Archivo de enero, 2023

Crítica de la razón puta

Redacción 1 de cada 10

 

La Oveja Roja publica Crítica de la razón puta. Cartografías del estigma de la prostitución, de Paula Sánchez Perera.

¿Se puede plantear un debate real sobre la prostitución? Este ensayo lo intentará desde un enfoque materialista e interseccional y en defensa de una agenda proderechos.

¿Qué es la prostitución? No resulta en absoluto fácil dar un respuesta válida para cualquier tiempo histórico o contexto cultural. ¿Dónde comienza y dónde termina eso a lo que llamamos «prostitución»? Muchas son las prácticas que incorporan de una forma u otra intercambios económico-sexuales y no a todas se reserva el mismo calificativo. Sin embargo, un elemento aparecerá siempre asociado a la prostitución, distinguiéndola del resto de instituciones patriarcales: el estigma. Un estigma que forma parte de la construcción del género femenino, articula su modelo desviado y establece el castigo por trasgredir sus normas. El insulto «puta» va mucho más allá del sexo y contiene un aviso aleccionador hacia quien pretende apropiarse de libertades masculinas y desafiar «la subjetividad sexualizada» del patriarcado. Ese estigma supone además la clave de bóveda de la retórica que justifica gran parte de la violencia sexual. Por ello, disputar la caracterización de la prostitución que ofrece su estigma constituye una de las batallas centrales y pendientes de los feminismos.

Este libro desarrolla una agenda alternativa y proderechos para el debate de la prostitución utilizando el estigma como hilo conductor desde un enfoque materialista e interseccional. En lugar de juicios esencialistas o deterministas, la obra invita a desplazar el foco del debate para centrarlo en las vulneraciones de derechos humanos que producen situaciones normativas como la española, frecuente en tantos otros contextos europeos y latinoamericanos. Y apuesta, sobre todo, por combatir la invisibilización de las trabajadoras del sexo y lo que ellas definen como sus realidades, por incorporar su voz y poner en el centro sus saberes y sus reclamaciones.

«¿Dónde comienza y dónde termina eso a lo que llamamos «prostitución»?
La antropóloga Paola Tabet se hizo la misma pregunta. En su estudio sobre el intercambio económico-sexual en sociedades occidentales del pasado y no occidentales del presente encontró que la respuesta a la pregunta sobre qué diferencia a la prostitución del resto no era nada sencilla. En varios países, como en Madagascar, la prostitución no se distingue del matrimonio por la remuneración, ya que se le paga también a la mujer casada, por lo que el elemento distintivo estriba en la ocasionalidad con la que se producen los servicios sexuales. En la Inglaterra medieval tampoco les diferenciaba el intercambio económico y tanto en Haití como en Nigeria se estigmatiza, de hecho, la ausencia de compensación. Ni la cantidad y diversidad de varones ni la remuneración son criterios suficientes para definirla.»

Paula Sánchez Perera (Lanzarote, 1988): Profesora de filosofía especializada en comercio sexual y activista feminista. Sus líneas de investigación parten de un bagaje académico nutrido por estudios de filosofía, teoría crítica de la cultura y formalizados mediante un doctorado en Humanidades. En 2014 comenzó a investigar el estigma de la prostitución compaginando el análisis filosófico- argumentativo con un dilatado trabajo de campo, desde el voluntariado de intervención social, en zonas de prostitución callejera de Madrid. Ese trabajo se complementó con una serie de entrevistas semiestructuradas en profundidad a trabajadoras sexuales activistas de diferentes sectores de la industria, recorriendo para ello España y Buenos Aires; esta última durante una estancia de investigación. Crítica de la razón puta procede de su tesis doctoral y constituye su primer libro en solitario. Ha expuesto sus tesis tanto en múltiples ponencias en congresos, seminarios y encuentros, como en artículos para medios generalistas y académicos; también varios máster y cursos le han invitado a compartir sus posiciones. Recientemente ha prologado el volumen sobre el modelo neozelandés de la prostitución Trabajo sexual con derechos: una alternativa de despenalización, de Lynzi Armstrong y Gillian Abel (Virus, 2022).

Puedes encontrar más información sobre este libro en la web de La Oveja Roja.

Patricia Highsmith, maestra de la intriga

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#Mujereslesbianas

 

Considerada la gran revolucionaria del thriller psicológico, Patricia Highsmith nació el 19 de enero de 1921 en Ford Worth, Texas. Algunas obras de esta maestra de la novela de intriga fueron adaptadas al cine con gran éxito.

