Hoy, 25 de mayo, es el Día de África, y desde 1 de cada 10 lo celebramos con la entrada (imprescindible) de Andrea Puggelli (@aikkomad) activista italiano LGBTQI

Foto: Niko Knigge / Sudáfrica (2013)
De los 55 países de África, 39 condenan en diversos grados la homosexualidad, con multas, penas de prisión e incluso la pena de muerte, son los casos como Mauritania y Sudán, así como en algunos estados del norte de Nigeria y en algunos estados del sur de Somalia. Pero en Lesotho, por ejemplo, la homosexualidad se legalizó en 2012. Malawi está en proceso de cambiar sus leyes, cuando en 2012, la presidenta Joyce Banda suspendió todas las leyes que criminalizan la homosexualidad.
Sudáfrica es el único país que recoge expresamente leyes contra la discriminación de los homosexuales. Tampoco está ilegalizada en Malí, Níger ni Chad, en teoría. Si bien es cierto que en la mayoría de ellos, hace tiempo que no se persigue judicialmente a los homosexuales, la ley sigue ahí, vigente y, ni el gobierno ni la sociedad se declaran “preparados” para eliminar esas leyes, mucho menos para seguir el ejemplo de Sudáfrica, que en 2005 legalizó el matrimonio homosexual. Así lo declaró en junio de 2013 Macky Sall, presidente de Senegal, “Todavía no estamos preparados para descriminalizar la homosexualidad”; “estas cosas son sociales” y añadió que en cualquier caso, “Senegal es muy tolerante”.
Sin embargo, en otros muchos países las personas LGTB sufren, además de la represión y desigualdad ante la ley, la intolerancia de gran parte de la sociedad. Algunos a la vez que prohíben la homosexualidad, en otros textos legales vigentes protegen contra la discriminación por «razones de orientación sexual» como el caso de la Ley Laboral de Botswana o el Acta de Igualdad de Oportunidades de Mauricio, o en Kenia, cuyo Código Penal prohíbe la homosexualidad, pero en el artículo 27 de su Constitución previene la discriminación por “razones de sexo” entre otras.
Otros muestran más tabú con las mujeres que con los hombres. En Sudán, por ejemplo, el artículo 148 del Código Penal define muy explícitamente la sodomía pero nada sobre el lesbianismo. En Ghana, Seychelles, Sudán del Sur, Suazilandia y Sierra Leona la ley prohíbe la homosexualidad, pero en su desarrollo se puede interpretar que se refiere solamente a los hombres, no a las mujeres.
En Mauritania, donde la ley condena los actos “contra natura” con personas del mismo sexo a muerte por lapidación pública, no se ha ejecutado ni condenado a nadie desde 1990. El presidente de Gambia, Yahya Jammeh, que amenazó públicamente a los homosexuales en 2008, dijo que iba a introducir en el Código Penal la decapitación para ellos. Líderes como Yahya Jammeh o Robert Mugabe, de Zimbabue, y otros muchos que declaran públicamente su homofobia e inducen a ella a sus seguidores, aluden a que la homosexualidad es una perversión llevada a África por los decadentes occidentales.
Hay documentos, pinturas y multitud de pruebas de épocas tan antiguas, que demuestran que la homosexualidad ha existido siempre y que hasta la llegada de las grandes religiones monoteístas, fue considerada como algo natural en todo el mundo y en todas las culturas, incluidas las africanas. Los movimientos de defensa de los derechos de LGTB en África han demostrado que no fue la homosexualidad lo que llevaron los occidentales a África sino la homofobia, basándose en estrictas leyes religiosas.
Hoy, tanto en África como en otros continentes, las sociedades más estrictamente religiosas son las que más abiertamente condenan la homosexualidad. Los “actos contra natura” son condenados por textos legales influenciados por la religión, no solo por la islámica, sino también por religiones cristianas. En 2008 en Etiopía, una docena de los máximos líderes religiosos musulmanes, ortodoxos, protestantes y católicos adoptaron una resolución contra la homosexualidad, instando a las autoridades políticas a incluirla en la constitución.
