Archivo de la categoría ‘belleza’

De las ‘youtubers’ que maquillan a sus hijas

Al poco de llegar a casa nuestro perro, mi hermano me comentó que había quienes ponían cartones dentro de las orejas de los cachorros para que crecieran rectas, pero que él no tenía pensado hacerlo.

GTRES

«Quiero que sea él mismo», me dijo. Pensaba exactamente igual sobre enseñarle órdenes como si fuera un animal de circo.

Su intención es (y sigue siendo) que el animal sea feliz, sin presiones por su parte ni por aquellos que nos repiten una y otra vez lo inteligente que es el border collie y que cuántos trucos sabe hacer el nuestro.

Me gustaría que no solo todos los padres perrunos, sino los humanos, pensaran de esa manera y dejaran ser a sus retoños lo que los infantes que quieran y no los que ellos decidan.

Con Instagram, Youtube y el fenómeno influencer, los niños no se escapan. Chiara Ferragni publicita a Gucci o Fendi con su primogénito de apenas tres meses, pequeñas youtubers firman en la Feria del Libro y, las que más me aterrorizan, niñas cuya edad no llega a los dos dígitos maquillándose para la red.

Todas hemos cogido el pintalabios de mamá y nos hemos emborronado los labios para jugar (con su respectiva regañina más o menos intensa en función del precio de la barra), pero convertir a tu hija en un cuadro en el que aplicar cosméticos químicos (y sus correspondientes desmaquillantes), que su piel no necesita para nada, me asusta.

Es una niña: déjale hacer puzzles, jugar con coches, muñecas, leer libros, cómics o bailar con Beyoncé. Déjale disfrutar de una infancia ajena a lo que le espera. Déjale porque ya se encargará la sociedad en unos años, desgraciadamente, de hacerle sentir mal, de decirle que no es lo bastante alta, delgada, tetona o que su boca no es lo bastante voluptuosa.

Déjale que decida ella, más adelante, si quiere o no maquillarse, si pasa de esas cosas o si el pintalabios es más imprescindible en su bolso que el abono transporte. Pero dale tiempo, y sobre todo, no seas tú quien empiece exponiéndole de esa manera tan innecesaria solo para hacer visitas o monetizar tus vídeos.

Enséñale, en todo caso, que dentro de las millones de cosas de la vida, la belleza solo es una y que no es tan importante.

My baby girl Aniyah nycoleXO 💕 she had so much fun! Show her some love and drop a comment! . Products @urbandecaycosmetics one and done @tartecosmetics blush @ofracosmetics blissful highlight @juviasplace masquerade palette @kokolashes wispies @wetnwildbeauty liquid lip . . . #juviasplace #anastasiabeverlyhills #kidsmakeup #makeuptutorialsx0x #liveglam #makeupvideoss #ghalichiglam #maccosmetics #hairofinstagram #universodamaquiagem_oficial #makeupslaves #hudabeauty #brian_champagne #bretmansvanity #peachyqueenblog #allmodernmakeup ##hypnaughtypower #dressyourface #shimycatsmua #makeupartistworldwide #fakeupfix #makeupforbarbies #glamvids #1minutemakeup #makegirlz #slave2beauty #fiercesociety #glamvids #dailymakeup #stylevideo @hudabeauty @juviasplace @xmakeuptutsx @peachyqueenblog @allmodernmakeup @fakeupfix @shimycatsmua @makegirlz @hairmakeupdiary @makeupforbarbies @styleurmakeup

A post shared by JjnycoleXO (@jjnycole_xo) on

Este verano llevaremos las uñas amarillas (y no será por problemas de salud)

[Un momento… ¿aún no me sigues en Instagram, Twitter o Facebook?]

No, no es un simulacro. Parece que el verano está aproximándose (por fin). Resulta tan difícil de creer como que Juego de Tronos se termine en la octava temporada.

INSTAGRAM

Y sin embargo, sucede. El verano no llega solo a tu armario con el retorno de la camiseta de tirantes (un retorno más esperado que el de cualquier rey de la Tierra Media o Jedi acompañado de la Fuerza).

En verano llega el retorno de los cosméticos estivos, es decir: tus pintalabios corales, tu colorete perfecto para acompañar la piel morena o los esmaltes de uñas claros.