Patricia no fue una hija querida, su madre intentó abortar bebiendo aguarrás durante su embarazo. La tormentosa relación que mantuvieron marcaría a la escritora toda su vida. Tanto es así, que la inspiró para escribir Terrapin, novela en la que una hija apuñala a su madre.

Sus padres se divorciaron diez días antes de que ella naciera por eso, no conoció a su padre hasta los doce años.

En 1924 la madre de la escritora contrajo matrimonio con Stanley Highsmith, del que Patricia tomó el apellido. En 1927 se marcharon los tres a vivir a Nueva York. Su infancia transcurrió en el ambiente bohemio del barrio de Greenwich Village por donde se movían sus padres, que trabajaban como diseñadores gráficos.

A Highsmith la cuidó su abuela , quien descubrió que Patricia era una niña muy inteligente y precoz que con nueve años, ya leía libros sobre psicoanálisis de su biblioteca. Lectora voraz, le interesaban temas relacionados con la culpa, la mentira y el crimen, que serían los argumentos centrales en su obra.

Con ocho años descubrió el libro de Karl Menninger La mente humana y quedó fascinada por los casos que describía de pacientes atormentados por enfermedades mentales. Los análisis de este autor sobre las conductas anormales influyeron en su construcción de los personajes literarios.

Se graduó en 1942 en el Barnard College, donde estudió literatura inglesa, latín y griego. Antes de publicar sus primeros cuentos, Highsmith trabajó para editoriales de cómics. Empezó​ en la editorial Ned Pines escribiendo dos historias de cómics al día por 55 dólares a la semana. Después se convirtió en una autora independiente. Esta situación le permitió encontrar tiempo para trabajar en sus propias historias cortas. Es en esa época cuando descubre su homosexualidad y necesita ir a terapia para aceptar su orientación sexual.
Con 22 años comenzó a escribir su primera novela The click of the shutting, que nunca se publicó. Su primer cuento vio la luz en la revista Harper´s Bazaar, por entonces la escritora tenía 24 años. ​ En 1945, tras una breve estancia en México de cinco meses, aparecen los cuentos En la Plaza, escrito en Taxco, estado de Guerrero, y El coche. En 1950 publica su primera novela, Extraños en un tren, que la haría famosa cuando  Alfred Hitchcock la adaptó al cine.

En 1952 escribe El precio de la sal, bajo el pseudónimo de Claire Morgan. Esta novela cuenta la historia de amor entre dos mujeres con un final feliz insólito para la época ya que hasta ese momento los personajes homosexuales que aparecían en la literatura solían tener un final trágico. Tres décadas después reimprimió esta obra con el título de Carol desvelando ser su autora. En el epílogo explica por qué mantuvo el anonimato cuando la novela se publicó por primera vez y finalizaba así:

Me alegra pensar que este libro le dio a miles de personas solitarias y asustadas algo en que apoyarse.

Estados Unidos no acogió bien sus historias pesimistas que excluían el sentimentalismo, ni sus análisis éticos. Tampoco gustaban sus ideas políticas de carácter  comunista que chocaban con el estilo de vida americano. Por esta razón, ​ abandonó su país y se trasladó para siempre a Europa en 1963.

Su biografía, Beautiful Shadow, cuenta que, debido a los problemas de la escritora con el alcohol, tuvo una vida personal complicada. Sus relaciones duraban poco, incluso la que mantuvo con la también novelista Marijane Meaker. La tacharon de misántropa y prefería la compañía de sus gatos y caracoles. Dijo una vez:
Mi imaginación funciona mucho mejor cuando no tengo que hablar con la gente

Cuando apareció su obra Litlle tales of Misogyny, la llamaron misógina y con la publicación de Tales of Natural and Unnatural Catastrophes, se la marcó el calificativo de antiamericana. Su fama morbosa hizo que sus obras no fueran muy comerciales. Escribió más de 30 libros entre novelas, ocho colecciones de cuentos, ensayos y otros textos, y dejó bastante material inédito.

Su visión de la realidad es pesimista y sombría, también su percepción de los seres humanos. Destaca de forma particular como creadora de personajes torturados , ambiguos y turbios que explotan la hipocresía para medrar.

