Entradas etiquetadas como ‘entrevista’

¿Quieres borrarte un tatuaje? Esto es lo que debes saber antes

Yo soy de esas personas que se han arrepentido de un tatuaje (recordad que grabar sobre la piel algo escrito de vuestro puño y letra, a no ser que hayas ido a cursos de caligrafía, no es una buena idea), aunque en mi caso, por suerte, una cover pudo solucionar el diseño.

PURO TATTOO STUDIO

[Un momento… ¿Aún no me sigues en Twitter o Facebook?]

Sin embargo, no siempre tenemos la suerte de que se pueda reconvertir un tatuaje. Las opciones son dos, o vivir el resto de tu vida con ese dibujo en la nalga derecha en el que una tortuga se tira a una hamburguesa (sí, tu tatuador me lo ha contado) o eliminártelo.

Borrar los tatuajes es algo que, afortunadamente, ha evolucionado llegando a ser un procedimiento seguro. Pero antes de hacerlo, es normal que surjan dudas, por lo que contacté con Alfredo, portavoz de Tattocleaners Madrid para que me resolviera algunas preguntas que pueden rondarnos al respecto.

¿Cómo es el proceso de borrado?
Mediante láser del tipo ND-Yag Q-Swicht, el más apropiado para este tipo de tratamientos. El láser impacta en la tinta, dejándolas en pequeñas partículas sin apenas daño para la piel. A partir de ahí, es el propio cuerpo, a través del sistema linfático, quien se encarga de eliminar las partículas generadas durante el tratamiento.

¿Cuántas sesiones aproximadamente requiere borrar un tatuaje por completo? ¿Cuánto tiempo debe pasar entre sesión y sesión?
Depende de tres factores principalmente: la cantidad de tinta que tenga el tatuaje, color, calidad y componentes de esta. También dependemos del propio sistema linfático del cliente. El tiempo que recomendamos entre sesión y sesión es de cinco semanas, que podrán alargarse en función de la evolución del tratamiento.

¿Cuánto tiempo debemos invertir en la eliminación de un tattoo?
A modo de ejemplo, un tatuaje negro con una carga normal de tinta y sin que haya sido repasado previamente, rondaría las seis y diez sesiones, lo que serían aproximadamente ocho o doce meses de tratamiento considerando los tiempos de descanso. Hay casos de éxito de tres y cuatro sesiones con el tatuaje totalmente eliminado y otros que requieren más de diez sesiones.

¿Cuál es el tipo de tatuaje que resulta más difícil de eliminar?
Los tatuajes de color son los más complicados por su propia composición. Los blancos no son detectados correctamente por los sistemas. Los rojos, verdes y amarillos son los que persisten más que los negros mientras que los azules, verdes oscuros o marrones son en los que se ven resultados en menor tiempo.

¿Es un procedimiento doloroso para la persona que se somete a la eliminación?
Los procesos no son indoloros en su totalidad y el dolor varía según el umbral de cada persona. En las extremidades (manos y pies) el impacto es más notable. Resulta parecida a cuando se realiza el tatuaje acompañado de una leve sensación de calor en la zona.

PIXABAY

¿Cuáles son los cuidados que necesita la piel después de eliminar un tatuaje?
La zona a tratar no debería exponerse al sol los siete primeros días antes del tratamiento ni la semana posterior. Tras el tratamiento, el cliente debe realizar un proceso sencillo de cuidado de la piel y zona tratada en su domicilio para garantizar la higiene y desinfección del tatuaje eliminado. Jabones neutros durante la higiene normal con productos desinfectantes y que ayuden a la recuperación de la piel.

¿Podemos volver a tatuar la piel que se ha sometido a la eliminación?
Una vez recuperada la zona, y habiendo dejado pasar un tiempo no inferior a dos meses para asegurar que la piel está en su estado más óptimo, el cliente puede volverse a tatuar en el mismo sitio. De hecho, la eliminación de tatuaje no implica su borrado completo, sí que ofrece la posibilidad de aclarar zonas donde hubiera mucha tinta, algo que ayuda a que el tatuador pueda trabajar con mayor libertad el nuevo diseño.

De manera aproximada, ¿por cuánto puede salir borrar un tatuaje de tamaño medio?
Ofrecemos diferentes precios en función del tamaño en centímetros cuadrados. Considerando una sección de 25 centímetros cuadrados estaríamos hablando de unos 39 € por sesión si se adquiriera de forma unitaria, y siempre ofrecemos una prueba inicial gratuita (se trata una pequeña parte para ver la evolución, cicatrización, etc…).

¿Hay algún caso en el que no se recomiende borrar el tatuaje?
Para un correcto tratamiento, la piel debe estar sana antes de comenzar, por lo que si el cliente cicatriza mal (queloide) o detectamos alguna anomalía, aconsejamos acudir inicialmente a su dermatólogo, o al equipo de dermatología externo con el que colaboramos, para consulta.

¿Cuáles son los motivos principales por los que sus clientes se eliminan tatuajes?
En general, las razones principales son tres: la necesidad de acceso a un mercado laboral donde todavía los tatuajes, por cuestiones de uniformidad, podrían ser un problema (acceso al ejército o fuerzas de seguridad); referencias a antiguas relaciones personales que ya no forman parte de la vida actual
de cada persona y cambios de estética del propio tatuaje, bien porque no se lleva, quieren hacerse algo diferente encima, o porque ya no responden al momento de vida por la que la persona se lo tatuó.

Marián Ávila, una modelo con síndrome de Down que desafía el canon de belleza

La moda es una industria complicada, maravillosa pero complicada. Aunque es la primera en sacar las novedades resulta tan anticuada en algunos aspectos que parece mentira que, a la vez que sale en la pasarela un vestido hecho con plexiglás, encuentres tan solo un 32% de modelos de diferentes etnias desfilando.

