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Pendientes largos para el día y la noche: manual de uso y disfrute

No soy de pendientes, por no ser, no soy de ningún tipo de joya (ni siquiera de las de bisutería que cuesten dos euros) que pueda perder, olvidar o que se me pueda caer. Soy de esas mujeres que se agobian con accesorios y sin embargo, de un tiempo a esta parte, estoy empezando a reconciliarme con los pendientes.

No solo he perdido mi miedo irracional a que se me enganchen en algún lado y me rajen toda la oreja por el lóbulo (sí, pienso en esas cosas) sino que empiezo a verme con ellos puestos sin sentirme una señora, que es lo que pensaba que me harían parecer.

MARA MARIÑO con pendientes largos (algo nunca visto hasta ahora)

Mi madre, que me ha enseñado que en esta vida hay que ser apañada, me inspiró para que me lanzara a llevarlos en un estilismo de diario con un jersey y unos vaqueros (eso y que sino me los iba a poner menos que nada). Pensaba que quedaría raro pero, como veis, son unos pendientes que apañan para ambos momentos del día.

Combinarlos con el resto del armario, especialmente con prendas lisas que no distraigan con estampados, ya que sino robarían la atención, es una manera de aprovechar el retorno de los pendientes gigantes (algo de lo que os hablé aquí) y terminar amortizándolos.

H&M

A la hora de ponernos los pendientes también debemos tener en cuenta el peinado, ya que llevar el pelo suelto tapa el accesorio, y no tiene mucho sentido ponérselos si no se van a ver. Para eso los dejamos en casa y vamos con la oreja tan cual.

Lo ideal es llevar el pelo recogido para que acompañen la forma del cuello, pero si no terminas de verte con coleta todo el día (como es mi caso por ejemplo que solo me lo recojo para hacer ejercicio) puedes optar por llevar el pelo totalmente liso detrás de la oreja.

Vestirse con curvas: mis blogueras preferidas de tallas grandes

Ya sabéis que la moda me encanta, aunque hay veces que me hace pasar por momentos de amor-odio cuando leo ciertos comentarios de la gente de la industria o la poca inclusividad a la que se presta.

LE BLOG DE BIG BEAUTY/JAY MIRANDA

Sin embargo, hoy quiero hablaros de las blogueras de moda que se salen de los estereotipos que tenemos en mente cuando nos imaginamos al tipo de mujeres que se dedican a ello.

Agárrate que vienen curvas, y de las buenas.

  • Nadia Aboulhosn: modelo XL y creadora de tienda online de ropa para chicas «fuera de línea». Te enamorarás de su línea pero más aún de sus cejas.

  • Stéphanie Zwicky de Le blog de big beauty: aunque está en francés, merece la pena por los estilismos de la bloguera y el especial cuidado que le presta a las fotografías.

  • Chanté de Everything Curve and Chic: la bloguera de Florida lo tiene todo, moda, belleza, estilo de vida y un pelazo que te quedas muerta.

  • Jay Miranda: en su blog encuentras de todo, desde la decoración para el cumpleaños de su hija hasta textos escritos por ella, y es que la fashion lover/escritora/creadora de contenido/madre conjuga todas sus pasiones en el blog.

  • Ana Pizarro de The Big Duchess: aunque es vasca te parecerá la más gata de la capital en cuento le eches un ojo a su Instagram. Una cuenta que tienes que seguir ya si eres amante de la moda, las #gingerhead o Madrid.

«‘Gorda’ se sigue utilizando como un insulto cuando no sabes por qué esa persona está así»

Puede que en mundo de las tallas grandes no sea «oro todo lo que reluce» según me confirma Diana López Bernardo, Dianina XL para Youtube, la española en quedar segunda en el certamen de belleza Miss Curvissime Italia 2016.