Graham Greene, amigo de la escritora, dijo sobre ella:
Uno no cesa de releerla. Ha creado un mundo original, cerrado, irracional, opresivo, donde no penetramos sino con un sentimiento personal de peligro y casi a pesar nuestro, pues tenemos enfrente un placer mezclado con escalofrío.

El personaje que más se identifica con la obra de Highsmith es, sin duda, Tom Ripley. Mentiroso, estafador, un asesino, que vive instalado en una maraña de crímenes. Dese la publicación en 1955 de la primera novela, El talento de mister Ripley (adaptada al cine en dos ocasiones), hasta la última, Ripley en peligro, aparecida en 1991, el personaje que construye la autora no resulta detestable, a pesar de su comportamiento.

Atea desde su adolescencia, se consideraba de izquierdas; aunque a veces disfrutaba escandalizando a sus conocidos haciendo comentarios racistas o antisemitas. No obstante, apoyó públicamente a Amnistía Internacional y expresó su simpatía hacia la lucha del pueblo palestino.

El 1 de enero de 1947, Patricia anotó como Brindis de año nuevo:
Brindo por todos los demonios, por las lujurias, pasiones, avaricias, envidias, odios, extraños deseos, enemigos reales e irreales, por el ejército de recuerdos contra el que lucho: que no me den descanso.

Patricia Highsmith falleció en Locarno el cuatro de febrero de 1995. Este año se conmemora el centenario del nacimiento de esta escritora rotunda, descarnada, inquietante.

Paris is burning

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Película documental estadounidense estrenada en 1990 y dirigida por Jennie Livingston. Esta cinta filmada en 1980, retrata la llamada cultura ball de Nueva York a través de los testimonios de personas trans y gais de origen latino y afroaméricano que protagonizaron ese movimiento en la llamada Edad Dorada de los bailes drag neoyorkinos. El film es un retrato de las desigualdades provenientes de la clase social, la diversidad racial y el género en Estados Unidos.

La cultura ball es una subcultura clandestina LGTBIQ de jóvenes afroamericanos y latinos que se originó en Nueva York a finales del siglo XIX. Quienes participaban de esta comunidad comenzaron a organizar bailes drag como respuesta a las leyes estadounidenses que prohibían usar ropa del sexo opuesto.

El documental se adentra en las competiciones de baile basadas en temas y categorías que deben escenificar las personas participantes. Se desfilaba imitando los movimientos de modelos de pasarela de la revista vogue dando origen al estilo de danza vogue o voguing. Este baile se popularizó a raíz del estreno de París is burnig en 1990, año en el que Madonna sacó la canción y el vídeo Vogue. Los movimientos de este baile se inspiran en los jeoglíficos del Antiguo Egipto.

En estos certámenes contaba la estética drag, el baile y el vestuario. La recompensa por ganar era un trofeo. Quienes competían , a menudo, formaban parte de una casa. Se denominaba casa a un grupo de personas LGTBIQ que vivían juntas como una familia ya que, en muchas ocasiones, habían sido expulsadas de sus hogares debido al rechazo a su orientación sexual o por su identidad de género y malvivían durmiendo en albergues o en los muelles. Cada casa estaba liderada por una madre que cuidaba de las personas que formaban parte de esta particular estructura familiar. El movimiento ball se apropia de términos tradicionales – casa, madre- para crear su modelo de familia. Ganar un certamen suponía aumentar el prestigio de la casa.

La cinta alterna imágenes de competiciones de baile con entrevistas a protagonistas de la cultura ball: Pepper LaBeija, Dorian Corey, Angie Xtravaganza, y Willi Ninja, cuentan su experiencia como participes en esos singulares certámenes. Los testimonios de estas figuras clave del movimiento ball permiten conocer los detalles de esa subcultura. Alguna de las personas entrevistadas ejercieron la prostitución – como Venus Xtravaganza- para subsistir o, incluso, para poder hacer frente a los gastos derivados de la cirugía de reasignación.

En una entrevista concedida al Orlando Sentinel, Livingston afirmó que esta película es importante para cualquier persona, no importa si es gay o no es gay. La película, no solo es interesante por los bailes, refleja como logramos algunas metas de la sociedad. Habla de la supervivencia frente al rechazo social. Trata de personas que han aprendido a sobrevivir al rechazo social , con sentido de humor, dignidad, y energía. Según afirmó la realizadora, el documental es un exploración con varias capas de una subcultura de Americanos-Africanos y Latinos que demuestra un microcosmo de la sociedad lo que fue subestimado, clandestino, y desconocido en la cultura popular de los Estados Unidos. La cinta también explora como estos sujetos luchaban cotidianamente con la adversidad que implicaba el racismo, la homofobia y la pobreza. Una tras otra, las entrevistas de esta película ofrecen una mirada a las vidas y problemas de sus protagonistas y la fuerza, orgullo y ánimo que estos debían mantener para sobrevivir en un mundo «rico y blanco».