Mete en el cajón todos aquellos colores oscuros que tanto te han gustado durante el invierno. Nada de negro, granate, marrón oscuro, gris… La bienvenida a la estación más refrescante del año viene con el amarillo.

Sí, has leído bien, el amarillo será el color por excelencia de las manicuras veraniegas. En su tono más llamativo, como es el caso del neón, nos traerá recuerdos de cuando nos pintábamos las uñas en clase con el subrayador (ahora no me digáis que solo lo hacía yo).

Las tonalidades discretas (¿hay algún amarillo discreto?) tirando hacia el amarillo pastel o el amarillo mostaza serán también otros matices del color que veremos en las manos de más de una.

Lo importante es que pases de la canción de Calle 13 y no te quites el esmalte, al contrario, sino que te lo pongas y sea de color amarillo.

Pero si no eres del color del sol, porque allá cada una con sus gustos y manías, siempre puedes optar por el blanco, uno de los básicos veraniegos.

Y si lo tuyo es el efecto natural, las uñas pastel en beige o rosa claro son tonos que también contrastan con la piel morena.

OK OK I’m almost done posting vacay pics…

A post shared by Kim Kardashian West (@kimkardashian) on

(not) Summer time and the living is easy @hawkersco #hawkersco #playhawkers

A post shared by Alexandra Pereira (@lovelypepa) on

Guerra al sujetador: ¿la tendencia ‘braless’ viene para quedarse?

Mientras se nos ha vendido por activa y pasiva el push up como si fuera una prenda más definitiva que el Lékué para los que nos independizamos (pechos turgentes y redondeados a la altura del gaznate…) cada vez más mujeres nos quedamos con el pecho «suelto».

YOUTUBE

Para muchas ir sin sujetador es una protesta, no tan llamativa como la de prenderle fuego a la prenda pero con el mismo mensaje, para otras una mera cuestión de comodidad (no os hacéis una idea del calor que da eso en verano) y para otras, simplemente, algo estético porque les parece que les sienta mejor la ropa.

El cambio se lo tenemos que agradecer, en parte, a Kendall Jenner, Demi Lovato, Jennifer Lawrence o Rihanna que han salido a la calle marcando orgullosas los pezones con sus slip dress o crop tops y no ha pasada nada. No ha aparecido una grieta en el suelo ni se han liberado los Jinetes del Apocalipsis.

Independientemente de lo que nos motive a las que sigamos esto, es importante que rompamos la imagen sexualizada que se nos vende de los pezones y empecemos a verlos como una cosa cotidiana.

Además, como os comenté anteriormente en este post, ir sin sujetador ayuda a trabajar la musculatura del pecho (y por tanto evita hasta cierto punto la caída)

Pero si tienes pensado apuntarte al club y quieres familiarizar progresivamente a tus pezones a la nueva sensación de libertad, empieza con prendas con un tejido algo más grueso, tops de volantes o estampados que disimulan los volúmenes.

Recuerda que lo más importante es que te sientas a gusto contigo misma lleves lo que lleves.

Los perfectos cuerpos imperfectos

Nunca es oro todo lo que reluce, y menos si ya hablamos de Instagram.

GTRES

De hecho, si analizo la red social, mi timeline se compone en un 30% de recetas deliciosas que nunca cocinaré, un 10% de tostadas de aguacates, 40% de fotos de los hijos de amigas/tías/primas y un 20% de cuerpos perfectos.

No me malinterpretéis, no tengo nada en contra de los cuerpos perfectos. Simplemente que veo que la gente se esmera tanto en lograr la perfección en una foto para sus seguidores que parece que, los que la vemos, terminamos olvidando que la perfección no existe.

La perfección no existe cuando ves ese maravilloso disparo del Coliseo de Roma y una pareja besándose, ya que seguramente hayan eliminado a un grupo de turistas chinas con Photoshop.

La perfección no existe cuando ves una cara perfectamente tersa y lo que tiene es un maquillaje que cubre todos los relieves a modo de cemento armado, filtros y edición.

Y la perfección tampoco existe con los cuerpos esculturales. Existen ángulos buenos, luces bien puestas y posturas estratégicamente pensadas, todo lo demás que ves, es lo mismo que tienes tú: piernas, brazos…

La perfección es un ideal, algo irreal y no debería importarnos, porque detrás de esas imágenes hay una serie de cosas que no vemos que pueden haberla alterado.

