Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina)
Llega la hora del café en una de las últimas cálidas tardes de octubre, de este interminable verano. Cruzo por el paso de peatones de la carretera. Camino tranquila hasta portal de Clara, en lo que se transforma en un momento de flashback. En este portal he podido estar más de mil veces. Es el mismo bloque de piso donde vivía Ana Belén Rodríguez Pallarés, una de mis mejores amigas de la adolescencia y, sin embargo, del resto de mi vida. Aquí sigue viviendo su madre, Charo Pallarés. Dos pisos más arriba, en la misma letra y esquinada tras la puerta abierta del ascensor, está la entrada de la casa de Clara Redondo, amiga, profesora y escritora.
Todo se me hace más pequeño y probablemente porque las dimensiones que recuerdo, pertenecen a mi adolescente percepción. Entro en la casa distribuida como la de mi amiga. Una generosa entrada, la acogedora cocina y la terraza con vistas a la inmensidad del cielo, zonas verdes y los edificios de Madrid. Sobre todo un amplio horizonte de posibilidades para la creatividad, como la de su propietaria.
De esta oportunidad hacemos la razón y momento para vernos y hablar de nuestra recomendación de este mes, que se gana un merecido espacio en nuestra biblioteca de diversidad. Se trata de En el bolsillo de tu pantalón, con texto de Clara Redondo e Ilustraciones de Jajastudio, editado por la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumando (CEAPA), en junio de 2017. La publicación indica la lectura recomendada a niños y niñas de entre 6 y 12 años, a lo que me permito añadir que realmente no cabe tope de edad o límite.
Resulta curioso que el objetivo inicial de este proyecto fueran los hábitos saludables, en concreto la alimentación, y presentes en todo el relato por las menciones al baloncesto, a las frutas de temporada, a los frutos secos, el rechazo de las protagonistas al consumo de tabaco, etc. Todo con un propósito pedagógico por parte de CEAPA, que a través de cuentos, tiene el objetivo de educar a niños, niñas y sus familias, en prevención para la salud. Los cuentos son una vía para llegar a multitud de destinos, además de hacernos soñar y alimentar nuestra imaginación.
Clara comenta “lo principal es contar. Tenía un cometido, escribir un relato”. Todo comenzó cuando iba en un vagón de metro y se le ocurrió la idea de crear a la protagonista. “Una niña que se enamora de otra niña y no pasa nada”. Reflexiona en voz alta “las moralinas no me gustan”. Me explica, “la homosexualidad es algo normal, un hecho social… tu sabes cómo es el comienzo de un proceso creativo, abres todos los sentidos a lo que te rodea, observas”.
El relato comienza a la hora del recreo en el instituto, con un follón monumental. La protagonista, Manuela, ve acercarse a Olindina y su corazón empieza a palpitar a mil quinientas veinte revoluciones por minuto. Manuela tiene a su mejor amiga, Salomé, al corriente de todo y hasta el gorro de escucharle hablar de Olindina.
Nuestra protagonista está tan preocupada porque Olindina no le hace caso, que hasta su tío Germán, que es mago, lo nota y se lo termina confesando con absoluta normalidad. El tío Germán le entiende y muestra gran interés por la situación.
Manuela prueba a jugar al baloncesto porque Olindina es jugadora del equipo del instituto. Ensaya canastas en su habitación y hace un frustrado intento de acercamiento asistiendo a un entrenamiento. Pero es un fiasco, lo hace fatal y no consigue nada más que alimentar su impotencia.
El tío Germán, personaje excéntrico, inteligente y cercano, le escribe una simpática carta para comprometer a Manuela en un interesante plan. Consiste en enseñarle un truco de magia para regalar a Olindina el día de su cumpleaños. Con perseverancia y junto a Salomé, cada tarde tras una saludable merienda de frutas, los deberes finalizados y con un cuenco de frutos secos para reforzar la memoria, Germán les enseña un truco de cartas. Día tras día, ensayan Una vez. Y otra. Y otra. Y otra.
La historia se complica cuando se suspende la fiesta de cumpleaños. A grandes males, grandes remedios. A Germán se le ocurre la idea de invitar a todo el instituto al local donde actúa, creando el espacio suficiente para que su sobrina haga el truco de magia. Manuela, nerviosísima, saca de entre el público y de forma premeditada a Olindina, a la que llega a sorprender gracias al ingenio y habilidad de una perfecta ejecución de magia.
A partir de un escenario, el truco de cartas y un naipe saliendo del bolsillo del pantalón de Olindina, ella y Manuela inician un acercamiento relacional que Clara Redondo deja en un final abierto a la conjetura, para que cada quien escoja un desenlace, el más deseable.
Cabe señalar el estilo narrativo de la autora que nos traslada a través de imágenes a emociones extremas. Amor, frustración, inseguridad, amistad, fascinación, decepción y en definitiva estados de ánimo en alza o baja característicos del mapa emocional adolescente. La lectura se anima con simpáticas expresiones y palabras empleadas por los personajes, propias de esta edad, como archimegarequetecontentos. Detalles auténticos que trasmiten los intereses e inquietudes de cualquier joven, porque Clara Redondo recuerda perfectamente su adolescencia y la evoca palmo a palmo, en cada parte del relato.
No debo finalizar sin hacer una mención a la originalidad de las ilustraciones de Álvaro Jaimes & Nando Vivas (Jajastudio), con predominio del rojo, azul, negro, blanco y gris. Figuras grandes, circulares y dinámicas. Rostros sin rasgos más que una pequeña nariz o un gran bigote, para que nuestra imaginación participe en la elaboración del aspecto de cada uno de los personajes. En definitiva, un buen trabajo de narrativa infantil con preciosas imágenes que lo complementan construyendo una historia que llega más allá, mucho más lejos de la prevención, los buenos hábitos, traspasando los muros de la moralinas y aleccionamientos, para dejar paso a una trama rica en matices narrativos y detalles que construyen una estupenda historia.
Una vez más, les invitamos a que lean y disfruten en familia.
¡Hasta muy pronto!