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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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Gran Canaria se une a la lucha y vigilancia contra el cambio climático

El Centro UNESCO Gran Canaria impulsa la creación del Centro de Documentación de Cambio Climático y Medio Ambiente con el patrocinio del Cabildo de Gran Canaria, la colaboración de la Cátedra UNESCO de Informática y Tecnologías de la Información de la ULPGC y la participación de reconocidos expertos de la ULPGC y el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) en varios campos científicos.

Esta base documental estará a disposición del Plan Insular de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático especialmente en islas,  que promueve el Cabildo de Gran Canaria,  y cuyas acciones ayuda a impulsar el Centro Unesco Gran Canaria de forma coordinada. Lee el resto de la entrada »

Doñana no es un almacén de gas

Acción en Doñana contra el proyecto de Gas Natural Fenosa 29/11/2016, Doñana, Huelva, España Activistas de Greenpeace paralizan las obras de Gas Natural Fenosa en Doñana por sus daños a este Espacio Protegido Greenpeace ha comenzado a primera hora de la mañana una acción de protesta en las instalaciones de Gas Natural Fenosa en el entorno de Doñana. Más de una veintena de activistas de Greenpeace han paralizado las obras para extraer y almacenar gas en este espacio protegido, bajo los lemas Salvemos Doñana y Resistencia Doñana. Greenpeace ha montado un campamento de resistencia a la entrada de la instalación con activistas bloqueados y con una gran pancarta en la que se lee “Doñana no es un almacén de gas”. Además, escaladores de la organización han montado otro campamento en lo alto de una de las estructuras que tiene Gas Natural Fenosa en la zona del proyecto. ©Greenpeace/Mario Gómez ©Greenpeace Handout/Mario Gómez - No sales - No Archives - Editorial Use Only - Free use only for 14 days after release. Photo provided by GREENPEACE, distributed handout photo to be used only to illustrate news reporting or commentary on the facts or events depicted in this image.

©Greenpeace/Mario Gómez

Nunca pensé que fuera necesario explicar lo evidente: Doñana no es un almacén de gas.

Dices Doñana y automáticamente te vienen a la cabeza flamencos, linces, espátulas, alcornoques centenarios convertidos en ruidosas pajareras, elanios azules, águilas imperiales, yeguadas marismeñas, grullas y campos inmensos de dunas enterrando pinares, pero almacén, gas, energía, industria, zanjas, pozos no caben en esta definición de Doñana. Qué triste que tengamos que recordárselo a nuestros políticos y a nuestros conciudadanos ingenieros, gestores, empresarios. Señoras y señores: Doñana no es un almacén de gas.

Pero Doñana va a convertirse en un gigantesco almacén subterráneo de gas.

El proyecto de Gas Natural Fenosa ya ha sido autorizado por el Gobierno central en el Espacio Natural de Doñana. Una decisión que pone en riesgo la biodiversidad y el futuro de este lugar protegido. Es como si se quisiera hacer un almacén de hidrocarburos bajo la mezquita de Córdoba o la Giralda de Sevilla ¿También lo autorizarían?

Lo de que por ser bajo tierra no tendrá efectos secundarios no se lo cree nadie. Viene precedido por casos como el del almacén subterráneo Castor en Castellón que produjo más de 500 terremotos y una indemnización con dinero público a la empresa de casi 1.400 millones de euros.

Y supone la industrialización de un área protegida considerada patrimonio mundial. Además, denuncian todos los grupos ecologistas, supone seguir apostando por un modelo energético basado en combustibles fósiles que alimentan cual suicidas desesperados el insostenible cambio climático.

Esta semana concluyó el plazo dado por la Unesco a España para informar sobre las medidas que va a tomar para cumplir con sus recomendaciones para proteger Doñana. De no ser suficientes, el Parque Nacional de Doñana podría perder su figura de protección de Patrimonio de la Humanidad y ser incluida en la lista de Patrimonio Mundial en peligro en 2017.

Perder la medalla de la Unesco es lo de menos. Lo peor es perder esta joya de la corona de la naturaleza mundial para triste beneficio espurio de una empresa privada. Porque este almacén de gas servirá tan sólo para que Gas Natural Fenosa tenga reservas que le garanticen la venta de gas natural de forma regular a lo largo de todo el año, evitando tanto las fluctuaciones estacionales como geopolíticas ya que el gas a almacenar procede en su práctica totalidad de Argelia. Es decir, se cede el subsuelo de un espacio protegido con el más alto valor ecológico y patrimonial del mundo para garantizar los beneficios especulativos exclusivos de una empresa, poniendo en peligro a las personas de las muchas poblaciones cercanas (incluidas Huelva y Sevilla) y las riquezas naturales de Doñana.