YOUTUBE

 

«Hay mucho intrusismo laboral de mujeres que no tienen formación en modelaje, exigencias de pérdida de peso por parte de las agencias y también hay discriminación por parte de las propias chicas. Al principio sentía que tenía que justificarme para pertenecer a un grupo de Facebook en el que te expulsaban si adelgazabas o te hacían mandar fotos para realmente comprobar que usaras tallas grandes» me dice la youtuber cuyo canal se basa en el Body Positive.

«Procuro enfocar los temas de manera general, no solo a personas de tallas grandes sino a todos los que tengan complejos como poco pecho o ser demasiado delgada. Creo que está igual de mal las que se meten con las delgadas por estar delgadas que las que se meten con las gordas por estar gordas. No hay que compararse con nadie. Todas las mujeres somos bellas y si es tu constitución no puedes hacer nada».

Pero ¿en qué consiste exactamente el Body Positive? «Es aceptarte tal y cómo eres. El problema de aceptarse a una misma está en la sociedad que te dice que si no entras en unos cánones no vales. Lo ideal sería que la sociedad te dijera que vales porque eres única seas como seas».

Pese a que el Body Positive y la obesidad no tienen nada que ver, Dianina XL es en ocasiones acusada de fomentar la obesidad: «El concepto de ‘gorda’ se sigue utilizando como un insulto cuando no sabes por qué esa persona está así, si es por comer o por un problema de salud. La obesidad es un problema de salud y ese es el motivo principal por el que se debe adelgazar. En mi caso mi objetivo es estar sana».

Para romper su «relación tóxica con la comida» la youtuber residente en Milán acudió a una clínica italiana: «Tenía una relación de amor-odio con la comida y la clínica me ayudó a romper esa relación. En Italia este tema es gratuito, invierten en tu salud ahora para que no tengas problemas mañana, no es como en España, que te ponen una dieta y ya. En la clínica te educan a comer y a que seas consciente de lo que comes».

Si bien en un principio los temas de su canal ayudaban a los emigrantes a hacer gestiones en el nuevo país (como vivir con poco presupuesto, elaborar un buen currículum…) fue «a partir de mensajes privados que recibía de gente» que decidió incluir el Body Positive con vídeos de ropa, autoestima, hauls (muestrario de nuevas adquisiciones)…»Me escribían personas que igual no se atrevían a ir de compras» dice la youtuber. «Creo que esto es más bueno que ayudar a la gente a emigrar porque tiene más partido positivo. Esto es real, hay gente que lo necesita y me gusta que haya un trasfondo. Mi máxima es que si yo no me avergüenzo nadie se tiene que avergonzar».

Y ya que sale el tema de ir de compras le pregunto si es difícil comprar ropa de tallas grandes: «Cada vez menos, porque cuando era adolescente me tenía que ir a la sección de señoras de El Corte Inglés para vestir. Las tallas han aumentado. Lo que era una 42 es ahora una 46. Cuando voy a una tienda me fijo en que me quede bien, no en el número. La pena es que la mayoría de las veces las prendas no llegan a tienda. Cuando Zara dijo que incluían la XL y XXL estuve buscándolas cuando llegó la nueva colección. Después de no encontrar ninguna prenda de talla grande la dependienta me dijo que tendría que cogerlo desde la web ya que en el caso de que mandaran algo era solo una unidad».

Independientemente de la talla que tengamos o de cómo seamos físicamente, ¿cuál es el verdadero secreto para vestir? «Mirarse al espejo, y si te ves divina con lo que llevas, adelante. Con lo que te sientas cómoda es con lo que te vas a sentir bella. Un cuerpo no te va a impedir hacer nada«.

A Barbie le llegan las curvas

Crecí con Barbie, con Polly Pocket y con Bratz (con estas últimas algo menos), pero sobre todo con Barbie.

