la reflexión sobre cómo vemos y entendemos el mundo en el que vivimos y cómo doblamos, desdibujamos o rompemos los códigos binarios de la sociedad.

 

Nadie miraba hacia aquí

«Para aprender sobre la pandemia del VIH, su cronología y la de los movimientos activistas y artísticos que surgieron a su alrededor, nada mejor que este magnífico ensayo de Andrea Galaxina»
Bob Pop

 

Hoy recomendamos Nadie miraba hacia aquí, de Andrea Galaxina, publicado por Continta me tienes.

Nadie miraba hacia aquí es un ensayo sobre la confluencia entre la última gran epidemia del siglo XX y el arte contemporáneo. Sobre cómo la marginación y el abandono al que fueron sometidas las personas que vivían con VIH/sida desató una corriente de rabia, denuncia y tristeza por la pérdida, que dio como resultado algunas de las obras más profundamente políticas y radicales de la contemporaneidad. Este ensayo es un acercamiento a este corpus artístico, a lxs artistas que lo crearon y a un contexto histórico que cambió para siempre la lucha LGTBIQ+ y el arte contemporáneo.

Sobre la autora
Andrea Galaxina es licenciada en Historia del arte y máster en Historia del arte contemporáneo y cultura visual por la ucm-uam y el Museo Reina Sofía. Desde 2010 lleva la editorial #bombasparadesayunar e investiga sobre el fanzine como medio de creación, resistencia y empoderamiento feminista y la edición contracultural.

 

Beautiful Thing

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Película inglesa de 1996 dirigida por Hettie McDonald. Jamie, un chico de 16 años, vive en un barrio humilde de Londres con su madre, Sandra. Jamie sufre bullying en el instituto por lo que falta a clase cada vez que tiene ocasión. El joven vecino de Jamie, Ste, tiene que soportar constantes palizas por parte su padre y de su hermano. Cuando Sara encuentra Ste llorando lo lleva a su casa para apartarlo del maltrato que sufre. Entre Jamie y Ste surgirá una relación de amor.

La cinta se estrenó en un canal privado de televisión del Reino Unido como una tv movie más, pero su éxito fue tal que dio el salto a la gran pantalla llegando a estar presente en festivales de la talla de Cannes y San Sebastián.

El guión está basado en la obra de Jonathan Harvey también dirigida por McDonald que se estrenó en el teatro Bush de Londres el 28 de julio de 1993. En 2014 se representó en España bajo el título Maravilloso y la dirección de Noé Muñoz

La cotidianidad de las situaciones aporta naturalidad a la relación que surge entre los dos jóvenes a través de una narración sincera en la que afloran los sentimientos de los protagonistas, sus deseos, miedos y preocupaciones. Estamos ante una historia de amor apartada de los convencionalismos visuales sobre la homosexualidad. La cinta se acerca al tema a través de una narración honesta, neutral y sin dramatismos. Beautiful thing es la historia de dos jóvenes que descubren sus sentimientos y deciden afrontarlos en el entorno en el que les ha tocado vivir. El acierto de las localizaciones, nos permite sumergirnos en el ambiente propio de los barrios obreros de Londres. .

La banda sonora se apoya en el soul y en canciones de los 70 y 80. Mama Cash se convierte con su música en un personaje más de la cinta que además, nos ayuda a acercarnos al personaje de Leah, la excéntrica vecina de Jamie. Destacan los temas Dream a little dream of me y Make your own Kind of music, que suena en uno de los momentos más especiales de la cinta.

El final feliz de la película contrasta con los finales trágicos desafortunadamente frecuentes en películas sobre relaciones homosexuales. Hay que recordar que en 2006 se había estrenado Brokeback Mountain, historia de amor entre dos vaqueros de triste final. Durante mucho tiempo, el cine y la literatura, han transmitido un mensaje negativo sobre las personas LGTBI con el fin de reprimir, demonizar e invisibilizar la diversidad sexual y de género: Si te apartas de la heteronormatividad tu vida será un infierno. Esta cuestión es el tema central de El celuloide oculto, documental estadounidense de 1995 dirigido y escrito por Rob Epstein y Jeffrey Friedman que analiza el tratamiento de los personajes LGTBI en el cine de las grandes productoras de Hollywood. El documental entrevista a personas vinculadas a la industria de Hollywood que comentan, en base a escenas de películas, sus propias experiencias sobre el tratamiento de personajes LGTBI en el cine estadounidense; desde la ridiculización del homosexual a través del mariquita o los gais amargados y crueles y la codificación de los personajes LGTBI debido a la censura impuesta por el Motion Picture Production Code, más conocido como Código Hays.

