Entradas etiquetadas como ‘matrimonio igualitario’

La habitación cerrada o el largo proceso de adopción

Por Carmen López (@lacarmenlolo)

Fotografía de la propia familia adoptiva
Fotografía de la propia familia adoptiva

2 años son los que llevan Isaac y Hugo desde que iniciaron el proceso de adopción en Toledo. Papeles, cursos y miedo. “Al principio, sí tienes miedo de que no te den la idoneidad porque eres gay. Luego ves, que éste no es un problema y que no hay diferencia con otras parejas”, cuenta Hugo. Ellos son la única pareja gay en proceso de adopción en la provincia. Desde que se conocieron tenían claro que querían tener una familia y para ellos la opción era la adopción. “Habiendo niños en centros de acogida, para que recurrir a otras opciones como la gestación subrogada”.

Pensábamos que la adopción internacional podía ser más fácil, pero ningún país permite la adopción entre personas del mismo sexo. Por eso Isaac lo intentó de manera individual. “Pero a mí el nosotros me sale sólo. Era evidente que éramos dos. Y esa puerta se nos cerró”.

Empezamos el trámite de adopción dentro de Castilla La Mancha. Y éramos muy conscientes de que se necesitaba mucho tiempo, mucha paciencia y mucha disponibilidad.

De 0 a 5 años es el margen de edad que Isaac y Hugo se plantean para el niño o la niña que adopten. No descartan que sean hermanos. Y tampoco hay problema con su raza. Contemplan que tengan necesidades especiales, ya que son muy pocas las familias dispuestas a asumir una responsabilidad así. Para ellos el pequeño o la pequeña debe poder tener una vida independiente. “Primero, porque llega a un pueblo, segundo porque va a tener dos padres. Donde vivimos no hay familias como la nuestra. Así que será un peque muy mirado”, cuenta Hugo. Cualquier proceso de adopción puede prolongarse durante seis años, mientras que si los pequeños cuentan con necesidades especiales puede solucionarse en dos. El proceso de Isaac y Hugo está siendo más rápido. Lee el resto de la entrada »

Un hombre y una mujer, así nacidos

Por Lucía Rodríguez Sampayo (@rs_lucía)

Fotografía de Chiqui García
Fotografía de Chiqui García

Faltan quince días para una nueva cita electoral en El Salvador, en la que se elegirán diputaciones al PARLACEN, Asamblea Legislativa y Concejos Municipales. Y como cada tres años, desde hace ya nueve, sale a la palestra el matrimonio igualitario. No es un tema que ocupe normalmente titulares de prensa; no se habla de eso en la calle, en los buses ni en los bares; ni siquiera es un tema bien posicionado en la agenda política nacional. Pero ya empieza a ser costumbre que ante cada proceso electoral, el ala derecha de la Asamblea lance su propuesta de invisibilización de las familias diversas.

«Sí a la Vida» fue la organización que -respaldada por algunas iglesias- promovió inicialmente esta propuesta. Una organización cuya presidenta, y portavoz, denuncia a los cuatro vientos que «Las Naciones Unidas han sido infiltradas por organizaciones gay« .

La necesidad de salvaguardar los valores morales y de proteger “a la familia salvadoreña” es la excusa . Y no deja de resultar curioso en un país donde la mayoría de familias reales se alejan mucho del modelo tradicional que supuestamente se ha de proteger; un país repleto de familias monoparentales y diversas, encabezadas por madres, tías, hermanas, y abuelas.

En el año 2009 la práctica totalidad de la Asamblea Legislativa apoyó con su voto la propuesta de reforma que establecería que el matrimonio sólo es posible entre hombre y mujer, así nacidos. La izquierda también la apoyó, tímidamente. Y aunque tiempo después cambió de opinión , probablemente como consecuencia del trabajo de las organizaciones sociales y la Secretaría de Inclusión Social y su Dirección de Diversidad Sexual , promovidas por el Gobierno de Funes (2009 – 2014), siempre ha mantenido una postura tibia, poco firme. A pesar de todos los avances registrados en los últimos años, los diputados del FMLN siguen sin reconocer la legitimidad del amor y de las familias diversas, y hoy por hoy parece que no van a apoyar esa reforma basada en la homofobia y la transfobia, pero no porque quieran defender abiertamente los derechos de la población LGTBI, sino porque no lo consideran una prioridad, y porque la legislación salvadoreña, a través del Código de Familia, es clara en la definición del matrimonio posible únicamente entre un hombre y una mujer .