[Un momento… ¿Aún no me sigues en Instagram, Twitter o Facebook?]

Marián Ávila

Con una franja de edad que empieza en los 16 años (Kaia Gerber es de las más jóvenes del sector y acaba de cumplir 17) y termina tan solo una década más tarde para la mayoría, unas medidas rígidas y una altura que si no naces con ella, no puedes alcanzar, entrar a la industria del modelaje, una de las más herméticas, es bastante complicado.

Sin embargo, hay algo de lo que quienes dirigen los castings no entienden, y es de sueños. Así que hoy quiero hablaros de uno y de cómo se encontró con la moda por el camino.

Hace unos días tuve la suerte de conocer a Marián Ávila, de 21 años, la primera modelo con síndrome de Down en desfilar en Nueva York.

La maniquí se escapa de todas las medidas e ideas preconcebidas que se nos pueden venir a la cabeza cuando pensamos en la palabra «modelo» y eso es lo que le convierte precisamente, no solo en un ejemplo maravilloso por su historia sino en un ejemplo necesario de lo que, no como periodista sino como consumidora de moda, quiero ver en la pasarela.

Marián me habla de lo que ha sido tener la oportunidad de desfilar fuera del país después de que, por casualidad, la hija de la coordinadora de modelos de la Semana de la Moda neoyorquina se pusiera en contacto con ella, algo que define como «una experiencia increíble».

Y es que desde que hizo la Primera Comunión supo que quería dedicarse a ello, por lo que el modelaje es una auténtica vocación.

Si debe quedarse con algo, lo tiene claro: «Desfilar y hacerme fotos, pero sobre todo que me maquillen y me peinen«, dice revelando que la preparación es su momento favorito.

No resulta sorprendente cuando comparte conmigo una de las anécdotas de su infancia. En una ocasión se pintó la cara con acuarelas pensando que eran pinturas de maquillaje.

Ahora que Nueva York está conquistada (ciudad que nos da cien vueltas en cuanto a diversidad en los desfiles, como Londres), una vez que ha cumplido el sueño, ¿qué es lo siguiente? Marián Ávila lo tiene claro: «Ser actriz pero seguir siendo modelo». Y, si puede elegir, «me veo más en el cine», confiesa.

A la hora de mencionarme algunas mujeres que le sirven como fuente de inspiración me habla de Vanesa Romero, Cristina Pedroche o Paula Echevarría, que dentro de la industria del modelaje, y además de su profesión, «hacen cosas interesantes».

Aunque si por ella fuera, preferiría desarrollarse fuera de España, es una gran aficionada a la moda del país: «Hannibal Laguna, Custo Barcelona, Jorge Vázquez, Francis Montesinos, María Escoté o Maya Hansen» son algunos de sus diseñadores preferidos.

Puesta a romper estereotipos de cualquier categoría, uno de los sueños de la modelo sería convertirse en la primera mujer en desfilar para García Madrid, el diseñador de moda masculina especializado en sastrería.

Marián Ávila

Para trabajar, su preparación es diaria: «Todos los días practico en mi casa, pero lo hago porque me gusta», aclara. Además de desfilar, entrena la voz, da clases de interpretación, hace ejercicio… «Todo se aprende en la vida» dice a modo de resumen. Y si es cierto eso de que el secreto está en las ganas, estas son, junto a su formación, algo de lo que no está escasa.

Pese a ello, me dice que «es muy duro», no ya solo para las modelos consagradas que viven únicamente de esto como Kendall Jenner o Gigi Hadid, que ya han denunciado lo estresante que puede llegar a ser este tipo de trabajo, sino más para ella que difiere del patrón común que caracteriza a las maniquís.

Por ello, con más razón, eso es lo que quiero que la industria entienda y cambie. Que hemos entrado en una nueva era en lo que a belleza respecta, que ahora queremos que se potencie la individualidad. Nos hemos cansado de ver siempre las mismas figuras como ideales mostrando un único concepto de belleza exclusivo que parece despreciar todos los demás.

Que la pasarela, la moda y la sociedad sean conscientes de que la belleza es algo universal, pero no solo que sepan, y por tanto sepamos, que existe, sino visibilizar y dar empleo a profesionales que abran las miras del sector y lo conviertan en una industria inclusiva donde lo diferente, que también es hermoso, tenga cabida.

Lorenzo Caprile: “Desde la globalización todos vestimos igual de mal»

A diferencia de Stefano Gabbana, a Lorenzo Caprile no le verás subiendo historias a Instagram con unas orejas de Mickey Mouse en Disneyland Paris o haciendo ejercicio en calzoncillos. De hecho no le verás subiendo ninguna historia en absoluto, ya que el modista es contrario a los teléfonos móviles 3G.

GTRES

De hecho, para entrevistarle telefónicamente desde Milán, tengo que cambiarme de tarifa para poder hacerle una llamada internacional a su taller del Barrio de Salamanca (pero vamos, que yo por hablar con él, me cambio de tarifa, de compañía, de grupo sanguíneo y de lo que haga falta).

Taller que, me confirma, va «a mil por hora». «Sobrevivimos gracias a las modas. Hace 30 años este tipo de talleres cubrían más tipos de vestidos y necesidades sociales. Era más variado. Si no fuera por la moda, la modistería de mujer no existiría«.

Y es que la globalización tenía que tener sus cosas malas. «Todos vestimos igual de mal» me dice el modista.