Que no exista no quiere decir que tenga nada de malo buscarla (no he conocido a nadie a quien le guste salir con los ojos medio abiertos porque le han pillado parpadeando en una foto) pero sí recordar que la verdadera aspiración sería aceptarnos cómo somos en conjunto.

Así que cada vez que veas una imagen aparentemente perfecta, recuerda que, como muchas instagrammers han hecho, existe la otra cara de la luna que es la verdadera, la casual.

Igualmente fantástica, igualmente aceptable y de hecho, aún más auténtica, ya que muestra quiénes somos al natural.

Nobody looks like the left picture 24/7. ⠀ Not here. Not on Instagram. Not in modeling shoots. Not anywhere.⠀ But you know what we ALL look like 24/7??? BEAUTIFUL 💕💕💫⠀ .⠀ When you start your fitness journey you will always have a "why", a why you're changing your habits and health for the better.⠀ >>You're setting a good example for your kids to live a healthy life (they're always watching… 👀)⠀ >>You want to get ahead of family health issues ❤️⠀ >>You are on a self love journey, and are loving yourself whatever stage you're at! 🙌🏼⠀ >>You want to be around as long as you can for the people you love 👨‍👩‍👧⠀ Whatever it is it keeps you going! You can and will do anything for this why!⠀ .⠀ Don't go out and compare yourself to others and make your why "I want to look like her" ⠀ because 1: that why is not gonna last hon. ⠀ And 2: that person probably doesn't look that way ALL the time. ⠀ .⠀ You are beautiful just the way you are 🙏🏻 Not when you're trying to be someone else. But when you're being the beautiful person you are. Let's practice some self love this Wednesday! ✨💫💕🌈⠀ .⠀ .⠀ .⠀ .⠀ .⠀ .⠀ .⠀ .⠀ .⠀ .⠀ .⠀ .⠀ #fitnessgirl #transformations #selflove #mealsome #selfconfidence #selflovefirst #womensupportingwomen #girltribe #WednesdayWisdom #selfempowermentinnerstrength #selflovesunday #personaldevelopment #instagramvsreality #strongnotskinny #fitnessinspo #workoutinspiration #weightlossjourney #highvibrations #holistichealth #loveyourself #loveyourskin #natural #naturalbeauty #womeninbiz #youarebeautiful #strength #selfloveclub #mywhy #womenentrepreneurs #youaremagic

A post shared by REBEKAH LAMONTE • Fitness (@rebekah_lamonte) on

« You cannot understand, you have a perfect body ». ⠀ ⠀ Yes, I workout. Yes, I eat healthy. No, I do not have a perfect body. And you know why ? Because I stopped looking for it. ⠀ ⠀ When I started working out, I had these crazy expectations on the body I hoped / wanted to get. Finally, I will get a thigh gap, a flat stomach, and no more cellulite !! Because that’s how a healthy body is perceived. Because people make you think is it not normal to have it. But you know what ? It is. Yes, I still store fat on my stomach. Yes, I still have cellulite. And yes, I am still « healthy ». Remember one thing : your body is NOT the enemy 💫 _______________________________________ « Toi, tu ne peux pas comprendre, tu as un corps parfait ». ⠀ ⠀ Oui, je fais du sport. Oui, je mange sain. Non, je n’ai pas un corps parfait. Et vous savez pourquoi ? Parce que j’ai arrêté de le rechercher. ⠀ ⠀ Quand j’ai commencé le sport, j’avais ces attentes incroyables sur le corps que je voulais / espérais avoir. A moi le thigh gap, le ventre plat, plus de cellulite !! Pourquoi ? Parce qu’on vous fait croire que c’est ça, un corps sain. Parce qu’on nous fait croire que ces choses là ne sont pas normales. Et vous savez quoi ? Elles le sont. Oui, je stocke toujours la graisse dans le ventre. Oui, j’ai toujours de la cellulite. Et oui, je suis quand même quelqu’un de « sain ». Rappelez-vous d’une chose : votre corps n’est PAS votre ennemi 💫 . . . #youareenough #selfacceptance #bodypositive #realitycheck #bbg #tbc #gfg #girlgains

A post shared by Louise| Thinker & Maker (@mybetter_self) on

Los trucos caseros para lucir escote este verano

Que nos gusta a nosotras un remedio casero, vaya. Y como ya ha llegado el momento de sacar «a las gemelas» del letargo invernal de jerséis de cuello cisne y bufandas/pañuelos, nos ponemos en modo primaveral.

