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Orgullo

Por Sara Levesque

 

Se dice que el orgullo es un pecado. El pecado suele ir de la mano de la violencia.
Solo unidos conseguiríamos que nuestros pasos y su acción buscasen la misma dirección para avanzar juntos sin coacción ni presión. Y si alguna vez tuvimos que recular ante un posible resbalón, siempre fue sin orgullo ni sumisión. Nuestra mejor decisión fue afrontar cualquier tropezón mientras nos levantábamos al compás de la unión entre tu alma y mi corazón. El resultado es la sanación de la censura que nos estrujó durante mucho tiempo la liberación.

De todas formas, querido Lector, si alguna vez sufres una pesadilla, construiré un atrapasueños multicolor para que desmenuce todo recuerdo que te duela. En el momento en que sientas que empieza tu lucha interior te abrazaré muy fuerte, sujetándote para que no recules, volviéndote irrompible. Cuando tengas miedo, a caricias y sin dejar de mirarte a los ojos te desharé el temor para que cada día de tu vida esté repleto de sonrisas cuando toque aprender una lección; para que este Orgullo 2023 esté cargado de firmeza en el siguiente paso si sufriste un pisotón; valentía para resucitar al niño interior y echar los deseos escritos al buzón; fortuna para que toque la lotería de los abrazos y el premio sea de un billón; cordura para que ni hombres ni mujeres fallezcan por agresión; bondad para que el mayor delito de un ladrón sea el de robar un corazón; equilibrio para saber alimentar al pobre y al ricachón; sabiduría para erradicar del planeta el insulto «maricón»; paciencia para no dejarse llevar por el abatimiento y la depresión; coraje a la hora de caminar en dirección a tu vocación; paz en la guerra de las armas y el dinero para que declaren su rendición…

Es verdad que, en ocasiones, la existencia resulta tan dura como sobrevivir con el corazón negro. Pensamientos brunos. Ideas oscuras. Hollín en las aceras. Espesa niebla entre tinieblas. Sucias miradas cargadas de ironía airada. Sombríos pasillos donde luce todo menos el brillo. Tristes comentarios orgullosos sobre otro para sentirse poderoso. Sombras a las que perseguir sin dejar de sufrir. Tinieblas perpetuas donde una vez existió la luz, y ahora solo sabemos cargar con una pesada cruz. Cambiar la cama por un ataúd, enterrándonos bajo blancas sábanas como si fueran un alud. Desafortunados pasos en tu camino donde tropiezas una y otra vez con tu lado más mezquino. Alma atezada por el terror a cometer un nuevo error.

A veces, hasta la luz del sol parece tener un tinte opaco. Pero no hay que olvidar que siempre existe alguien dispuesto a entregarte un arrumaco. Porque tú eres la única persona que robó con éxito tu corazón en su propio atraco. Vivir envuelto en una espesa negrura puede ejecutarte la cordura; permite que te abrace por la cintura con dulzura y podrás comprobar que la negrura, en realidad, no dura.

Tú, que te miras al espejo y sabes quién eres.
Tú, que te miras y te cuesta reconocerte.
Tú, que cargas con tantas etiquetas que podrías confeccionarte la manta más colorida.
Tú, que no permites que se te pegue ningún rótulo.
Tú, que sientes miedo y, aun así, eres muy valiente.
Tú, que aborreces la violencia…
Yo me siento orgullosa de ti, no solo hoy sino todo el año porque tú y solo tú, querido Lector, haces un Orgullo precioso.

Día del orgullo hetero

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

 

¡Indignaos!

Por Beatriz Ramírez Saveedra

 

 

Cuando estudiaba en la universidad hubo un libro que hizo que mi sangre se revolucionara, un libro que bien me hubiera podido pasar desapercibido por sus escasas páginas o su tapa endeble, un libro con un megáfono rojo dibujado y el nombre de un autor francés escrito en la portada. Así, Stéphane Hessel, me ha venido hoy a la memoria como esa fuerza huracanada de un grito de resistencia que pugna por salir; allí…en esos márgenes que la humanidad arrincona y que, estos días, están aterrorizados pero NO desprovistos de rabia.

