Cuando a finales de 2016 un grupo de activistas (del que formo parte) nos planteamos la creación del Observatorio Valenciano contra la LGTBfobia consideramos que la primera cuestión que íbamos a tratar debía de ser la atención a las víctimas de los delitos de odio y que, definitivamente, debía de ser una atención integral y especializada. Este planteamiento inicial se ha convertido hoy en el núcleo fundamental del Observatorio Valenciano contra los Delitos de Odio por Motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género, que recientemente hemos presentado a la sociedad valenciana en los medios de comunicación.

Es por ello que el área más importante del Observatorio está compuesta por un equipo especializado y multidisciplinar capaz de prestar atención y acompañamiento a las personas que han sufrido una agresión o algún tipo de violencia y que acuden en búsqueda de ayuda. Un equipo formado por psicólogos y psicólogas especializados en atención a las víctimas y un servicio jurídico capaz de asesorar y aconsejar a la hora de realizar una denuncia penal o civil. Este servicio, que está disponible de forma gratuita y es la esencia del Observatorio, en tanto que Diversitat – que es la entidad impulsora del mismo- es una asociación caracterizada por la prestación de servicios a la población LGTB.

A lo largo de estos meses de planificación y creación del Observatorio hemos constatado que hay dos elementos que, conjuntamente con el Área de Atención a las Víctimas de Delitos de Odio, deben jugar un papel determinante en el quehacer diario del Observatorio. El primero de estos elementos es la creación de un sistema de registro de los delitos e incidentes de odio. Para ello, la Universidad de Alicante se ofreció en diciembre de 2016 a poner en marcha a través de un equipo de investigadores de la Universidad un grupo de trabajo multidisciplinar y especializado -formado por juristas y sociólogos en su mayoría- cuya misión sería elaborar un sistema de registro eficaz que permitiera realizar un mapa de la realidad de la violencia que sufren las personas LGTB en la Comunidad Valenciana. Con esta herramienta se podría hacer un diagnóstico exacto de la situación de la homofobia, bifobia y transfobia del territorio, documentando la enorme diferencia que existe entre las cifras oficiales (que aparecen en los informes del Ministerio del Interior) y las reales (que manejamos las entidades que trabajamos la atención a las víctimas). Una discordancia que se produce de hecho y que debe ser analizada y estudiada con el fin de eliminarla. El segundo de los elementos conformadores del Observatorio valenciano, y que estructuralmente consolida el trabajo que se hace en las otras dos áreas, es la llamada Mesa de Delitos de Odio, un foro público y permanente en el que entidades de todo el país valenciano, así como instituciones públicas, administraciones, y entes locales tienen representación, de forma que se puedan proponer – y poner en marcha- políticas activas de erradicación de la violencia en los municipios de la Comunidad Valenciana. En ese sentido el Observatorio valenciano deberá jugar un papel determinante en la elaboración de la Ley LGTBI que, previsiblemente, iniciará su elaboración en los próximos meses y que será fundamental a la hora de reconocer nuestros derechos y proteger a la población LGTBI de la discriminación, de la violencia y del odio.

Con estos tres elementos y mucha ilusión, trabajo y empeño, empieza su andadura el Observatorio Valenciano contra los Delitos de Odio por Motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género con la esperanza de que a lo largo de los próximos meses se vayan sumando más entidades que quieran luchar por una sociedad más justa y más igualitaria, en la que la diversidad sea una fortaleza y no una amenaza.