El consumismo en masa de la moda desechable no se queda solo en el fast fashion. Para Caprile «ocurre con todo. Es la sociedad en la que nos ha tocado vivir. Si quieres hacer turismo alquilas un Airbnb, compras vuelos baratos… Con la comida y películas pasa lo mismo. Hasta con las relaciones«.

Ya no queremos ropa que dure toda la vida como la que podían comprar todas las abuelas, porque a fin de cuentas, «¿qué hay hoy que dure?» se pregunta. «Ni el sexo es para toda la vida. Lo único que tenemos seguro es que vamos a morir, ni trabajo, ni casa, ni nada…»

Achaca a Inditex el revolucionario cambio de la industria: «Es quien ha cambiado las reglas del juego para siempre en la manera de presentar la ropa, en su contacto con el público… Y ese cambio no tiene el nombre del Valentino de turno sino de Amancio Ortega«.

Pese a ello, en el taller «sobrevivimos con mucho esfuerzo, muchísimo trabajo y amor por el oficio» me dice quien ha vestido a la reina Letizia y es figurinista de la Compañía Nacional de Teatro Clásico de España. Unos logros que casi pueden parecer complicados de superar, sin embargo, el sueño del modista es «que la señora que entre por la puerta se lleve un vestido y esté satisfecha».

Por lo general «a la clienta que viene a mi taller le puede mucho la historia, la biografía del taller, busca un estilo de traje muy concreto. Se me conoce por el gran traje de novia tradicional con traje, cola y velo a juego. Desde que entra la clienta hasta que se lo entregamos, el proceso lleva alrededor de unas 300-400 horas de trabajo. Es un traje complejo que, en este momento, muy pocos podemos hacer en España, por lo que la oferta es pequeña» afirma el modista.

Que no «diseñador». Pese a que le había escuchado decir que no estaba a favor del uso de ambos términos como sinónimos, no pude evitar que se me escapara en una de las preguntas, a lo que me pidió que buscara en el diccionario la definición. «Diseñador es un anglicismo, todos somos modistas» me aclaró.

Y es que descubro que es un firme defensor de los términos castellanos: «Yo cuando puedo intento combatir los anglicismos, porque me parece bastante cateto. Por decir lo mismo en inglés ¿te da más caché? En algunos casos puede ser, porque en castellano no hay palabra que lo defina de manera tan precisa. Pero a mí me parece más bonito decir las bambalinas de cualquier espectáculo que backstage».

Pero no os confundáis pensando que Caprile es todo un clásico. Me cuenta que le habría gustado ser, de haber podido, aprendiz de Coco Chanel: “Fue la gran revolucionaria de la moda del siglo XX. Todo lo que vino después de ella, Saint Laurent, Armani, Galliano, Moschino, no se entenderían si no hubiera habido una Chanel que liberó a la mujer del corsé y las faldas largas y que introdujo el punto o el pantalón. Buscaba algo que era muy difícil: favorecer a la mujer desde el sentido práctico. Aún bebemos de sus ideas, son los cimientos”.

“Si la mujer viste hoy como viste, es gracias a ella”, remata.

Y como no podía ser de otra manera me toca preguntarle, para acabar, por Maestros de la Costura: «Ha sido una experiencia maravillosa: conocer a los aprendices, trabajar, aprender de ellos y de mis compañeros Raquel, María y Palomo. Ha supuesto salir de mi zona de confort, intentar hacerlo lo mejor posible y vampirizar la energía de los aprendices. Tienen una ilusión y unas ganas de comerse el mundo que es muy envidiable».

«Ha sido algo positivo en todos los sentidos y creo que esto hacía falta (en televisión), nos ha enseñado esa cara oculta detrás de todo lo bonito de la moda. Hay mucho trabajo y mucho esfuerzo. A veces las cosas tienen el precio que tienen por el trabajo que llevan detrás. La ropa no crece en los árboles».

«Diseño pensando en qué me hubiera gustado ponerme en la época en la que me sentía fatal conmigo misma»

Cuando Jennifer Usandizaga se descargó Instagram no pensó que sería el primer paso de un camino que le llevaría tener su propio e-commerce. «Mara, es sábado, no empieces con tecnicismos y habla en castellano». El e-commerce o comercio electrónico es un método de compraventa a través de Internet.

ATTITUDESHOP

Lo que tiene de especial Attitude shop, el espacio de Usandizaga, es que imperan dos cosas: un amplio abanico de tallas que va desde la S a la 3XL y un ‘buenrollismo’ legible en cada una de las prendas.  Y es que la base siempre ha sido el bodypositive, del que hacía gala la fundadora desde sus comienzos.

«Cuando me abrí Instagram empecé a subir contenido para mujeres con problemas de autoestima de cómo sacarse partido sin importar un número en una etiquetaAttitude ha estado en mi cabeza desde pequeña. Me encantaba la moda pero al tener tantos problemas para vestir en mi adolescencia, descarté la idea de estudiar algo relacionado y me alejé de ese pensamiento. Volvió a nacer con mi perfil de Instagram».

«Tenía muy claro que quería crear una marca inclusiva donde nadie tuviera problemas con su talla y se sintiera importante. Es por eso que en Julio de 2017 decidí crear Attitude shop una empresa que apostaba por la diversidad, con mismos precios para todas las tallas y sin barreras.»

Sin tallas, sin exclusividad… Unos pasos agigantados que por mucho que den emprendedores, es algo que tiene que llegar al sector de la vestimenta en opinión de la empresaria: «Aún queda mucho que hacer en la industria de la moda y la inclusión de las tallas grandes. El día que vea en una tienda todas las tallas en un mismo perchero sin carteles se habrá avanzado un poco».