¿Dónde estáis? “Coged el relevo, ¡indignaos!”, ¿dónde estáis?, “la peor actitud es la indiferencia”. Hessel estuvo en la resistencia francesa y bien sabía de lo que hablaba cuando alentaba a las nuevas generaciones a tomar las calles para luchar por sus derechos. Redactor como fue, por cierto, de la Declaración de Derechos Humanos de 1948.

No puedo evitar las lágrimas al pensar que, por desgracia, Hessel, ya no puede gritar a nuestro lado pero…¿y si después de la lluvia nos espera el arco iris? Seguro que él no hubiera cesado en su empeño de luchar por la libertad porque no hay ni existe mayor garantía de éxito, que la necesidad de justicia.

La ultraderecha gana votos, terrenos, espacios, visibilidad, adeptxs, sillas, despachos…pero jamás tendrán la misma fuerza política/ideológica que quienes luchan en nombre del amor; hoy más que nunca, hoy con tanta rabia como mañana, debemos entender que “un ejército de amantes NO puede perder” (Lesbian Avengers, Nueva York).

Mientras partidos políticos como VOX y el PP siguen en pie de guerra deseando que nos extingamos, muchxs fascistas que iban de “progres” empiezan de nuevo a salir del armario, legitimadxs de nuevo por las mismas personas que llenarían las cunetas de todas las carreteras de este país, ahora más dividido que nunca, con nuestras cabezas. Y sonará duro, pero sí…quieren regar sus jardines con nuestra sangre.

De Norte a Sur, de Este a Oeste…como el lema de esas eternas manifestaciones feministas y queer, la bandera multicolor tiene que resurgir y ser colgada en cada una de sus sedes, en cada una de sus puñeteras casas…porque aquí, que no se nos olvide nunca, si tocan a unx, nos tocan a todxs.

¡El 23 de Julio puede ser tu peor pesadilla si no sales a votar!

Manifestaciones surgirán por toda España ante un Orgullo mucho más gris que lo que estábamos ya acostumbradxs a vivir porque es posible que este tiempo nos recuerde lo fácilmente que se pueden perder derechos ganados a golpe de moratones, lágrimas y miles de muertes, mientras ellxs, siguen con su propio fuego en la mano. ¡A la calle si quieres seguir bailando, hermanx!

Personas a las que quiero y guardo en mi corazón por tantas batallas vividas han empezado a llorar…Hessel parece contemplarnos desde algún rincón del cielo alentándonos a continuar y no podemos olvidar, NO debemos olvidar a todas las caras que nos representan desde todos los rincones de este país, porque ellxs siguen dando su vida por nuestro derecho a vivir LIBRES cada puto día. Les debemos la victoria, nos debemos tantos y tantos besos por esa maldita justicia histórica que no llega…

Si seguimos teniendo miedo, la bestia de la ultraderecha nos llevará de nuevo a campos de concentración, esta vez quizá más sofisticados, pero con tantas vallas electrificadas como había
antaño. Porque joder, ¡no, no somos parte de su rebaño!

Es imperativo que seamos valientes, que entendamos que nadie nos ha regalado estar aquí, VIVXS, disfrutando…En este momento, si te encierras en casa, pierdes todo lo que tienes. Vuelta a la casilla de partida, al inicio de otro expolio incansable, a la puñetera cárcel como en esa Ley de Vagos y Maleantes.

Hoy, se torna necesario que lxs humilladxs y lxs discriminadxs nos juntemos en el mismo bando a pesar de las muchas diferencias que seguro tendremos entre nosotrxs. Sólo la unión hace la fuerza, sólo la acción, puede llevarnos de nuevo a respirar con más tranquilidad. Recuerda que cada flor que ellxs parecen tirar en pos de…¿un mundo mejor?, no son más que caramelitos envenenados para que no podamos pensar. Y si no, ya tienen estrategias (muy malas, pero las tienen), para hacernos callar.