El National Endowment for the Arts (NEA) aportó financiación a la película. Esta institución se vió inmersa en un proceso judicial por apoyar a artistas polémicos como Robert Mapplethorpe y Andres Serrano. La directora, ante el miedo a perder apoyos para la película, evitó dar detalles del rodaje.

En 1991, alguna de las personas que participaron en la cinta, demandaron a la película reclamando una parte de los beneficios obtenidos. El asunto se zanjó con un acuerdo en el que se establecía una indemnización de cuarenta millones de dólares por el uso no autorizado de los bailes. Los productores se justificaron afirmando que su intención siempre había sido compensar económicamente a los participantes.

París is burning se convirtió en un referente para la juventud LGTBIQ y una útil herramienta académica para examinar las cuestiones de clase social, raza, género, orientación e identidad sexual.

La cinta fue muy bien recibida por la crítica especializada. Obtuvo diversos premios. Recibió un galardón el Festival de Sundance, obtuvo el Premio Teddy en el Festival de cine de Berlín , un premio de público en el Festival Internacional de Cine de Toronto, un GLAAD, un premio en los Women in Film Crystal Award, un premio al Mejor Documental del Círculo de la Crítica Cinematográfica, y también fue nombrada como una de los mejores películas de 1991 por Los Angeles Times, The Washington Post y National Public Radio, Time, entre otros reconocimientos.

‘Sapienza’. Proyecto fotográfico por Miguel Figueira en la Fundación 26 de diciembre

Redacción 1 de cada 10

 

La Fundación 26 de diciembre, dedicada a mayores LGTBI+ en Madrid, recoge el proyecto fotográfico Sapienza, de Miguel Figueira. La exposición puede visitarse hasta el próximo 13 de febrero.

 

‘Desde muy pequeño recuerdo a mis abuelos con ese aroma tan particular de su piel, sus manos arrugadas con hermosas manchas, sus blancas canas, el tacto de sus pies y esos detalles en su cuerpo lleno de lunares, venas y cicatrices, que mostraban el paso del tiempo; siempre llamo mi atención las historias tatuadas en su piel que narraban el recorrido de sus vidas.

Desarrollar el proyecto Sapienza como fotógrafo ha sido uno de mis mayores retos; entender el origen y sentido de mi atracción a temprana edad por la figura humana en su etapa más madura, también estudiar la iluminación para resaltar esos detalles que caracterizan una piel vivida y comprender que estamos hechos de logros, caídas, fracasos, pasiones, encuentros, despedidas y muchas más cosas, esto fue lo que marco mi interés por plasmar su belleza en ese camino lleno de aprendizaje.

La sociedad actual nos quiere mostrar que solo existe la belleza idílica de la juventud y olvida que es mucho más interesante enseñar la madurez por todo el aprendizaje heredado de experiencias y fracasos, resumida en la sabiduría obtenida por los años vividos.
Para fotografiar la Sapienza reunimos junto a mi pareja, un grupo de amigos mayores y después de contarles el proyecto, me permitieron dejar ver su intimidad y sus miedos, desnudando su cuerpo y alma, dejándome captar momentos únicos de sus experiencias con el paso del tiempo. También me mostraron que está latente la belleza erótica y sensual, escondida con pudor por prejuicios sin fundamento.

Cada cuerpo, cada piel, cuenta una historia que nos permite reconocernos en ellos.’

Visita la web de Miguel Figueira en este enlace.

Visita la exposición Sapienza en Fundación 26 de diciembre hasta el 13 de febrero.

 

Aquí jugamos todes. Representación LGTBIQ+ en los videojuegos.

Por Tamara Gámez Ramos, de @AltramuzEditorial

 

A propósito del estreno esta semana de The last of us, la serie adaptación de un videojuego del mismo nombre con su respectiva protagonista lesbiana, hacemos un recorrido por los personajes LGBTIQ+ de los juegos para PC y consolas que más han impactado en el mundillo del videojuego.

