¿Usa el neomachismo la causa gay para menospreciar la violencia contra la mujer?

Por Violeta Assiego (@vissibles)

Imagen de Eneko / Blog 'Y sin embargo de mueve'

Imagen de Eneko / Blog ‘… ysin embargo de mueve’

La respuesta es: SÍ.

El punto de partida de esta afirmación es el texto que publicamos ayer en 1 de cada 10 sobre las luces y sombras del 016 (el teléfono de atención a las mujeres víctimas de la violencia machista), los comentarios vertidos al mismo y las conversaciones que se han dado en mi página de Facebook.

Últimamente, observo con cierta inquietud cómo quienes cuestionan la violencia de género utilizan de forma interesada las nuevas realidades sociales y jurídicas que planteamos las personas lesbianas, gais, bisexuales y trans. Lo hacen para reforzar su menosprecio a la importancia (y necesidad) que tienen el hecho de que haya leyes, recursos y medios específicos y especializados destinados a la lucha contra la violencia de género, la que sufre una mujer por parte de su pareja o ex pareja hombre. «Uno de los logros de la ley integral fue comenzar a tratar este tipo de violencia atendiendo a sus propias características, porque la desvincularon del ámbito doméstico para darle dimensión social y política y enraizarla con una estructura, la de la desigualdad y el machismo, que la sostiene. Eso no quiere decir que no existan otras violencias en el ámbito doméstico o familiar y que no deban ser combatidas». Yo no expresaría mejor lo que me decía Marta Borraz (periodista especializada en temas de género) en un mensaje directo en las redes sociales. 

Pero lo cierto es que nuestras identidades y modelos de familia están sirviendo a los neomachistas de tormenta perfecta para sembrar la duda y abrir el debate de si es justo o no que la mujeres se beneficien de una ley para ellas solas cuando hay otros que, ante situaciones supuestamente iguales, tienen que conformarse con una regulación sobre violencia doméstica. De la manera en la que dejan caer los neomachistas esta afirmación es como si quedarán desprotegidas esas ‘otras’ víctimas. Sin embargo, Charo Alises (que en 1 de cada 10 escribió sobre ‘Los derechos de las víctimas de la violencia intragénero’) puntualiza: «las víctimas de violencia intragénero no están desprotegidas ni tampoco los hombres que son agredidos por sus parejas mujeres. Como víctimas pueden pedir todas las medidas de protección del Código Penal como órdenes de alejamiento, prohibición de comunicaciones, justicia gratuita, indemnización por ser víctima de un delito violento, etc.»

Impregnar en la sociedad la duda de que los miembros de una pareja intragénero o los hombres no están suficientemente protegidos, plantar la semilla de un trato desigual, injusto y a favor de la mujer es un triunfo estratégico para aquellos que ponen todo su empeño en que se hable de «violencia» sin añadirle «de género», aquellos que defienden que «todas las violencias son iguales».

Pancarta del partido VOX en la manifestación del 7N (2015)

Pancarta del partido VOX en la manifestación del 7N (2015)

El momento de mayor visibilidad mediática de esta pretensión fue cuando se conoció (de cara a las elecciones del 20D) la propuesta de Ciudadanos en su programa electoral de equiparar violencia de género e intragénero. El fundamento era, precisamente, evitar un trato discriminatorio por motivos de orientación sexual hacia las personas LGBTI. La polémica se zanjó con un tupido velo en las siguientes elecciones, seis meses después, pero el run run está ahí.

Igualar el tratamiemto legal de la violencia intragénero a la de género sería el primer paso para ampliarlo a otras situaciones de violencia doméstica como las que sufre un hombre maltratado por una mujer. De esta forma, se borraría de un plumazo el fondo de la Ley de Violencia de Género, que como dice Gustavo «trata sobre algo estructural que se enseña y transmite generación tras generación»,  es decir unos roles de género en los que la mujer es sumisa, comprensiva y amorosa mientras que el hombre fuerte, racional y proveedor mantiene el orden de las cosas. Y entre ellos, la relación debe ser de resignación y obediencia de ella hacia él, que es quien sabe de la vida.

Destinar el 016 a todas las victimas de violencia dentro de la pareja es una manera sutil de transmitir a la sociedad que todas las violencias son iguales cuando no lo son. Quizá se pueden plantear alternativas individualizadas a cada una de esas realidades dolorosas. Comparto lo que dice Beatriz Gimeno, «toda la violencia es igual de dolorosa para las victimas e igual de injusta pero no todas las violencias se combaten igual ni responde a las mismas causas. Este es un teléfono para victimas de Violencia de Género y esa es la que ejerce el hombre sobre la mujer. No es un teléfono contra las violencias del mundo. Y hay muchas». Sí que las hay, sí.