Estudiosos del continente se preguntan por qué las religiosas sociedades africanas no han recorrido el mismo camino que algunas sociedades religiosas europeas, que en los últimos años empiezan a aceptar la homosexualidad como lo que es, una variación natural de la sexualidad humana. La profesora Kim Yi Dionne, del Smith College de Massachusetts, explica que las sociedades africanas, en estos últimos 50 años “estaban muy ocupadas con otros problemas”, ya que al obtener la independencia heredaron graves problemas estructurales, económicos y de todo tipo, y no han podido dedicarse con la misma intensidad a los mismos problemas que los europeos.
Por último, algunos sectores críticos con el “imperio americano” censuran a la administración estadounidense por amenazar con cortar la ayuda a países que criminalicen la homosexualidad, pero no tienen en cuenta, ni siquiera mencionan, como los misioneros estadounidenses de las iglesias evangelistas y pentecostales, con ayuda de su gobierno inundan África haciendo apología de la homofobia. Estos predicadores han tenido, y tienen, una influencia determinante en algunos casos, como el del reciente recrudecimiento de la ley anti homosexuales de Uganda. Famosos predicadores como Scott Lively, Caleb Lee Brundidge y Don Schmierer están ganando en África la batalla que han perdido en Estados Unidos, contra la homosexualidad. Y mientras los prejuicios occidentales siguen llevándonos a pensar que lo africano es odiar al homosexual. Nuevamente, nos equivocamos y no asumimos el papel que hemos jugado.
En la época precolonial, la diversidad en relación con la orientación sexual estaban integradas de forma natural en las sociedades africanas. La homosexualidad es indígena en el continente. Algo paso después para que esto cambiara. Yo creo que Europa hace que cale la mentalidad victoriana: se implanta un patriarcado que junto con la religión (tb implantada) tintan de homofobia el continente africano. La medicina supongo que tb toma el relevo de la religión, sin que ésta deje de empujar. Y después llegan las leyes.
Respecto a lo que se indica en el párrafo 4, sobre que otros países muestran más tabú con las mujeres, os propongo otra lectura (pienso que es otra lectura!): quienes redactaron las leyes ni siquiera consideraron a las lesbianas. No fueron capaces de imaginar al sujeto que querían reprimir. Pensad en la ley de peligrosidad y rehabilitación social de 1970. ¿No perseguía a las lesbianas? Claro que sí, pero cuando fueron capaces de imaginarlas. Incluso, en la ley de violencia de género; tb se olvidan de cualquier otra mujer que no sea heterosexual (con esto último me desvío un poco del tema pero acentúo como las leyes no consideran a las lesbianas). Dice tanto, y tan poco, de quien discute y redacta estas leyes.
25 mayo 2016 | 15:19
En España hay mucha homofobia, autohomofobia, mucho hombre casado, con hijos o con novia y buscando travestis a escondidas.
Nos dicen, ustedes son para sexo y las mujeres para novia.
Se aterran de que alguien se entere de que les gusta hacer felaciones y ser sodomizados, pero les encanta y pagan por eso.
Aparte no tienen grises es todo blanco o negro, por ejemplo si quiero conocer gente, amistad, sin sex… pues no se puede porque los que quieren conocer transexuales son puteros o tipos buscando sexo.
Los otros te dicen guapa guapa hasta que les dices transexual y huyen!
Por eso tenemos amigos gays nada más, que nos tratan bien, chicos guapos con los que vamos de la mano por la calle.
Pero a lo que voy es eso, nadie quiere ser gay. Prefieren tener su pareja mujer de pantalla y luego arrastrarse en las sombras a consumar su homosexualidad pagada como un alivio para su NO feliz vida heterosexual…
Es todo una mentira.
25 mayo 2016 | 16:08
Que pena penita pena que hayas omitido muchas cosas por ejemplo donde se castiga a la homosexualidad son países musulmanes si tus amigos esos tan guays comparado con los católicos, luego vamos que decir que la homosexualidad era normal es mentir, yo he estudiado la historia, más bien la antropología de la África Negra y la homosexualidad siempre ha estado castigada, no inventes por favor.
25 mayo 2016 | 18:31