«Attitude», «Seguridad», «Divina» o «All My Curves Are Beautiful» son algunos de los lemas que rezan las camisetas, algo que diseña pensando en «qué me hubiera gustado ponerme a mí en la época en la que me sentía fatal conmigo misma. Un diseño que al ponérmelo diga: Hasta aquí. Decido ser feliz y comerme el mundo siempre» afirma Usandizaga.

La idea de Jennifer Usandizaga, de trabajar en la seguridad desde fuera para que cale el mensaje por dentro, responde a los problemas de autoestima que podemos tener con nosotros mismos: «Somos nuestros peores enemigos. Nunca nadie pensará tan mal de ti, como tú. Y ese mismo poder de destrucción, lo tenemos de construcción. Y adquirirlo no es tan difícil como pensamos. Pero nos da miedo, porque la confianza en uno mismo es poder y a veces el poder, nos aterra».

La emprendedora, que sabe bien lo que es exponerse en una red social, tiene muy claro como lidiar con los haters: «La gente no tiene problemas en soltar veneno sobre el trabajo ajeno y quedarse tan tranquilo en el sofá mientras sigue viendo la televisión. Según ellos, es a lo que te expones».

«Para mí, es la forma cómoda de quejarse de cuánto mejor harían los demás aquello que te critican, pero les da pereza hacerlo. A estas alturas he comprendido que cuanto más te justifiques, expliques tu trabajo o rebatas con educación ese veneno, más los alimentas. Así que sí, a lo mejor un día te toca la moral pero luego pienso en todo lo que hago, lo que peleo y en lo que creo, que el resto me da exactamente igual

Vikika: «Una mujer que haga pesas nunca va a parecer un hombre»

Cuando era pequeña quería ser princesa. Quería tener la cintura de Ariel, ser tan lista como Bella, el vestidazo de Aurora… Tanto yo como las chicas de mi generación, crecimos viendo que las mujeres ideales tenían ojos enormes, pestañas largas, boca sonrosada, una habilidad increíble para el canto y siluetas finas y delicadas. Era lo que había, lo que veíamos en el cine, lo que nos poníamos en el reproductor de VHS todas las tardes y las muñecas con las que jugábamos.

SWEETBUTVIKIKA

No tuvimos los referentes que pueden tener las niñas actualmente: princesas (porque siempre son princesas) fuertes, intrépidas y valientes que se meten en la aventura sin pestañear. Tienen el pelo rizado hasta el extremo, manejan el arco y sus brazos son algo más corpulentos para hacerse todo un mar remando.

Es decir, si ahora fuera niña o preadolescente, definitivamente cambiarían mis referentes hacia mujeres físicamente fuertes. Tendría la mira puesta en aquellas que han desafiado los cánones de belleza porque son independientes y no necesitan más aprobación que la propia.

Y, un ejemplo de quien podría ser ahora una princesa 2.0 (eh, Disney, ¿para cuándo una princesa con músculo?), que ha conseguido salvarse a sí misma sin necesidad de príncipes azules y se ha hecho un hueco en el mundo de la forma física es Verónica Costa, Vikika para las redes.

Tiene más de quinientos mil seguidores en las redes, mucho deporte a sus espaldas, y desde finales de 2017, un segundo libro en el mercado: #Quiérete (editorial Cúpula), un título que, según la influencer busca que nos demos cuenta de la importancia de «querernos y tratar de mejorar cada día sin fijarnos en los demás y menos en redes sociales».

«Reflejan una realidad que queda muy lejos de lo que realmente es. Sin darnos cuenta, vemos los perfiles de otras personas que aparentemente son perfectos, y nos exigimos lo mismo. Esto va haciendo mella y hace que nos queramos menos».

Es, sin duda, una de las primeras mujeres en darse a conocer en el mundo fitness 2.0 por sus rutinas de ejercicio y recetas saludables. Un éxito que está logrando que nos alejemos del estereotipo de la delgadez hacia uno más tonificado: «En las últimas décadas se ha buscado una mujer más delgada, pero, al final, gana lo más saludable. Un cuerpo hecho de comer poco como está es desnutrido y no es saludable. Cuando la sociedad toma consciencia de ello, se rebela. Asistimos a un cambio social en el que la salud prima por encima de todo. Eso es lo que creo que está triunfando en la red».

Pero, ¿ayuda también que, por primera vez, las mujeres le estamos perdiendo miedo al músculo? «Más que perderle el miedo al músculo, se está perdiendo el desconocimiento a la hora de entrenar a las mujeres. Se sabe en parte gracias a la redes sociales, que una mujer que haga pesas nunca va a parecer un hombre, ni su músculo va a crecer como tal. Al contrario nos hace vernos más firmes, ágiles y fuertes«.

«Decir que una mujer por estar fuerte o musculosa parece un hombre, es como decir que un hombre que esté gordo o que tenga grasa extra parece una mujer. Es un sinsentido» dice la influencer, que también se ha tenido que enfrentar al lado oscuro de la red: «Claro que recibo críticas pero eso dice más de las personas que lo critican (su físico) que de mí«.

Una de sus recomendaciones es la de tratar de evitar la comparación con la forma física de quienes se dedican al fitness ya que según Costa puede que sea «una frustración o una inspiración dependiendo de la seguridad en uno mismo, o incluso de si tienes un buen o un mal día. Lo importante es ser conscientes de que podemos trabajar para ser una mejor versión de nosotros mismos y no como otra persona que no somos, ya sea una chica de portada de una revista o una influencer«.

"Me preguntaron por drogas… les hable de tu sonrisa."