 

Debates en torno de la ley de matrimonio igualitaria griega: ¿Es Grecia el paraíso homosexual que pensamos que es?

Por Konstantinos Argyriou

Vengo de un país que, por más que se suela idealizar por ser el origen de la filosofía, la democracia y la homosexualidad, sorprende por su actual mentalidad retrógrada en muchos temas sociales. Y esto tiene todo el sentido del mundo: ¿cómo sostener una historia que pese tanto?

Grecia ha votado este jueves 16 de febrero el matrimonio igualitario. Solo unos diecinueve años después de que lo hiciera el Estado español; solo unos veintitrés después de los Países Bajos. Para sorpresa de mucha gente, fue el partido de centro-derecha que está en el gobierno desde 2019, Nueva Democracia, el que creó esta propuesta de ley.

Y desde noviembre del año pasado, no se ha parado de hablar del tema en los medios de comunicación, en redes sociales, y también en la calle: muchas encuestas que han circulado señalan una gran división social, así como una percepción más positiva de la aprobación del matrimonio que de la adopción –la nueva ley no estipula temas de reproducción asistida.

A nivel de debate público, aparte de la típica polarización que hemos evidenciado también en otros países occidentales a la hora de aprobar leyes equivalentes, existe el agravante de una cultura LGTBIfóbica particularmente “griega” que está muy extendida. “La sociedad griega no está preparada”, “los niños necesitan influencias parentales tanto masculinas como femeninas”, o “estas cosas que vienen de fuera no pueden aplicarse aquí” son frases que se han esparcido masivamente en estos últimos meses.

En 2018, la sociedad griega evidenció el asesinato, en plena luz de día, del activista y drag queen Zak Kostopoulos/Zackie Oh!, por dos empresarios. Las personas que evidenciaron la escena, que no fueron pocas, no intervinieron para salvar a Zak de las palizas mortales, sino que incluso cuestionaron los sucesos, que si no se hubieran quedado grabados, habrían conducido a la impunidad directa de los agresores (el juicio sigue aún).

Igualmente, existen muchas parejas y familias diversas que en los últimos años han recibido tanto más visibilidad, como más sentimientos de repugnancia en la esfera pública por su mera existencia. La labor de organizaciones como Políjromo Sjolío (Escuela de Colores) o Iperífani Gonís (Orgullo Parental) ha sido fundamental, puesto que han trabajado codo con codo con las legisladoras responsables, y han personificado las luchas por un tratamiento equitativo por parte de la ley y la transformación de las actitudes sociales al respecto.

Mucha gente ve en esta ley una apuesta personal del Primer Ministro, Kyriakos Mitsotakis. En su afán e intento deliberado de mover el partido gobernante más hacia el centro y el progreso social, Mitsotakis ha plantado cara, según esas voces, a la iglesia ortodoxa. Los clérigos representan gran parte del voto de Nueva Democracia, pero en este movimiento hacia un partido más laico (y por ende, más secular), se sienten apartados. Recuerdo que Grecia no es todavía un Estado propiamente secular, como la grandísima mayoría de los países europeos. Con la nueva ley, se convierte en el decimosexto país de la Unión Europea (antes que Italia) y el primer país cristiano ortodoxo en conseguir dicho avance legislativo.

Hay curas que incluso han señalizado a aquellos miembros del partido que votarían a favor, para tacharlos de traidores y dejar de darles apoyo político. Incluso se han redirigido a los tres partidos minoritarios de extrema derecha como respuesta. Esos tres partidos, Elinikí Lysi, Niki y Spartiates, con gran influencia en las periferias de Macedonia y Tracia, se han aprovechado de la situación para reforzar la inseguridad de cierta ciudadanía heteronormativa al odio y la intolerancia y ganar más votos.

El Partido Comunista, KKE, decidió seguir por la misma línea, puesto que le pareció que la igualdad en el matrimonio daría paso a la explotación de cuerpos femeninos al servicio de la reproducción asistida –aunque se ha explicitado en varias ocasiones que éste no es el caso. Recibió, por ello, el repudio de aquellos grupos LGTBIQ que lo habían apoyado en el pasado.

Aparte de los alrededor de 106 miembros parlamentarios de Nueva Democracia (de los 158 que tiene actualmente), los partidos que han apoyado la iniciativa han sido Syriza, un grupo parlamentario separado de él llamado Nueva Izquierda, el Partido Socialista (PASOK, aunque fue también el más dividido, con un 33% de los miembros absteniéndose), y Plefsi Eleftherías.