Ha llegado el Apocalipsis Queer a recordaros que no vamos a dar ni un sólo paso atrás y que nos vengaremos de cada puta lágrima que no estemos a tiempo de evitar. ¿Queréis darnos miedo? No tenéis ni idea del que ya hemos tenido, cadx unx de nosotrxs, sin excepción…así que…desde todos los rincones de este trozo de tierra llamado “territorio”, yo me hago eco (valiente poca humildad la mía al compararme con Preciado), de las palabras “YO SOY EL MOUNSTRUO QUE OS HABLA”.

¡Madrid, será, la tumba del Fascismo! Cualquier lugar…desde los márgenes, será su puta tumba.

“La afirmación más general de nuestra política en este momento sería que estamos activamente comprometidas en la lucha contra la opresión racial, sexual, heterosexual y de clase y que consideramos nuestra tarea concreta el desarrollo de un análisis y una práctica integrados que se basan en el hecho de que los principales sistemas de opresión están entrelazados…[…]” (Combahee
River Collective, organización feminista negra de Boston, 1977)

 

Proceso de empoderamiento LGTBIQ+

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

 

Salir del armario

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

 

Históricas LTB: Marsha P. Johnson #OrgulloyMemoria

Por Charo Alises (@viborillapicara#MujeresTrans

 

Si no apoyas a la gente negra, a las mujeres trans, a las trabajadoras sexuales y a las personas que viven con VIH, no está celebrando el Orgullo.

 

Este mes en @1decada10 recordamos a mujeres extraordinarias LTB que hicieron historia #OrgulloyMemoria con la serie #HistóricasLTB

Mujer negra, trans, pobre, prostituta, VIH positiva, modelo, drag y activista LGTBI. Nació como  Malcom Michaels Jr., en Nueva Jersey, Estados Unidos el 24 de agosto de 1945. Fue una de las activistas más destacadas por los derechos de las personas LGTB

A los cinco años Marsha empezó a usar vestidos pero tuvo que dejar de hacerlo por las agresiones de algunos niños. Con  trece años fue violada por otro menor. En esa época ella no sabía nada sobre las personas LGTB.

Con 18 años, una maleta de ropa y quince dólares en el bolsillo, se marcha a Nueva York.

No eran tiempos  propicios para la disidencia sexual. Aunque el Estado de Nueva York había cambiado la sodomía de un delito a una falta, la homosexualidad seguía siendo criminalizada, Las personas homosexuales no podían bailar juntas y estaba prohibido servirles alcohol en los bares. Vestir ropa del sexo opuesto podía suponer una acusación de desviación sexual.

Reina Callejera muy conocida en la ciudad de Nueva York,​ Johnson fue una de las  activistas más destacadas en los enfrentamientos con la policía durante los disturbios de Stonewall, ocurridos durante la madrugada del 28 de junio de 1969 . Esta revuelta   sentó las bases de la lucha por los derechos civiles de las personas LGTB en Estados Unidos y en el resto del mundo. En 1970 Marsha fue una de las caras visibles de la primera marcha del Orgullo.

Johnson y su amiga Sylvia Rivera, preocupadas por las jóvenes trans sin hogar,  cofundaron a principios de los setenta, la organización Street Transvestite Action Revolutionaries (STAR; Revolucionarias activistas travestidas callejeras); juntas eran una presencia visible en las marchas a favor de los derechos de las personas LGTB y participaban en otras  acciones políticas radicales en defensa  de diferentes causas sociales.

Junto con Rivera, Johnson era madre de la Casa STAR, recogiendo ropa y comida para ayudar  a las jóvenes drag queens, mujeres trans y chicos sin hogar que vivían en los muelles de la calle Christopher.