Es cierto que vivimos en una sociedad heteropatriarcal, tal y como en su momento escribí en este mismo blog, y como dice Toño «evidentemente la violencia intragénero puede tener parecidos o similitudes ‘culturales’ a la violencia de género pero nunca será violencia de género, ni tan dolorosa, ni causalmente ni socialmente ni en sus consecuencias ni provoca los estragos que provoca en miles de mujeres, incluso llegando al asesinato de centenares.  No se pueden equiparar las violencias que no son iguales.»

Ahora bien, llegados a este punto ¿cómo evitar que el neomachismo nos utilice a las personas LGBTI para lograr su objetivo de invisibilizar la violencia de género? Nadando contra esa corriente que no iguala sino que difumina realidades.

Esa falsa igualdad que buscan los neomachistas nos devolvería, paradógicamente, al armario al invisibilizar (también) las propias raíces de las que surge la discriminación y la violencia de la lgtbfobia. Causas, sin duda, compartidas en gran medida por las que conducen a la violencia contra la mujer pero diferenciadas por la propia interseccionalidad que representa la orientación sexual y la idéntidad de género en cada individuo y grupo social.

A quienes quieran garantizar la igualdad y no discriminación de las personas que somos lesbianas, gais, bisexuales y trans les encomiendo una tarea: leerse el proyecto de ley que presentó la FELGTB el pasado mes de septiembre (y en cuya elaboración y redactado final participamos un grupo de juristas tras varios meses de trabajo). Sin duda, es un punto de partida pero en su texto se recogen precisamente todas esas violencias que se ejercen hacia nuestro colectivo en el ámbito de la salud, la justicia, el trabajo, las fuerzas armadas, las cárceles, durante la infancia y también… dentro de nuestras parejas (violencia intragénero).

Así pues, como dice Maribel, «la violencia de género, el terrorismo machista, es el que ejerce el patriarcado sobre la mujer», y si en algo que nos afecta directamente a las personas LGBTI es que también se ejerce por un hombre contra una mujer lesbiana, bisexual… y como subraya Nayra, mujer transexual.

El debate está servido pero no nos dejemos enredar.

7 comentarios · Escribe aquí tu comentario

  1. Dice ser Ya tardaba

    ¿Por qué será que cuando leí neomachismo sabía ya que me iba encontrar tonterías en el artículo? Aunque luego lo rematas con «terrorismo machista», «heteropatriarcado», lenguaje que detecta ínequivocamente a una hembrista.
    1- Citas a Beatriz Gimeno, hembrista total y que ha dejado unas perlas que si fueran dichas cambiando el género no le darían ni un trabajo por ellas (hasta la penetración es machista).
    2- ¿Y cómo eres capaz de saber qué dolor produce una u otra violencia y devaluar el daño de una (casualmente lo que criticas a la inversa)? Para un hombre, denunciar a su mujer, es todavía más difícil, pues, para él supone el reconocimiento de su debilidad (paradójicamente, cosa del machismo) y posiblemente, hasta la risa de más de uno/una. La protección para la violencia «intragénero» es casi inexistente. La ley, al discriminar claramente por sexo, deja al hombre aún más desamparado.
    4- La violencia de la mujer al hombre es completamente invisible, todas las campañas solo van para la mujer, ignorando al hombre (como lo de mirar el teléfono que hay un porcentaje muy similar de mujeres y hombres que lo miran a sus parejas). Ya se quejjaron las «feministas» solo por poner un cartel diciendo que en ambos sentidos controlar estaba mal, y tuvieron que retractarse.
    5- ¿Poca visibilidad la violencia de género? Si cada 2 por 3 están con ella. Cada día mueren entorno a 10 personas por suicidios, unas 3000 al año, del que el 70% son hombres. Seguramente, si fuera al revés, la culpa sería del patriarcado. Por cierto, si se suicidan tantos, no creo que sea por gusto o porque el sufrimiento sea menor al de las mujeres. Supongo que lo verás en televisión todos los días, ¿no?
    6- El trasfondo de todo, es que si una mujer quiere vengarse de su marido, con la ley en la mano puede hacerle sufrir un infierno, y al revés no. Esto, sumado a que la fuerza promedio de la mujer es inferior al hombre (si esto fuera al revés jamás el rol de la mujer hubiese sido de sumisa) hace que el número de mujeres que matan a sus parejas sea entorno a 8-15 al año (que por cierto, el dato es invisible).

