El año pasado una tortuga boba (Caretta caretta) eligió las arenas de una playa de Pulpí (Almería) para poner sus huevos. Esta especie se llama boba no porque sea escasamente inteligente y elija para hacer sus nidos en playas destrozadas por la especulación y la burbuja inmobiliaria. Recibe tal nombre porque como reptil de sangre fría que es, tiene por costumbre tomar el sol en la superficie del mar quedándose flotando tan plácidamente que resulta muy fácil de capturar.
El caso es que una familia alertó a la Asociación Equinac a través del 112, cuyos voluntarios vigilaron el nido durante varios días para que nada malo le ocurriera. Por riesgos de inundación, responsables del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio decidieron trasladar los huevos e incubarlos en condiciones controladas en instalaciones de la Estación Biológica de Doñana en Sevilla.
Una vez nacidas, las pequeñas tortugas se trasladaron unas a las instalaciones del Centro de Gestión Sostenible del Medio Marino Andaluz de Algeciras y otras al Acuario de Sevilla. Lee el resto de la entrada »