BELLA HADID. GTRES

Prepara las prendas con escotazo del armario y para adelante luciendo el pecho con más orgullo que las que hacen topless en American pie (si es que admítelo, en esos días del frío invierno pensabas con melancolía en el «sudorcillo tetil» que se te acumulaba bajo las amigas).

Así que para prepararnos para la temporada, os traigo brico-consejos para que las trates como se merecen. Me consta que a la cara ya le dedicas cuidados específicos, pero ¿qué hay del escote?

Ármate de valor y finaliza la ducha con un buen chorro de agua fría en la parte del pecho, le vendrá genial a la piel de la zona. Al salir y tras secarte, ponte a hidratarla correctamente. Haz especial hincapié después de la ducha, más que nada porque es cuando tienes la crema más a mano.

Masajea la zona del canalillo (que es donde se forman las arrugas) con movimientos circulares ascendentes, para que el cosmético penetre bien.

Y lo mismo debes hacer con la crema solar: si pensabas que la cara terminaba en la barbilla, estabas engañada todo este tiempo. La cara termina en el mismo punto que te he mencionado antes, donde se te acumula el sudorcillo.

Toda la piel que parte de las raíces de la frente hasta ahí la tienes que proteger del sol. Y sí, eso significa que si pasas el dia de fuera tienes que llevarte el botecito para ir reponiendo. No digo que te pongas a untarte el «entreteto» (si de ceja es «entrecejo», de teta puedo decir «entreteto», ¿no?) mientras vas en el metro, pero aprovecha el baño de la universidad/oficina/biblioteca.

Bueno, que sé que te las estabas prometiendo muy felices pensando que podías solucionarlo todo en dos minutos con unas cremas y en realidad ¡No! El ejercicio será nuestra varita de sauco en esta entrega de Harry Potter y las reliquias del entreteto (me ha gustado el palabrejo).

Con la ayuda de Ángel Carmona, entrenador personal y creador de la comunidad fitness Muscle Winner, podemos mantener la zona firme desde casa mientras vemos Masterchef tomando nota de estos ejercicios:

Lo dicho, esta vez no tienes excusa para no lucir un escote de diez este verano.

Probando el fango para el cuerpo: un remedio contra la celulitis

Hoy, en este episodio de «Productos que he comprado una vez y que no volveré a comprar como me llamo Mara» os traigo mi aventura con el fango corporal.

WIKIMEDIA

Nuestra historia empezó en el supermercado cuando lo vi rebajado en uno de los estantes del Lidl (más o menos el motivo por el que suelo animarme a probar algo de belleza) y por 1 euro con 50 céntimos me dije «Para dentro».

El packaging apuntaba maneras. Aquel sobre prometía luchar contra las imperfecciones de la celulitis literalmente: «Tratamiento que combina la acción drenante y desintoxicante de la arcilla con la acción estimulante de los exclusivos extractos de algas».

Yo he de decir que desde que he dejado de comer alimentos procesados (además del ejercicio) me ha desaparecido mucha celulitis, pero sí que tengo una poca (herencia genética de mi madre) en la que por curiosidad más que por estética (vivo tranquilamente en paz y armonía con ella), me decidí a probar el producto.

Para empezar, si eres del club de las que tenemos los muslos de buen año, el sobrecito te va a dar para la mitad, lo que hizo que colocara el fango en los lugares más estratégicos (el lateral de la pierna). Así que si tienes mucha piel de naranja, o haces como yo o te olvidas de comprar solo uno.

Yo conocía olores desagradables como un contenedor de compresas lleno, el baño masculino de una discoteca, el cuarto de la basura después de Nochevieja… Pero ninguno como el de la arcilla corporal.

Era una mezcla entre animal marino muerto, alga secada al sol durante horas, plástico descomponiéndose y fábrica de papel de Pontevedra. Yo no sé dónde quedaban el resto de olores que debería tener según los ingredientes como lavanda, menta o extracto de hoja de centella asiática, pero en mi arcilla no venían.

De hecho no solo me dieron arcadas mientras me lo echaba sino que tuve que salirme a la terraza con el invento puesto porque me subían los olores de mi celulitis cociéndose bajo la masa y eso no había quién lo aguantara.