En la década de 1980,  continuó su activismo en la calle como organizadora  de ACT UP, acrónimo de AID Coalition to Unleash Power, un grupo de acción directa creado en 1987 para llamar la atención sobre la pandemia del sida y las personas  que lo padecían con objeto de conseguir legislaciones favorables , promover la investigación científica y la asistencia a quienes lo  sufrían  hasta conseguir todas las políticas necesarias para alcanzar el fin de la enfermedad.

Cuando un  juez preguntó a Marsha, ¿Qué significa la ‘P’ del nombre?; Johnson contestó: Pay it No Mind (No le hagas caso). ​Esta frase se convertiría en su distintivo.

En 1974  Andy Warhol la fotografió como parte de una serie de polaroids titulada señoras y caballeros, que se centraba en drag queens.​ Johnson también era miembro de la troupe de drag queens de Warhol, Hot Peaches, que ha sido comparada con otra similar de San Francisco, The Cockettes.​

En julio 1992,  encontraron el cuerpo de Marsha  flotando en el río Hudson, no lejos del muelle del West Village, poco después de la Marcha del Orgullo.​ La policía consideró la muerte un suicidio.​ Los amigos y seguidores de Johnson dijeron que no tenía tendencias suicidas​ y una campaña de pósteres más tarde afirmaba que Johnson había sido acosada el día de su muerte cerca de donde se encontró su cuerpo. Los esfuerzos para conseguir que la policía investigase la causa de la muerte fueron infructuosos. ​ Después de una fuerte campaña dirigida por la activista Mariah López, en noviembre 2012 el departamento de policía de la Nueva York reabrió el caso como un posible homicidio.​

Las amistades cercanas de Johnson la consideraban una persona profundamente espiritual, que atendía a todas las iglesias y templos y regalaba lo poco que tenía para ayudar a las personas  que malvivían en las calles.

Sólo dos días antes de su muerte, Johnson fue entrevistada extensamente sobre su vida. La entrevista forma el núcleo del documental de 2012, Pay it No Mind: The Life and Times of Marsha P. Johnson, dirigido por Michael Kasino y Richard Morrison.

En el lugar del río Hudson donde se recogió su cadáver se ha instalado una fuente en su memoria.

 

«Marsha P Johnson» by Glaurung_Quena is licensed under CC BY-NC-ND 2.0

Del armario al Orgullo. Reseña de » Orgullo. Volumen I»

Por Tamara Gómez Ramos, de @AltramuzEditorial

 

Ya lo dice este blog: el “armario oculta y emborrona”. Y también pesa. Por eso no es la capa de invisibilidad de Harry Potter ni el anillo de Frodo. Es quizás el lugar existencial más obvio para esconderse, pero probablemente del que sea más difícil salir. Existen llaves, candados, vigas, sillascontrapomos. Mecanismos infalibles para no abrir la puerta, ni desde dentro ni desde fuera. Y ese espacio externo, inseguro y extraño cambia fortuitamente si situamos nuestro armario en Camerún, en Rusia, en la ruralidad o en la España de los 70.

Cada una hemos tenido un “afuera” distinto, y no todo ha sido alivio después de liberarnos del encierro. Ha tocado a veces huir, curar heridas; salvar las tentativas de volver a ese cajón con otra relación heterosexual de dos semanas, de ser otra vez una ajena a mí misma con su ropa ajena, sus gestos ajenos, su pronombre ajeno. Y ha sido necesario encontrar una red, una familia afectiva que entienda quienes somos, sin excusas ni dudas. Esa sensación de estar a salvo que nos ha permitido a muchas reelaborar lo vivido y comprender nuestra resistencia como acto de supervivencia inevitable.

Así comienza, quizás, el activismo, no solo como el resultado de la deuda colectiva de que esto no siga pasando sino como el mero hecho de vivir como respuesta ante la norma y sus violencias. Y llegar al Orgullo, que es algo así como el acto de incendiar el armario, de hacer nuestro San Juan particular, trascender el aceptar quienes somos para reivindicar nuestra existencia.