Siempre nos preguntamos sobre la representación de personajes diversos en cine y televisión, pero no es tan frecuente escuchar reivindicaciones sobre la necesidad de que la disidencia sexo genérica tenga sus referentes en el mundo de los videojuegos. Es probable que esto se deba a que el mundo del joystick esté menos popularizado que el de su colega la tele en el escenario adulto, pero la juventud viene reivindicando la necesidad de referentes y es momento de hablar de aquellos espacios donde necesitan encontrarlos. Yes que el mundo de los videojuegos es una parte importante de esto, según el estudio de Roulette de 2021, el 45% de las personas encuestadas afirmó que el juego había desempeñado un papel fundamental en el descubrimiento de su propia identidad homosexual, motivo de más para explorar este tema.

A pesar de esta imperiosa necesidad de ver (o jugar) a alguien como tú, el marcado carácter masculinizado del mundillo ha supuesto que los personajes LGBTIQ+ brillaran por su ausencia. Una mayoría de hombres jugadores y trabajadores en la industria del videojuego venían creando mundos en los que se proyectaban todos los deseos del varón-blanco-cis-hetero del que los doscientosmilFIFAs y el Grand Theft Auto daban esplendorosa cuenta.

El mundo de los videojuegos está cambiando. Las mujeres ya somos el 50% de las personas jugadoras en todo el planeta, según estadísticas elaboradas por Mediacom para Latinoamérica, o la ESA (Entertainment Software Association) para Estados Unidos. Esto supuso al inicio la creación innegable de un doble pasillo, como en el mundo de los juguetes, donde los videojuegos se vieron rosificados y azulados con un pensamiento binarista y sesgado. Le dimos la bienvenida a los videojuegos en los que éramos chefs, veterinarias o creábamos mundo de colores no sanguinolientos. Puzles y plataformas que favorecieron la inclusión de muchas mujeres y niñas en el mundo gamer. Una experiencia fundamental si entendemos el contenido de programación y digitalización que hay delante y detrás de estas pantallas animadas, y en el que los varones nos llevaban sobrada ventaja. Una ventaja en competencias de los que muchas denominan los puestos de trabajo mayoritarios para un futuro próximo.

Hemos sido sobre todo las mujeres y el colectivo LGBTIQ+ quienes hemos ido dando porrazos a los estantes de esos pasillos divididos para reivindicarnos como un público a tener en cuenta en esta industria que no parecía hecha para nosotras. Los SIMS fueron ese videojuego con el que probablemente por primera vez pudimos construir un personaje a nuestra imagen y semejanza y con el que, a partir de muchos rosebud (la palabra secreta para rellenar tus arcas dinerarias) podíamos vernos viviendo en una casaza con nuestra pareja del mismo sexo. No es casual que este videojuego también haya sido pionero en reconocer la disidencia genérica. En 2016, con SIMS 4, aun manteniendo el binomio en el momento inicial, ya podíamos escoger cualquier registro de voz o de caminar para nuestro personaje que durante el juego podía transitar con la estética que también nos diera la gana.

En Mass Effect también podíamos personalizar ya en 2007 al personaje protagonista. El capitán o capitana Shepard de la flota de Alianza de Sistemas podía, del mismo modo, explorar relaciones con personas de distinto género y sexualidad. Y es que, pensándolo bien, cómo no iba a existir esta libertad en el año 2.183 en otra galaxia, aunque para 2007 quienes eligieron ser la comandante Shepard rebobinaron hasta el desgaste la famosa escena de sexo con la alienígena bisexual Liara T´Soni.

Podríamos decir que BioWare, la empresa que desarrolló Mass Effect, ha sido una de las grandes aliadas para la existencia virtual de la disidencia. Después del título anterior vendría el aclamadísimo Dragon Age o ¿quién no se ha dado un pipazo con una elfa? Amiga, si Casandra te dio calabazas este es tu artículo, aunque desde 2009 que salió esta entrega ya hemos aprendido que no todas las mujeres masculinas son lesbianas o bisexuales. En este juego de rol y fantasía encontraremos también a Dorian, un poderosísimo mago gay, rechazado por su contexto por no ser normativo, y podremos implementar personajes no binarios con algunos de los paquetes descargables para el juego.