Pues parece que la celulitis sigue ahí. @MEETINGMARA

Durante los primeros diez minutos la sensación es de frescor, algo que te choca de primeras. Pero a partir de ahi empiezas a notar un calorcillo en la pantorrila que da gusto.

Y digo que da gusto porque después de leer cómo funcionaba el barro y que daba sensación de calor, estaba yo acongojada pensando que aquello iba a quemarme como cuando metes un dedo en salsa de tomate que tienes al fuego, pero la verdad es que era un calorcito agradable, como cuando estás tomando el sol en la playa y te da el solete en las piernas.

Al rato verás que el barro empieza a secarse y por tanto a cambiar de color. Es el peor momento para moverte a no ser que te guste andar como un potro recién nacido. A la media hora de habérmelo echado fui a aclarármelo con agua templada y casi tuve que emplear otros 30 minutos en sacarlo. Aquello solo se iba frotando con los nudillos y enfocando el chorro a presión de la ducha.

Lo importante es que ya había terminado y podía evaluar los resultados. Sí que es verdad que mis piernas se veían más tersas y uniformes, pero no sabría decir si fue gracias al fango o al masaje drenante de los nudillos. A la hora de la verdad, la celulitis del lateral de mis piernas, que como os decía, es la que realmente tengo a la vista, seguía igual. Algo más sonrosada pero igual.

Para la próxima compraré con ese 1,50€ una buena crema corporal y me dedicaré a masajearme el muslo con la fuerza del gran tifón y la energía del fuego ardiente, que es como hacían las cosas en Mulán (y no le iba tan mal a la guerrera).

Por cierto, no os olvidéis de cotillearme en Instagram (@meetingmara) y pasar por mi página de Facebook si os ha gustado (y si no os ha gustado, también podéis ponerme verde).

A ti, que eres una mujer con prisa

Soy una mujer con prisa. Creo que exceptuando el momento que nací, que llegué puntual como un reloj, he ido por la vida al galope.

EN FORMA, GUÍA DE ESTILO Y PIEL PERFECTA PARA CHICAS CON PRISAS. MIS HIJOS.

La prisa es algo que llevo tan dentro que incluso cuando voy por la calle con una amiga, me suelta la frase de «¿Pero por qué vas tan rápido? ¿Tenemos prisa?» ¿Yo? Siempre.

Soy la típica que se levanta a toda prisa, engulle el desayuno en pocos minutos, se pinta la raya del ojo más rápida que un Ferrari (también suelo dejar marca negra muchas veces en esa pista que es mi cara) y salgo corriendo a donde sea.

Es por eso que, cuando Laura Arcagni, de Zenith (Grupo Planeta) me escribió para proponerme escribir un libro de belleza para chicas con prisas, supe que había dado con la persona ideal.

Además el libro iba a estar ilustrado por la ilustre Georgina Gerónimo, a la que tuve el placer de entrevistar hace 10 millones de años, cuando los dinosaurios caminaban por la Tierra y no conocíamos los labiales mates.

Lo de Gina y yo fue como lo que pasa en las películas, solo que sin música de fondo y con 2.000 kilómetros entre una y otra (alguno menos que ella está en Barcelona).

Con ella en una punta de España y yo en la otra de Italia, nos pusimos de acuerdo para crear el primer espécimen. De hecho, el libro fue escrito aprisa y corriendo. Entre las clases de mi master y el blog de 20 Minutos, el texto fue formándose entre viajes en tranvía y momentos de cardio en la bici elíptica de mi gimnasio de Milán.

Cuando di a luz a ese bebé, como buena madre primeriza estaba agobiada, feliz e histérica, pero Laura me metió más prisa con otros dos libros: uno de estilo y otro de ponerse en forma que casi casi necesitaba para ayer.

Gina se convirtió en una hermana de batalla contra la prisa mientras que Laura era como esa tía soltera de la familia que siempre te da apoyo y te tranquiliza cuando las cosas se ponen feas.

Aún así nosotras nos sentíamos con el agua al cuello, porque como buenas chicas con prisa millennials, estábamos a los libros y a ochenta cosas más. Estábamos a los libros, a los trabajos, al verano, a los novios, a los amigos, a la familia, a las series, a dormir ocho horas, a comer sano… (vale, igual a las dos últimas no tanto).

