La ciencia no deja de enviarnos pruebas incontestables de nuestro tremendo estropicio ambiental: el cambio climático es un hecho irrefutable y la acción del ser humano su único responsable. En este sentido, las aves se han convertido, muy a su pesar, en uno de los mejores indicadores de la salud del planeta. Los pájaros nos están alertando del cambio climático, del calentamiento global y de sus brutales consecuencias. Así lo refuerza un nuevo estudio publicado esta semana en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), liderado por investigadores de la Universidad de Oxford y fruto de una colaboración de varias entidades británicas, españolas y francesas, entre las que se cuenta SEO/BirdLife.
El trabajo concluye que las pardelas baleares, una especie endémica del Mediterráneo balear, la única ave marina que de todo el mundo solo cría en España, están desplazando sus áreas de alimentación en el Atlántico en respuesta al cambio climático. Según los últimos análisis realizados, la especie muestra una tendencia a irse cada vez más al norte, hacia la Bretaña francesa.