A post shared by Verónica Costa (@vikikacosta) on

La atleta se considera también fanática de los cuidados estéticos: «Me gusta cuidar todos los aspectos de mi cuerpo, aunque reconozco que soy un poco perezosa para echarme el body milk a diario, así que lo hago tres veces por semana. Para la cara soy más rigurosa. Cada día me pongo mis cremas, exfolio mi cara y uso mascarilla hidratante antes de dormir».

Aunque sabe lo que es participar en una competición de fisioculturismo, no es algo que se plantee repetir por el momento: «Fue una buena experiencia, vi dónde estaban mis límites y ya tuve suficiente. La competición requiere, sobre todo en las últimas semanas, un esfuerzo sobrehumano que no puedo permitirme ya que tienes que dejar prácticamente todo porque tu nivel de cansancio es brutal».

En una publicación comentó que fue a raíz de prepararse para la competición que decidió operarse el pecho: «Siempre he tenido poco pecho y era algo que, aunque no era imprescindible, siempre había pensado que cuando pudiera permitírmelo lo haría, y así fue. Cuando quieres mejorar algo de tu cuerpo que solo se puede conseguir con cirugía, no tiene porque estar relacionado con falta de autoestima, simplemente el deseo de verte mejor».

#Quiérete cuenta con un espacio dedicado a la política de censura de Instagram de los pezones femeninos, algo que, a su parecer «tiene peso por un tema cultural y social. Tradicionalmente el pezón de la mujer se ha visto como algo sexual en cambio el del hombre no. Creo que es cuestión de tiempo que cambie.»

Por último, la pregunta del millón, ¿se considera feminista? «Ser feminista no es lo contrario de machista. Un feminista es aquel que apoya los derechos de la mujer sin censurar o menospreciar al hombre, por tanto sí, soy feminista y también humanista porque creo en los derechos de los seres humanos«.

«Mi objetivo es mostrar el mundo de la belleza real, el de la calle, y no el de las revistas»

En el momento en el que estás leyendo esto, me apuesto el diploma en Periodismo a que si vamos a tu armario vamos a encontrar por lo menos dos o tres números de tallas diferentes (en mi caso hay cinco).

INSTAGRAM @PRETTYANDOLE

Y no es porque cambies de peso o hayas crecido de repente por una ingesta de Petit Suisse, sino a que cada tienda tiene un sistema de tallas diferente, lo que hace complicado pensar en una talla fija como nuestra.

María Rodríguez, la blogger que se encuentra detrás de Pretty and Olé, ha dado un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para la industria de la vestimenta con su tienda online sin tallas (SinTallas.com), la primera desde que Charles Worth acuñó a finales del siglo XIX el concepto de moda tal y como la conocemos siendo el primer diseñador en poner medidas estándar a sus creaciones.

«Me llamo María y tengo un cuerpo serrano. Soy gorda y aquí te cuento mi camino hacia una vida más sana y cómo me he sentido siempre guapa, sin tonterías y sin complejos» se presenta la blogger en su canal, y esto es lo que supone esta nueva etapa en su vida.

Le tenemos mucho cariño al concepto de «cuerpo serrano» ya que nos recuerda a nuestras madres o abuelas pero ¿cómo definirías un #CuerpoSerrano? 

¿Madres y abuelas? jajaja, ¡pero si no es tan ‘carca’! Desde mi proyección, un «cuerpo serrano» es una persona que ha logrado amar su cuerpo y disfrutar con él de la vida sin importarle su peso o talla. No lo trato como un concepto diferente al que ya tiene, se utiliza mucho cuando quieres darle un ‘olé’ a tu body, solo que nadie antes lo había utilizado para referirse a su público. Y eso es lo que quiero, que mi público sienta que el mundo de los complejos es una tontería.

El apoyo de tus seguidores del blog ha sido tu punto de partida para crear la tienda. ¿Cuánto tiempo llevas escribiéndolo? ¿Hasta dónde se remonta tu interés por la moda?

Comencé a bloguear en 2009 con Pretty and Olé hablando sobre productos de cosmética y maquillaje, que me gustaban desde pequeñita. Me apasionaba el mundo de la belleza y, además de vídeos en Youtube (que subía muy de vez en cuando) en mi blog contaba todas mis experiencias y hacía reviews de productos cada semana, incluso cada día en algunas épocas. Me lo tomé bastante en serio y me fui amoldando a lo que le gustaba a mi público y a mi también, así que evolucioné introduciendo algo de moda, lifestyle y consejos útiles que podrían servirle a la gente para verse guapa, con el objetivo siempre de mostrar el mundo de la belleza real, el de la calle y no el de las revistas. Mi tienda, SinTallas.com, es una suma de toda mi filosofía: de la moda entendida como diversión, que sea ponible, que pueda llevarla cualquiera… y cero Photoshop.

INSTAGRAM @SINTALLAS

¿Cuáles son las mayores dificultades que te estás encontrando ahora que la tienda online está en pleno funcionamiento? ¿Y cuáles son las satisfacciones que te produce?

Una de las satisfacciones más grandes es saber que una tienda que vende sin tallas haya calado tanto a nivel nacional como idea emprendedora. Jamás supuse que, aun siendo influencer, mi startup iba a ser portada de la mayoría de medios de comunicación. Ha sido una pasada ver cómo la gente se ha interesado por la tienda y evidentemente eso nos ha dado un empujón grande días después de abrir. Pero el día de apertura fue maravilloso: tenía a todo el público de mis redes sociales pendiente y al minuto de abrir empezó a haber decenas de pedidos. Sin duda, la satisfacción más enorme es saber que tantos ‘cuerpos serranos’ te apoyan y eso te hace darte cuenta de que vas evolucionando de la forma correcta.

