La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Las cabras se comen los últimos bosques relictos de Fuerteventura

Cabras Jandia.jpg

Las cabras son seres extraordinarios. Capaces de sobrevivir en el desierto sin apenas agua ni alimento. Pero también capaces de comerse hasta el último matojo que allí pueda crecer. Es lo que ocurre en Fuerteventura, la isla donde vivo. Los herbívoros llegaron aquí hace unos 2.000 años. Por entonces las montañas estaban cubiertas de un bosque de acebuches, los olivos silvestres (Olea europaea ssp. guanchica), que en las zonas más altas eran sustituidos por laurisilva, la selva canaria de niebla. Dos milenios de hacha, fuego, diente y cambio climático han convertido el antiguo vergel en un reseco pedregal.

En un estudio que acabo de publicar en la revista Quercus junto a mi amigo Stephan Scholz, director del Jardín Botánico de Fuerteventura Oasis Park de La Lajita, advertimos de la actual tragedia ambiental que se cierne sobre este territorio. 10 especies endémicas de Fuerteventura, otras 13 exclusivas de las islas orientales y 4 más de distribución canaria están gravemente afectadas por el ramoneo y el pisoteo del ganado. La presión, cada vez mayor, sobre unas poblaciones, cada vez menores, las está llevando a extinciones masivas. Un ejemplo es el peralillo de las Canarias orientales (Gymnosporia cryptopetala), del que sólo sobreviven 13 ejemplares en el mundo. Todos refugiados en riscos a donde no llegan las cabras, pero incapaces de reproducirse. Como el palo blanco (Picconia excelsa). El «último mohicano«. Último ejemplar superviviente de los bosques húmedos majoreros. Cuando muera, la especie habrá desaparecido de la isla y con ella una riqueza genética irrecuperable, quizá remedio de alguna enfermedad.

No pedimos acabar con las cabras, postura indefendible en un lugar donde estos animales forman parte consustancial de la economía y la cultura isleña. Pero sí debería evitarse que vaguen sin control por las montañas, en estado de semilibertad, como ocurre ahora. Y consideramos fundamental la declaración urgente de una extensa red de microrreservas botánicas. Porque el pastoreo intensivo y la superpoblación caprina en un territorio con escasas precipitaciones supone una estrategia ambientalmente destructiva, responsable del avance del desierto, la erosión y la pérdida de biodiversidad.

Foto: Stephan Scholz. Dos cabras enriscadas en las montañas de Jandía (sur de Fuerteventura), uno de los lugares con más biodiversidad endémica del mundo por metro cuadrado.

En este vídeo podéis ver cómo es el manejo tradicional que se aún hace del ganado semisalvaje en Fuerteventura. Las apañadas, una técnica aborigen de gran interés etnográfico, pero que sin control es un desastre ambiental.

Otras entradas relacionadas:

Puedes seguirme (si quieres) en Twitter (@lacronicaverde) y en Facebook (www.facebook.com/lacronicaverde)

9 comentarios

  1. Tambien tienen derecho a comer no?

    17 mayo 2013 | 11:33

  2. Dice ser Josep

    Creo que la primera y urgente medida debería ser un programa de reproducción en vivero de las especies amenazadas. Es difícil apartar a las cabras de zonas protegidas. Habría que combinar un programa de reducción de su número (caza) con otro de replantación.

    17 mayo 2013 | 14:16

  3. Dice ser manuel

    Pues que se haga lo mismo que se hace en las fincas de cerdos en Andalucía, que se vallen, de forma que los animales sólo puedan estar en zonas que no corran peligro de ser exterminadas; y en épocas de escasez que se les alimente de ramón del olivar u otro tipo de pienso llevado desde la península. Problema resuelto.

    17 mayo 2013 | 15:31

  4. Dice ser Sideris

    El titular es cuando menos engañoso. ¿Bosques en Fuerteventra?. No se puede considerar como tales al par de manchas de asociaciones vegetales termófilas existentes de forma natural en Betancuria y Pájara e introducidos en Jandía. Lentisco, marmulán, palo blanco, adelfa o mocán no son estrictamente propios de la laurisilva y sí del bosque termófilo que suele presentarse en un piso inmediatamente inferior. De la existencia de laurisilva en la isla no hay datación histórica, pero teniendo en cuenta la edad de la isla, su poco elevada orografía, el régimen pluviométrico y la evolución del mismo en los últimos milenios, lo más probable es que desapareciera de forma natural al final de la última glaciación. Con todo, los ecotipos de las especies mencionadas, adaptadas durante miles de años a las duras condiciones de la isla, representan por si mismos endemismos de un altísimo valor natural que en cualquier otro país estarían protegidos de manera efectiva y rigurosa.

    El pastoreo es intrínseco a la actividad humana en la isla casi desde su primera población por los bereberes y cientos de años de antropización han conducido a la situación actual. Lo triste es constatar que, pese al paso del tiempo, un relicto del terciario como son las Islas Canarias, algo casi único en el planeta junto a sus homólogas macaronésicas, va camino de una extinción segura para muchas de sus especies vegetales y animales.

    17 mayo 2013 | 16:37

  5. Dice ser Josep

    Poner vallas en una zona montañosa extensa -y además paraje protegido- es una mala opción por varios motivos. Y las cabras no son cerdos, ellas saltan mucho más.

    17 mayo 2013 | 16:38

  6. Dice ser omega

    Muy malas noticias.

    Pero desafortunadamente nuestros politiquillos estan mas preocupados de los sobres, banqueros y como robar mas que de la que fue un impresionante ecosistema como el español.

    17 mayo 2013 | 16:45

  7. Dice ser VIVA CANARIAS

    FUERTEVENTURA ES MARAVILLOSA, PERO TENEÍS QUE LLEVAR A CABO UN PLAN DE REFORESTACIÓN CON PINOS CANARIOS AUTÓCTONOS PORQUE SINO VÁIS A TERMINAR EN DESIERTITO PURO.

    17 mayo 2013 | 18:07

  8. Dice ser productos

    Pues la verdad que es una pena, Fuenteventura es preciosa y pase una vacaciones allí espectaculares.

    18 mayo 2013 | 19:57

  9. Dice ser Antoska

    ¿ Las cabras se comen ?

    20 mayo 2013 | 19:16

Los comentarios están cerrados.