Yo hace ya mucho tiempo que no entiendo nada.

Informe de Greenpeace “Extracción y almacenamiento de gas en Doñana. Diez razones para decir NO”. Descargar aquí.

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Twitter se inventó en Canarias hace 2000 años

Silbo

Eso de tuitear (twittear) no es nuevo. Tweet es como se nombra en inglés al piar de un pájaro, ahora mundialmente considerado el trino informativo de los 140 caracteres: Twitter.

Pero lo de informar cual pájaro cantarín lo inventaron hace ya dos milenios los aborígenes canarios. Se llama silbo gomero, y es tan original y único que en 2009 ha sido inscrito por la Unesco en la Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Ya sabéis que soy un enamorado de La Gomera, de su naturaleza y de su cultura. Hace un año tuve la oportunidad de participar en el rodaje de una serie de documentales de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente sobre árboles singulares y bosques maduros que, como no podía ser de otra manera, darán relevancia a sus fabulosos bosques de niebla, las selvas macaronésicas de Garajonay. También a ese lenguaje silbado relicto, impresionante, capaz de comunicar a los isleños de un lado al otro del barranco, siempre con la simpática tonadilla final de «bueno, bueno», algo así como el «corto» de los radioaficionados. Lee el resto de la entrada »

Pamela Anderson pide a los senadores españoles que no apoyen las corridas de toros

Pamela

Según me comunica Ben Williamson, de la asociación PETA Reino Unido, la actriz Pamela Anderson  ha enviado hoy una carta a los senadores de España pidiéndoles que rechacen el proyecto de ley que pretende dar a las corridas de toros el indigno estatus de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

«Atormentar toros para entretenimiento pertenece a una Era Oscura, no al siglo 21«, escribe la estrella de la serie de televisión Vigilantes de la playa, quien visitó España el mes pasado.

«Por favor, tomen una postura compasiva frente a este cruel pasatiempo rechazando el proyecto de ley que protege a las corridas de toros. Garantizo que ganarán los corazones, incluyendo el mío, de los ciudadanos alrededor del mundo».

Una coalición de cinco organizaciones protectoras de animales: Human Society International, World Society for the Protection of Animals, CAS International, League Against Cruel Sports y PETA, así como la plataforma Torture Is Not Culture, también están exhortando a los senadores  para que se opongan a este movimiento para proteger las corridas de toros. En septiembre, la coalición presentó su demanda a los políticos en Madrid #LoveSpainHateBullfights, la cual consiguió más de 250.000 firmas en más de 135 países.

Las corridas de toros son un negocio que va en declive, no solo en España sino en cualquier otro lugar donde se practica, ya que la gente se está distanciando de este cruel y arcaico pasatiempo. Una reciente encuesta dirigida a ciudadanos españoles puso en evidencia que más de las tres cuartas partes de la población en España está en contra de que sus impuestos sean destinados a apoyar las corridas de toros.

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Una presa gigante acabará con ellos

Una gigantesca presa hidroeléctrica en el río Omo de Etiopía devastará las vidas de unos 200.000 indígenas, según ha denunciado la organización de derechos humanos Survival International.

Survival está pidiendo al Gobierno de Etiopía que detenga la construcción del embalse, conocido como Gibe III. Las obras han sido adjudicadas a una empresa italiana y cuentan con el apoyo financiero del Banco de Desarrollo Africano, el Banco Europeo de Inversiones, el Banco Mundial y el Gobierno italiano.

Esta misma empresa construyó otra presa más pequeña en la zona (Gibe II), derrumbada sólo diez días después de su inauguración en enero pasado.

Una obra colosal

El muro de la presa tendrá 240 metros de altura: será la más alta de toda África.

Formará un lago de 150 kilómetros de longitud.

Coste estimado: 1.400 millones de euros.

Las obras de construcción se iniciaron en 2006 y está previsto que finalicen en 2012.

Unas 500.000 personas del sureste de Etiopía y norte de Kenia se verán afectadas, al desaparecer unas crecidas cuyas aguas fertilizan las orillas favoreciendo la agricultura y ganadería local.

Paralelamente, la inmensa biodiversidad de la región, adaptada a las generosas inundaciones periódicas del río, quedará amenazada.