Cada año por Navidad una de ellas caía religiosamente en mi carta para los Reyes Magos. Ya podía ser Barbie Sirena, Barbie maestra o Barbie Bella Durmiente que mis Barbies eran exactamente iguales: el mismo cuerpo y la misma cabeza de goma maquillada con sombras llamativas y labios rosa fucsia. Vamos, que lo único que las diferenciaba era la ropa y el pelo (todas le hemos cortado el pelo a nuestras muñecas en algún momento de genialidad estilística)

No es precisamente un panorama muy alentador cuando estás en plena infancia y lo único que te ofrece el mercado es una muñeca rubia de piernas largas, piel bronceada y tetas duras y respingonas. Más que nada porque el 99% de las que jugábamos con esas muñecas no somos así ni lo seremos a no ser que pasemos por tacones, quirófano y rayos.

Es por eso que me resulta hasta gracioso el bombo y platillo inmerecido que se le está dando a Mattel por haber sacado una Barbie inspirada en Ashley Graham, conocida por ser una modelo de tallas grandes que promueve el (entrecomillado) «movimiento curvy«.

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Que Mattel saque una Barbie inspirada en Ashley Graham, en Beyoncé, en Nicki Minaj o en Jennifer López, que son algunas de las famosas que cuentan con su versión de la muñeca, no es un cambio en los cánones estéticos, no es una revolución de las tallas, no es una aceptación de la diversidad. Que Mattel saque estas muñecas no nos sirve absolutamente de nada.

En primer lugar, estas muñecas no van a estar a la venta sino que son la manera que tiene Mattel de lavarse la cara y seguir vendiendo sus millones de Barbies rubias de cuerpos irreales mientras, por el otro lado, alegan que ellos celebran todos los tipos de belleza sacando esas muñecas inspiradas en mujeres tan distintas.

Y una mierda (con perdón). La Barbie curvy viene a ser el equivalente a la campaña que tiene McDonald’s en contra de la obesidad infantil instalando gimnasios o como que Nestlé presuma de una nueva fábrica que no necesita agua mientras continúa cargándose las selvas de Indonesia.

En segundo lugar no tiene ningún sentido ir con el cuento de que se ha creado una Barbie XL si en realidad no es XL.

La modelo Ashley Graham pidió como requisito que los muslos de la muñeca se rozaran entre sí. No es solo muslos Ashley, una modelo de talla grande tiene celulitis, tiene estrías…tiene, en general, todo el cuerpo grande.

En cambio, la muñeca más curvilínea de Mattel tiene más figura, sí, pero solo en algunas zonas. Por lo visto engrandecer el cuello, los brazos y los tobillos habrían resultado demasiado chocantes. ¿El resultado? Una Barbie igual de poco realista.

«Ser modelo de talla grande no significa comer más, sino cuidarse más que una modelo convencional»

Hace unos meses me dedicaba a criticar concienzudamente aquello que muchos medios habían bautizado como ‘revolución curvy. Porque, sinceramente, no veía en primer lugar mujeres de tallas grandes como tal (ya sabéis cual es mi opinión respecto a este tema. Una talla 40 para mí NO es curvy) y en segundo lugar, el hecho de incluir de manera excepcional una modelo de estas características en una publicación llena de modelos de la talla 34 no llegaba a convencerme.

No, así no se empieza una revolución ni mucho menos. Una revolución se empieza haciendo de las modelos de tallas grandes una fuerza competitiva dispuesta a ‘dar caña’ laboral en el mundo de la moda, algo que ha hecho Patricia Guillén, la creadora de Plus Size Models, agencia de modelos dedicada únicamente a modelos de tallas grandes.

modelosplussize

«En junio de 2014 cree mi propia firma de moda, PG by Patricia Guillén, el sueño de mi vida. Yo soy talla grande y siempre he tenido muchos problemas para encontrar ropa de mi talla y encima la que encontraba los cortes sentaban fatal: los estampados horrorosos, las prendas las hacían para taparnos… Nos sentíamos mal con nosotras mismas. Pasados unos meses del lanzamiento de la marca, me ofrecieron desfilar junto con otras marcas de bastante reconocimiento en el Casino de Gran Vía de Madrid».