Fuera de la discusión parlamentaria, sorprende la necesidad de la Asociación Helénica de Psiquiatría, entre otros grupos profesionales de salud, de sacar una comunicación, hace unas semanas, declarando que la homosexualidad ya no figura como enfermedad mental. Y sorprende, porque por un lado, la Asociación Americana de Psiquiatría sacó la homosexualidad del DSM en 1973; y por otro, porque la propuesta de ley no estaba relacionada con la autodeterminación de la orientación sexual, sino con el derecho a casarse.

Mucha gente en Twitter subió imágenes exóticas de Santorini y representaciones de ánforas, con comentarios como “el país del Mamma mía por fin es abierto”, o “Grecia vuelve a ser consistente con su historia”. Esta caricaturización de lo votado es interesante, como lo ha sido un comentario que recibí en mi Instagram de un contacto, que fue así: “¡Qué bien, ahora ya podrás volver a tu país y casarte!”. Que lo progresista no te quite lo xenófobo.

Y ahí reside el problema: que sostenga aquí que Grecia es un país profundamente homófobo, por no ofrecer justicia para la muerte de Zak, no ignora el asesinato de Samuel a gritos de maricón en 2021, ni lo intenta competir en brutalidad (¿quién da las mejores palizas mortales en medio de la calle, un griego homófobo o un español?). Que pensemos que un partido conservador nos haya hecho el favor de ir en contra de sus principios para abrirse hacia el colectivo, no quita que el matrimonio sea una institución conservadora. Igualmente, que nos hagan el favor de recordarnos que la homosexualidad no es una enfermedad mental no borra del mapa que se sigan promoviendo políticas y actitudes profesionales impertinentes.

Queda por ver cuánto va a tardar la reacción violenta de aquellos sectores de la sociedad que no solo se han sentido incómodos con esta nueva medida legal, sino que querrán manifestar su odio de forma abierta.

by User kokkinoi antireporters (κόκκινοι αντι-ρεπόρτερ) of Athens Indymedia. (creative commons)

 

Ammonite

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Dirigida por Francis Lee en 2020, realizador de Tierra de Dios (2017). La película, coproduccida por el Reino Unido y Australia, está basada en la vida de la paleontóloga Mary Anning a la que da vida Kate Winslet. El argumento de la cinta se centra en la relación entre Anning y Charlotte Murchison, personaje interpretado por Saorise Ronan.

La acción se sitúa en los años 40 del siglo XIX. Mary Anning, elogiada paleontóloga, trabaja sola en la indómita costa sur de Lyme, Inglaterra. Anning, apartada de éxitos pasados, se afana en buscar fósiles para vender a turistas adinerados y sustentar así el hogar que forma con su madre, viuda enferma que depende de su hija. Uno de esos turistas, el adinerado Roderik Murchison, pide a Mary que cuide de su esposa aquejada de melancolía. Quiero que camine por la costa con usted, que aprenda de usted, le solicita el atribulado caballero. Anning no puede negarse a aceptar un encargo que, aunque no le agrada, aliviaría la maltrecha economía familiar. A pesar de las diferencias sociales que separan a ambas mujeres, entre ellas surge una conexión que les hace comprender que pueden ofrecerse mutuamente aquello que necesitan. De esta forma, surge una historia de amor que desafiará las convenciones morales de la época. Esta película viene a reivindicar la figura y la obra de Mary Anning cuyo aporte a la paleontología es indudable a pesar de que su labor ha sido invisibilizada, como ha ocurrido con otras grandes mujeres a lo largo de la historia.

Kate Winslet admiraba el trabajo de Lee en Tierra de Dios, película que a la actriz le había gustado por el ritmo y la emoción que el realizador imprimió a la historia. La actriz contó para Attitude que cuando el director le ofreció el papel no se lo pensó, aceptó antes de leer la primera página del guión. La relación entre las dos mujeres le pareció muy convincente. Kate Winslet siente admiración por Anning, una mujer autodidacta, dedicada a la paleontología en una sociedad patriarcal, en un entorno salvaje, con gran talento y a la que acabaron hurtando la autoría de su trabajo simplemente por el hecho de ser mujer. Winslet piensa que fue un acierto contar la historia de amor entre Mary y Charlotte. Para la actriz, si se hubiese emparejado a Anning con un hombre, éste no se hubiera sentido digno de ella puesto que Mary, a pesar de ser duramente tratada por la sociedad y habitar en un ambiente dominado por los hombres, era mejor que todos ellos.