No había nada más confortante que quedarme en casa un sábado escribiendo y mandarle un mensaje a Gina de «Estoy escribiendo. Soy una pringada» y recibir un «Yo también». Aquello era amor.

Sus dibujos, mi texto… La cosa funcionaba tocara el libro que tocara. Éramos el Pitbull y Enrique Iglesias de la Literatura (solo que las dos con pelazo).

Hemos escrito trucos para hacer la maleta (y que te sobre espacio), ideas para esos días de «No tengo nada que ponerme», recetas de mascarillas caseras (y baratas), ejercicios que puedes hacer mientras ves Sí quiero ese vestido… En definitiva, un montón de cositas interesantes que vale, no te van a solucionar la vida, pero te la van a hacer mucho más sencilla.

Así que, como salen hoy a la venta, he decidido hacer este post de «Yo he venido a hablar de mi(s) (tres) libro(s)» y a quedarme más ancha que larga.

Bueno, y a dar las gracias.

A Gina, que me ha cambiado la vida, no ya por los libros, sino por descubrirme una vida con sabor a helado de pistacho. Me siento afortunada de poder decir que cuento ahora con otra amiga (y que encima es famosa y me va a llevar a Hollywood cuando la inviten a los Oscars). A Laura, que ha sido nuestra maestra Jedi. A Ángel, que me ayudó a escribir el libro en el coche de ‘En forma para chicas con prisas’ mientras recorríamos Portugal en nuestro viaje de este verano. A mis padres y a mi hermano, que me han animado desde el minuto que les dije que iba a escribir un libro y que no sabía ni por dónde empezar a escribir mi nombre. Al resto de mi familia que van a comprar el libro aunque les haya dicho por activa y por pasiva que yo se lo regalo. A mis amigas Ale y Stanich, mis casi hermanas que me han aguantado los audios de cinco minutos de WhatsApp en mis momentos de estrés. A los amigos, Alfonso y Gonzalo, con los que he cancelado planes por estar escribiendo (os lo compensaré en vuestras bodas con un regalo bonito del Ikea). Y a mis profesoras de Primaria que me hacían ir por las clases de «los mayores» leyendo mis redacciones. Menuda habéis liado entre todos. ¡Esto es culpa vuestra!

Hablemos de los pintalabios líquidos mates, ¿realmente merecen la pena?

La obsesión por los labios mates fue la que me llevó a untarlos en talco antes de salir de casa. Pero claro, cuando sales a una fiesta/comida familiar/clase de modelado de jarrones de barro, acabas comiendo en algún momento y se pierde el color.

KYLIECOSMETICS

Como ninguna va con el bote de talco en el bolsillo, existen los pintalabios mates líquidos, que son la octava maravilla detrás de las pirámides de Keops y el chisme para cocinar en el microondas (nuestra segunda madre para los recién independizados).

La formula de estos cosméticos nos deja un color sin brillo que además suele durar bastante más que los de barra. Pero ¿cómo elegir? ¿Cómo decidirnos? ¿Cómo huir de los que te dejan la boca a rayas como el lomo de una cebra?

Para mí, un pintalabios mate se puede valorar en funcion de cuatro variables: su hidratación, cómo nos deja los labios al ponérnoslo, de si te quedan como si no llevaras nada o la sensación es parecida a cuando te has tomado un paquete de palomitas sin agua; duración, ya que todas nos preocupamos de que nos dure el maximo tiempo posible.

También valoro la saturación si el color es lo bastante intenso o necesitamos aplicarnos más capas que a un cuadro del Romanticismo y precio, porque nos gusta ir divinas pero nos gusta tener dinero en la tarjeta para irnos con la amiga a tomarnos algo a esa cafetería nueva que te hacen unicornios con la espuma.

Mi abanico de pinta labios líquidos no es muy amplio, pero estas son las tres marcas que he probado hasta hoy:

YO MISMA

-Wycon: lo que me gustaba el tapojeras de esta marca y lo malo que ha salido el labial. ¿Te acuerdas de los gloss de cuando eras pequeña? ¿La sensación de ‘pegajosidad’ (hola, me invento palabras)? Pues es algo parecido. Precio tirado, claro, pero no te compensa a como sale.