Todo parece indicar que esta vez tampoco se va a reformar la constitución. Pero el tema seguirá saliendo, estoy segura; los conservadores no se van a conformar. Y yo no puedo dejar de preguntarme el porqué de su interés. ¿Por qué reafirmar lo que ya está prohibido en un país donde no se habla apenas de matrimonio igualitario? ¿Por qué ese empeño en invisibilizar una realidad invisible, en ciudades donde dos hombres, dos mujeres, ni siquiera se sienten seguras para caminar agarradas de la mano?

Parece que quieren evitar la posibilidad de que un matrimonio de dos personas del mismo sexo, legalizado en otros países, pueda adoptar en El Salvador. Quizás su miedo nazca de la remota posibilidad de que utilicemos las trampas de la ley, como hace poco hizo una pareja de mujeres lesbianas en Rusia . Pero también puede ser un intento más de consolidar la discriminación, la exclusión y la invisibilización; de consolidar el sistema de poder y la violencia social e institucional contra las personas y las familias diversas.

Y puede parecer que el derecho a casarse es menos importante cuando el derecho a la vida y a la integridad están en entredicho, como lo siguen estando hoy por hoy para las personas de la diversidad sexual en El Salvador. Pero todas son formas de violencia, todas y cada una son agresiones contra las personas y sus derechos, y todas son igual de importantes. Y no debemos, no podemos tolerarlas más.

Apartheid LGTB en el país de los Pirineos

El ansiado efecto dominó del que tanto se ha hablado respecto al matrimonio igualitario no es tan armónico y dinámico como nos gustaría, de hecho aún se encuentra con fórmulas de frenado o desaceleración hasta en tierras muy cercanas. Sobre cómo se ha desarrollado el tema en nuestra vecina Andorra y su vinculación con los Derechos Humanos nos escribe hoy  Charo Alises, abogada, responsable de la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Málaga y miembro del grupo de juristas de FELGTB.

Un débil arco iris en el atardecer, en Andorra la Vella. Foto de Robert

Un débil arco iris en el atardecer, en Andorra la Vella. Foto de Robert

El Consell General del Principado de Andorra aprobó, hace dos semanas, una ley que, supuestamente, equipara los derechos de las uniones civiles entre personas del mismo sexo con los del matrimonio heterosexual, incluyendo la adopción de hijos. Lee el resto de la entrada »

Las lesbianas con hijos también se separan

Por Carmen López

Foto de Lore & Guille
Foto de Lore & Guille

 

“Cuando me contó que tenías un hijo y eras su nueva pareja, pensé que eras una “reconvertida”, que sería un hijo de una relación con un hombre. Pero, ahora que dices mami y mamá, claro, sois dos madres. Siempre había pensado que las parejas de mujeres son otra cosa, que están más unidas, que hay más complicidad, más equilibrio, que son más cercanas a los peques, que no se separan”.

No es la primera vez que me dicen algo así. El imaginario de cómo tienen que ser las relaciones entre mujeres es diverso. Muchas mujeres heterosexuales piensan en escenarios idílicos, lo que piensan los hombres da para algunos post más.

En definitiva, para muchas mujeres heterosexuales en una relación entre lesbianas no puede haber dificultades, porque son mujeres, porque se entienden mejor, porque sienten igual, porque se enfrentan a la vida de la misma manera, y porque cuando tienen hijos e hijas se entregan sin fisuras a su cuidado y educación.

En 2005 se legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo. España se convertía en el tercer país del mundo que lo hacía después de Bélgica y Holanda. Sin duda, un avance hacia la igualdad y el reconocimiento de los derechos civiles de las personas LGBTI. Pero el divorcio también está reconocido en nuestro país desde 1981, un derecho civil para todas las personas que se han casado, independientemente de con quién lo hayan hecho. Lee el resto de la entrada »

Los derechos están siempre en movimiento

Por Alexander Schuster

Puede que se trate de un mundo pequeño pero con qué rapidez se mueve. Todo está en movimiento, nosotros como seres humanos, nuestros derechos, nuestra dignidad y también, y no menos importante, nuestras familias. ¿Cómo reacciona la ley al movimiento? ¿Es posible que puede llegar a estar al día de todos esos cambios sociales?

La Universidad de Trento en Italia decidió desarrollar un proyecto denominado Derechos en movimiento’ (‘Rights on the Move’)  cuyo subtítulo lo dice claramente, lo que se está moviendo rápido son los derechos de las familias.