Sobre la construcción de su personaje, Winslet contó que dado que Ammonite está ambientada en una época en la que las mujeres estaban silenciadas socialmente, su personaje era callado e introvertido. Tuve que conectarme mucho en el movimiento y la expresión de Mary, su forma de comunicarse. Debía elegir cuando sonreiría. Ella no sonreía habitualmente. Cuando lo hacía significa que era un momento importante.

Respecto a la relación íntima que aparece en la película entre Mary y Charlotte, hay quien criticó ese aspecto de la película argumentando que no existen evidencias históricas de que esa estrecha unión entre ambas mujeres hubiese existido. Sobre esta cuestión, Winslet afirmó que tampoco existen evidencias históricas de que Anning se casara o tuviese relaciones con hombres, por lo que es lícito explorar otras hipótesis sobre su vida afectiva, profundizar en lo que pudiese haber ocurrido. No entiendo por qué eso importa. No entiendo qué diferencia que hay entre quien era Mary y sus extraordinarios logros, al empajarla con una mujer. Yo amo y defiendo las historias de amor entre personas del mismo sexo y cualquier historia LGTBQ que podamos tener en nuestras manos. Y espero que podamos normalizar estas relaciones en el cine sin duda, secreto ni miedo. Y lo que me encanta de esta película es que no hay ningún elemento de vergüenza en la relación entre Mary y Charlotte. Su amor no está oculto de ninguna manera. Simplemente se aman. Y si incorporáramos más historias LGTBQ a la historia principal, contribuiríamos de una manera honesta a normalizar estas historias. Me sentí honrada de contribuir a la evolución de la forma en la que se presentan a las personas LGTBQ en las películas. Si la relación que muestra la película fuese heterosexual, no habría ningún comentario, por qué tiene que haberlo cuando la relación es entre personas del mismo sexo. Una persona es una persona.

Kate Winslet, que ya había interpretado personajes lésbicos en Criaturas celestiales (1994) y en Iris (2001), afirmó que todavía hay una gran falta de películas LGTBQ y esto debe cambiar. La película está construida a base de miradas furtivas y roces fugaces. Preguntada por la conexión que tuvo con Saorise Ronan en la película, Winslet afirmó que lo que hicimos en el ensayo fue trazar el arco emocional de Mary y Charlotte asegurándonos todo el tiempo, no solo de planificar los momentos específicos de conexión física porque hay muy pocos, aunque obviamente tenemos esas dos escenas íntimas muy significativas, porque se dicen tanto con las miradas y en los pequeños toques, como cuando Charlotte deja su mano en el hombro de Mary durante unos segundos demasiado largos. Respecto a las escenas íntimas, la actriz dijo que al hacer esta película se dio cuenta de que al eliminar los estereotipos heterosexuales, se abre el espacio para la libertad, la igualdad, el anhelo y la conexión reales. Simplemente se abre la tapa y fue realmente increíble. Ttener ese tipo de vínculo femenino, no solo ese vínculo de comprensión, las mujeres saben lo que quieren, los hombres no siempre lo saben y, a veces, hay que decírselo En realidad fue muy diferente, me enseñó mucho.

Abundando en el tema de las escenas de sexo que aparecen en la cinta, Winslet comentó que las rodaron como si fuera una coreografía. Afirmó que se sintió muy segura grabando esas escenas con Saorise. Las dos actrices acordaron los movimientos que iban a realizar con la intención de que todo resultase lo más natural posible. Winslet contó que sentía que Saorise y ella tenían la misma idea sobre lo que querían expresar en la escena. Para la actriz lo más importante era la conexión emocional entre las dos mujeres. Cuando vio el resultado terminado dijo sentirse enfadada por cómo se había comportado como mujer cuando participó en escenas íntimas en el pasado. Afirmó que , aunque nunca se sintió dominada o anulada, ahora era más consciente de cómo la mayoría de las escenas de sexo cinematográfico están informadas narrativamente únicamente por personajes masculinos y la mujer es dirigida de alguna manera. Sin embargo, para ella, Ammonite resultó muy igualitaria, muy segura, completamente neutral, respetuosa y conectada. Fue un diálogo entre dos personas. Kate Winslet reprogramó la escena de amor para que coincidiera con el cumpleaños de Saorise y la joven actriz tuviese un buen recuerdo de la película.

