Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina)
Había una vez un caracolitoque era verdaderamente bonito, en su concha tenía un arco iris dibujado, era el deseo que le concedió un hado.
Luisa Guerrero, 2011
No podíamos dejar pasar ni un mes más de 2017, en el que celebramos el Centenario del nacimiento de Gloria Fuertes, para incluir en nuestra estantería de diversidad un libro que le rinde un merecido homenaje. Permitan que subraye sobre la genialidad de esta escritora y poetisa, que no obtuvo un merecido reconocimiento hasta la fecha. Desde este espacio y por segunda vez en un año, destacamos toda su obra que afortunadamente sale de nuevo a la luz gracias a los homenajes y reediciones actuales. Lean y luego juzguen si es o no merecedora de todos los elogios y reconocimientos. No se dejen llevar por comentarios y críticas desafortunadas en prensa o redes. A nuestro parecer, ya iba siendo hora. Una vez más recomendamos la lectura en familia de sus poemas para público infantil, pero además de otra lectura mucho más íntima y personal de sus poemas para personas adultas, llenos de grandes contenidos y un inteligente sentido del humor, el amor, de reivindicación de paz, de denuncia de la injusticia y en definitiva, llenos de vida.
Para esta ocasión elegimos el álbum ilustrado ¡Maravillosas Familias! de Luisa Guerrero, escritora e ilustradora, además de varios ilustradores e ilustradores que colaboran en el proyecto de forma desinteresada, en concreto Adoración Jiménez, Carles de Miguel, Quim Moya, Myriam Cameros, Olga Molina, Patirke Belaza y Rosa M. Alonso García. Editado por ONG por la NO DISCRIMINACION en 2011, cuenta con un texto en verso complementado por simpáticas, hermosas y coloridas ilustraciones, dirigido a un público infantil de a partir de 6 ó 7 años y a su gran capacidad de entretenimiento y abstracción ante la calidad de un buen trabajo literario.
Este álbum ilustrado nos muestra la diversidad familiar a través de relatos cortos y rimados. Iremos de la granja de don Carlitos, que vive con su esposa, hija e hijos adoptivos y otras familias de animales domésticos, a la historia del caracolito que será papá y mamá a la vez, pasando por la vida del sapo que cuidaba solo de sus hijos-huevecitos, a la del trío del cangrejo ermitaño junto a la anémona y el pez payaso, o la mamá ballena que se ocupaba sola de su hijito balleno, o la del dragón de Komodoro que se convirtió en una hermosa mama dragona. Igualmente conoceremos la historia del pez gurami que cuidaba solo en su nido a sus huevos y luego hijitos, la de la gata Cuca y la gata Mía que estaban enamoradísimas, la historia de la familia de caballitos de mar en la que el papá está embarazado y tiene antojos, o la de los dos pingüinos que eran papás de un pequeño pingüinito. Y otras familias hasta la última, la del Gamusino que no es ni niña ni niño, que vive con su gato y que gracias a la creatividad de la autora, he tenido el placer de conocer evocando momentos de la infancia en los que buscaba gamusinos en excursiones campestres nocturnas.
Aprovechemos la celebración del Orgullo World Pride en Madrid en estos día de finales de junio e inicio de julio, para destacar la oportunidad que supone visibilizar la actual diversidad familiar y dar relevancia a un modelo de crianza en valores de democracia, convivencia e igualdad. Celebremos esta realidad familiar en la que crecen niños, niñas y jóvenes que viven con absoluta naturalidad dicha diversidad sociocultural de la que aprenden, a modo de oportunidad, para consolidar libremente su propia identidad de género y sexual. Las y los jóvenes deben confrontarse sin ningún tipo de temor, con seguridad, libertad y un satisfactorio nivel de autoestima.
El mundo va cambiando y prueba de ello es la gran movilización social que supone la celebración del Orgullo LGBTIQ. Visibilizar es positivo. El apoyo institucional e incluso la influencia de los intereses del mercado capitalista y patriarcal, pueden resultar un peligro que lo vacíe de reivindicación. Absolutamente de acuerdo. Sin embargo ¿ocupar las calles no es un acto político en sí mismo? Me gustaría pensar que lo es, o al menos el mero hecho de incorporar junto a esta normatividad, la posibilidad de que niños, niñas y jóvenes puedan identificarse positivamente para dejar de ser dolientemente “el bicho raro”. Ayudémosles y ayudémonos además, para llegar a ser personas críticas que claramente identifiquemos, denunciemos y condenemos comportamientos y acciones homófobas.
La gran movida de Orgullo invita al debate, a la formación, a la educación en valores y derechos humanos, contribuyendo también a la construcción de la identidad de jóvenes LGTBI, que aún hoy y con cierta frecuencia, siguen sufriendo rechazo y agresiones en sus barrios, centros escolares e incluso en el seno de sus propias familias, que a estas alturas, aún les prejuzgan y rechazan como antaño.
Y por todo esto y lo bien que lo pasamos leyendo, compartamos con las y los pequeños ¡Maravillosas familias! de Luisa Guerrero. Aprovechen como siempre, el largo y cálido verano en el que dedicar un rato, cada noche, a un libro.
¡Hasta pronto!