Por el contrario, la dificultad más grande que tengo con la tienda es que estoy yo sola, como cualquier otro emprendedor que lucha por su idea. La gente piensa que por tener ciento de miles de seguidores tienes a todo un equipo a tu lado haciendo el trabajo, y eso en mi caso no ocurre. Cada mañana me levanto, preparo los pedidos y atiendo a los mensajes de forma personal, gestiono las ventas, el stock, las devoluciones… Si estoy de viaje tengo que dejar a alguien a cargo y se hace dificultoso, pero bueno espero poder ampliar el equipo de forma permanente nada más pueda. Ahora mismo estoy en un primer paso de este proyecto.

¿Por qué decidiste crearla? ¿Cómo es posible que hasta ahora no haya aparecido ninguna tienda sin tallas en España hasta ahora? ¿Crees que sentarás las bases para futuros negocios del estilo a partir de tu tienda?

Mi idea era evolucionar con Pretty and Olé y ofrecer algo que verdaderamente la gente pudiera tener consigo. Como lo que más me preguntan es por prendas, pensé entonces abrir mi propia tienda online pero con alguna idea innovadora. He sido product manager y mi trabajo era crear ideas nuevas en Internet, así que tenía que aprovechar mi experiencia y no crear una «tienda de una bloguera» más, sino que debía tener algo especial. Ahí fue cuando investigué sobre las compras online y las tallas, sobre los miedos de la gente a comprar prendas en Internet… y surgió Sin Tallas de una forma muy racional. Y la verdad, lo primero que me dije fue precisamente eso: ¿cómo no se le ha ocurrido si quiera a la gran industria antes? Así que bueno… imagino que tendrán sus motivos o igual han tomado nota. No tengo ni idea de qué va a pasar…

INSTAGRAM @SINTALLAS

Vendes prendas diseñadas en España, una decisión bastante arriesgada teniendo en cuenta que te saldrían más económicas si fueran prendas de China. ¿A qué se debe?

Sí, ahora mismo todas las prendas que vendo están diseñadas en España y algunas también fabricadas aquí y, aún así, los precios son bastante buenos. Sin embargo no es algo definitivo. Mi intención es tener más moda y expandir catálogo y para eso tendremos que ampliar fronteras ya que es muy difícil encontrar, no solo precio, sino moda para todas las tallas en España. El motivo de hacer esto al principio ha sido bastante sencillo y tiene que ver con las compras al por mayor y la regulación de impuestos.

¿Te planteas hacer algo en un futuro orientado también al sector masculino o es algo que no vas a tocar?

De momento seguiremos con moda para mujeres, que son quienes nos siguen y quienes consumen más moda, además de ser el público que personalmente conozco más a fondo. Sin embargo, no descarto poder tener en el futuro moda para hombres, niños, embarazadas y otros nichos.

«‘Gorda’ se sigue utilizando como un insulto cuando no sabes por qué esa persona está así»

Puede que en mundo de las tallas grandes no sea «oro todo lo que reluce» según me confirma Diana López Bernardo, Dianina XL para Youtube, la española en quedar segunda en el certamen de belleza Miss Curvissime Italia 2016.

YOUTUBE

 

«Hay mucho intrusismo laboral de mujeres que no tienen formación en modelaje, exigencias de pérdida de peso por parte de las agencias y también hay discriminación por parte de las propias chicas. Al principio sentía que tenía que justificarme para pertenecer a un grupo de Facebook en el que te expulsaban si adelgazabas o te hacían mandar fotos para realmente comprobar que usaras tallas grandes» me dice la youtuber cuyo canal se basa en el Body Positive.

«Procuro enfocar los temas de manera general, no solo a personas de tallas grandes sino a todos los que tengan complejos como poco pecho o ser demasiado delgada. Creo que está igual de mal las que se meten con las delgadas por estar delgadas que las que se meten con las gordas por estar gordas. No hay que compararse con nadie. Todas las mujeres somos bellas y si es tu constitución no puedes hacer nada».

Pero ¿en qué consiste exactamente el Body Positive? «Es aceptarte tal y cómo eres. El problema de aceptarse a una misma está en la sociedad que te dice que si no entras en unos cánones no vales. Lo ideal sería que la sociedad te dijera que vales porque eres única seas como seas».

Pese a que el Body Positive y la obesidad no tienen nada que ver, Dianina XL es en ocasiones acusada de fomentar la obesidad: «El concepto de ‘gorda’ se sigue utilizando como un insulto cuando no sabes por qué esa persona está así, si es por comer o por un problema de salud. La obesidad es un problema de salud y ese es el motivo principal por el que se debe adelgazar. En mi caso mi objetivo es estar sana».

Para romper su «relación tóxica con la comida» la youtuber residente en Milán acudió a una clínica italiana: «Tenía una relación de amor-odio con la comida y la clínica me ayudó a romper esa relación. En Italia este tema es gratuito, invierten en tu salud ahora para que no tengas problemas mañana, no es como en España, que te ponen una dieta y ya. En la clínica te educan a comer y a que seas consciente de lo que comes».

Si bien en un principio los temas de su canal ayudaban a los emigrantes a hacer gestiones en el nuevo país (como vivir con poco presupuesto, elaborar un buen currículum…) fue «a partir de mensajes privados que recibía de gente» que decidió incluir el Body Positive con vídeos de ropa, autoestima, hauls (muestrario de nuevas adquisiciones)…»Me escribían personas que igual no se atrevían a ir de compras» dice la youtuber. «Creo que esto es más bueno que ayudar a la gente a emigrar porque tiene más partido positivo. Esto es real, hay gente que lo necesita y me gusta que haya un trasfondo. Mi máxima es que si yo no me avergüenzo nadie se tiene que avergonzar».

