Aquí jugamos todes. Representación LGTBIQ+ en los videojuegos.

Por Tamara Gámez Ramos, de @AltramuzEditorial

 

A propósito del estreno esta semana de The last of us, la serie adaptación de un videojuego del mismo nombre con su respectiva protagonista lesbiana, hacemos un recorrido por los personajes LGBTIQ+ de los juegos para PC y consolas que más han impactado en el mundillo del videojuego.

Siempre nos preguntamos sobre la representación de personajes diversos en cine y televisión, pero no es tan frecuente escuchar reivindicaciones sobre la necesidad de que la disidencia sexo genérica tenga sus referentes en el mundo de los videojuegos. Es probable que esto se deba a que el mundo del joystick esté menos popularizado que el de su colega la tele en el escenario adulto, pero la juventud viene reivindicando la necesidad de referentes y es momento de hablar de aquellos espacios donde necesitan encontrarlos. Yes que el mundo de los videojuegos es una parte importante de esto, según el estudio de Roulette de 2021, el 45% de las personas encuestadas afirmó que el juego había desempeñado un papel fundamental en el descubrimiento de su propia identidad homosexual, motivo de más para explorar este tema.

A pesar de esta imperiosa necesidad de ver (o jugar) a alguien como tú, el marcado carácter masculinizado del mundillo ha supuesto que los personajes LGBTIQ+ brillaran por su ausencia. Una mayoría de hombres jugadores y trabajadores en la industria del videojuego venían creando mundos en los que se proyectaban todos los deseos del varón-blanco-cis-hetero del que los doscientosmilFIFAs y el Grand Theft Auto daban esplendorosa cuenta.

El mundo de los videojuegos está cambiando. Las mujeres ya somos el 50% de las personas jugadoras en todo el planeta, según estadísticas elaboradas por Mediacom para Latinoamérica, o la ESA (Entertainment Software Association) para Estados Unidos. Esto supuso al inicio la creación innegable de un doble pasillo, como en el mundo de los juguetes, donde los videojuegos se vieron rosificados y azulados con un pensamiento binarista y sesgado. Le dimos la bienvenida a los videojuegos en los que éramos chefs, veterinarias o creábamos mundo de colores no sanguinolientos. Puzles y plataformas que favorecieron la inclusión de muchas mujeres y niñas en el mundo gamer. Una experiencia fundamental si entendemos el contenido de programación y digitalización que hay delante y detrás de estas pantallas animadas, y en el que los varones nos llevaban sobrada ventaja. Una ventaja en competencias de los que muchas denominan los puestos de trabajo mayoritarios para un futuro próximo.

Hemos sido sobre todo las mujeres y el colectivo LGBTIQ+ quienes hemos ido dando porrazos a los estantes de esos pasillos divididos para reivindicarnos como un público a tener en cuenta en esta industria que no parecía hecha para nosotras. Los SIMS fueron ese videojuego con el que probablemente por primera vez pudimos construir un personaje a nuestra imagen y semejanza y con el que, a partir de muchos rosebud (la palabra secreta para rellenar tus arcas dinerarias) podíamos vernos viviendo en una casaza con nuestra pareja del mismo sexo. No es casual que este videojuego también haya sido pionero en reconocer la disidencia genérica. En 2016, con SIMS 4, aun manteniendo el binomio en el momento inicial, ya podíamos escoger cualquier registro de voz o de caminar para nuestro personaje que durante el juego podía transitar con la estética que también nos diera la gana.

En Mass Effect también podíamos personalizar ya en 2007 al personaje protagonista. El capitán o capitana Shepard de la flota de Alianza de Sistemas podía, del mismo modo, explorar relaciones con personas de distinto género y sexualidad. Y es que, pensándolo bien, cómo no iba a existir esta libertad en el año 2.183 en otra galaxia, aunque para 2007 quienes eligieron ser la comandante Shepard rebobinaron hasta el desgaste la famosa escena de sexo con la alienígena bisexual Liara T´Soni.

Podríamos decir que BioWare, la empresa que desarrolló Mass Effect, ha sido una de las grandes aliadas para la existencia virtual de la disidencia. Después del título anterior vendría el aclamadísimo Dragon Age o ¿quién no se ha dado un pipazo con una elfa? Amiga, si Casandra te dio calabazas este es tu artículo, aunque desde 2009 que salió esta entrega ya hemos aprendido que no todas las mujeres masculinas son lesbianas o bisexuales. En este juego de rol y fantasía encontraremos también a Dorian, un poderosísimo mago gay, rechazado por su contexto por no ser normativo, y podremos implementar personajes no binarios con algunos de los paquetes descargables para el juego.

En el mismo año apareció la primera entrega de Borderlands, un videojuego de rol de acción en un mundo de ciencia ficción con una historia misteriosamente parecida a una reciente estrenada segunda parte de una película taquillera de Disney. Ya desde la primera entrega del videojuego encontraremos a la bisexual Moxxi; en la segunda jugaremos con un personaje protagonista lésbico, además de algunos secundarios, y en Borderlands 3 conoceremos a Lor, una persona no binaria que se plantea la transición durante el desarrollo del juego.

