Hoy se celebra el Día Internacional de Conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto
Por Andrea Puggelli (@aikkomad) activista italiano LGBTQI
Hoy mas que nunca es necesario aplicar la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Todas las personas nacen libres e iguales, cada una tiene la libertad de pensamiento y de expresión, todas somos iguales ante la ley y podemos solicitar asilo. Toda persona tiene derecho a la vida. Toda persona tiene derecho a la educación y lograr una vida digna. Todas, absolutamente todas. Más allá de la religión, la raza y el sexo y de la orientación sexual y más allá del estado en el que viven.
Es cierto son sólo palabras, pero nunca antes se había escrito algo tan claro. Negro sobre blanco.
En 1948 -después de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial (el Holocausto y millones de muertos)- los Estados que en el 1945 crearon a las Naciones Unidas, se dieron cuenta de que el reconocimiento de la dignidad de todos los miembros de la familia humana y de sus derechos iguales e inalienables es el fundamento de la libertad, la justicia y la paz en el mundo«. Así se afirma en el preámbulo de la Declaración aprobada el 10 de diciembre en París.
Hoy en día, en un momento en que se siente fuerte la amenaza de las guerras, la desigualdad ha alcanzado niveles intolerables en el mundo, donde el prejuicio, el fundamentalismo, la LGTBfobia y el racismo aplastan a la gente dentro de “las fronteras”, la Declaración del 48 brilla como un faro en la noche.
Hay una mujer detrás de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Eleanor Roosevelt. Ella es «la arquitecta” de la Carta que nació de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial. Esposa de Franklin Delano Roosevelt (cuatro veces presidente de EEUU), Eleanor luchó a lo largo de su vida por los derechos civiles de mujeres y de las minorías, y más tarde fue una oponente al Macartismo y su campaña anticomunista en los EEUU durante la guerra fría.
Pero no estaba sola aquel 10 de diciembre de 1948 en París. En el Palais de Chaillot había otros miembros de la Junta que llevó a la aprobación de los treinta artículos más visionarios que jamás se han escrito sobre los derechos de los seres humanos. Además de Eleanor Roosvelt, estaban:
- René Cassin, (jurista y diplomático francés) que fue una de las principales fuentes de inspiración y es considerado como el padre espiritual de la Declaración. Francia ya había roto muchos tabúes con la Declaración de los Derechos Humanos y del Ciudadano de 1789; el canadiense John Peters Humphrey (abogado) es considerado como uno de los padres del sistema de protección de los derechos humanos; el australiano William Hodgson, el chileno Hernán Santa Cruz, el soviético Alexander Bogomolov, el libanés Charles Habib Malik, ponente de la Comisión, el chino Peng Chun Chang y el británico Charles Dukes.
La declaración fue aprobada por 48 de los 58 estados que entonces formaban parte de la Asamblea General de la ONU. Dos estados no participaron en la votación: Yemen y Honduras, mientras que ocho se abstuvieron: uno era Sudáfrica que estaba entonces en el medio del Apartheid y por lo tanto no podía votar sí a la igualdad entre los seres humanos sin distinción de raza. También se abstuvo Arabia Saudi que estaba en contra de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
Quizá la reflexión con la que nos debemos quedar es la respuesta que dieron los países del bloque soviético como Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia y la Unión Soviética (Rusia, Ucrania, Bielorrusia), que también se abstuvieron, al párrafo 1 del artículo 2, que establece que «Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna, por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra, se origina nacional o social, fortuna, nacimiento o cualquier otra condición»:
Esos son los artículos más encantadores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos pero hasta hoy han sido traicionados.
Algo así cómo para que apostar por algo que no vamos a cumplir…
Todo es muy bonito y tal y en un mundo diferente funciona a las mil maravillas. Pero a veces me cuesta pensar en los derechos humanos de los asesinos y en la mano blanda que se tiene con quien atenta contra los derechos humanos de otras personas inocentes.
27 enero 2017 | 14:36
Si olvidamos los derechos humanos creo que sencillamente dejamos de ser merecedores de la virtud que nos distingue de las bestias, llamada razón. Simplemente dejaremos de ser una especie digna y civilizada para convertirnos en algo peor que las bestias, porque no es lo mismo no tener razón a tener la sinrazón de la barbarie, del abuso de poder y fanatismo. Entonces ya no habrá nada que racionalmente merezca la pena.
27 enero 2017 | 16:01
Un mensaje de la ONU es como siste negro , los peores dictadores la basura del mundo se reúne en la ONU
27 enero 2017 | 17:27
Para los Podemitas
Después, tomó la palabra David Hatchwell, presidente de la comunidad judía en Madrid. Su discurso fue contundente, duro y directo. Y dejó descolocados a los representantes del Ejecutivo municipal, ambos pertenecientes a formaciones de extrema izquierda como Podemos o IU.
También, en los últimos años, estamos viviendo en el mundo occidental y especialmente en España, una oleada despreciable de campañas incitando a boicotear a Israel, el judío entre las naciones. Estas campañas de boicot, como el BDS, se disfrazan con discursos políticos humanitarios de supuesto apoyo propalestino, pero no son más que formas nuevas de antisemitismo. No nos confundamos, detrás de ellas está la misma ideología de odio que hace sólo 80 años quiso excluir a los judíos de la faz de la tierra. El antisionismo moderno es el antisemitismo aceptable de la Europa de antaño, ese doble rasero que se aplica a los judíos y a Israel es buena prueba de ello.
27 enero 2017 | 17:31
Todo esto es fabuloso pero no entiendo por que motivo siempre me estáis dando la murga con estas cosas cuando siempre la vulneración de derechos las están cometiendo otros. ¿Yo memoria del holocausto? ¿Por que?
28 enero 2017 | 09:33