Este es el recorrido sinuoso que nos propone este libro, Orgullo. Volumen I. Ese transitar desde habitar los armarios, salir de ellos y dinamitarlos para resistir colectivamente. En esta obra recogemos los textos de seis personas activistas del colectivo LGTBIQ+ que nos abren las puertas de aquellos primeros encuentros con sus identidades, sus sexualidades y también sus resistencias.

Este primer volumen es la apertura de la colección Orgullo de Altramuz Editorial, que reunirá cada año a seis personas del colectivo LGTBIQ+ en un acto contra la desmemoria y el olvido, en un ejercicio por nombrar y visibilizar a las personas activistas, y recoger las historias reales o ficcionadas de quienes tienen tanto que contar.

Con Orgullo. Volumen I nos trasladaremos a las Transición de la mano de Miryam Amaya, mujer trans gitana y activista que encabezó la primera manifestación del colectivo LGTBIQ+ en España; revisaremos la masculinidad y la visibilidad a través de la infancia y adolescencia de Javier Sáez; nos mojaremos como perras con el descubrir de la sexualidad bollera de Tatiana Romero; desharemos la identidad hasta convertirla en arena con Coco Guzmán; descubriremos con Charo Alises los entresijos de los círculos clandestinos de las lesbianas de los años 20, y asistiremos al encuentro de Demetrio Gómez con todas sus rupturas de la norma, sus heridas y el resurgir de su berdache Romanó.

Orgullo, en este caso, es el acto literal y literario de salir del armario. Y es que el activismo no puede ponerse o quitarse como el pelo en Turquía, y cada uno de estos seis textos es un encuentro fascinante con la resistencia, la colectividad, y con una misma, al reconocernos en ensoñaciones y vivencias que no nos son extrañas. Como no nos son tampoco remotas a quienes editamos este libro, dos activistas LGTBIQ+ que también deshacen madera en astilla, y astilla en polvo con este libro que promete incendiar hasta vuestras mesitas de noche.

Históricas LTB – Sylvia Rivera #OrgulloyMemoria

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#MujeresTrans

Este mes en @1decada10 recordamos a mujeres extraordinarias LTB que hicieron historia #OrgulloyMemoria con la serie #HistóricasLTB

Nacida el 2 de julio de 1951 en Nueva York, la llamaron Ray al nacer. Sylvia fue una  destacada activista trans que luchó por los derechos humanos de las personas LGTBI. Su padre, José Rivera, la abandonó cuando era  muy pequeña y su madre se suicidó cuando ella tenía tres años. Sylvia  y su hermana Sonia quedaron bajo la tutela  de su abuela, que apenas podía mantener el hogar familiar con cincuenta dólares a la semana. Viejita, como llamaban a la abuela cariñosamente, nunca aceptó la forma de comportarse de Sylvia; no soportaba que se maquillase, para ella eran cosas de “maricas”.

Cansada de las palizas de su abuela y de las burlas del vecindario, Sylvia se marchó de casa con 11 años y empezó a ejercer la prostitución en la calle para sobrevivir. Por aquella época, se unió a una comunidad de Drag Queens, término con el que se denominaba en la época de los 60 y 70 a las personas trans.

Rivera empezó su activismo con la Guerra de Vietnam y  los movimientos por los derechos civiles y feminista. Luchó también, por los derechos de los jóvenes puertorriqueños y afroamericanos. Como hispana se identificaba con las revolucionarias Panteras Negras y su homólogo puertorriqueño, Young Lords.