    Pero qué le vamos a hacer, usted supone que la violencia hacia las mujeres es superior a la de los hombres. Fíjese que en caso contrario sería usted machista, y se dará cuento que está en el extremo del feminismo.

    20 noviembre 2016 | 17:29

  2. Dice ser Juanjo

    He leído el post sobre la violencia intragénero. Coincido en que hay un movimiento para desacreditar la ley de violencia de género que actúa en varios frentes: uno de ellos es el que mencionas en el post de hoy. Hay otros, pero por miedo a abrir un melón que no corresponde hoy ni los menciono.
    Me ha gustado mucho la explicación de Beatriz Gimeno. Hay distintos tipos de violencia. Quizás se deba legislar para cada tipo antes que intentar homogenizar su tratamiento lo que diluiria tratar las causas.
    Pero voy a plantear un tema que igual chirríe un poco.
    Quizás sea evidencia de mi educación de genero. Pero también en el mobbing escolar contra lgtb está la presión del Patriarcado. Cuando en las relaciones homosexuales aparecen los roles controladores o violentos, yo creo que ahí se está escurriendo la distorsión propia patriarcal de que la pareja es propiedad de otro y que por tanto le es legítimo y exigible coartar su libertad. Patriarcado no solo incluye a los heterosexuales (ese machismo propio de algunos gays adquirido en sociedad, por ejemplo)Aunque no todas las conductas violentas son justificables desde el modelo patriarcal pienso que hay más que la violencia contra las mujeres ejercida por los hombres en la relación conyugal. aquí es cuando me caigo del guindo: si, por ejemplo, pienso en la explotación sexual de mujeres, es cuando me doy cuenta ta de que hay medidas especiales contra ella. Entonces vuelvo al argumento de que a cada tipo de violencia, su legislación propia…
    Pero sigue pareciendome abismal el tratamiento entre la violencia de género y la intragénero; ¿acaso no pueden ser parejas homosexuales agredidas que no denuncien porque residen si la permisos legales?¿Por que en este caso no se les reconoce la residencia de plano como en la violencia de género? No soy de igualar las medidas, tal como las expresas, pero sí que el legislador aplicara un poco el sentido común y viera que los demás colectivos pueden tener similares necesidades.
    Gracias por permitirme expresarme. Un saludo.

    20 noviembre 2016 | 17:51

  3. Dice ser acerswap

    «las víctimas de violencia intragénero no están desprotegidas ni tampoco los hombres que son agredidos por sus parejas mujeres. Como víctimas pueden pedir todas las medidas de protección del Código Penal como órdenes de alejamiento, prohibición de comunicaciones, justicia gratuita, indemnización por ser víctima de un delito violento, etc»

    Entonces cabe la pregunta de que si existen todas esas medidas de proteccion para qué se ha realizado una legislacion especifica. ¿Acaso hay una legislacion para cuando te roban la cartera sacandola del pantalon o cuando te la roban sacandola de la americana? La simple existencia de esa ley discrimina tanto a victimas como a criminales.

    «Este es un teléfono para victimas de Violencia de Género y esa es la que ejerce el hombre sobre la mujer. No es un teléfono contra las violencias del mundo. Y hay muchas»

    Aqui es donde hay que preguntarse si no sería adecuado crear un telefono de respuesta y amparo contra toda clase de violencia. Violencia de genero, bulling… demasiados telefonos y con los medios mal distribuidos. Del mismo modo que se creo el 112 para emergencias, algo que aglutine todos los casos de violencia podria ser mas efectivo.

    ¿cómo evitar que el neomachismo nos utilice a las personas LGBTI para lograr su objetivo de invisibilizar la violencia de género?

    Otra cuestion clave: ¿quienes tratan de invisibilizar ningun tipo de violencia? ¿Por que a los que pensamos que toda violencia debe ser evitada ampliando los casos y manteniendo los derechos de los PRESUNTOS culpables se nos considera «neomachistas» que tratan de invisibilizar o tolerar la violencia machista?

    20 noviembre 2016 | 20:19

  4. Dice ser hola hola

    Pienso que en cierto modo parte del activismo como el que tú practicas está preso de una endogamia cultural y social, esto que has escrito da buena muestra: «es decir unos roles de género en los que la mujer es sumisa, comprensiva y amorosa mientras que el hombre fuerte, racional y proveedor mantiene el orden de las cosas. Y entre ellos, la relación debe ser de resignación y obediencia de ella hacia él, que es quien sabe de la vida.»
    No sé cuales serán tus raices, donde yo vivo eso no se da y eso no se ha dado, me refiero al matriarcado vasco, la mujer vasca siempre ha gozado de un rol en el que la sumisión no ha tenido cabida. Solo es un ejemplo para mostrar la endogamia cultural, aun así es la realidad.