Provocará dependencia alimentaria, hambrunas, mala salud, conflictos entre comunidades por el control de los escasos recursos naturales que queden, desencadenando una general inseguridad social y económica de efectos imprevisibles.

¿Para qué tanta presa?

El Gobierno de Etiopía tiene previsto arrendar grandes extensiones de la tierra de los indígenas del valle del Omo a empresas extranjeras y gobiernos para la producción a gran escala de cultivos (biocombustibles incluidos), que se regarán con agua de la presa.

Paralelamente generará 1.800 megavatios de electricidad.

¿Qué ganarán los indígenas con ello?

Nada. La mayoría de los pueblos afectados no saben nada del proyecto, son comunidades básicamente pastoriles ancladas en el pasado. Y quien les informa es represaliado. El Gobierno etíope está adoptando medidas drásticas contra las ONGs de ayuda a los indígenas y sólo el año pasado cerró 41 locales de “asociaciones comunitarias”, imposibilitando que éstas puedan oponerse a la presa.

Paraíso en peligro

El río Omo es la principal fuente de agua del famoso lago Turkana de Kenia, del que dependen unas 300.000 personas, además de las 200.000 directamente afectadas por la presa.

El embalse extinguirá una cultura milenaria, perjudicando a muchos para beneficiar y hacer ricos a unos pocos. Entre ellos pueblos tan sorprendentes como los kwegu, hamar, dizzi, chai, arbore, toposa o turkana.

También puede anegar yacimientos paleontológicos únicos, con restos de los primeros homínidos de entre 1,7 y 4 millones de años de antigüedad, fundamentales para el estudio de la evolución humana.

Tanto el valle bajo del Omo como el lago Turkana han sido declarados en 1980 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Survival International está claramente en contra de esta megaconstrucción:

“La presa Gibe III será un desastre de proporciones catastróficas para los indígenas del valle del Omo. Su tierra y sus modos de vida serán destruidos y, sin embargo, sólo unos pocos tienen idea de lo que se les avecina. El Gobierno ha violado la Constitución de Etiopía y la legislación internacional en el proceso de contratación. Ningún organismo respetable externo debería financiar este proyecto atroz.”

¡Actúa ya!

Si quieres ayudar a evitar este desastre ciberactúa, firma una petición de protesta clickeando en este enlace.

Más información en la página de Survival.

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El turismo amenaza a las Galápagos del Índico

El Archipiélago de Socotra, en Yemen, acaba de ser declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.

Con toda justicia sus islas, con una superficie semejante a Mallorca, están consideradas las Galápagos del Océano Índico. El 37 % de sus 825 especies de plantas (como la mítica mirra o el raro drago cinnabari), el 90% de sus reptiles y el 95% de sus caracoles terrestres no existen en ningún otro lugar del mundo. Reino de las aves donde los alimoches todavía pasean confiados por las calles picoteando basura como si fueran gallinas, en sus mares de playas infinitas se han catalogado 253 especies de corales, 730 peces costeros y 300 especies de cangrejos, bogavantes y camarones.

Por no hablar de sus habitantes, apenas 50.000 personas aferradas a su cultura tradicional y a un idioma semítico propio, sin escritura, el soqotri, que viven humildemente de la ganadería y de la pesca.

Curiosamente, la protección no vino ordenada desde fuera. Ha sido promovida por el propio presidente yemení, Alí Abdala Salih, enamorado de tan idílico lugar, y cuya consecución convirtió en una prioridad de Estado.

Para mi, que siempre he soñado con poder visitar alguna vez tan paradisíaco rincón del planeta, esta noticia supuso una gran alegría. Un gobierno pobre apostaba al fin por el desarrollo sostenible, empeñado en proteger de la especulación a su joya natural más valiosa.

Craso error. Quería daros por fin una buena noticia, pero desgraciadamente tampoco esta vez lo he logrado. Acabo de enterarme de que, paralelamente a la protección de Socotra, inversores árabes preparan la explotación turística a gran escala del vergel.

El aeropuerto construido por los rusos, única puerta de acceso a este aislado mundo situado a 250 kilómetros del continente africano, acaba de ser renovado y las compañías aéreas de bajo costo pujan ya por llegar a él.

Al mismo tiempo, empresarios de los Emiratos Árabes Unidos han anunciado inversiones de cinco billones de dólares en la edificación de una gran ciudad turística.

Y para favorecer este nuevo desarrollo económico, ha comenzado a construirse una desmesurada carretera de circunvalación de la isla que facilite el acceso de los turistas a toda la costa virgen. Una vía que está poniendo en peligro sus más bellos lugares y sus especies más amenazadas y frágiles.