En cuanto a la puesta en escena, la cinta nos traslada por momentos desde la inmensidad de los paisajes abruptos, donde las protagonistas buscan fósiles, hasta la intimidad de las dos mujeres a la luz de la velas. El director nos transporta con voluntad realista a 1840 apagando la paleta de colores, estrechando el marco del plano y limpiando la narración de diálogos y música.

Francis Lee nos muestra dos veces a una mujer arrodillada fregando el suelo dejando suficientemente claro el papel de las mujeres en la sociedad de la época. Además la aparición en la historia de otro personaje femenino que tiene un encuentro áspero con Mary o las miradas de su madre, sugieren el pasado de la paleontóloga.

Los hallazgos más destacados de Mary Anning fueron el primer esqueleto de ictiosauro , los dos primeros esqueletos de plesiosauros, el primer esqueleto de pteosaurio encontrado fuera de Alemania y algunos fósiles de peces importantes. El sexo y la clase social de Anning fueron las razones de que le impidieran participar en la comunidad científica del siglo XIX ,dominada por ricos hombres anglicanos, y de que no se reconociesen sus contribuciones.

 

 

Ojalá regresara

Por Sara Levesque

 

—Voy a ser sincera: de ti, me gustas tú —deseé admitirle.

Aunque no reuní agallas para decírselo, tuve un cuajo enorme para esperarla. No fui valiente para hacérselo ver, y sí cobarde para aguardar su regreso de brazos cruzados. La eché de menos veinticuatro veces al día. La eché en falta tanto tiempo que cogía el teléfono y me quedaba mirando su número, buscando el empuje para llamarla y estar con ella un ratito. Pero me sobraban dudas y me faltaban señales suyas. Al final, la pantalla se apagaba, aburrida de tanta indecisión.

Quise que cumpliera sus promesas y me abrazara para que pudiera dejar de mojar la funda de mi almohada con lágrimas, para no sentir más rabia por una huida que fue una retirada a tiempo por su parte, y un abandono por la mía. Y yo dejaría de jurarle imposibles en una cena con velas para prometerle solo aquello que pudiera cumplir a la luz de la luna; o a la de sus ojos, que viene a ser lo mismo.

Durante una temporada la apodé Mimi, que me parecía mejor idea que usar su nombre real. Si pudiera, si me dejara, si me lo permitiera, le escucharía y luego le besaría la voz. Después de besar las lágrimas de las nubes, porque, a veces, cuando la leo me habla a través de ellas. Siempre lo hace. A ratos es auténtica, a ratos da miedo. Sea como sea me invade el pensamiento. Sí, sigo leyendo todo lo que escribe, aunque no se lo diga. Es una anémica forma de volver a sentirla junto a mí. Ojalá volviera. No, ojalá regresara, porque dentro de ese verbo está mi nombre. Y yo me fumaría la vida entera esperándola, porque dentro de ese vicio está el suyo.

Y al pensar en ella, por mucho que duela, se me sigue asomando una sonrisa a la boca. Unas veces tímida, otras valiente, depende de cómo me haya despertado. Es normal. Esté en el país que esté, visite la ciudad que visite, o se levante de la cama de quien se levante, lo cierto es… que hacía los días preciosos. Fue mi más linda casualidad. Solo por eso, merecía la pena soportar que viviéramos cada una en un extremo del mundo.

Quise recoger todos los pasos que se le cayeran al caminar. Acompañarla en cada uno de ellos si cojeaba. Enseñarle a mirar hacia delante cada vez que el desánimo la obligase a agachar la cabeza; y a cómo seguir avanzando, aprendiendo de los golpes. A rescatar las fuerzas cuando no tuviera ganas de enfrentarse a la vida, cuando se atascase con los lunes por la mañana…

Quise que le dieran por saco al protocolo, a las formas, a lo correcto; a no quejarse, a pedir perdón y a fingir afecto. Que le fuera bonito a guardar silencio, aunque por ello creyera que todo lo desprecio. Que se cegara la luz del sol y todos sus efectos, porque a mí me apetecía seguir soñándola en mi magullada cama, aunque eso fuera lo incorrecto.

© Sara Levesque

 

20.000 especies de abejas

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Estrenada en 2023, 20.000 especies de abejas es una película escrita y dirigida por Estíbaliz Urresola Solaguren y protagonizada por Sofía Otero, Patricia López Arnáiz Ane Gabarain e Itziar Lazcano. Seleccionada para competir en el Festival de Cine de Berlín, su protagonista, la niña Sofía Otero, ganó el Oso de Plata a la mejor interpretación protagonista. Además, la película fue nominada al premio Teddy y Urresola obtuvo una nominación al Premio GWFF a la mejor dirección novel. También consiguió la Biznaga de Oro a la mejor película española de la 26ª edición del Festival de Málaga.