    Respecto a tu pregunta: ¿Usa el neomachismo la causa gay para menospreciar la violencia contra la mujer? me voy a remitir a lo que comenté el otro día en este blog: https://blogs.20minutos.es/1-de-cada-10/2016/11/16/el-otro-donald/#comment-2567

    La sociedad avanza, para responder a tu pregunta hay que viajar en el tiempo y retroceder, no sé puede estar mirando siempre hacia atrás. Departir sobre neomachismo, causa gay y menosprecio a la violencia de la mujer me parece surrealista, no por los conceptos en si mismos, por resumir y decirlo claro: es como mezclar churras y merinas. Flaco favor a todas las causas.

    Yo te aconsejo que cuando escribas no lo hagas para mostrar tu activismo, tu capacidad de denuncia, tu beligerancia inflexible, etc.
    Escribe para comunicar, para que llegue el mensaje, sin sensacionalismo fácil, sin el perpetuo lamento que lastra.
    Procura que el mensaje que tratas de comunicar este contenido en palabras amables, imagino que no escribes para que te lean quienes están de acuerdo contigo en todo, supongo que el fin de todo ello es la «normalización», aunque a mi siempre me da la sensación de que no escribes de un modo que invite a personas que mantienen una actitud indiferente ante lo que tu relatas a interesarse. La ausencia del interés se debe sencillamente a que no forman parte de esos «mundos» que tu nos cuentas, no están ni en un lado, ni en el otro. Podrían simpatizar con tu causa, pero da pereza, no consigues que el producto sea atractivo.
    Seguro que discrepas, pero piensa que como se nos ve es diferente de como creemos que se nos ve.
    Tú cambia el lenguaje y las formas, tu mensaje llegará más lejos.

    Resumiendo: heteropatriarcal, neomachismo, territorio machista, patriarcado, son palabras que alejan a buena parte del público, mal negocio, el mensaje no llega. Nunca contrataría una campaña contigo.

    20 noviembre 2016 | 23:08

  5. Dice ser McClaine

    La violencia de «género» es una aberración jurídica y lingüística evidente. Sería más correcto llamarlo «violencia machista» o «sexista».
    El movimiento feminaZi está comprobando con desagrado el rechazo social a sus políticas sexistas de exclusión y de desigualdad: afirmar que cobrar jugosas subvenciones a todos para sólo proteger a unos sujetos con un sexo y orientación sexual concreta puede ser injusto y discriminatorio, se responde con que «es neomachista»… y se queda tan fresca. Parece que las «adalides de la igualdad» no quieren compartir «el botín» (ni el servicio que pagamos todos) con otros sujetos discriminándolos por su condición sexual. Muy coherente, sí.
    El código penal no pone adjetivos calificativos a los delitos (mejor dicho: no debería), ni cree que haya unos delitos mejores que otros. De hecho el usar en cualquier Ley adjetivos como «judío», «negro», «comunista», «masón», «homosexual», «mujer», etc., no suele acabar bien, ni generando situaciones de Justicia (por eso se emplean las palabras «persona» o «sujeto»). Sirva de ejemplo los delitos de terrorismo: da igual que sea terrorismo político, religioso o el que sea. Se condena igual (no hay terrorismos «más bonitos que otros»).
    Por último me reafirmo en mi comentario del «luces y sombras del 016» recomendando dar las dotaciones económicas al Colegio de Abogados para que se encarguen ellos de las víctimas y no un grupo de feminaZis furibundas legas en la materia que piden igualdad a gritos pero abandonan a las víctimas si no comparten su sexo o gustos sexuales. Podrán poner todas las excusas que les dé la gana pero no es la moral lo que mueve sus acciones (si no, lo dejarían en manos de verdaderos profesionales como sugiero). Lo que quieren es forrarse a costa del sufrimiento de las víctimas de violencia e imponer sus ideas feminaZis de desigualdad. No creo que sea peor ser «neomachista» que mercader del sufrimiento de las víctimas.

    21 noviembre 2016 | 00:33

  6. Dice ser roetnig

    Lo que es una aberración total es la «causa gay».

    21 noviembre 2016 | 01:10

  7. Dice ser Cucurucho

    ¿Usa el neofeminismo la causa de la violencia contra la mujer para menospreciar la violencia contra las personas LGTB?

    22 noviembre 2016 | 03:21

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