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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Por qué el aceite de oliva es cada vez mejor pero seguirá carísimo

Aceite de oliva extra virgen. Foto: Pixabay

He viajado a la comarca olivarera de Estepa, en Sevilla, para probar el primer aceite de la cosecha de este año y te traigo dos noticias, una buena y otra extremadamente mala.

La buena es que el aceite de este año tiene una calidad excepcional.

La mala es que los precios seguirán siendo escandalosamente altos e incluso todavía pueden subir aún más, rompiendo la barrera psicológica (y económica) de los 10 euros por litro. Con el remate, aún más negativo, de que el aceite AOVE barato se ha acabado, esta escalada de precios se mantendrá al menos durante algunos años más.

Pero empecemos en positivo. ¿Por qué la calidad de la cosecha de 2024 va a ser excepcional? Empieza viendo este pequeño vídeo que he grabado en la Almazara Arbequisur, en la provincia de Sevilla, donde en medio del infernal ruido de la molturación de olivas pruebo ese primer zumo de aceitunas en crudo y descubro sus extraordinarios matices.

¿Por qué aumenta la calidad del aceite de oliva?

Porque no llueve. Vaya respuesta, pensarás. Te lo explico. Ocurre lo mismo que con el vino. En los años de sequía, la producción tanto de aceitunas como de uvas se desploma, pero paradójicamente aumenta su calidad al concentrarse en los frutos toda la esencia que en épocas lluviosas queda más difuminada al incrementarse la parte líquida. La calidad del aceite de este año es de las mejores de su historia.

Por regla general, cuanto mayor es la producción menor es la calidad. Por eso los alimentos producidos en secano siempre tienen más sabor y calidad que los de regadío.

Es la razón por la que el olivar español está acometiendo una descomunal renovación, abandonando el tradicional cultivo de secano, con árboles viejos de varios troncos adaptados a los albures de la climatología extrema, y se está pasando al regadío, tanto en cultivos intensivos como en superintensivos. Se apuesta por cantidad, siempre más rentable que la calidad, más difícil de comercializar si supone un precio más alto.

Es la agonía del olivar tradicional, el paisaje que todos tenemos en la cabeza cuando probamos un buen aceite de oliva. Te lo resumo en este otro vídeo grabado entre olivares.

¿Por qué es ahora tan caro el aceite?

Esta última cosecha el olivar ha sufrido enormemente los embates de la sequía, ha llovido la mitad que otros años, pero además las temperaturas primaverales han sido tan terroríficas que directamente achicharraron las flores de los olivos. Con la mitad de flores y la mitad de agua, la producción de aceite de oliva lógicamente ha caído a la mitad.

El problema se lleva arrastrando desde 2021. Es la tercera mala cosecha seguida, algo absolutamente inédito y que todos los expertos relacionan con el cambio climático, responsable final de que el precio del aceite de oliva haya aumentado un 164% desde 2021. Las reservas, que siempre ayudan a contener los precios, están bajo mínimos, al nivel más bajo de los últimos 40 años. Y, lo que es peor, por primera vez en la historia, España podría quedarse sin aceite de oliva al final de la campaña, en el mes de septiembre.

Hace dos años, la campaña de aceite de oliva alcanzó una producción récord de 1.400.000 toneladas de aceite, pero en 2023 se redujo más de la mitad, apenas 664.000 toneladas, y para este año se espera que ronde las 700.000 toneladas de media, un desastre. Con la mitad de aceite es lógico que el precio sea el doble de caro para cubrir costes si los olivareros quieren seguir viviendo de este cultivo.

La parte oscura y más preocupante es el cambio de hábitos del consumo. Asustados con estos precios estratosféricos, el consumo de aceite de oliva en los hogares españoles descendió el 18,3 % entre noviembre de 2022 y octubre 2023 respecto al mismo periodo del año anterior. Recuperar a estos consumidores será difícil mientras los precios sigan altos. Porque esta primavera viene también seca, lo que puede acabar por hundir al sector.

Aceitunas recolectadas. Foto: Pixabay

¿Es más barato el aceite fuera de España?

No lo es. Lo era, pero el aceite viejo, de cosechas pasadas cuando estaba más barato y que se mantiene en los lineales de los supermercados de países donde el consumo del AOVE es minoritario. Cuando vayan a reponerlo con aceites de las últimas cosechas el precio se disparará, como ocurre en España.

No es verdad que los precios sean altos por la especulación suicida de los productores.

No es verdad tampoco que podamos traer aceites de fuera para bajar los precios porque el problema es climático, y por tanto global para todo el Mediterráneo, donde las cosechas han sido igualmente raquíticas.

España es el primer exportador mundial de aceite de oliva, de donde procede el 65% de todo el que se consume en el mundo. También somos el principal consumidor del mundo. Y no se pueden plantar olivos en cualquier sitio, es una especie mediterránea imposible de cultivar en otras regiones.

Los problemas climáticos españoles son los mismos que sufren los otros países productores, donde igualmente el precio se ha disparado. Tampoco aceptamos los consumidores que nos vendan aceite producido fuera de España, queremos el de aquí. Pero aunque nos conformáramos con comprar aceites extranjeros solo por tenerlos a precio más bajo tampoco sería posible. En plena subida de precios, países como Turquía, Marruecos o Túnez han prohibido las exportaciones de aceite para evitar tanto desabastecimientos como un encarecimiento en sus mercados locales.

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