-Sephora: durar no es que dure mucho, además de que tienes que darte varios brochazos para conseguir el color que promete el bote y el pincel no pinta de manera precisa. Como vayas con la mano un poco temblorosa terminas como la boca del Joker de El caballero oscuro. A favor: huele de maravilla y tiene un activo hidratante que te deja los labios estupendos.

-KylieCosmetics: el color más conseguido. Es tan tan mate que podrías cubrir los desconchados de la pared y nadie se daría cuenta. Eso sí, para quitártelo terminas casi exfoliándote los labios, ya que te los tienes que dejar en carne viva. Ojo para que te llegue a casa desde las Américas que casi te cuesta sudor y sangre.

Elige el que más se adapte a tus necesidades (si solo lo quieres llevar un rato te da igual que termine desapareciendo, por ejemplo). A muy malas, puedes pasar de todo y seguir con la estrategia del talco.

El HIIT o cómo ponerte en forma entrenando 20 minutos

Déjame adivinar: quieres ponerte en forma este verano. Pero entre las ocho horas que pasas sentada en la oficina delante del ordenador, la cena, las lavadoras o el ir a hacer la compra porque te has quedado sin desodorante, y aquello huele a gato encerrado, no sacas ni un rato para salir a correr por el parque (con el buen tiempo que hace) y unirte a los que disfrutan del ejercicio al aire libre.

REEBOK

Si te sientes identificada con esta descripción, has vivido lo mismo que vivo yo. Cada día. Sin excepción. En el momento en el que empezaba a cansarme solo con subir los dos pisos de escaleras, me di cuenta de que tenía que ponerme en marcha y literalmente.

Pero claro, mi dilema existencial, y el de tantos, es que NO TENGO TIEMPO. Sin embargo, no desesperemos porque las cosas están cambiando en el fitness y el tiempo ya no es un impedimento, o al menos, eso me confirma Ángel Carmona, entrenador personal en el gimnasio Altafit de Cuatro Caminos y creador de Muscle Winner.

Y es que numerosos estudios han demostrado que lo de hacer una hora de ejercicio equivale en gasto calórico a hacer menos tiempo con intervalos de intensidad, pero ¿cómo ha cambiado esto a la hora de planificar los entrenamientos?

«Gracias a los entrenamientos HIIT (High Intensity Interval Training) hemos conseguido darle más importancia a la variable de la intensidad respecto al volumen y tiempo total de cada entrenamiento, ya que se ha probado que entrenamientos intensivos de corta duración traen consigo muchos más resultados que largas y tendidas horas de trabajo a media intensidad».

¿Es el fin entonces al sufrimiento de ocupar la cinta durante horas? «Se podría decir que sí, pero depende un poco de cada persona y el objetivo. En el gimnasio se ha notado mucho la inclusión de los HIIT» me dice él, que mejor que nadie sabe si los clientes se pelean o no por ocupar una máquina libre.

De manera sencilla, que podamos entender todos, los beneficios que aporta entrenar de esta manera al organismo según Carmona incluyen mayor oxidación de grasa (adiós celulitis, adiós) en el entrenamiento gracias al EPOC (exceso de consumo de oxígeno post ejercicio), mejora significativa en la capacidad cardio respiratoria (hola, resistencia) y mejoras en todos nuestros sistemas, como el hormonal, ya que el entrenamiento en HIIT estimula considerablemente la hormona de crecimiento.

Dicho así te suena tan bien, que lo quieres probar, ¿verdad? Pero ¿cómo podemos realizarlo si estamos fuera del mundo fitness y no sabemos ni por dónde abrocharnos la zapatilla?

«Hay tres puntos importantes a la hora de planificar HIITS: el tiempo de duración total, que no debe de sobrepasar los 20 minutos de duración, saber jugar con el número de repeticiones y tiempo de trabajo (a más repeticiones el tiempo de esfuerzo activo deberá de ser menor) y no olvidar el principio de la individualidad (si trabajamos a intensidades muy altas hay que saber medir bien los esfuerzos que podemos hacer).

Entonces, para que nos entendamos, ¿qué va mejor para la operación bikini? «¡HIIT sin duda! Sin olvidar combinarlo con sesiones de fuerza. Además podemos hacer HIITS en todos los ámbitos y de todas las maneras posibles».