Fuera del mundo RPG (Role Playing Game), pero dentro de la dinámica de decisiones en la construcción de parte del trasfondo del personaje, encontramos Life is Strange, de Square Inc y Dontnod Entertainment, la aventura gráficaque nos ha dejado a uno de los personajes lésbicos que más nos han impactado en el mundo de los videojuegos. Con Before the Storm nos adentramos en la historia de Chloe, una adolescente en plena construcción y ebullición identitaria que se rebelará ante los patrones del mundo adulto y encontrará en Rachel su mejor aliada. Ya en el primer videojuego podíamos tomar decisiones en torno a la relación de Chloe con Max, su otra protagonista. Si bien estos dos videojuegos no desarrollan escenas explícitas de estas relaciones, la profundidad en la construcción de los personajes y el vínculo entre estos (y la banda sonora, dicho sea de paso) son dignas de cada una de sus horas de juego. De Chloe y Max hay una gran comunidad de fans, tanto que existe una serie de cómics donde se explora su historia más allá del juego, nunca mejor dicho si justo al final tomas la decisión que supone que esto sea imposible (sin spoilers, pero guiñoguiño). Estos no son los únicos personajes LGBTIQ+ de la saga, ya que tanto en The Life is Strange 2 como en el tercer videojuego, The Life is Strange: True Colors, los protagonistas contarán con opciones de poder establecer una relación romántica con un chico o una chica.

Sin excesiva explicitación queda también la bisexualidad de Ciri en The Witcher 3, un RPG basado en la saga literaria de Geralt de Rivia, y también adaptado a serie, a la espera de ver cómo explorará esta faceta de la protagonista en su siguiente temporada.

The Outer Worlds es otro RPG de acción, en este caso con un mundo abierto y una ambientación futurista. Galardonado en los premios LGBTQ GLAAD Media Awards 2020 por el desarrollo de Parvati, un personaje asexual que deseará establecer una relación romántica con la ingeniera Junlei. Algo fundamental es que en el diseño de este videojuego y concretamente en la historia de Parvati, estuvo implicada Kate Dollarhyde, una persona asexual, diseñadora de juegos y escritora de ficción, ganadora de los premios Nebula y GLAAD Media. Este es el mismo caso que el del juego independiente Celeste y su creadora, Maddy Thorson, quien también profundizó en su identidad de género a la vez que escribía la historia de Madeleine, la protagonista del videojuego.

Pero no todos los ejemplos son de buenas prácticas y representaciones perfectas. Del mismo modo que no todos los personajes LGBTIQ+ han sido acogidos con entusiasmo. Este fue el caso de Overwatch, un juego de disparos y por equipos de Blizzard, compañía que recibió un aluvión de críticas homófobas en 2019 con el anuncio de la homosexualidad del Sodado 76, un personaje “demasiado masculino” que al parecer no estaba en la lista de los que algunos fans permitirían que cruzaran de acera.

Juegos en línea como este generan un espacio de interacción donde la identidad de género y la sexualidad de quien juega también pueden verse en juego (valga la requeteredundancia). En una encuesta realizada en 2021, el 73% de las personas jugadoras LGBTQ+ declararon haber sufrido acoso por su orientación sexual o identidad de género. Este era el motivo principal para que casi la mitad de los jugadores homosexuales (40%) decidieran dejar de jugar en línea. La respuesta a cómo crear espacios seguros de juego online integra necesariamente varias fórmulas y una de ellas es la necesidad de continuar contando con personajes principales diversos.

Ellie, la superviviente de The Last Of Us, el videojuego adaptado a serie que abre este artículo, ha sido una pionera como personaje lésbico protagonista en los videojuegos para el público mayoritario. Hasta entonces, buscarpersonajes LGBTIQ+ protagonistas, fuera de las dinámicas de elección personal que hemos visto, era observar el mismo páramo que el de los escenarios apocalípticos de este juego. Nadie por aquí, nadie por allá (¡chasqueador que te crió!).

Bromas aparte, poco se habla de las críticas homófobas que aparecieron cuando la sexualidad de la protagonista se intuyó a partir del DLC Left Behind, un capítulo que cuenta brevemente la historia de Ellie antes de conocer a Joel. Oposiciones que se volvieron aún más peliagudas cuando la compañía, Naughty Dog, reiteró la sexualidad y el protagonismo de Ellie de cara a la segunda parte del videojuego. Esto desató un review bombing, hordas de gamers homófobos (en este caso) que buscaban hundir al juego y la compañía en su miseria a partir de dejar reseñas negativas en masa en la página Metacritic. Nada de esto consiguió arrebatarle elpremio a mejor juego del año 2014 a The Last of Us en los DICE Awards, y a Ellie como mejor personaje de videojuego. Premios más que merecidos para un juego que retrata de manera honesta y realista la diversidad. Intentado no hacer demasiado spoiler para quienes sean más de series que de videojuegos, solo decir que Ellie no es el único personaje LGBTIQ+ y que entre ellos encontraremos un chico trans, cuya voz en el videojuego es interpretada por un actor trans, aunque para ello tendremos que esperar a la segunda parte con más ansias que si buscáramos un botiquín en la Boston apocalíptica.

Los comentarios están cerrados.