El problema fue que Guillén quería modelos acordes a la línea que había diseñado, por lo que empezó una búsqueda por las agencias madrileñas: «Sus respuestas eran positivas. <<Sí, claro que tenemos. Te mandamos los composites>>. Me llevaba la sorpresa de que eran talla 42, 44 o 46 la más grande. Para mí personalmente eso no son tallas grandes, yo quería chicas de la talla 50 o 52. Y me resultó imposible encontrar agencias con chicas de estas características».

Tras proponer a amigas suyas que desfilaran, la animaron a crear una agencia que les diera oportunidad de trabajar en el mundo de la imagen. No solo el recibimiento en su entorno tuvo una buena acogida, sino que le llegaron solicitudes de todo el mundo: «Nos llegan inscripciones de fuera de España: Colombia, Brasil, México, Puerto Rico, EEUU etc. Y todas con la misma ilusión, poder trabajar en el mundo de la imagen ya sea en su país o fuera de él. Una anécdota es que en el 2015 se nos colapsó el servidor dos veces de tantas inscripciones, no nos da tiempo a contestar a todas en el mismo día. Hacemos un seguimiento personalizado con cada una».

«En España queda mucho por hacer. Soy partidaria del Made In Spain, tenemos un producto nacional muy bueno y no le estamos sacando partido. Me entra más trabajo de fuera de España que de aquí. Y es una pena, porque hay muchos trabajos que los he tenido que rechazar por no poder controlarlos debido a la distancia, porque para mí la seguridad de mi modelo es 100% prioritaria».

Pero hablemos claro, ser modelo no es jauja, ya sea convencional o de tallas grandes: «Una modelo plus size se cuida, tiene que hacer ejercicio y llevar una dieta equilibrada. Ser modelo de talla grande no significa comer más, de hecho se cuidan más que las convencionales. Deben mantener sus medidas ya no solo por el trabajo si no por salud».

Pero además de la vida sana deben cumplir otros requisitos, como dice Guillén: «La mayoría de nuestros modelos superan la talla 46 pero no queremos dejar a nadie fuera, asi que abriremos nuestro campo desde la talla 40″.

Medir por lo menos 160 cms (170 chicos), tener una talla 40 como mínimo, ser fotogénico, estar bien proporcionado, tener la piel cuidada o el pelo saludable son algunos de los requisitos físicos. «Una gran sonrisa y expresividad, gran capacidad de trabajo en equipo, responsabilidad o proactividad» son otros requerimientos de la agencia.

Pero a la hora de recibir propuestas, es más difícil encontrar trabajo ya que «las empresas no son muy receptivas al tema de tallas grandes, y muchas de las marcas que utilizan tallas grandes usan las mismas chicas siempre, ya sea por tema económico o porque no piensan que haya más mercado» dice Guillén.

Pocas experiencias laborales pero «todas positivas porque de todas he aprendido.
La experiencia con las modelos en las sesiones de fotos o desfiles para que cojan práctica ha sido espectacular: ver cómo se unen por hacer un buen trabajo, cómo van creciendo en cada sesión, cómo van madurando y cómo la confianza crece ante la cámara hasta el punto de que algunos fotógrafos se han sorprendido de lo que dan. Somos una gran familia curvy que irá creciendo más y más».

Guillén se muestra positiva mirando hacia el futuro: » Queremos convertirnos en una agencia importante donde poder dar formación y trabajo a muchos chicos y chicas, donde podamos convivir con el resto sin que nos miren por nuestra talla o tamaño». No considera que la agencia sea un rival para las agencias de modelos convencionales: «Pienso que cada uno tiene su mercado y su parcela de trabajo. Yo he trabajado con agencias convencionales en desfiles junto con otras marcas y la verdad es que muy bien el trabajo en equipo. No tengo queja».