En el mismo año apareció la primera entrega de Borderlands, un videojuego de rol de acción en un mundo de ciencia ficción con una historia misteriosamente parecida a una reciente estrenada segunda parte de una película taquillera de Disney. Ya desde la primera entrega del videojuego encontraremos a la bisexual Moxxi; en la segunda jugaremos con un personaje protagonista lésbico, además de algunos secundarios, y en Borderlands 3 conoceremos a Lor, una persona no binaria que se plantea la transición durante el desarrollo del juego.

Fuera del mundo RPG (Role Playing Game), pero dentro de la dinámica de decisiones en la construcción de parte del trasfondo del personaje, encontramos Life is Strange, de Square Inc y Dontnod Entertainment, la aventura gráficaque nos ha dejado a uno de los personajes lésbicos que más nos han impactado en el mundo de los videojuegos. Con Before the Storm nos adentramos en la historia de Chloe, una adolescente en plena construcción y ebullición identitaria que se rebelará ante los patrones del mundo adulto y encontrará en Rachel su mejor aliada. Ya en el primer videojuego podíamos tomar decisiones en torno a la relación de Chloe con Max, su otra protagonista. Si bien estos dos videojuegos no desarrollan escenas explícitas de estas relaciones, la profundidad en la construcción de los personajes y el vínculo entre estos (y la banda sonora, dicho sea de paso) son dignas de cada una de sus horas de juego. De Chloe y Max hay una gran comunidad de fans, tanto que existe una serie de cómics donde se explora su historia más allá del juego, nunca mejor dicho si justo al final tomas la decisión que supone que esto sea imposible (sin spoilers, pero guiñoguiño). Estos no son los únicos personajes LGBTIQ+ de la saga, ya que tanto en The Life is Strange 2 como en el tercer videojuego, The Life is Strange: True Colors, los protagonistas contarán con opciones de poder establecer una relación romántica con un chico o una chica.

Sin excesiva explicitación queda también la bisexualidad de Ciri en The Witcher 3, un RPG basado en la saga literaria de Geralt de Rivia, y también adaptado a serie, a la espera de ver cómo explorará esta faceta de la protagonista en su siguiente temporada.

The Outer Worlds es otro RPG de acción, en este caso con un mundo abierto y una ambientación futurista. Galardonado en los premios LGBTQ GLAAD Media Awards 2020 por el desarrollo de Parvati, un personaje asexual que deseará establecer una relación romántica con la ingeniera Junlei. Algo fundamental es que en el diseño de este videojuego y concretamente en la historia de Parvati, estuvo implicada Kate Dollarhyde, una persona asexual, diseñadora de juegos y escritora de ficción, ganadora de los premios Nebula y GLAAD Media. Este es el mismo caso que el del juego independiente Celeste y su creadora, Maddy Thorson, quien también profundizó en su identidad de género a la vez que escribía la historia de Madeleine, la protagonista del videojuego.

Pero no todos los ejemplos son de buenas prácticas y representaciones perfectas. Del mismo modo que no todos los personajes LGBTIQ+ han sido acogidos con entusiasmo. Este fue el caso de Overwatch, un juego de disparos y por equipos de Blizzard, compañía que recibió un aluvión de críticas homófobas en 2019 con el anuncio de la homosexualidad del Sodado 76, un personaje “demasiado masculino” que al parecer no estaba en la lista de los que algunos fans permitirían que cruzaran de acera.

Juegos en línea como este generan un espacio de interacción donde la identidad de género y la sexualidad de quien juega también pueden verse en juego (valga la requeteredundancia). En una encuesta realizada en 2021, el 73% de las personas jugadoras LGBTQ+ declararon haber sufrido acoso por su orientación sexual o identidad de género. Este era el motivo principal para que casi la mitad de los jugadores homosexuales (40%) decidieran dejar de jugar en línea. La respuesta a cómo crear espacios seguros de juego online integra necesariamente varias fórmulas y una de ellas es la necesidad de continuar contando con personajes principales diversos.

Ellie, la superviviente de The Last Of Us, el videojuego adaptado a serie que abre este artículo, ha sido una pionera como personaje lésbico protagonista en los videojuegos para el público mayoritario. Hasta entonces, buscarpersonajes LGBTIQ+ protagonistas, fuera de las dinámicas de elección personal que hemos visto, era observar el mismo páramo que el de los escenarios apocalípticos de este juego. Nadie por aquí, nadie por allá (¡chasqueador que te crió!).