Cocó (Sofía Otero) tiene ocho años y no se identifica con el género que le han asignado al nacer. La llaman Aitor pero ella no reconoce ese nombre como suyo ni se ve reflejada en la mirada de quienes la rodean. Durante un verano que pasa en la casa del pueblo del País Vasco, Cocó reflexionará sobre su feminidad junto a otras mujeres de su familia.

En una entrevista concedida por Estíbalíz Urresola durante el Festival de San Sebastián, la directora afirmó que desde el principio tuvo claro que no se quería centrar solamente en el viaje del personaje trans de la película, sino que la quería rodear de unos personajes suficientemente construidos, poderosos y fuertes como para poder observar que lo que se transforma ahí no es la niña, que la niña no emprende una transición, que la transición la emprende la familia al completo y cómo esa transición también ofrece a los miembros de esta familia, que son mayoritariamente mujeres, la oportunidad de aprender algo de sus propias vidas. Ese aporte en positivo era importante traerlo al relato. El cómo afrontar este proceso no tiene porqué ser una calamidad, una tragedia, un sufrimiento para la familia, por supuesto sin evitar las sombras y las asperezas pero sí que quería también, incidir en en cómo podía ser una oportunidad de aprendizaje para el colectivo. Ese ha sido uno de los retos más grandes. Quién realmente hace el arco mayor en ese proceso de aceptación quizás es la madre, sin embargo, no es menor el recorrido que hace la niña. La protagonista de la película es la relación entre esa madre y esa hija. Esa forma de mirarse y entenderse que hace que también que la otra se construya a través de esa mirada. Es una relación bidireccional, esa es la relación que se transforma. Conseguir el equilibrio en esa relación ha sido mucho trabajo de guión.

Un traumático suceso ocurrido en el País Vasco desembocó en el guión y en el rodaje de esta película. Ekai un chico trans de dieciséis años, se suicidó en Ondarru, muy cerca del lugar donde vive la directora. Ese suicidio conmocionó a la sociedad vasca y consiguió visibilizar la realidad de la adolescencia trans porque era un tema del que no se hablaba. Este hecho impulsó a la realizadora a acercarse a la asociación de familias de menores trans. Según comentó, nunca quise basarme en la historia de Ekai ni hacer un relato de él, pero sí quería comprender, a través del resto de familias, ya que esta iba a estar pasando por un proceso suficientemente doloroso. En la relación y en el proceso de conversación con estas familias, fui encontrando el enfoque y el valor también que ellas ponían sobre la mesa, de lo que había sido atravesar estos procesos de acompañamiento y que en muchas ocasiones, habían fortalecido los lazos familiares. En algunos casos se habían degradado, pero no porque este caso los degradara, sino porque ya eran frágiles y quizás hacer un acompañamiento así hace que termine por romperse lo que está quebrado ya. Pero en otros casos la familia se había visto más unida porque había visto la oportunidad de mirarse y de comprenderse unos a otros dentro del seno familiar de una forma nueva, con otra atención, desde otro lugar y eso para mí era una de las cosas más reseñables de las entrevistas que hice con estas familias y quise traer esta positividad, sin esquivar las sombras. Esto desde el inicio del guión era algo que quería imprimirle a la peli.

Para Patricia López Arnáiz, según manifestó en el estreno de la película, es el personaje más complejo que ha interpretado. Meterse en el papel de la madre le supuso descubrir la realidad que estaba detrás de la escritura. Contaba que fue un trabajo de ensayo y de generar relaciones entre los personajes para construir la memoria familiar. Para crear su personaje debía explorar la manera de afrontar la situación que se le presenta. Según la actriz , el personaje de Cocó viene a romper el eslabón de la falta de comunicación entre las mujeres de la familia. Les trae un regalo al generar una tensión que rompe la incomunicación. Arnáiz decía que estamos ante una película que habla mucho de la identidad, de cuánto hay de la mirada ajena en tu identidad y de cómo tu identidad se basa en la percepción que tienes de ti. Igual que Cocó, está pidiendo que se le llame de una manera determinada, la madre se está buscando también. Según contaba la interprete, en Ane hay un despertar, gracias a lo que le pasa a Cocó, ella se da cuenta de que quiere que le llamen por su nombre.