El hecho de que se cree una agencia especializada en modelos con estas características, «agencias que han sacado un apartado de modelos xl» o «certámenes de belleza de talla grande» son pequeños pasos que, si se consolidan, conseguirán la inclusión de estas modelos en el mercado además de lograr reflejar una visión más abierta en cuanto a aceptación del cuerpo femenino se refiere.

«Plus Size Models quiere dar mucha guerra, y está haciendo mucho ruido en todo lo que puede. Queremos llamar la atención de todo el mundo para demostrar que nosotras también podemos realizar trabajos como pueden ser una sesión de fotos Boudoir, novias conmezcla de tallas, Pin Up, piscina, picnic, etc. Hay que salir de lo establecido de la sociedad para que nos hagan caso. Nuestro lema es ‘Las Curvas Invaden La Ciudad’ y ese es el propósito.

Aunque no estés gorda puedes ser una ‘gordibuena’

Y tú que pensabas que tu vida era complicada cada vez que ibas de compras al Zara y se había agotado tu talla. Tú, que podías permitirte el lujo de que si la talla S te parecía demasiado ajustada comprarte una M que te quedara más suelta. Tú, sí, tú, que lo peor que te ha pasado en el H&M era que el sujetador que te querías comprar tuviera la braga a juego agotada.

Si te has sentido identificada con cualquiera de estas situaciones, tienes la gran suerte de que tu físico entra en los cánones de las tiendas de moda españolas.

Pero que entres en una talla convencional no significa que no haya vida (y cuerpos) más allá. Por mucho que las tiendas te clasifiquen en ‘S’, ‘M’ o ‘L’ hay muchísimas de nosotras que se quedan fuera de esas letras. Ayer hablé con dos mujeres fuera de serie (de la serie de confección de ropa de la marca Inditex, quiero decir), Elena Devesa y Rebeca Gómez, las creadoras de WeLoverSize, una web con unos 2.500 artículos y más de un millón de visitas al mes (esto es por arrojar algunos datos y os deis cuenta de que estoy hablando de dos mujeres importantes con un #gordibuenasarmy de seguidoras bastante considerable).

Elena y Rebeca junto a maniquíes de H&M

Elena y Rebeca junto a maniquíes de H&M. MARA MARIÑO

Lo primero que pienso nada más sentarme con ellas es «Joder, ¿por qué a mi el eyeliner nunca me queda así de bien?» (es que en serio, siempre parece que me lo ha pintado un mono con los ojos vendados). Porque Elena y Rebeca serán gordas, que lo son (aunque no me refiero a ‘gorda’ como descalificativo sino como adjetivo, al igual que ellas de mi podrían usar ‘blancucha-nivel-se-le-marcan-las-venitas-azules-bajo-el-ojo’), y también son preciosas. Y en cuanto abren la boca y oigo lo que me cuentan mientras se van hinchando de orgullo (por mucho que les pese el pecho copa JJ) por el éxito de su web, de su libro y de su férrea autoestima, me gustan más. En definitiva, son un par de ‘gordibuenas’.

Las gordibuenas, según su libro son aquellas que «pese a no tener un físico de portada de revista, hacen todo lo posible por sentirse bien consigo mismas (…) no tienen miedo a la palabra ‘gorda’ y son las primeras en reírse de sí mismas conscientes de su atractivo». Es decir, exactamente igual que en mi familia paterna nos reímos de los dedos de los pies tan feos que nos han tocado y aún así seguimos poniéndonos sandalias porque somos más que diez morcillitas blancas.

Aunque una de las cosas que desprenden es seguridad, me dejan claro que ser ‘gordibuena’ no es sencillo. Básicamente porque, como la gran mayoría de las tiendas no tienen en cuenta tallas más allá de la 40, «no hay talla ni en la tienda ni en el almacén ¡y yo también tengo derecho a probarme la ropa!». Así que se ven obligadas a vestir como abuelas (¿posible idea para una petición de Change.org?). Aunque gracias al siglo XXI y a la magia de Internet pueden hacerse con prendas de su talla sin renunciar una pizca al estilo. Les gusta comprar especialmente en aquellas tiendas que hacen pasarela. Una de ellas afirma que cuando las modelos desfilan con las prendas «si ves que al andar se le bambolea una teta ya sabes que a ti te va a pasar«.