Bromas aparte, poco se habla de las críticas homófobas que aparecieron cuando la sexualidad de la protagonista se intuyó a partir del DLC Left Behind, un capítulo que cuenta brevemente la historia de Ellie antes de conocer a Joel. Oposiciones que se volvieron aún más peliagudas cuando la compañía, Naughty Dog, reiteró la sexualidad y el protagonismo de Ellie de cara a la segunda parte del videojuego. Esto desató un review bombing, hordas de gamers homófobos (en este caso) que buscaban hundir al juego y la compañía en su miseria a partir de dejar reseñas negativas en masa en la página Metacritic. Nada de esto consiguió arrebatarle elpremio a mejor juego del año 2014 a The Last of Us en los DICE Awards, y a Ellie como mejor personaje de videojuego. Premios más que merecidos para un juego que retrata de manera honesta y realista la diversidad. Intentado no hacer demasiado spoiler para quienes sean más de series que de videojuegos, solo decir que Ellie no es el único personaje LGBTIQ+ y que entre ellos encontraremos un chico trans, cuya voz en el videojuego es interpretada por un actor trans, aunque para ello tendremos que esperar a la segunda parte con más ansias que si buscáramos un botiquín en la Boston apocalíptica.

Encuentra las cinco diferencias

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

Las aventuras de Priscilla, reina del desierto

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

Película australiana de 1994 dirigida por Setphan Elliot y protagonizada por Terence Stamp, Hugo Weaving, Guy Pearce y Bill Hunter. Un éxito de taquilla, que obtuvo el beneplácito de público y crítica.

Aparentemente frívola, es considerada como una de las mejores comedias dramáticas de los años noventa. Una road movie con el glamour de tres artistas drags que recorren el desierto australiano en un excéntrico autobús al que bautizan como Priscilla.

El film se apoya en un guión excelente que debió ser, al menos, nominado al Óscar. Respecto al humor presente en la cinta, resultó que el público reaccionaba de forma diferente según el país en el que se proyectaba la película. Sobre este tema, el director declaró:

En una proyección que tuvimos para el público australiano, hubo carcajadas en todo momento, pero en el resto del mundo, la gente reaccionó de forma diferente a cada momento de humor. Por ejemplo, cuando Tick dice que Bernadette ha dejado su pastel en la lluvia, el público estadounidense se rió durante diez minutos, mientras que el francés no lo entendió, aunque sí disfrutaron más de otras escenas.

Respecto al reparto, muchos actores se negaron a protagonizarla debido a su bajo presupuesto. En un principio se pensó en Toni Curtis para el papel de Bernadette, pero el actor no pudo aceptar por cuestiones de agenda. También John Cleese rechazó participar. Para los papeles de Anthony y Adam, los productores pensaron Rupert Everett y Jason Donovan. Pero, tras los conflictos surgidos entre los actores en una reunión de casting, al final , para evitar problemas durante el rodaje, los elegidos fueron Hugo Weaving y Guy Pearce.

Terence Stamp interpreta a Bernadette, una elegante y sobria mujer trans con una historia personal de rechazo por parte de su familia . Hugo Weaving es Anthony/Mizzi, artista temeroso de que su hijo descubra que es homosexual y drag. Por último, Guy Pearce es Adam/Felicia, joven gay, excesivo y sin complejos que, sin embargo, encierra en su interior el recuerdo del abuso sexual que sufrió en la infancia.

La cinta presenta a los personajes con respeto y humanidad. Hay una escena donde el trío se encuentra con unos aborígenes con los que acaban celebrando una fiesta. Se produce así la unión de dos minorías que, por razones diversas, han sufrido el rechazo y la exclusión social.

El desierto, escenario grandioso, nos regala momentos oníricos y surrealistas como la escena del ascenso a la montaña con el vestuario drag y la apoteosis de Felicia desplegando su capa orgullosa subida en el techo de Priscilla.

El exuberante espacio agreste, será testigo de las peripecias del trío artístico ; Bernadette conocerá a Bob, un hombre sencillo y amable que la trata con delicadeza y cariño. Felicia es víctima de un ataque homófobo y Mizzi se da cuenta de que su hijo es un niño acostumbrado a la diversidad , no en vano su madre tiene novia.

La banda sonora está compuesta por música camp y destacan las cuatro canciones del espectáculo final: I’ve Never Been to Me» , «I Will Survive» , «Finally» y «Mamma Mia».

