Por Andrea Puggelli (@aikkomad1), activista LGBTIQ
Se presentaron en los últimos días los programas electorales de los principales partidos políticos italianos para las elecciones políticas del 4 de marzo. No os aburriré con los programas generales de cada partido, pero os hablaré sobre los puntos específicos de los derechos LGTB.
En los puntos programáticos del centro-derecha, coalicion formada por Forza Italia (cuyo presidente es Silvio Berlusconi condenado por delitos fiscales e inhabilitado a cubrir cargos publicos) y los partidos racistas/fascistas Liga Norte y Hermanos de Italia, no hay rastro de los derechos LGBT. De hecho algunos de sus líderes han dicho que quieren la abolición de las uniones civiles y la defensa de la familia tradicional (aunque estos «líderes» se divorciaron, tuvieron hijos nacidos fuera del matrimonio y fueron condenados por tener relaciones sexuales con menores de edad). Esto es obviamente propaganda política porque la Ley de Uniones Civiles está anclada en los artículos 2 y 3 de la Constitución italiana, en la sentencia del Tribunal Supremo italiano numero 138 del 2010 y en muchas directivas europeas a favor del reconocimiento de las uniones entre personas del mismo sexo.
Para el Movimiento 5 Estrellas, que se está posicionando hacia posiciones de derechas, en cambio no hay nada que decir: en su programa no hay nada dirigido a las personas LGBT.
En el programa del Partido Demócrata, que dio vida a la Ley de Uniones Civiles (que en estas elecciones se presenta en coalición con partidos de tradición católica, liberales y los verdes), hay dos puntos que conciernen a las personas LGBT. El primero se refiere a la lucha contra la LGTBfobia. Se habla de «delito» sin especificar las medidas a tomar y, ademas, llegando a confundir la orientación sexual con la identidad de género. El segundo punto se refiere a lxs niñxs y a las adopciones. Se puede leer: «Todos lxs niñxs son iguales, tienen los mismos derechos ante la ley independientemente de las familias en las que nacieron», abriendo así a las adopciones para las parejas del mismo sexo. Hay que recordar que para el Partido Demócrata todas estas son concesiones.
+ Europa (mas Europa), la lista encabezada por Emma Bonino (ex comisaria europea de protección al consumidor) y aliada del Partido Demócrata, dedica solo unas líneas a los derechos LGBT. El programa dice «Es igualmente importante que el parlamento discuta una reforma del derecho de familia para superar la discriminación en materia de matrimonio, unión civil y adopción». En cambio no hay ninguna referencia a las políticas para las personas transexuales, intersexuales y a la ley contra la LGTBfobia.
Liberi e Uguali (Libres e Iguales, partido de izquierda y que en su nombre hace referencia a la Declaración Universal de los Derechos Humanos), planea en su programa la aprobación de la adopción para las parejas LGTB. Para este partido, «El matrimonio debe ser una institución única, accesible a todos, con pleno reconocimiento de todos los vínculos emocionales, incluídos los de las parejas del mismo sexo, empezando por la necesidad de reformar el derecho de familia en su totalidad, que debe ser declinado en plural, hablando de «familias «. En el programa se habla de derechos en términos de reconocimiento y no de concesión (diferenciándose del Partido Demócrata). Liberi e Uguali ha incluido también el tema de la lucha a la LGTBfobia: se dice que «se crearan proyectos formativos necesarios en las escuelas, sobre la educación afectiva, las diferencias sexuales, con una aproximación crítica a las relaciones de poder entre los géneros e introduciendo medidas efectivas para endurecer las sanciones y hacerlas efectivas para quienes cometen actos violentos con la circunstancia de discriminación por orientación sexual e identidad de género».
Potere al Popolo (Poder Popular, otro partido de izquierda), tiene varios puntos de su programa electoral dirigidas a las personas LGTB. De hecho, el documento dice lo siguiente: «La discriminación en el trabajo y en la sociedad asì como la violencia, afectan a homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales y todo el mundo LGBTQI, que lucha diariamente contra los prejuicios, el odio y la LGTBfobia». Por esta razón, proporciona «soluciones que inhiben todas las formas de violencia», sean físicas o no, facilitando «una ley contra la LGTBfobia» y políticas para las mujeres. La lucha contra el sexismo también es importante, a través de una formación específica, aunque el documento no explica en qué términos.
La lista es crítica también hacia «la familia autoritaria que compromete la libertad de todos y de todas». Por eso el programa incluye «la introducción del matrimonio igualitario». También se habla de «pleno reconocimiento de la homoparentalidad para la protección de los padres, lxs niñxs y las familias». También se requiere «la redefinición de los criterios relativos a la adopción, que sea permitada a las personas solteras y LGTB».
Otro punto programático se refiere a las políticas de salud. El texto habla de la lucha contra la «propagación del VIH a través de la promoción de un programa de prevención, poniendo a disposición todas las nuevas técnicas». El programa de Poder Popular es el primero en hablar sobre los derechos de las personas intersexuales. En el programa podemos leer que la «mutilación genital en lxs niñxs intersexuales debe prohibirse antes de que lxs niñxs puedan comprender y desarrollar su identidad de género».
Dicho esto, es difícil, según las últimas encuestas, que un partido o una coalición pueda ganar, gracias al nuevo sistema electoral que, de hecho, no permite la formación de un gobierno. Intento resumirlo en un pequeño esquema:
- El 37% de los escaños (232 del Congreso y 116 del Senado) están asignados con un sistema de mayoría simple en colegios uninominales;
- El 61% de los escaños (386 y 193 respectivamente) se divide proporcionalmente entre las coaliciones y las listas que han superado el umbral nacional del 3%;
- El 2% de los escaños (12 diputados y 6 senadores) está destinado al voto de los italianos que residen en el extranjero y se le asigna con un sistema proporcional.
Quiero concluir esta mi entrada con una consideración personal. En Italia, ser LGTB todavía significa tener que votar automáticamente por la izquierda que, aunque con todos sus limitaciones, sigue siendo la única área política que todavía lucha por los derechos de las personas LGBT.
El ser humano no evoluciona su mente.
El sexo, un ente maligno. El cuepro se censura con cuadrados negros.
¿Qué se puede esperar de un mundo asi? Pues insultos, violencia, represión contra lo diferente a esos credos ignorantes de siempre.
No hay evolución humana. El miedo metido enel cuerpo desde pequeños es superior a la razón que decimos tener. Aunque se pongan millón de pruebas enfavor de la realidad de la diversidad sexual humana que ha existido desde siempre, el poder de la hipocresía y la cara a la galería, unido a miedos de creencias, todo ese millón de razones científicas no valen nada frente a un creer mantenido en nada, sin más qrgumento que la imposición.
El ser humano no avanza, y si lo hace es muy lentamente.
02 marzo 2018 | 15:40