Proyecto Erasmus: escuelas de arcoíris

Por Jesús Rodríguez Ojedo, profesor de Educación Primaria en un centro de Jerez de la Frontera

 

La homofobia, bifobia y transfobia son problemas estructurales de nuestra sociedad que el sistema educativo debe enfrentar. Los adolescentes gays presentan una tasa de intentos de suicidio 3 veces superior a la media, no en vano en todos los centros escolares encontramos chicos afeminados que sufren insultos, aislamiento o rechazo, en muchos casos sin ser homosexuales. Algo similar ocurre, aunque de forma menos visible, a las chicas lesbianas y en niños y niñas transexuales.  De igual modo, el alumnado que vive en una estructura familiar diferente a la considerada tradicional, puede sentirse excluido cuando su escuela no visibiliza su modelo de familia y, por tanto, le trasmite el mensaje subliminal de que su familia no es normal.

El profesorado, que lógicamente también es reflejo de nuestra sociedad, a menudo mira  hacia otro lado al oír la palabra «maricón», acostumbrados a que es el insulto más habitual en los centros. En muchas ocasiones esa pasividad del profesorado ante este tipo de agresiones se justifica por su falta de formación para afrontar situaciones de este tipo. Además, tampoco es fácil abordar el tema en el aula, ya que palabras como gay, lesbiana, homosexual o transexual siguen generando incomodidad y risas entre el alumnado.

Por su parte los equipos directivos, ya desde antes de la aparición del polémico pin parental, suelen mostrarse reacios a introducir medidas para fomentar el respeto por la diversidad afectivo-sexual, de género y familiar en la escuela, al no ver un claro encaje normativo que les proteja y temer posibles quejas de las familias.  No obstante, si analizamos el marco normativo en España y en el resto de Europa, encontramos un claro respaldo al impulso de este tipo de acciones.  Sin ir más lejos, la propia Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), establece la atención a la diversidad como principio fundamental que debe regir toda la enseñanza básica, con el objetivo de proporcionar a todo el alumnado una educación adecuada a sus características y necesidades.

Por tanto, a pesar de la aparición en nuestro país de nuevas fuerzas políticas que pretenden generar debate en torno a cuestiones inherentes a nuestro oficio de docente como es la educación en valores fundamentales para la íntegra formación de nuestro alumnado, queda claro que los citados intentos de vetar nuestras buenas intenciones de sensibilizar a nuestro alumnado  en el respeto a la diversidad de identidades de género, orientaciones sexuales y modelos de familias carecen, además de sentido lógico, de cualquier base normativa.

En este contexto, y motivado por una necesidad personal de sentirme realizado en mi labor profesional, nació en el año 2016, en el colegio en el que trabajo como docente y jefe de estudios, un grupo de trabajo con una decena de componentes con un doble misión: por un lado la formación del profesorado en materia de diversidad afectivo-sexual, familiar y de género y por otro la elaboración de recursos educativos que pudieran ser de utilidad para los docentes en su práctica docente. “La educación es una de las armas más poderosas para poder cambiar y romper los estigmas que dejan en la sombra a muchos seres humanos”, opina Lidia Pozo, una de las participantes de este equipo docente.

Desde entonces, el grupo Escuela de Arcoíris ha ido creciendo y evolucionando gracias al entusiasmo de sus miembros y a la inyección de energía que han supuesto tanto los avances de toda nuestra comunidad educativa en la sensibilización hacia dicha diversidad, como el reconocimiento a nuestros esfuerzos  por parte de distintas instituciones, entre ellas, el gobierno local de la ciudad de Jerez de la Frontera con la concesión el año 2018  del  premio Arcoíris. Para Rosario González, directora del CEIP Blas Infante de Jerez,  “es un orgullo enorme que nuestro centro sea reconocido como referente para que nuestro trabajo por la integración de la diversidad afectivo-sexual en la práctica docente se traslade a otros centros educativos”.

Y como nuestro principal impulso siempre fue animar a otros colegios a perder el miedo y trabajar en esta línea de sensibilización LGTBI, nuestro interés por seguir avanzando en nuestra labor y traspasar los límites de nuestra comunidad autónoma e incluso de nuestro país, nos llevó a presentar un proyecto Erasmus + 201 de innovación educativa.

De la aprobación de dicho proyecto, titulado Rainbow School, ha nacido una asociación estratégica compuesta por tres instituciones educativas europeas con realidades sociales muy diversas: la escuela griega Palekastro School, el centro polaco European Integration School Complex in Nowe Miasto y nuestro colegio español CEIP Blas Infante, así como  una empresa española, Diferencia2,  especializada en formación en materia de igualdad.

El trabajo de dicha alianza de instituciones comenzó hace solo unos meses y se desarrollará a lo largo de dos cursos académicos hasta octubre de 2021. En cada curso, se establecen tres fases diferentes: una fase inicial, centrada en la capacitación profesional del profesorado participante; una fase intermedia, dedicada al diseño de cada uno de los dos productos intelectuales incluidos en el proyecto; y una fase final de aplicación del recurso educativo elaborado en las aulas de los tres centros educativos europeos implicados, a modo de pilotaje.

Las herramientas educativas que nacerán de nuestro trabajo serán dos: Diver-maker y Diver-families.  La primera, será una herramienta informática que permitirá al profesorado  trabajar con alumnado de Infantil y Primaria la diversidad afectivo-sexual y de género, mientras que la segunda será también una aplicación informática para ser utilizada en pizarras digitales, pero estará centrada en  abordar específicamente en el aula la diversidad familiar.

Ambos recursos educativos digitales tendrán un planteamiento muy parecido. En el caso de Diver-maker, el alumnado podrá componer y descomponer diferentes personajes a partir de una figura base. Mediante la elección de elementos de diferentes categorías: pelo, ojos, genitales, identidad de género,  prendas o complementos, el alumnado podrá crear personajes diversos. En cambio, a través de la herramienta Diver-families el alumnado tendrá la posibilidad de representar, mediante la combinación de distintos tipos de personajes (mamás, papás, hijos, hijas, abuelos, abuelas, mascotas, etc.), diferentes modelos de familias.

Puesto que la finalidad de estos juegos virtuales no es lúdica sino educativa, cada herramienta tendrá su correspondiente guía didáctica, elaborada por los docentes participantes en este proyecto, y que servirá de orientación para el profesorado que vaya a ser uso de ellas en el aula. Dado el carácter europeo del programa, tanto las aplicaciones informáticas como sus guías didácticas tendrán versiones en varios idiomas.

Los citados recursos educativos serán presentados oficialmente en los tres países participantes ante representantes de distintos tipos de instituciones como colegios de Infantil y Primaria, universidades, centros de formación del profesorado o asociaciones LGTBI. Dicha presentación está programada para junio de 2021.

En nuestro afán por compartir nuestras experiencias y enriquecernos con las de otros centros educativos, el desarrollo de nuestras acciones dentro de este programa Erasmus + las publicamos en el site en Google de nuestro proyecto que podéis encontrar en este enlace  así como nuestros perfiles en Instagram y Facebook @rainbowschoolerasmusplus.

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