Para aprender a resolver el acoso escolar: ‘hoy no juegas’

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina)

Portada del cuento de la editorial Nube Ocho

 

Una vez más recomendamos un álbum ilustrado que aborda el preocupante problema del acoso escolar. La editorial Nube Ocho cuenta con una colección para la prevención del acoso, además de varios títulos, como ¿Qué le pasa a Uma? (2017), ilustrado y escrito por Raquel Díaz Reguera, ¿Qué le pasa a Nicolás? (2017) Ilustrado también por Raquel Díaz Reguera, y con texto de Juana Cortés Amunarriz, e igualmente nos ofrece la publicación que comentamos para esta ocasión, Hoy no juegas, de la escritora Pilar Serrano y el ilustrador, Canizales.

El acoso escolar permanece presente y evidente a la vez que conocemos más y mejor cómo se produce e identificamos sus características concretas para rechazar y comunicar en los centros escolares, a tutores y tutoras, direcciones, departamentos de orientación y en última instancia a las comisiones delegadas de los Consejos Escolares. Todo ello a fin de resolver conflictos y avanzar en la convivencia armónica que debe regir y normalmente rige, las relaciones escolares.

Si no es así, el acoso se mantiene en un sistema de abuso de poder que se sostiene en un medio de la tolerancia. Sabemos que existen protocolos en las escuelas que van dando respuesta y solución al problema. Pero, ¿contamos con los recursos suficientes en los centros educativos, para dedicar tiempo a la optimización de las relaciones entre iguales y eliminar la violencia y acoso? Espero de corazón que la respuesta sea positiva, aunque me temo que aún queda parte del recorrido más allá del gran interés que ponen los y las profesionales docentes, el alumnado y las familias, para resolver favorablemente la eliminación de conductas violentas en el entorno escolar.

En relación a la infancia y juventud LGTBIQ, igualmente el acoso es un motivo de sufrimiento constante, angustia, pérdida de la autoestima y dificultad para poder completar satisfactoriamente el proyecto vital e individual de desarrollo de la identidad sexual y de género de acuerdo a los intereses personales, libertades democráticas y derechos de cada persona.

Sin lugar a dudas, no todo depende del ámbito escolar, sino del entorno sociocultural que nos somete a una dinámica competitiva en dónde toleramos las agresiones y la violencia estructural. Debemos ir identificando y cambiando las conductas agresivas en toda situación y lugar. A fin de cuentas, la escuela reproduce los malos hábitos sociales y no puede dar única respuesta a la violencia. Tenemos que contribuir desde la convivencia, la paz social, desde el acercamiento, el respeto a la dignidad y a los derechos humanos.

Por eso, y de nuevo, publicaciones como Hoy no juegas, desde la vivencia de sus protagonistas, una niña dominante y nueva en la escuela que soborna, chantajea y va aislando al resto de sus compañeras y compañeros. Hoy no juegas saca a la luz, desde el perfecto conocimiento de la psicología y relaciones infantiles, el abuso de poder, la presión afectiva ante esta desigualdad, el aislamiento y el malestar de las víctimas.

Muy bien llevada la trama y de forma muy accesible, mezclando la narración en tercera persona con los diálogos en bocadillos, al estilo del cómic y sin llegar a serlo, el relato nos sumerge en el aula y los recreos, espacios relacionales básicos para participar de la dinámica y sentimientos de sus personajes. Se trata de un grupo de niñas, niños y niñes, que estudian y juegan relacionándose y creando un lugar de apoyo mutuo, hasta poner fin a la tiranía de las relaciones abusivas. De esta manera, son los propios personajes los que ponen fin al acoso cuando deciden no estar bajo el sometimiento de la tiranía de nadie y de forma pacífica construyen un espacio alternativo de relación y juego, en el que todo el mundo disfruta, mostrando que parte de la solución está en los grupos que deben identificar y rechazar las conductas agresivas de forma adecuada y no violenta.

El acoso desaparece cuando el poder desmesurado no cuenta con seguidores ni seguidoras. Es una de las mejores soluciones, que no la única, ya que de otro lado está la responsabilidad de las familias, los centros escolares, los gobiernos y las autoridades, que en general deben de contribuir desde diferentes ámbitos, a la prevención y tratamiento adecuados para la erradicación del acoso escolar.

Sólo queda recomendar este álbum ilustrado, además que por su contenido narrativo, por el gran trabajo de ilustración, de grandes figuras, colorido rico y tenue, en tonalidades ocres, verdes, malvas y naranjas predominantes, que completan los textos y a la inversa, construyendo un atrayente mundo de fácil acceso a pequeños, pequeñas y pequeñes, de a partir de tres o cuatro años con ayuda, y en adelante.

Agradecemos la colaboración e interés que Nube Ocho pone en cada una de sus relatos infantiles sobre diversidad, y en esta ocasión por darnos a conocer esta publicación. También les felicitamos por el impecable trabajo de edición de Hoy no juegas, de tapas duras, cubre solapas, gran colorido y tamaño, contiendo todos los elementos esenciales para su disfrute y manejo.

Continúen leyendo en familia, pero sobre todo, disfruten.

¡Hasta pronto!

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