Y ya que sale el tema de ir de compras le pregunto si es difícil comprar ropa de tallas grandes: «Cada vez menos, porque cuando era adolescente me tenía que ir a la sección de señoras de El Corte Inglés para vestir. Las tallas han aumentado. Lo que era una 42 es ahora una 46. Cuando voy a una tienda me fijo en que me quede bien, no en el número. La pena es que la mayoría de las veces las prendas no llegan a tienda. Cuando Zara dijo que incluían la XL y XXL estuve buscándolas cuando llegó la nueva colección. Después de no encontrar ninguna prenda de talla grande la dependienta me dijo que tendría que cogerlo desde la web ya que en el caso de que mandaran algo era solo una unidad».

Independientemente de la talla que tengamos o de cómo seamos físicamente, ¿cuál es el verdadero secreto para vestir? «Mirarse al espejo, y si te ves divina con lo que llevas, adelante. Con lo que te sientas cómoda es con lo que te vas a sentir bella. Un cuerpo no te va a impedir hacer nada«.

«Llevar un tatuaje es como quedarse calvo, te acabas acostumbrando»

Javier González Campos, alias Tallahassee Tattoo, prepara las agujas de diferentes grosores mientras miro los libros de pintura que se acumulan en su librería, una base de datos que sería la envidia de cualquier pinacoteca.

El artista, que compatibiliza el grado de Restauración con clases de dibujo, se ha reciclado como tatuador. «Un tatuaje es un dibujo, pero hay que dominar la máquina» dice mientras prueba el pedal y el zumbido chirriante alcanza mis oídos por primera vez. Será el comienzo de una sinfonía metálica de varias horas. «En un cuadro el error hasta enriquece, en un tatuaje no. Te tienes que ceñir a una idea y hay que ser preciso».

MARA MARIÑO

MARA MARIÑO

«Todos empezamos con piel sintética o piel de cerdo para hacernos un poco a la máquina, pero como aprendes es tatuando en gente, con el típico amigo un poco inconsciente que se deja». Le pregunto por qué con gente y me hace saber que las ‘pieles’ humanas somos lienzos que, además de respirar, podemos estar moviéndonos sin darnos cuenta: «La gente se mueve cuando siente el dolor y hay veces que tienes que parar. Alguna vez me ha pasado que se han mareado y han llegado a caerse».

Son el menor número de casos, y, por suerte, el mío no es uno de ellos. Los movimientos o las ‘pieles complicadas’, son algunos de los mayores retos para los tatuadores «pieles ya tatuadas, cicatrices, pieles de gente más mayor…» enumera.

Mientras me habla voy notando los trazos en el costado. Aunque la mayoría producen un dolor soportable, los que se acercan a la axila me hacen sentir como si estuvieran siendo trazados con un bisturí. Procuro distraerme leyendo los cantos de los libros de pintura.

¿Qué hay que hacer para ser tatuador? «En España no hay una formación oficial como tal, lo que hay son cursos pero a nivel privado» aclara. El precio de estos oscila entre 3.000 y 5.000 euros por uno o dos meses con clases de todo tipo que incluyen desde técnicas y prácticas hasta Historia del tatuaje. «Para trabajar en un estudio tienes que tener el Curso Higiénico Sanitario, además de estar dado de alta como autónomo, aunque haber hecho uno de esos cursos es opcional». A eso hay que sumarle que hay que tener las vacunas del tétanos y de la Hepatitis B al día «por lo que te puedan contagiar» dice el tatuador.

El ex-estudiante de Bellas Artes «no imaginaba que un tatuaje sería tan creativo, tan artístico. Antiguamente los tatuadores cogían una imagen y la calcaban una y otra vez, ahora se llevan diseños personalizados. Que haya tatuadores que vienen de haber estudiado Artes es algo que se nota».

Aunque en Oriente tatuarse tiene una historia de miles de años, en Occidente forma parte de la cultura más reciente: «Creo que ya está aceptado, aunque en otros países más que en España. El arte en España no se valora una mierda. Por ejemplo, por un cuadro que te ha llevado uno, dos o los meses que sean, la gente se lleva las manos a la cabeza cuando pides una cantidad de dinero, mientras que, por un tatuaje, está más asimilado y hay más predisposición por parte de la gente a pagar».

I hope in some days i'll be back to Sardinia… #gvlifestyle

A photo posted by Gianluca Vacchi (@gianlucavacchi) on

Aunque el tatuaje está totalmente integrado no solo en la moda actual sino en nuestra propia cultura, «hay gente que insiste en que el tatuaje ha de ser profundo y significar algo. Yo en cambio estoy a favor del tatuaje meramente estético, veo peor las operaciones de estética, que hay gente que acaba con la cara totalmente deformada».

«Llevar un tatuaje es como el que se queda calvo, estás acostumbrado a una percepción de ti mismo y tienes que hacerte a algo que va a estar ahí para siempre«.

«Ahora los hombres se cuidan casi tanto o más que las mujeres» Esteban Martínez (concursante Super Shore)

Cuando la mayoría de los anuncios que veo son protagonizados por mujeres, se me hace difícil pensar que ellos se encuentren sometidos a la misma presión social que nosotras. Hoy en día, los cánones de belleza, se nos exigen a todos independientemente de si llevamos calzoncillos o bragas. Si para nosotras es la presión de la silicona o la delgadez, para ellos es la de la musculación.

«Una de las esclavitudes a las que se encuentran sometidos los hombres es la del buen físico, vives prisionero de tu cuerpo» me dice Esteban Martínez, el exconcursante de Gandía Shore que se encuentra a escasas horas de desfilar para Francis Montesinos.