Con diecinueve años, preocupada por las menores trans que vagaban por las calles prostituyéndose, Sylvia, que había estado en esa misma situación desde los once años, creó, junto a su amiga Marsha P. Johnson, el grupo Travestis Callejeras Revolucionarias de Verdad (Street Transvestites Actual Revolutionaries- STAR), cambiando luego a Verdad por Acción. Su primer hogar fue un trailer, aparentemente abandonado, en un aparcamiento al aire libre del Greenwich Village. Una noche,   les robaron el tráiler así que  consiguieron acondicionar un edificio  casi en ruinas y convertirlo en un refugio para jóvenes chicas trans. De allí las terminaron desalojando por impago de alquiler.

Fue una de las protagonistas de la revuelta que tuvo lugar en el bar Stonewall de Nueva York la madrugada del 28 de junio de 1969, resistiéndose ante la redada de la policía aquella noche. Por esa época, las redadas policiales en el Stonewall eran frecuentes, injustificadas y constituían una vejación a la dignidad de las personas LGTBI que frecuentaban aquel  local. La rebelión de Stonewall fue el detonante de la lucha por los derechos civiles de las personas LGTB en Estados Unidos y en el resto del mundo.

Durante los últimos  cinco años de su vida, Sylvia reinició su actividad política, dando  discursos sobre los disturbios de Stonewall y la necesidad de unión entre personas transgénero para luchar por su legado histórico como personas en la vanguardia del movimiento LGTB. A principios de 2001, restableció la organización STAR y continuó con su activismo hasta su muerte.

En mayo de 1995 intentó suicidarse lanzándose al rio Hudson. Murió el 18 de febrero de 2002 debido a complicaciones de un cáncer de hígado. De ella se ha dicho que fue la Rosa Park del movimiento transgénero.

 

«Sylvia Rivera» is licensed under CC BY-NC-ND 2.0

Orgullo Gai: Andalucía, 1981

Pablo Morterero (@pabloMorterero)

 

 

Hace 40 años, el Frente de Liberación Homosexual de Andalucía (FLHA) organizó por primera vez en Andalucía una agenda trans-provincial del Orgullo Gai, con actos en Granada, Málaga y Sevilla.

Reconstruir la historia del movimiento homosexual español en general, y andaluz en particular, es extremadamente complicado: la fragilidad de la memoria de los y las protagonistas e incluso la voluntad de olvidar de algunas y algunos, así como la falta de fuentes escritas por las más variadas circunstancias, hacen que a veces pase de ser una tarea titánica a directamente una labor imposible.

Esta incertidumbre se extiende a la celebración en nuestra Comunidad Autónoma de lo que hoy conocemos como Orgullo LGTBIQ.

Barcelona fue la primera ciudad que acogió en junio de 1977 una movilización en favor de los derechos de gais (entre los que entonces se incluían a las mujeres trans) y lesbianas, siguiendo la senda de diferentes capitales europeas que replicaron la primera manifestación del 28 de junio en Nueva York en 1970 para conmemorar los disturbios producidos un año antes en Stonewall.

Aquella primera movilización del activismo barcelonés (que se repitió en diciembre del mismo año en contra de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social) preparó la que sería la primera acción coordinada en todo el territorio nacional a través de la Coordinadora de Frentes de Liberación Homosexual del Estado Español (COFLHEE) en 1978.

La COFLHEE fue la primera organización mixta (de gais y lesbianas) que aspiró a articular el naciente movimiento homosexual español, y que dejó paso a la FELGTB en los años 90.

Una de las reuniones preparatorias para dicha movilización se celebró en Sevilla en la primavera de aquel año y desembocó en la convocatoria de manifestaciones y mítines por varias ciudades españolas para el domingo 25 de junio de 1978 por el “Día Internacional de la Liberación Homosexual” ya que hasta un año más tarde no se adoptó el término “Día del Orgullo Gay” (que se convirtió posteriormente y durante pocos años en “Orgullo Gai”).