La presencia de la apicultura en la película da pie a deslizar la metáfora implícita en el título sobre lo variado de la colmena humana. El abordaje de Cocó y las reacciones que provoca a su alrededor, se realiza con delicadeza, manteniendo una actitud respeto hacia los personajes, sean del signo que sean, siguiendo el precepto consagrado por Jean Renoir: Todo el mundo tiene sus razones.

 

Mi yo

Por Sara Levesque

 

A veces escribo para mi yo, como esta noche. Cuando eso ocurre, me fascina la sensación que produce el sabor de un cigarro de madrugada. La primera calada, en especial. El humo, al ascender, dibuja las letras de su nombre en trazos barrocos. La toxicidad del tabaco se suma a la suya; así duele menos. Se escapó como se escapa esta neblina venenosa por mi ventana abierta.

Se está levantando aire… Es la anticipada brisa en una noche con estrellas en la que yo me he estrellado. Un gran tapiz salpicado de lentejuelas. Cada una me recuerda a sus casi inapreciables pecas. Y las dos relucientes Osas, las orillas de su busto, perdidas en el horizonte como esas constelaciones.

El humo me envuelve como se arremolinaba ella a mi cintura cuando solía abrazarme; consentía todos sus arrumacos. Al darme la vuelta, me perdía en su mirada, deseando besarla hasta olvidarnos. Deseando acabar, cómo no, enredadas bajo la sábana. Deseando que me susurrara tenues caricias en otro idioma, uno nuevo que había aprendido. Deseando confirmar que sonaba delicioso desde sus labios. Sonaba lindo. Deseando respirar con un siseo aspirado, como si al tocarla estuviese ardiendo y quisiera incinerarme a su lado.

Era muy prudente cuando tenía que serlo. Y la más puta cuando se lo pedía el cuerpo, como al irse corriendo, en el sentido menos visceral de la expresión: no el fisiológico, sino el que implicaba una mudanza.

Ahora me consuelo besando el filtro cada noche. Para ser sincera, si este es exquisito, su sabor debía de ser la hostia.

Envuelta en estos pensamientos, comprendo cómo sería la triste, pero breve vida de mi cigarro. Imaginé que permanecería en silencio con él olvidado en mis labios temblorosos. El furioso viento lo fumaría por mí. Dos gruesos ríos encharcarían el maquillaje de mis mejillas. Lloraría sin pronunciar ningún sonido. Sin aspavientos. Lloraría muerta en vida con un llanto enigmático, mudo, casi anónimo.
Recordaría cómo Mimi, durante años, se expresó con tanta seguridad en sí misma que la creí. Siempre habló mucho; nunca dijo nada. De igual modo, me tragué sus mentiras.

Observaría, con el aire otoñal bailando en estado salvaje junto a mi pelo castaño, cómo mi otra mitad se alejaba cada vez más calle arriba. Así vería mi futuro en aquel momento: cuesta arriba.

Me sacaría de la boca lo que quedase del cigarro y lo arrojaría al suelo con furia, apuñalándolo hasta la muerte con el tacón de mi zapato. Con el otro pie pisaría mi propio corazón, que Mimi habría dejado resbalar hasta el suelo el día que se lo regalé. Entonces, comenzaría a llover. Caería en la ciudad un chaparrón de recuerdos en forma de afilada y afónica llovizna. Las nubes esconderían el cielo tiñendo el día de oscuridad. Sería algo más que negro, parecería el antónimo de la luz. El agua acabaría por enterrar los restos del pitillo, poniendo punto y final a dos historias de amor que empezaron donde lo hacen todas: en los labios de alguien especial.

© Sara Levesque

 

El banquete de bodas

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Ang Lee dirigió esta película taiwanesa en 1993. El guión lo firman el propio Lee junto a James Schamus y Nelll Feng. Simon y Wai-Tung son un pareja gay que vive en Manhattan. Ante la inminente llegada de los padres de Wai-Tung, organizan una boda de conveniencia entre Wai-Tung y Wei-Wei, una joven inmigrante que necesita la carta verde de inmigración para poder permanecer en los Estados Unidos. Todo se complica cuando los padres de Wai-Tung llegan a Nueva York y pretenden organizar el banquete.