Pero ojo, «no todos podemos entrenar de esta manera ya que existen contraindicaciones: personas con dietas muy hipocalóricas, con problemas en alguna articulación o personas con algún tipo de enfermedad cardíaca» deberían abstenerse.

¿Carmona cumple el «en casa del herrero cuchillo de palo»? Para nada. «Mis clientes entrenan de esta manera porque ganamos en tiempo y en resultados. Los entrenamientos más cortos y más eficientes siempre son la mejor opción» afirma.

Pero, ¿es algo con lo que tengamos «futuro»? ¿Podemos mejorar haciendo solo HIIT? «Sí, a medida que pase el tiempo tenemos que buscar entrenamientos en los que podamos seguir progresando y no estancarnos. Por ejemplo en una sesión HIIT con pesas, una buena variable para seguir mejorando es la sobrecarga progresiva o intentar subir el peso en los ejercicios a cada cierto tiempo».

«En una sesión de cardiovascular podríamos trabajar con la velocidad de carrera o el tiempo total de trabajo. Por ejemplo, si estoy corriendo a una velocidad durante intervalos de 20 segundos, dentro de una o dos semanas voy a intentar programar sesiones a la misma velocidad durante 30 segundos».

Ahora solo nos queda atrevernos a probarlo (¡o buscarnos otra excusa que no sea la del tiempo!)

Mascarillas de tejido: Miin vs Garnier, la batalla de las pieles (hidratadas)

Cuando salieron las máscaras de tejido pensé que por supuesto quería unirme a la experiencia beauty de ayudar a mi piel pareciendo el asesino de La matanza de Texas, que es a quien te asemejas en cuanto las pruebas.

Mi spa casero.

(Nota mental: si la vuelvo a probar por la noche, hacerlo cuando esté sola para no provocarle un infarto a mis compañeros de piso)

La cosa es que llegaron a mis manos dos mascarillas hidratantes de tejido de celulosa, la Hidra Bomb de Garnier y la Deep Hydratating de Skin Lounge distribuida por Miin, por lo que decidí tomar nota mientras mi piel tomaba hidratación de los tratamientos para poder compartir mi opinión.

Ambas son para pieles secas que necesitan un «chute», además cuentan con ácido hialurónico, que nunca viene mal teniendo en cuenta que dejamos de producirlo según pasa el tiempo. Pero vamos a la chicha, que es lo que realmente os interesa.

Esta es la cara que se os va a quedar de guapxs.

La primera que probé fue la de Garnier, que tiene una de las caras con un plástico azul que tienes que dejar por fuera. Al sacarla del envoltorio aquello goteaba más que los sobaos cuando los mojas en el café del desayuno, de hecho dejé un poco del parqué en modo post ducha.

Tras colocarla sobre la piel tienes que quitar el plástico azul, lo que hace que se te vuelva a poner la apertura de la boca en Parla y la del ojo en la oreja, pero se pone todo en su sitio otra vez y fuera.

La de Miin, en cambio, se adapta más, o al menos me dio la sensación de que los recortes para los ojos y la boca iban mejor con la forma de mi rostro (y no es que yo sea de belleza «picassiana» precisamente). La única diferencia es que no sabía bien qué lado era para dentro y cuál para fuera, pero imagino que daría igual.

Lo suyo con cualquiera de ellas es usarla tres veces por semana (aunque va a ser difícil que saques tanto tiempo) y respecto a precio andan bastante igualadas (la diferencia es 1 euro más aproximadamente en el caso de Miin).

Tras quitarme las mascarillas, las dos dejaban la piel muy húmeda después del tratamiento, para lo que debes masajearte el producto hasta que reabsorba del todo (y ya no parezcas una rana recién salida de la charca). Sé inteligente, como los de Media Markt, y échate también el producto en el cuello, que más de una ya lo llevamos con más arrugas que una tortuga.

Siendo mi piel mixta, y aprovechando que puedo usar un poco de todo, mi conclusión es que este tipo de mascarillas te dejan la piel radiante, pero radiante en plan bien, a lo hidratada de manera natural, no como si hubieras estado vigilando el churrasco en la barbacoa y tuvieras la piel llena de grasa y sudor.

De todas formas, y como siempre, os invito a compartir vuestras experiencias (ya sean buenas o malas) con este tipo de máscaras para que todas lo tengamos en cuenta cuando vayamos de maratón de compras de belleza.