Obtuvo el Premio Una Cierta Mirada en la edición número cuarenta y siete del Cannes . También ganó el Óscar al mejor diseño de vestuario que toma como referencia el cabaret, utilizando objetos cotidiano y disfraces de animales.

Se ha convertido en una película de culto y se trasladó a los escenarios de Broodway también con éxito.

Las Aventuras de Priscila Reina del Desierto tiene un potente discurso que reivindica la pluma, el trabajo de las drags, visibiliza la transexualidad y a las familias diversas, aportando, en su momento, una forma distinta de ver la realidad de las personas LGTBI.

Feminitsmo

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

Moonlight

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Película estadounidense dirigida por Barry Jenkins en 2016 y protagonizada por Trevante Rodas, Andre Holland, Janelle Monae, Naomie Harris y Marhershala Ali .La cinta está basada en In Moonligth Black Boys Look Blue, obra teatral semi-autobiográfica escrita por Tarell Alvin McCraney.

Estructurada en tres partes, aborda la infancia, adolescencia y madurez de Chiron, un chico afroamericano que crece sin padre y con una madre adicta al crack en un barrio conflictivo de Miami. La película se centra en las dificultades del protagonista para relacionarse con su entorno, desarrollar su afectividad y aceptar su homosexualidad.

Bien recibida por crítica y público, recibió el Globo de Oro a la Mejor Película Dramática y el Óscar a la Mejor Película en 2017

Moonlight es la primera cinta de temática LGTB, con un reparto íntegramente compuesto por actrices y actores negros y es el segundo film con menor presupuesto que obtiene el Óscar en la categoría de Mejor Película. Joi McMillon, encargada de la edición, se convirtió en la primera mujer negra nominada en su categoría. El actor Mahershala Ali, por su parte, obtuvo un premio Óscar por su actuación, el primero para un actor musulmán.

Moonligth es una película sobre la búsqueda de la identidad, las expectativas sociales y la masculinidad. La cinta se apoya en las sólidas interpretaciones de sus actores y actrices. Los interpretes que dan vida al personaje principal, logran transmitir con veracidad los distintos cambios por los que el protagonista transita a lo largo de su recorrido vital sin perder la esencia del personaje: Little es frágil, Black es fuerte, Chiron voluble. El personaje de Juan es calmado, seguro, adopta la figura paterna de la que adolece Chiron. Paula, la madre del protagonista, es una drogadicta llena de ira, de abandono, de tristeza que no le da nada a su hijo y le escupe su rabia con crudeza. En cuanto al personaje de Kevin, a través de las miradas y sus sonrisas hacia el protagonista, le hace sentir cariño, amistad y afecto.

La fotografía es otro de los aspectos destacables de la cinta. La luz, incluso durante el día, es azulada. La luz azul está presente en toda la película. También en las tomas nocturnas. Hay tomas con luz de luna y en las escenas de interior, siempre hay una luz azul que se filtra, proveniente de una cocina o de la calle . El azul también impregna los decorados y el vestuario de los personajes. El color lila se asocia a la madre de Chiron. Cuanto más oscuro es el color más oscura es la tonalidad del sentimiento del personaje. Los colores claros están ligados a personajes con sentimientos más livianos y espirituales. También adquieren gran protagonismo las escenas de noche en la playa, con la luz de la luna que se refleja en el océano.

La música y el sonido también comunican. Los silencios son importantes y cuando hay música, es, sobre todo, música clásica que evoca el mundo interior del personaje.

La luz de la luna, que da título a la película, aparece como bálsamo sanador y así se lo dice Kevin a Chiron en la playa y le anima a no perder su identidad. En ese momento de gran intimidad, se besan y , por primera vez, el protagonista se siente querido. En otra escena, Juan le cuenta a Chiron la historia que escuchó a una señora mayor: Bajo la luz de la luna, todos los niños negros son azules.

La violencia que sufre durante su infancia y adolescencia, hace que Chiron se convierta en un hombre aparentemente duro, que ha fortalecido su cuerpo y su aspecto, para protegerse frente a los golpes de la vida. Sin embargo, como le dice Kevin, por dentro sigue siendo el mismo que no es capaz de decir cuatro palabras seguidas.

Cuando Kevin y Chiron se reencuentran, éste le confiesa que nunca había vuelto a besar a nadie. Entonces ambos se abrazan bajo una luz cálida y aparece la imagen de Chiron niño al fondo. El protagonista parece, al fin, aceptar su sexualidad.

 

Heterosexualidad obligatoria

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)