Lee es un punto medio entre Woody Allen y Eric Rohmer. El cineasta consigue tener una objetividad sobre los personajes que hace que en sus películas no haya ni buenos ni malos. Esa objetividad no es indiferencia, sino una suerte de simpatía hacia los personajes que recuerda a Renoir. Destaca en el realizador su capacidad para rodar desde la distancia justa, la habilidad para colocar la cámara en el lugar adecuado, la cotidianeidad que imprime a sus escenas y la utilización de elementos cómicos que , a veces, resultan totalmente disparatados pero siempre dentro de un enorme realismo y espontaneidad. Estos toques de comedia el director los mezcla hábilmente con un cierto melodrama para tratar cuestiones de familia y de convenciones sociales. que es común denominador en todas sus películas. Por otro lado señalar el toque oriental de la cinta, que recuerda a El Viaje a Tokio de Ozu . Sobre los puntos en común de ambas películas, señalar que utiliza el mismo material: las relaciones dentro de una familia que está en estado de dispersión .’En este caso la dispersión es cultural y geográfica. En la película, Ang Lee trata a los personajes con objetividad pero siempre con una actitud positiva. Esto hace que la cinta tenga una gran frescura.

El Nueva York de Ang Lee es muy personal y así se refleja en las escenas de esta película con las calles y los restaurantes que filma. Hay una escena, cuando están comiendo, en la que se ve el río y podemos sentir la humedad a través un plano inusual de la gran manzana. Y todo ello sin una impronta orientalista de las localizaciones. Por otro lado, la escena en la que los dos protagonistas hablan por teléfono está cargada de emotividad y afecto. A ello contribuye la planificación que nos muestra una relación pura y consistente llena de amor. El director va subiendo la escena de tono poco a poco hasta que termina en un abrazo. La economía de medios se nota en los planos largos que rueda el director. La forma en la que los actores se mueven por los espacios imprime a las escenas de esa cotidianeidad que, como se ha mencionado anteriormente, caracteriza a Lee. Con esa misma impronta de lo cotidiano , el realizador describe la relación de amor entre los dos hombres de la misma manera que hubiese contado una relación heterosexual.

Las situaciones que se `producen con la organización de la boda están rodadas con gran frescura. La fiesta es una locura que tiene planos de comedia disparatada. Sin embargo también se filma con normalidad lo que permite que cualquier persona que vea la película, independientemente de su nacionalidad o su cultura, se pueda identificar con esos momentos. Hay un momento en la preparación de la boda, cuando están peinando a la novia, en el que esta parece tener la ilusión de que al final se quedará con Simón, lo que nos hace pensar en su soledad. Esta circunstancia también se plasma en la escena de la bienvenida en el aeropuerto. Wei Wei quisiera que esa fuera su familia también.

Un tema que trata la película es la problemática de las personas que están en situación administrativa irregular en Estados Unidos y la frustración que muchas veces les provoca esa circunstancia vital. Es esta circunstancia, la que lleva a Wei Wei a aceptar el matrimonio de conveniencia. Sin embargo hay un instante en la que la chica dice: Quizás no haya merecido la pena tanto esfuerzo para esconderse en Estados Unidos. La cuestión es que hay millones de personas que buscan un lugar estable que difícilmente les llega porque nunca serán como las personas nativas que tienen unas posibilidades de prosperar que les vienen dadas por el nacimiento.

La cinta trata con habilidad la relación entre Taiwan y la China continental. Con destreza nos describe la necesidad que tienen todos los personajes de entenderse a pesar de pertenecer a culturas distintas. La escena de la presentación en el aeropuerto recuerda a Ozú. También destaca la escena del hospital en la que Wai Tung , de espaldas, le cuenta la verdad a la madre y va sintiendo una liberación a medida que habla. Cuando el joven termina, la madre le espeta: Tu padre no debe saberlo, eso le matará. Esta frase describe a la perfección el trauma que, a veces, supone para algunos padres el hecho de que sus hijos tengan una orientación sexual o una identidad de género no normativa.

El guión sabe alternar la comedia de equivoco con el drama. Planea siempre el miedo de que el padre , que está enfermo del corazón, se entere de la relación entre su hijo y Simon. Los secretos familiares que provocan el drama se mezclan con los momentos de comedia de enredo.

Dentro de los personajes principales solo hay un occidental, Simon que aparece habitualmente en un segundo plano sin embargo siempre eso no disminuye su peso en la historia. Es un personaje muy bien tratado. El joven americano tiene un gran encanto, se enfada en un par de ocasiones, pero con motivo. En la despedida, el padre le dice a Simon que cuide de Wai-Tung, mostrando así su aceptación a la relación entre el joven americano y su hijo.

El director dedica la película a una pareja de amigos suyos que cuando vienen los padres tienen que cambiar la decoración de su casa para que no se diesen cuenta de la relación que ambos tienen.