No me lo puedo creer. Parece que protegemos sólo para vender mejor los sitios y atraer con más fuerza a la especulación mundial más salvaje. Como se hizo en Baleares y Canarias, y hace bien poco hemos exportado a Cabo Verde. El medio ambiente se ha convertido en una mera marca más de calidad.

Socotra significa en sánscrito «la isla de la felicidad». ¿Vivirán más felices los socotrís entre hoteles y turistas? Lo dudo. Ni ellos ni los frágiles ecosistemas conservados sabiamente durante siglos por sus antepasados, más amenazados ahora que nunca.

La primera imagen muestra una excavadora abriendo una nueva carretera junto a una zona deshabitada de la costa de Socotra. Las demás son una pálida muestra del hermosísimo lugar al que me refiero.

También os dejo un mapa de Google, para que al menos podáis viajar con vuestra imaginación a tan idílico lugar.


Ver mapa más grande


El Parque Nacional de Daimiel puede dejar hoy de ser Patrimonio de la Humanidad

El Consejo Científico de la Unesco debatirá hoy, 13 de junio, la posibilidad de retirar la catalogación como Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda y el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel.

Esta decisión dará respuesta a la solicitud de revisión de su declaración, enviada el pasado mes de septiembre por las principales ONG ambientales españolas.

Todo indica que la Unesco finalmente optará por dar un varapalo de aviso al Gobierno de España, poniendo como fecha tope para mejorar la situación el año 2015, aunque tampoco se descarta una «reiterada cautelar» de la protección. Si para entonces la Mancha Húmeda no vuelve a ser húmeda, cerca de un millón de hectáreas de antiguas lagunas (como las cervantinas de Ruidera), lavajos y aguazales (en total más de 60) perderán la más alta distinción medioambiental.

La situación no es nueva. Hace dos años os lo contaba aquí mismo: Hemos perdido un Parque Nacional, el de las Tablas de Daimiel. Desde hace 30 años, la Mancha Húmeda es un desierto.

Estamos hablando de una serie de afloramientos al exterior de un gigantesco embalse subterráneo natural que llegó a almacenar 12.500 hectómetros cúbicos, los acuíferos 23 y 24, y que en las últimas décadas ha sido esquilmado hasta la extenuación por 70.000 pozos, un gran número de ellos ilegales. Su nivel está ahora mismo 25 metros por debajo de su antigua altura natural.

Todavía recuerdo con horror la primera vez que visité el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel en julio de 1979. Era medio día, caía el sol de forma implacable, y los sistemas de riego por aspersión literalmente inundaban los campos próximos de cebada. ¿Se habían vuelto locos los agricultores? Está claro que sí. Han malgastado toda esa inmensa riqueza hídrica y ahora ya no hay agua ni para ellos ni para los valiosos ecosistemas acuáticos. Hace 13 años el Parque Nacional se secó. Ahora además está seco el Guadiana, el Cigüela y el Záncara.

¿Y dónde están ahora los patos?

Pues pásmense ustedes. La mayoría ha desaparecido, pero una pequeña parte se ha ido a las depuradoras de aguas residuales de localidades como Daimiel o Alcázar de San Juan. Allí, en sus aguas ponzoñosas, se han refugiado las últimas malvasías y los espléndidos patos colorados. Porque estará sucia, pero es la única que queda aprovechable en La Mancha.

¿Tiran los ecologistas piedras contra su propio tejado pidiendo la retirada de la distinción de la Unesco?

En absoluto. Su petición es tan lógica como un puro ejercicio de sinceridad. ¿A quién engañamos cuando vendemos al mundo una de las zonas húmedas más importantes del mundo y, al llegar, sólo vemos una raquítica laguna alimentada por agua bombeada de pozos comprados a los agricultores? Y donde los guardas del Parque Nacional señalan al visitante que, si quiere ver patos, se vaya a la depuradora de Daimiel.

Recuperar el déficit hídrico perdido. Esa es la única solución. El Plan Especial del Alto Guadiana, 3.900 millones de euros, el presupuesto más elevado de toda la historia de España para un proyecto medioambiental, quiere lograrlo en los próximos 20 años.

Pero como han denunciado los ecologistas, mal empezamos si entre sus objetivos está el legalizar un gran número de extracciones ilegales, manteniendo una insostenible superficie de regadíos que hace imposible la recuperación de los humedales protegidos.