Por Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar

Foto: Erin Resso
El Ayuntamiento de Málaga promueve el desarrollo de un estudio científico sobre la realidad del colectivo LGTBI de esta ciudad del sur de España. Es un paso interesante para desarrollar posteriormente (esperamos) acciones concretas dirigidas hacia ese teórico 10% de la población que aún, en la mayoría de la geografía peninsular, sigue siendo invisibilizado activa o pasivamente por una parte de los poderes públicos.
Bajo el nombre “Estudio y análisis del colectivo de personas LGTBI en la ciudad de Málaga. Diagnóstico de la diversidad sexual, familiar y de géneros”, se articula como una beca de investigación que reportará a la persona que la consiga 3500 euros y la obligación de resolverlo en un plazo máximo de 8 meses. La convocatoria explícita que se pretende obtener una primera aproximación de las necesidades de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales; sin olvidar materias tan actuales y dolorosas para el colectivo como el acoso, la violencia y la LGTBIfobia (homofobía).
Además de su repercusión en políticas concretas, fuentes municipales recuerdan que tradicionalmente estos estudios (alcanzan ya su décima edición) son trasladados a la Universidad de Málaga para su aplicación docente con el alumnado universitario.
Este mismo ayuntamiento se ha comprometido a elaborar un Plan Municipal de Diversidad Sexual, Familiar y de Géneros, para el que la investigación que ahora lanza a la calle será una base que permita su desarrollo en bases fuertemente sedimentadas.
La novedad más atractiva de todo este proceso es que se incluye como uno de los elementos a desarrollar la Diversidad Familiar, llegando incluso a mencionarse explícitamente a las familias homoparentales como uno de los grupos a estudiar en la investigación.
Sin duda esta acción llega tarde, pero está ahí, es una realidad posible que en unos meses deberá ofrecer una radiografía necesaria de cual es la cotidianeidad de (se supone) cerca de 60.000 lesbianas, gais, bisexuales, personas trans e intersexuales de Málaga. Y, además, de las familias homoparentales, porque ya parece que va asimilando la sociedad de este país que las hijas e hijos de personas LGTBI necesitan medidas de protección y acciones concretas para evitar posibles daños futuros o solventar las heridas que ya están protagonizando algunos de ellos.
Algo se está moviendo en Málaga, parece que el calor creciente que está envolviendo a esta provincia mediterránea está posibilitando que los poderes públicos reaccionen ante lo que fue, es y esperemos que algún día deje ser un problema de derechos humanos.
Esta beca de investigación se suma a la labor de formación sobre diversidad sexual y familiar del profesorado que desde hace tres cursos escolares está desarrollando la Delegación de Educación de la Junta Andalucía, pionera en abordar la Diversidad Familiar de manera integral, ya que también se han dirigido con acciones concretas al alumnado y las familias.
El mejor ejemplo de esto es el microrrelato que consiguió el primer premio en el certamen convocado por la Delegación de Educación en la categoría de Educación Secundaria Obligatoria y escrito por la jovencísima Alba Reina:
8 AÑOS
“Y bajé las escaleras y vi a mis madres, al fin, reunidas con mis abuelos después de 8 años de incomprensión”
Además, no son pocas las iniciativas que otros municipios de la provincia vienen ejecutando en esta materia, comenzado por Marbella (pionera en crear un área municipal sobre diversidad) y al que han seguido Vélez-Málaga, Torremolinos, Benalmádena o Mijas (entre muchos otros).
No solo de museos y turismo puede vivir la Costa del Sol, parece ser que ya germinan los derechos de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales… y de las familias homoparentales.
Y todas estas semillas serán abonadas en el mes de noviembre con la aprobación, confiamos que por unanimidad, de la Ley para garantizar los derechos, la igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBI y sus familiares en Andalucía. Una norma en la que, por primera vez en el ordenamiento jurídico español, se menciona, se protege y se desarrollan medidas hacia las familias homoparentales.
En 652 palabras escritas sobre las acciones desarrolladas por las administraciones públicas de Málaga y Andalucía es posible no poner las siglas de ningún partido político, porque la causa LGTBI no distingue de ideologías al uso, distingue de personas comprometidas con las lesbianas, los gais, los y las bisexuales y las personas trans (y con sus hijos e hijas); porque así debería ser, porque los derechos humanos deben defenderse desde todo el espectro político y han de estar dirigidos a toda la ciudadanía.
Y eso sin invalidar ni dejar de reconocer los esfuerzos personales de las mujeres y hombres malagueñas y andaluces (de todos los partidos políticos, ya saben los aludidos quienes son) que están haciendo posible que el arcoíris salga en el sur del sur, sobre el Mediterráneo malacitano.