DSC_0925

Esteban Martínez desfilando para Francis Montesinos. MARA MARIÑO

Si en el anterior reality, y en el que emite la MTV actualmente (Super Shore), aparecía luciendo un físico que parecía fruto de esa fiebre por el culto al cuerpo, su apariencia es ahora más natural.

Y es que para desfilar en la Semana de la Moda madrileña, el valenciano, ha tenido que cambiar su rutina: «Antes me gustaba más el mundo del fitness. Pesaba 100 kilos y ahora peso 83 para poder desfilar«.

Ha bajado 17 kilos para plegarse a las demandas del sector: «Me quiero mover más en el mundo de la moda, que es lo que a mí me gusta y, si quiero introducirme, tengo que adaptarme a él. Todo requiere un sacrificio» remata convencido. Ha roto con el CrossFit, las pesas y las proteínas a cambio de salir a correr y controlar su alimentación.

Sin embargo, pese al cambio, se ve mejor físicamente «Sinceramente, antes parecía un dibujo animado. Ahora me siento mejor conmigo mismo. Tenía la cara de pan, de ‘zampabollos’ y unos hombros y un brazo… Eso no era fino ni elegante, no es bonito. Antes esta chaqueta que llevo no me entraba».

«Todo lo que sea modelaje o trabajar en el mundo de la moda bienvenido sea. Pero tengo que elegir una cosa u otra, las dos no son compatibles porque en el mundo de la moda no quieren hombres así de fuertes, quieren hombres más normalitos. Tuve que elegir entre estar fuerte o ser modelo y yo quiero ser modelo.»

esteban

Esteban Martínez: «Antes en esta chaqueta no entraba». MARA MARIÑO

¿Lo peor de su debut como maniquí? «Mi estómago estaba entrenado para comer muchísimo. Lo he pasado muy mal los primeros meses, antes hacía siete u ocho comidas al día. Para adaptar el estómago te tienes que quitar comidas hasta que tu cuerpo se adapta.»

Pero este interés por la moda no ha surgido a raíz de su alianza con Montesinos ya que «siempre me ha gustado ir bien. Me gusta vestir un rollo informal, cómodo y más deportivo«. Algo que por lo visto no está reñido con la elección del diseñador «La ropa que Montesinos me ha puesto me gusta y me la pondría».

Tiene claro que intenta entrar en uno de los sectores más exigentes a nivel físico, pero no está preocupado: «Yo lo que quiero es trabajar«. Y es que el mundo de la moda es el máximo exponente de los ideales de belleza.

«Parece que en esta sociedad la gente fea es como ‘Ahhhhh’, como que no gusta, pero todos somos seres humanos. Si las operaciones de cirugía estética están a la orden del día porque la gente que no se siente bien consigo misma se opera» dice el valenciano.

En su opinión para ellos esto es más exigente que para nosotras: «En el caso de las mujeres con que haga dieta y bicicleta ya se mantiene, pero en el caso del hombre es como ‘haz cuádriceps, haz bíceps, haz espalda, haz abdominales, sé elegante, sé educado, sé perfecto…’ El hombre tiene que estar más completo».

Pero esto no es algo que arrastremos de otras generaciones. Hace 50 años los ideales de belleza eran diferentes: «Si te das cuenta lo que más ha cambiado es que ahora los hombres se cuidan casi tanto o más que las mujeres. Yo conozco amigos que están que si cremas antiarrugas, que si me hago las cejas… El hombre de hoy en día se cuida más que el hombre de hace 50 años. Hemos tomado parte en esto porque no por ser hombres nos tenemos que descuidar«.

«Aunque lo que más se vende en el siglo XXI es el físico lo que de verdad entra es la personalidad, la actitud y ser uno mismo. Es lo básico. Conozco mucha gente que por muy bien que esté, cuando les oyes hablar parecen subnormales. Sé tú mismo, al que le guste, bien, y al que no, hasta luego».

El valenciano tiene claro que a la hora de fijarse en algo «todo el mundo quiere una persona natural». Aunque admite que las cosas que nos llaman la atención son muy diferentes: «En esto admito que ganáis vosotras, la mujer se fija más en la personalidad. Pero es que la belleza también está por dentro, tienes que ser un pack: un amante, un novio y un mejor amigo».

*DESFILE DE LA FIRMA " FRANCIS MONTESINOS " EN LA MBFW DE MADRID

Esteban Martínez. GTRES

«Yo si el día de mañana tengo una novia me encantaría que compartiera mis gustos y mis aficiones, entrenar juntos. La gente está muy equivocada. Se dice eso de ‘los polos opuestos se atraen, los iguales se repelen’. Eso es en la física. En el amor es al contrario, tienes que buscar a alguien de tu mismo polo. Porque si a mi me gusta el deporte ¿por qué voy a estar con una persona que le guste irse de after? Te tienes que complementar».

Pese a todas las exigencias sociales que ha enumerado en cuanto a la estética, ninguna le parece lo más difícil de ser un hombre. En su opinión lo más complicado es «complacer a una mujer. A las mujeres hay que darles lo que se merecen y se lo merecen todo aunque complacerlas puede ser un poco complicado. También hablo de mi propia experiencia, igual no pasa con todas».

Pese a sus más de 109.000 fans en Instagram, sus admiradoras que le paran para pedirle el selfie de rigor o la infinidad de comentarios que recibe cada día, el modelo, afirma no haberse sentido nunca como un ‘cacho de carne‘ sino todo lo contrario: «Con las chicas con las que he estado nunca me ha pasado». Aunque también admite que no le importaría «Si algún día me tengo que sentir objeto de una top model, que me utilicen y me manden a cagar». Toma nota, Adriana Lima.