Sin embargo, me hacen saber que, aún con esas, puede haber problemas. Lo peor, según ellas es que «no hay sitios a los que ir cuando hay urgencias» y que cuando ven una prenda que les gusta y les sienta bien «vas haciendo acopio por si dejan de hacerla» dice Rebeca, mientras me imagino, en mi caso, comprando cientos y cientos de tangas de cinturilla de encaje de 4,50 del Primark, porque son las únicas que no me dejan la gomilla marcada.

La lencería, esa es otra. Las ‘Portadoras de Pechuguitas‘ (PPitas según WeLoverSize) apañamos con lo que sea, total, tampoco es que haya mucho que se vaya a escapar. Pero en su caso, hablando en plata, tienen un par de ‘pechotes’ que habrían tenido a Antonio Recio todo el día tras la mirilla. Y claro, que por mucho que vayamos de ‘progres’, en España no se hacen sujetadores de tanta talla. Bueno, hacerlos, lo que se dice hacerlos, se hacen. Pero como son tan bonitos como un arnés de paracaidista, tuvieron que ir a Londres, donde, viendo tanta varidad y color, alguna soltó una lagrimilla de emoción.

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Elena y Rebeca posando en Gran Vía. MARA MARIÑO

Tienen claro que quien podría cambiar la situación es el empresario detrás de la tienda. Su idea es hacer de WeLoverSize un movimiento real que llegue a las calles. «¿Es un buen momento para ello?» les pregunto pensando en la revolución curvy que estamos viviendo con la irrupción de modelos de tallas grandes en catálogos y campañas. En realidad son «tallas grandes entre comillas», como dicen ellas. Las modelos de tallas grandes de Asos, aunque miden 1.80 no pasan de la talla 38. Algo parecido a Marisa Jara, modelo de «tallas grandes» que, coincido con una de ellas, cuando dice que en su opinión «Marisa Jara es curvy pero no tiene una talla grande». ¿Es una revolución de las tallas o es una oportunidad de negocio para que las tiendas publiciten su marca como algo para todas? «A día de hoy es un lavado de cara» nos afirma una de ellas. «Se ha puesto de moda, pero lo malo de las modas es que son efímeras«.

La talla genera polémica en España. Cuando no es por lo delgada que sale tal o cual actriz en un photocall es porque otra acaba de parir y, como aún no ha perdido los kilos del embarazo, se le pone de morsa ártica para arriba. «Somos un país de marujeo» me dice una mientras la otra completa «un país acomplejado que se mete con complejos ajenos para olvidarse de los propios«. Reinas magas en las cabalgatas, mujeres barbudas ganando Eurovisión y aún así un buen número de detractores y trolls bombardeándolas con comentarios negativos. Pero no les preocupa. «Si algo no te gusta ¿por qué lo miras?» dice una de ellas mientras que la otra afirma que «cuando criticas es porque en ti hay algo que te incomoda«.

Son dos, pero no están solas ni tienen pelos en la lengua. «¡Hablamos de todo lo que no habla nadie, hasta de complejo de chocho grande!». Son conscientes de que esto, ya no es cuestión de tallas, que su revolución, la ‘primavera WeLoverSize’, es ya un movimiento que aboga por la autoestima y el amor propio.

«Y yo, que leí el libro y sin ser de talla grande, sentí que era para mí porque aún con mis inseguridades, no dejo que me definan… ¿También puedo ser ‘gordibuena’?» les pregunto. Ambas me confirman al unísono «¡Por supuesto que sí!»

Aquí os dejo algunos posts suyos que merece la pena leer si queréis conocerlas: