Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina), la cuentista de nuestro refugio
Foto @1decada10: Cartel de la Feria del Libro de Madrid
En plena celebración de la 78 Feria del Libro de Madrid de 2019 hasta el 16 de junio, no queda otra alternativa que ir a visitarla y disfrutar de un paseo junto a la larga hilera de sus numerosas casetas para conocer las novedades en publicaciones, la gran cantidad de títulos disponibles en antiguas ediciones y reediciones, participar del ambiente literario y de las firmas de nuestros autores y autoras favoritas, además de conocer en persona a estupendos ilustradores e ilustradoras.
Entre casetas voy haciendo parada en todas las que ofertan literatura infantil y juvenil. El 139 es para la editorial Nube Ocho, con títulos muy interesantes como Carteras y Carteros, La Jirafa Rafa, ambos de Caracolino & Canizares, Un poco perdido, de Chris Haughton, tres álbumes para peques de a partir de dos años, ¡Yo no he sido! divertido y colorido relato de Daniel Fehr y Pauline Reeves, o El viaje de brócoli, muy recomendado para educar en una alimentación saludable y a partir de tres años. En esta caseta hay un lugar especial para Clara Campoamor. El primer voto de la mujer, de Raquel Díaz Reguera, que ha sido una de las autoras que ha estado presente firmando sus álbumes escritos e ilustrados por ella misma.
Otras de las visitas a la feria fue la de Olga de Dios, Raquel Riba Rossy ó su alter ego en la ficción, Lola Vendetta, y Paula Bonet, ilustradoras y autoras que relacionamos con nuestros gustos y preferencias sobre publicaciones que abordan argumentos sobre diversidad y género.
Igualmente interesante es la caseta 108 de la librería Berkana, con la presencia y experiencia de Mili Hernández, que en más de una ocasión nos ha guiado y recomendado estupendos títulos como La Princesa Li, precioso álbum ilustrado de Luis Amavisca y Elena Rendeiro, ó la novela gráfica Lo indispensable de unas lesbianas de cuidado, de Alison Beche, un clásico de la narrativa LGBTI+.
Llama mi atención lo bonita y colorida que ha quedado la caseta 104, espacio de ilustración infantil y juvenil de la librería La Mar de Letras, con amplia y cuidada oferta.
Por supuesto, este año también tenemos un atractivo cartel de la feria y unas ilustraciones que acompañando citas literarias, adornan paredes exteriores del pabellón central, rememorando a Gloria Fuertes, Carmen Laforet o Rosalía de Castro, entre otras escritoras.
Es muy difícil que en este contexto podamos centrarnos en una única publicación a recomendar y para lograrlo, después de mucha reflexión, seleccionamos un título muy especial: Vida y Muerte de Federico García Lorca, del historiador e hispanista Ian Gibson y el ilustrador Quique Palomo, editado a finales de 2018 por Penguin Random House Grupo Editorial.
En este momento celebramos los cien años de la llegada de Federico García Lorca a la Residencia de Estudiantes en Madrid, con diferentes citas culturales, y el aniversario de su nacimiento (el 5 de junio), momentos narrados en esta novela gráfica. Con imágenes azules básicamente, el relato recoge en viñetas toda la vida del poeta y dramaturgo, desde su infancia y crecimiento en Fuente Vaqueros, el posterior traslado de la familia a Granada donde comienza a relacionarse en la tertulia del Café Alamillo, de un grupo de intelectuales ávidos de vanguardia que condicionan su formación artística y su posterior estancia en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde conoce a Salvador Dalí, Buñuel, Fernández de los Ríos y otras personalidades de la época, a comienzos del siglo XX. Pero es a través de sus poemas, obras de teatro, conferencias, y con mucho esfuerzo a la vez que completa sus estudios de derecho por imposición familiar, como va consiguiendo abrirse un espacio y reconocimiento profesionales. Llega a dirigir la compañía de teatro La Barraca que recorre toda la geografía española, de aldea en aldea, para representar y dar a conocer el teatro clásico. No solo consigue éxito en España con su producción teatral, también e incluso más en Argentina.
Federico se enamora de Dalí y este le rechaza. Pasado un tiempo recibe una carta de Buñuel, amigo de ambos, donde el director de cine se mofa de su homosexualidad. Tras otra ruptura sentimental de Emilio Aladrén, y sumido en una profunda melancolía a pesar de su éxito, el escritor decide viajar a Nueva York donde vive la Gran Depresión y crisis económica de Wall Street, con sus devastadoras consecuencias. También viaja a Cuba y vuelve a España en un momento de gran inestabilidad política y social. Han ganado las elecciones los conservadores, hay huelgas en Asturias con una violenta represión y Cataluña insta a establecerse como una república independiente para separarse del caótico gobierno central.
Federico está presente en los discursos de odio de la derecha represora de la época y tras el levantamiento de Franco contra el gobierno legítimo de la II República, es detenido en casa de la familia Rosales en Granada, donde se había desplazado buscando la protección y seguridad entre sus familiares y amistades.
Ya sabemos el triste desenlace, pero aún hoy queda la incógnita del lugar donde exactamente yacen sus restos jamás recuperados. El asesinato de Federico García Lorca, la represión violenta y el Franquismo, marcan un doloroso paréntesis en la historia y la cultura de nuestro país.
El discurso del odio fue y sigue siendo la base argumental de violaciones de derechos humanos de los grupos LGBTI+. Parece que para el odio no pasa el tiempo, aunque ahora podemos apelar a la justicia y sentido común de una sociedad mucho más estable y democrática. Aunque permítanme temer el discurso de la intolerancia y la incorporación de grupos políticos radicales en nuestras instituciones democráticas. Solo espero que podamos vivir en paz y que la legislación vaya mejorando en la protección ante la violencia derivada de sus discursos, en teoría “políticos”, de odios infundados.
Y para no olvidar a Lorca y recuperar nuestra historia, lean y disfruten esta publicación, recomendable a partir de doce años en adelante.
¡Hasta pronto!