De todos es sabido que cada país tiene su propia regulación y también todos sabemos demasiado bien cuáles son las dificultades que la diversidad de cada país implica entre las legislaciones de otros Estados. Un nuevo patrón de familia surge todos los días y es en eso en lo que queremos enfocar nuestro proyecto. Para ello, hemos tratado de entender las situaciones que se plantean y ver qué soluciones se pueden dar. Precisamente, los resultados de nuestro proyecto que ha durado dos años, los hemos presentado este fin de semana que acaba de concluir en una Conferencia Internacional que se ha celebrado en Trento.

No se trata solo de que las leyes reconozcan a una pareja, se trata de mucho más. No debemos olvidar que hoy en día, y cada vez en más ocasiones, hay un niño involucrado en esta relaciones. Y los niños son vulnerables y deben ser protegidos más que los adultos. Por esta razón es por la que es necesario adoptar un enfoque orientado a los niños, también en el caso de las ‘familias arcoiris’.

¿Qué significa esto desde un punto de vista jurídico? Significa que las normas internacionales y constitucionales que protegen el bienestar de los niños y de las niñas velando por su interés superior deben estar por encima de otras ‘objeciones morales’. Por ejemplo, nunca podría justificarse una discriminación que tenga un impacto negativo en un niño o una niña.

Un menor de edad no puede sufrir por las acciones por las que no tiene responsabilidad y así lo afirmó el Tribunal Europeo de Derechos Humanos con total claridad en relación a los niños y niñas que nacen fuera del matrimonio. El estigma con el que se les calificaba y por el que no tenían derechos era porque eran ‘niños ilegítimos’. Afortunadamente, esto ya no es así. Ahora los problemas son otros: ¿cómo se puede permitir que a los niños y niñas se les niegue un segundo padre o madre por el sólo hecho de que un Estado tiene un problema moral con esto?

Las ‘familias arco-iris’ son una expresión plural porque son mucho más que dos papás o dos mamás. Por ejemplo, nosotros en ‘Rainbow on the Move’ reflexionamos sobre la ‘transpaternidad’ y decimos que la ley por sí sola puede resolver eficazmente el que una persona con género masculino se quedé embaraza. Cuando esto sucede, es la protección al embarazo lo que debe aplicarse, cualquiera que sea el género legal de la persona embarazada, porque de lo que se trata es de proteger una situación biológica que es crucial para la vida humana. Cuando analizamos la ‘intersexualidad’ nos preguntamos si la ley realmente necesita clasificar a las personas al nacer en un esquema binario del género. Nosotros investigamos hasta qué punto una organización religiosa puede inmiscuirse en la vida privada de una familia y despedir a una trabajadora por su vida familiar ‘homosexual’.

Estas son sólo algunas preguntas que nos hacemos en el proyecto ‘Rights n the Move’. España ha dado pasos de gigante aunque la discriminación aún abunda en la sociedad y en menor medida en la ley. Pero su situación legal no es la misma a la vuelta de la esquina y muchos ciudadanos europeos dejan de ser una familia una vez que cruzan ciertas fronteras. Europa se construye no solo en la diversidad sino también materia de derechos humanos comunes y tenemos que luchar para encontrar el equilibrio adecuado. Y de ello hablaremos en la entradas que os escriba desde Italia.

Happy Family - Foto de Bob Jagendorf
Happy Family – Foto de Bob Jagendorf

 

 

ArmaGAYdón, el fin del mundo tal y como lo conocíamos

Se iban a caer los pilares de la familia. Me imaginaba aplastada por mi abuela en el costado, con las patas de su perro rascándome en el homoplato, el codo de mi tío Pepe clavándose en la rodilla, mi hermano Alby dando manotazos sin ton ni son, todos amontonados, incapaces de ponernos de pie, quizá por intentarlo al mismo tiempo, que un poco así si que somos, sin orden ni concierto, apelotonados, estrujándonos, con desesperación. Era la imagen de una familia destrozada por culpa del matrimonio igualitario en general, y en particular por la boda anunciada de mi tía Sylvia.

Al menos eso nos habían anunciado quienes no creían en la igualdad. La imagen del apocalipsis sobrevenido por culpa del matrimonio igualitario también ha tomado otras formas oníricas. Este domingo os compartimos esta campaña de la asociación irlandesa LGBT Noise.

 

P.D. Sylvia tuvo su boda y yo acabé destrozada, pero por el disfrute, la emoción y la alegría compartida con el resto de mi familia.