Creemos saber que, en Andalucía, solo Sevilla celebró un acto aquel 25 de junio. En concreto un mitin multitudinario (asistieron unas mil personas según distintas fuentes) convocado por el Movimiento Homosexual de Acción Revolucionario (MHAR) en los locales que el Sindicato Comisiones Obreras disponía en la calle Calatrava, muy cerca de la Alameda de Hércules, y que posteriormente continuó con una concentración y finalmente una manifestación que desde la plaza del Triunfo continuó hasta el Prado de San Sebastián, donde terminaron un valiente grupo de unas 30 personas.

Al año siguiente, 1979, el MHAR celebró otro mitin en los mismos locales de CCOO con una afluencia muy inferior, y que supuso el último acto documentado de la primera organización homosexual sevillana, la cuarta organización de la entonces región andaluza.

Porque el movimiento homosexual andaluz nació en Málaga con la Unión Democrática de Homosexuales (UDU) en 1976, contándose para 1977 con al menos tres organizaciones más, además de la UDH: en Granada existía el Movimiento de Liberación Homosexual y el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR); y en Sevilla el citado MHAR. 

Y afirmamos que al menos tres, porque la prensa de 1978 recoge que en junio de aquel año existía en las provincias de Sevilla, Córdoba y Granada el Frente de Liberación Homosexual (FLH) sin que se aportara datos de cuando se constituyeron.

Esta información está en contradicción con lo afirmado posteriormente por fuentes orales y documentales del que luego pasaría a llamarse Frente de Liberación Homosexual de Andalucía (FLHA), según las cuales el Frente de Liberación Homosexual de Granada se creó en 1979, el Frente de Liberación Homosexual de Sevilla en 1980 y el propio Frente de Liberación Homosexual de Andalucía en 1981, en la parroquia de San Idelfonso de Granada.

Nuestra hipótesis es que los Frentes de Liberación Homosexual de Sevilla, Córdoba y Granada de 1978 (tal vez de 1977) no se consolidaron, y que posteriormente fueron refundados por activistas desconectados con el pasado. Según las fuentes orales y documentales a las que hemos tenido acceso (que no necesariamente refleja la realidad de la época) en la primera mitad de la década de los 80 el FLHA fue la única organización homosexual andaluza.

Según un folleto del FLHA de 1984, “Hace cuatro años, con motivo del Día del Orgullo Gai, aparecieron en las calles sevillanas carteles de hombres y mujeres abrazados que convocaban a una reunión – a la que siguieron otras – que puso de manifiesto la existencia de un grupo de personas especialmente interesadas por el tema de represión y discriminación homosexual.”

“Las cosas” continua el folleto “no estaban – no está – bien para los gais y creíamos – creemos – que se podían mejorar. Nos planteamos unos objetivos – inmediatos unos, a largo plazo otros – y unas bases de funcionamiento. Contamos con otros grupos existentes en Granada y Málaga y uniendo esfuerzos organizativos nacía el FLHA en mayo de 1981. Aquel año se celebró en Granada, Málaga y Sevilla el Día del Orgullo Gai con fiestas y alguna charla”.

Y es que el impulso inicial del movimiento homosexual español a finales de los años 70 (cuando las manifestaciones de Barcelona y Madrid convocaban a miles de personas) desapareció tras la exclusión del estado de homosexualidad de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social en diciembre de 1978. En Madrid, por ejemplo, de las 7.000 a 10.000 personas que convocó la manifestación madrileña de 1978, se pasó a unas 600 en la manifestación de 1980.

Pero el FLHA (que era miembro de la COFLHEE), a pesar de no tener fuerzas suficientes ni apoyo social para convocar manifestaciones en aquella década, sí tuvo la capacidad de organizar por primera vez una agenda regional del Orgullo Gai con fiestas y charlas en las distintas provincias andaluzas donde tenía presencia.

Cuarenta años después, debemos seguir homenajeando a aquellos valientes activistas que abrieron paso a los avances legales y sociales de los que hoy, a pesar de todas las dificultades, disfrutamos las personas homosexuales (lesbianas y gais), bisexuales, trans e intersex.

 

Deseo de Año Nuevo: la vuelta al mundo

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)