Salgamos de Chueca

Por Brontë (@depaul_jorge)

Foto: EFE

Cada día hay una noticia que destaca o que hacen destacar, que es entorno a la cual ocurre dicha jornada. La semana pasada la noticia, destapada por el periódico “eldiario.es” fue especialmente llamativa para nuestro colectivo. Y digo llamativa,y no chocante o cualquier otro adjetivo que pueda calificarlo de una forma más contundente, porque es algo que ocurre y ocurre muy a menudo.

Para introducirnos en el contexto, lo que destapo este medio es que el arzobispado de Alcalá está impartiendo cursos que dicen poder tratar o curar la homosexualidad por una pseudo-terapeuta. Las personas que somos abiertamente LGBT podríamos decir que estamos acostumbrados a que se nos llame como tal, como enfermos, ya que hay gente que define la enfermedad como lo que no es lo habitual, definición que deja mucho que desear.

Como también sabréis, en la Comunidad de Madrid existe una ley, aunque es casi más un papel mojado que se podría definir en términos millennials como postureo de los políticos del momento en que se aprobó, ya que el esfuerzo para que esta llegue a la práctica es mínimo. El gobierno actual dice que se aplicará la sanción económica oportuna. Pero, sinceramente, esto no creo que le importe mucho a la Iglesia; les sobra el dinero.

Fue una semana intensa para la Iglesia Católica en lo referente a estos temas, primero la entrevista realizada al Papa Francisco por Jordi Evole y el equipo de Salvados. Y después este escándalo que destapa eldiario.es. En el primer caso, lo que pudimos oír de la boca del Papa, fue «si tú notas al niño rarito, ve a ver que pasa” y el obispo de Alcalá, Reig Pla se lo puso fácil, ya creó el sitio donde le digan que es un enfermo. Es muy representativo que hasta el Papa más progresista de la historia (o eso dicen, yo no lo veo) y uno de los líderes de la Iglesia española más conservadores y radicales están de acuerdo con estos temas. Somos los homosexuales, los LGBT, los que unimos en la Iglesia, les unimos en un odio que no entienden y que siguen justificando en una libertad de expresión, que no es tal.

Muchas de nosotras seguro que hemos recibido muchísimos mensajes de estas pseudo terapias. Que nos dan la risa, pero entre toda la gente que lo pasa mal, que solo quieren sentirse bien parece un asidero más al que agarrarse, también para esas familias ultraconservadoras que están viendo sus opiniones legitimadas gracias al aumento de la extrema derecha.

Mi primera conclusión es clara para una mayoría, la Iglesia no ha cambia ni pretende hacerlo, solo esconden sus argumentos más chocantes para mantener su poder. Pero lejos de esta reflexión que ya nos hacemos muchos a diario, esta otra que es la que nos implica a nosotras, las LGBT. Antes de seguir leyendo, preguntamos: ¿cuál ha sido la respuesta del colectivo?

Los principales colectivos de la comunidad, Arcopoli, Cogam y la FELGTB han respondido, primero desde la parte legal, denunciando y llamando al cumplimiento de Ley de protección integral LGBT, hasta aquí bien. Pero los dos colectivos que nombro en segundo lugar, su respuesta ha sido organizar una besada en la plaza de Pedro Zerolo. Un lugar donde no molestamos, donde somos visibles y donde NO CONSEGUIMOS NADA.

Siento ser duro en estos temas, pero alguien tenía que decirlo. Y ahora intento explicaros por qué ese tipo de protestas no tiene ningún sentido y la gente en ese colectivo, algunos de edades avanzadas, saben PERFECTAMENTE, que la despenalización de la homosexualidad no vino con una besada en chueca. Vayamos paso a paso:

  1. Un arzobispado concreto, Alcalá de Henares, desde su conocida LGBTfobia, organiza cursos para curarnos.
  2. Un colectivo madrileño lo denuncia. BIEN, pero hay que ir más allá, protestemos.
  3. Los colectivos con más poder de convocatoria organizan una besada, en el centro de Madrid, a unos 20km del lugar de los hechos y lejos de cualquier institución que pudiera estar implicada, como la conferencia episcopal, o cualquiera. Ósea, organizada en un sitio que nos da cero visibilidad, porque, siento decir que Reig Pla no va a ir a chueca a ver qué opinamos.

Y yo digo, ¿es una broma o es que estos colectivos se ríen de los LGBT de fuera de Chueca? ¿Si no es rico no vale? ¿Si no vive de la fiesta no vale? ¿Si eres de Alcalá te dejamos solo? Por poner un ejemplo, ¿si las protestas contra el muro de Berlín hubieran sido en un parque de las afueras hubiera tenido el mismo éxito?

Las protestas no hay que hacerlas por que sí donde surja y ya está. Hay que hacerlas en un lugar que molesten, en el que los responsables del hecho nos vean y digan: ¡Oye! ¡Que se han enterado y no están contentos! ¡PODEIS SALIR DE CHUECA! ¡POR FAVOR!

Si queremos terminar con estos problemas tenemos que tratarlos en serio,y dejando de lado besadas y lemas como “love is love”. Esto no es un debate “flower-power”. Las personas LGBT se suicidan y este tipo de cursos ayudan a que eso ocurra. Y desde esta humilde opinión, llamo a no seguir la protesta organizada en el centro de Madrid y colaborar con los colectivos alcalaínos. Y pidiendo mucho pediría que se dejaran los logos en casa. Es de todas, este problema y es un problema estructural, debido a la permisividad que hemos tenido con la iglesia.

Hay muchísimas acciones que se pueden tomar, protestar en una misa, ir a las terapias, incluso llamar a apostatar, que muchas de nosotras estamos bautizadas. En otras palabras, pasar a la acción, las cosas se nos complican y se acercan las elecciones, ¡tomemos parte! ¡Nuestros derechos están en juego!

Las cosas no van a cambiar desde Chueca. Hay LGBTs fuera de Chueca. La lucha o sigue o retrocede, no hay otra opción.

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